El despertar de la Banshee.

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El despertar de la Banshee.

Me había quedado estática, olvidé hasta como se respiraba. La sonrisa en su rostro me daba mala espina, pero seguía estupefacta; ¿qué hacía él aquí? Intentaba que mis pies obedecieran las órdenes que mi cerebro les enviaba; pero ellos estaban reacios a obedecer. Joder, tenía que salir pitando de esta situación. No comprendía aquel miedo que comenzaba a reccorerme, estaba frente a Isaac; mi chico. ¿Por qué temía entonces?

—Estas preciosa —dice, aunque no sentí dulzura en aquellas palabras; era como si quisiese complacerme y no sintiera lo que decía. Maldición, no estaba frente a mi Isaac; claro que no. Pero era idéntico a él físicamente, en cambio su personalidad no. Entonces comprendí que tenía frente a mí a un completo desconocido y que sería capaz de hacerme daño; demasiado daño. 

Se acercó hasta mí, acortando la poca distancia que nos separaba e intentó acariciar mi rostro; más una mano se lo impidió, lanzándolo lejos.

Un brazo me rodeó y una calidez conocida me embriago. Nicolae había venido a mi rescate y parecía molesto; más que eso. La risa proveniente de Isaac me sacó de mis cavilaciones y pose mi atención en él, quien se levantaba del suelo. No parecía sorprendido de ver a Nicolae, al contrario; era como si lo esperase. Aplaudió y eso me desconcertó. ¿Qué demonios sucede con él?

—No esperaba esa reacción inmediata —se burla, sin dejar de aplaudir—. Vale, creía que Foxx haría acto de presencia; pero esto es más divertido —sonrió soncarron. 

—Intenta ponerle un dedo encima de nuevo y acabaré contigo —amenaza y sabía que la iba a cumplir. 

—¡Lo he pillado! Habéis conectado, ¿cierto? —afirma y su sonrisa se agranda aún más—. Has encontrado un reemplazo para mí, sabía que eras muy fácil; pero esto es fuera de serie —lleva una mano a su pecho, fingiendo estar dolido.

—¡Cierra la puta boca! —espeta con cólera, el chico a mi lado—. No intentes ofenderla, cabrón —advierte.

—Hey, tómalo con calma; lobito —la burla seguía en su voz—, Puedo ofenderle como se me plazca, porque antes de ti; yo era quien estaba entre sus piernas —sonríe de manera victoriosa, al ver que sus palabras logran el efecto que deseaba—. Pero no he venido a contarte las veces que gritó mi nombre, claro que no; solo pase a daros una inesperada visita y creo que lo he logrado —dice con calma. 

—¿Quién eres? —pregunté con un ligero temblor en mi voz, temía su respuesta. 

Porque no era él, sí; físicamente se parecían, sus voces también. Pero el chico del que me enamoré, no se encontraba frente a mí en estos momentos.

Una sonrisa que no logré descifrar, adornó su rostro.

—Sabes quien soy, pequeña saltamontes —asegura y niego.

—No eres él —pronuncié las palabras con mucha seguridad—. Así que lo volveré a preguntar, ¿quién eres? —le observé con seriedad, mi estupefacción de hace un momento ha desaparecido; dejándole paso al enojo. Estaba molesta, porque no se trataba de mi Isaac y la persona que estaba aquí; intentaba que creyera que era él.

—¿No me reconoces, nena? Soy yo, Isaac; tu Isaac —asegura y vuelvo a negar.

—No eres él —dijo alguien a mis espaldas—. Te ves, hablas y aseguras ser Isaac; pero no lo eres. —la determinación en la voz de Floyd me sorprende, pero era de saberse que él podía reconocerle; fue su beta.

Una sonrisa se vuelve apoderar del rostro del desconocido, le divertía de sobremanera esta situación. Floyd se paró a mi lado, sin quitarle su mirada a quien aseguraba ser Isaac.
Podía notar que algo le molestaba, pero sabía que no me lo diría.

—¡Oh, vamos! —exclama divertido—. ¿Tú tampoco reconoces a tu alfa? Floyd me concoces, soy yo —la sonrisa en su rostro escondía algo más.

Floyd cruzó sus brazos sobre su pecho, negó e intentó calmarse.

—Como dije antes, no eres él —repitió lo anteriormente dicho—,  Intentas que tu olor se parezca al suyo, pero yo noto la pequeña diferencia de ambos y sé que eres —aseguró y la sonrisa del otro desapareció; dejando paso a la molestia—. A mí no podías engañarme, quizá has engañado al resto y eso no me gusta; porque intentas ensuciar la memoria de él. ¿Qué pretendes asesinando alfas? ¿Acaso...?  —la pregunta de Floyd quedó en el aire, ya que Isaac le tenía sujetado del cuello. ¿En que momento se había acercado? ¿Siempre fue así de veloz? No recordaba que lo fuese. 

