༚・°✧ Capítulo uno*༚・°✧
Dedicado a CastilloRoo con quien hice está teoría.♡
Arte de multimedia realizado por:https://www.facebook.com/AnnyAnnNyan/ AnnyNyan.
Miles de fotografías abarcaban cada noticia o redes sociales, fotografías que guardaban algo tan preciado para su persona y que desgraciadamente no podía recordar con exactitud. Aunque se esforzara, su mente estaba en blanco, sin el más mísero recuerdo de algo que lo pudiera hacer feliz, por que las fotos no eran suficientes ni le hacían saber cómo era ser besado por quien más amaba, no le permitía saborear el dulce recuerdo de ese beso apasionado.
No quería ser como el resto,quería ser egoísta y atesorar ese recuerdo que para él era lo mejor de la vida. Pero no podía, a su mente solo acudían los malos momentos quea hermosa moteada le hacía pasar, sus desplantes, sus malos tratos o su rechazo inminente.
Todo era negatividad en sus pensamientos, Quería mucho a esa misteriosa mujer pero ella no lo amaba nada. Daría todo por ella, pero ella no daría nada.
Necesitaba calmarse pero le era difícil, más cuando esa voz se abría paso en su mente haciendo que visualizara esa silueta de mariposa violácea sobre su rostro.
—Pobre Chat Noir, siempre tan solo y tan triste...todo por la culpa de esa chiquilla insolente que no sabe valorarlo.—dijo con un toque de burla.
—Hawkmoth.—Su expresión reflejaba cansancio.—¿No te cansas de andar chinchando?—se levantó de la viga de vidrio de ese edificio llamado montparnasse.—Deberías ya jubilarte, aterrorizar París no te ha servido de nada y ya te estás haciendo viejo.
Sus palabras eran de burla pero se podía percibir la tristeza que lo envolvía,cosa que hizo sonreír al villano.
—Dirás lo que quieras pero puedo ver que la estás pasando muy mal.—apoyó su bastón en el suelo, sacando de este una mariposa blanca que al instante volvió negra —si tan solo te unirás a mí.
Chat Noir se mofó de aquel comentario.
—Ni en un millón de años.—se jactó el rubiales.—jamás formaría equipo con alguien tan ruin y despiadado.
Intentaba mantenerse sereno sin pensar en nada negativo ni doloroso, era difícil pero tenía que hacer un esfuerzo por no caer en las manos de ese manipulador.
Se concentró en cada uno de sus amigos, en lo bien que solía pasarla con ellos, en la escuela donde amaba asistir, en sus maestros que apreciaba tanto, en la gente de París que le hacía sentir muy bien, también se concentró en la música que Nino le enseñaba, en los reportajes que Alya hacía sobre su identidad heroica, en los momentos que pasaba con Marinette.
《Marinette》 Al evocar sus memorias con esa bella mujer, toda la negatividad se esfumó de su ser.
—Ya no siento su energía. —murmuró el villano.—Su aura ahora es blanca…¡No!, tienes que caer...debes caer.
—¿Qué pasa? ¿Al viejo se le va su mejor presa?—su pose era de socarronería; con el bastón sobre los hombros y sus brazos sobre este.—Ya te lo dije, jamás traicionaría a las personas que creen en mí. Así que si me permites, me voy de una vez de aquí.
El gato emprendió la huida sobre los tejados de París, aún se sentía sensible, necesitaba platicar con alguien; así que sin perder más tiempo fue hacia el hogar de quien sabía que brindaría el apoyo y renovaría sus ánimos.
La caminata no fue tan lejos, pronto pudo divisar a la de coletas entrando a su hogar, así que decidió esperar unos minutos hasta que ella ya estuviera en su habitación. Trepó por la parte trasera del hogar yendo hasta el balcón de la jovencita.
—Hola, princesa.— saludó cortésmente.—Perdona que haya llegado así de improviso pero en verdad necesitaba verte.
Marinette se sorprendió de ver al chico de pie sobre el barandal, dejando a un lado la revista que hace unos pocos minutos cubría su rostro, mientras se acomodaba sobre su cama observando como este bajaba por la trampilla para posicionarse a su lado.
—Chat Noir ¿A que debo tu visita? ¿Ha ocurrido algo?—respondió preocupada ante una posible alerta de akuma. Más tuvo que simular tranquilidad para no levantar sospechas de su identidad secreta.—Eh...es decir, tú usualmente te transformas cuando hay peligro.
El héroe gatuno negó con las orejas hacia abajo y una mirada afligida.
—Esta vez vengo a verte...por cuestiones personales. —se acercó a ella para tomarla de los hombros.—Tú eres la única que puede ayudarme.
Ella amplió enormemente sus zafiros.
—¿Yo?—señaló hacia ella misma.—¿Pero de que manera?
Chat Noir pasó una mano por su cabellera desviando su mirada hasta la revista que se encontraba sobre la cama sonriendo con anhelo.
—No recuerdo absolutamente nada de aquel día pero...—tomó la revista entre sus manos mirando con detenimiento aquella fotografía de él con ladybug sobre la torre Montparnasse, enfocando el beso en diferentes ángulos. —quisiera intentar aunque sea una vez más intentar…
—¡No!—advirtió suponiendo hacia donde iban las intenciones de ese gato.—¡No puedes!
La vio caminar de un lado a otro con presteza, no entendía lo que sucedía solo podía sentirse extraño.
—¿Por qué no? Eres mi amiga...se supone que eso hacen los amigos.—dijo decidido pero después llegó a él una conclusión que creía que ya había quedado saldada.—Al menos que —llevó sus manos cubriendo su boca para oprimir su impresión, segundos después mirarla con una ceja alzada.—le mentiste a tus padres con respecto a lo que en verdad sientes por mí.