Floyd intentó que le soltara, pero la diferencia de fuerza era notable y rogue con la mirada a Nicolae que interviniera. No permitiría que le hiciese daño, pero me regañe por no traer conmigo mi arma; jodida idiota.

—Debería matarte —amenazó—. Pero ya que has preguntado, te lo diré; he matado a esos alfas por su poder. Sí, ahora soy más fuerte que nunca y nadie podrá detenerme —confesó con una siniestra sonrisa y antes de que pudiésemos hacer algo; rompió el cuello de Floyd como si fuese una rama. Su cuerpo se desplomó en el suelo y yo caí a su lado. Comencé a llorar y a gritar; como si eso arreglase algo; como si cambiase la situación.

Nicolae se lanzó sobre él, se dejó llevar por la rabia y supe que no sucedería algo bueno.

Isaac le golpeó con fuerza y él retrocedio unos pasos. Golpes iban y venían. Ninguno parecía ceder, mientras que yo seguía sin asimilar del todo la situación. Floyd yacía en el suelo, no se movía ni un centímetro. No sentía su respiración, estaba asustada.

Entonces grité su nombre, pero aquel grito logró que ellos parasen de pelear; más comprendí que no era natural. Ambos se taparon los oídos, mientras continúe gritando. Tenía una fuerza increíble, como si lo hiciera a través de un enorme parlante. Maldición.

Me levanté de su lado, sin dejar de gritar y me acerqué a ese imbécil. No entendía como, pero logré empujarle lejos; con mis manos hacia delante y mi grito lo logré. Sabía cómo hacerlo, era como si fuera parte de mí; ¿pero porque? ¿Acaso era un ser sobrenatural? ¿Sería?

Caí al suelo cuando mi voz se apagó y dejé de gritar su nombre. Me sentía exhausta, mis ojos comenzaban a cerrarse y me maldije. No era momento para eso, Nicolae se acercó a mí y me levanto del suelo. La inconsciencia comenzaba a ganar y lo último que recuerdo fue que Nicolae me llevó lejos de allí; dejando a Floyd en el proceso.

(...)

Demonios, mi cabeza dolía como el infierno. Me incorpore en mi cama y me quedé unos segundos observando mi habitación. ¿Cómo había llegado a casa? No podía recordarlo, era como si hubiese olvidado todo lo sucedido anteriormente; carajo.

La puerta de mi habitación se abrió y tras ella; apareció Sebastian. Un nudo se instaló en lo más profundo de mi pecho, no habíamos hablado desde que le conté sobre mi conexión con Nicolae. Se había negado a oírme y sabía que sus razones eran justas; más me dolieron.

—¿Te sientes bien? —pregunta con cautela y asiento a modo de respuesta—. ¿Recuerdas algo? —quiere saber.

—No en este momento —asegure.

Me esforcé por recordar, lo más mínimo; entonces imágenes de lo sucedido llegaron a mí como flashes.

—¿Dónde está Floyd? —fue lo primero que logré articular.

—Está bien, le ha costado regresar; pero lo importante es que ha vuelto —me tranquiliza.

—¿Isaac dónde está?  —temo la respuesta.

—Se ha escapado, lo siento.

Suelto un suspiro frustrado, era de esperarse. No dejaría que le atrapasen así sin más, nadie debe estropear sus planes; los cuales aún no me quedaron muy claros. ¿Quería más poder? ¿Pero para que? ¿Qué ganaría con ello, además de las habilidades de los otros alfas? Maldición, pensar en ello; lograba que me doliese la cabeza. Estupendo.

Me tiré hacia atrás y observé el techo de mi habitación. ¿Qué debía hacer ahora? Mis padres ya sabrán lo ocurrido conmigo, ¿me dirán como logré eso o simplemente lo ocultarán como hacen siempre?

El colchón se hundió a mi lado, sabía a la perfección de quien se trataba. Sebastian. Por un momento dejé de respirar, me sorprendía su accionar.  ¿Acaso no seguía molesto conmigo?

—Lamentó mi actitud de la otra noche, me comporte como un completo imbécil —se disculpa—, Pero me dieron celos, ¿vale? Saber que has conectado con él, es demasiado para mí —se sincera—. ¿Puedes perdonar a este idiota?  —pregunta y es cuando nuestros ojos se encuentran; había arrepentimiento en los suyos y en los míos un par de lágrimas traicioneras.

Lo que menos deseaba, era herirle. Él estuvo ahí para mí, fue quien más me ayudó a superar lo sucedido con Isaac. Es quien a pesar de todo, me entregó su amor incondicional.

No lo pensé dos veces, que ya estaba besando sus labios con demasiada necesidad, porque sí; le necesitaba como no se hacen una idea. Correspondió a mi arrebató sin rechistar, quedé a horcajadas sobre él y cuando sus manos intentaron quitar mi camiseta de dormir; alguien abrió la puerta de mi habitación sin golpear antes.

—¡Quita tus manos de mi hermana, Foxx!  —mi hermano mayor era el intruso, no pude evitar reír por la situación.

—¡Scott golpea antes de entrar! —exclame, quitandome de encima de mi novio.

—¡Tú y yo, tendremos una conversación; Kelly! —advirtió y por mi parte rode los ojos fastidiada; hermanos mayores y sobre protectores—. Solo venía a pedir que bajéis, hay algo importante de lo que tenemos que hablar —su tono fue demasiado serio y entendí que lo que fuese a decirme no debía tomarlo a la ligera.

—Vale —digo, mientras bajo de mi cama y camino hacia la puerta.

Sebastian hace lo mismo y los tres nos dirigimos a la sala de estar; donde mis padres nos estaban esperando.

Mi mamá parecía preocupada o eso me pareció a mí, en cambió mi padre estaba más sereno. Debía ser cosa seria realmente, ya que se podía sentir cierta tensión en la habitación. Tomé asiento en un sofá individual, mientras que Scott y Sebastian compartieron uno de los grandes.

Tras unos minutos de silencio, me ví en la obligación de romperlo. Ya que esto me ponía de los putos nervios, joder.

—¿Y bien? ¿Dé que quieren hablar? —fui directo al grano, tanto misterio no me agradaba y me recordaba a un año atrás; cuando me contaron el secreto familiar y todo lo relacionado con ello. 

—Cariño... —comenzó mi madre, se la veía nerviosa—, No sé por donde empezar, vale. Me cuesta muchísimo hablar de esto, creía que estaba en el pasado y he confirmado que no —dice y mira sus manos—. Lo que has hecho anoche, tiene un significado y eso me incumbe a mí; a mi familia. —sus ojos me observan, temiendo mi reacción; supongo.

—Solo dilo, ya estoy acostumbrada a que tengáis secretos conmigo y me lo soltéis de sopetón —digo y le regalo una sonrisa; ¿qué podía ser peor que ser una cazadora? ¿Cierto?

Mi madre suelta un sollozo y mi padre la rodea por los hombros. ¿Tan malo era? Ahora si comenzaba a temer lo que tenía para decir, mierda.

—Cielo, eres una Banshee —logra decir tras unos segundos—, Se supone que la maldición hacia nuestra familia, había acabado y no ha sido así; tú la has devuelto y no sé cómo —vuelve a sollozar—. Me temo, que el mantener una relación con un alfa; sea uno de los causantes —explica.

—¿Estas bromeando, cierto?  —pregunté incrédula—. ¿Por qué no lo has mencionado antes? ¿Por qué ahora? ¿Qué esperabas para hablar? —pregunté, dejando a la cólera adueñarse de mí; aunque no tenía claro porque me enfadaba de ese modo.

Bonita, tranquila —me pide, Sebastian.

—¿Cuándo te has enterado tú de esto?  —quise saber.

—No hace mucho —responde.

—Genial, como siempre; me enteró al último —suelto irónica.

—No sabía cómo decirlo, temía tu reacción al saberlo y mira como te has puesto —interviene mi madre.

—¿Quién le ha dado esa maldición a nuestra familia? ¿Una bruja? —pregunté, algo más calmada y respirando hondo.

—Sí —asiente—, Fue una de las más temidas y alguien intento darle caza; pero falló y con ello nuestra familia acabó con aquella maldición, para las nuevas generaciones —me cuenta—. Pero luego de mucho, se logró romper la misma y ahora ha vuelto, tú eres su portadora —su voz se quiebra al final y me acercó a darle un abrazo.

—Encontraré la manera de volver a romperla, lo prometo —susurre y lo haría; cumpliría mi promesa. 

No dejaría que esto me arrebatara nada y menos todo lo que había construido. Era difícil sí, pero no imposible; buscaría la forma de darle vuelta a esto.

Por mi familia.

Por mi futuro.

Si una vez se logró, significa que se puede nuevamente.

(...)


Así estáis vosotros jaja Espero os guste el capítulo y me dejéis sus opiniones al respecto ❤

Lamento la demora ;u;

En fin, espero sus estrellitas y comentario 😁

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Los ama.

Vicky

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