La chica frunció sus rasgos negado en repetidas ocasiones e incluso aventando un pequeño cojín en forma de estrella al rostro del gatuno chico.
—¡Por supuesto que no!— aclaró avergonzada.—Yo no me fijaría en ti.
《Mientes...sabes que por más que ames a Adrien, te gusta él aunque sea un poco》
Las facciones del chico decayeron un poco pero se recompuso rápidamente.
—Entonces no entiendo por qué no quieres ayudarme.
Marinette cruzó se palmeó la frente con cansancio. Mientras que Chat se ponía de pie sosteniendo aún el peluche entre sus manos.
—¡Porque no! ¡Por que ella no te ama!—expresó como si fuera lo más evidente del mundo.
—Creo que debo intentarlo aunque sea una última vez, my lady debe estar confundida, yo sé que ella me ama.
La azabache jaló de sus coletas con algo de desespero.
—Entiende Chat, ella no te ama...te lo ha dejado claro mal de mil veces.—mencionó irritada.—¡¿Acaso no puedes entender cuando alguien te dice que no?!
Chat solo pudo bajar las orejas en un claro ejemplo de la tristeza misma, distrayendo distrayéndose con las fotografías de Luka y de él mismo que adornaban la habitación.
—Entonces debo renunciar al que creo que es el amor de mi vida ¿Así de fácil? —cuestionó.—¿Eso te funciona a ti? Por que veo que sigues teniendo las fotos de ese chico guitarrista que tanto te gusta pero también de ese modelo que nunca he creído que solo sigas por la línea de ropa ¿Debo ser como tú y conseguirme un nuevo objetivo?
Desde hace mucho tiempo que Adrien tenía la leve sospecha de que su compañera gustaba de él, cosa que le emocionaba mucho pues por más que lo negara; ahora ella le parecía más atractiva de lo normal, de cierta manera es como si hubiera empezado a atraerle. Pero lo desconcertada mucho el oírla hablar de Luka y de lo benevolente que era, así como el ver sus fotos donde antes solo estaban las de su otra faceta.
—No estamos hablando de mí. —sus mejillas se incendiaron.—Pero es muy evidente que Ladybug no te ama, de otra forma no te hubiera dejado plantado ese día en la azotea, o ya hubiera hecho algo para estar contigo ¿No crees que eso es suficiente?
—Pero, yo opino que solo es cuestión de tiempo para…
Ella dio un largo suspiro dejando salir un pequeño grito de enojo.
—¡Comprendelo! ¡No te ama ni te amará jamás! ¡No debes seguir algo que es imposible!
Él tensó la mandíbula completamente sensible, tenía tantas ganas de llorar, de gritar, de decir lo que pensaba. Sin embargo no emitió palabra alguna apremiándose a salir de ese lugar donde creyó encontraría la paz. Marinette se sorprendió al ver el rostro de quien era su mejor amigo, fue hasta su balcón queriendo ir tras él para explicarle que se le había salido todo de las manos y que jamás fue su intención dañarlo así: pero no le fue posible por que el chico avanzó rápido, tanto que a estas alturas logró perderlo de vista.
Chat corría por los tejados parisinos con una carga emocional muy fuerte que le aguaban los ojos, de pronto, sin previo aviso Hawkmoth se cruzó en su camino con una pose victoriosa.
—¿Ves? Te lo dije, esa chica tiene razón. Ladybug siempre te va a a rechaza, nunca vas a ser suficiente para ella.—extendiendo su bastón hacia él, su rostro cambió a uno totalmente triste.—Tú y yo no somos tan diferentes que digamos. Ambos sufrimos por amor, por no tener a quien amamos en nuestras vidas. Es terrible ver como la persona que amas no te valora ni te procura pero.—pasó saliva no queriendo mostrar flaqueza.—Es aún más terrible saber que el amor de su vida quizá ya no volverá.
Por alguna extraña razón, chat sintió empatía por él, no quería caer, no quería defraudar a su lady pero se estaba sintiendo realmente muy triste, y sentir la negativa aura del adulto le hacían aún más daño.
—¿A qué te refieres?— dijo no muy convencido.— es que el grandísimo villano d París ¿Tiene corazón y un amor imposible?
—Todos tenemos un motivo que nos hace cometer locuras, el amor principalmente es el que más ocasiona el caos.—explicó bajando su bastón para ponerse en posición.—Lo entenderás mejor cuando sepas de qué estoy hablando, por lo tanto debes acompañarme.
—No pienso caer en tu juego sucio.
—No es ninguna trampa Chat Noir, solo pienso que tú eres el más sensato del equipo el más empático y el que me comprenderá perfectamente. Solo sigueme.
Hawkmoth emprendió la retirada hacia un camino fijo, el gato se quedó unos segundos ahí meditando lo que debía o no hacer. Pero inclinándose al razonamiento que le decía que tal vez hoy era un día para capturar al mayor terror de la ciudad.
Por lo cual, ni tardo ni perezoso fue tras de él con paso brioso. No sabía en que se estaba metiendo pero presentía que todo esto haría que el rumbo de las cosas cambiaran para siempre.
De una manera u otra. Poco a poco su corazón comenzó a bombear más rápido, no le estaba gustando en absoluto el rumbo que vio tomar a papillon, debido a que conocía perfectamente a donde dirigían.
¿Y cómo no hacerlo?, si era el mismo camino que él solía tomar para llegar a su hogar. Abrió los ojos muy grandes al ver que efectivamente, aquella polilla gigante llegaba a la zona más alta de su hogar, y no solo eso, sino que con el bastón que poseía tanteo una de las ventanas hasta que logró abrirlas,ingresando por ellas.
—¿Qué estás esperando? ¿Una invitación por escrito para que pases?
Él se relamió los labios ansioso para luego acercarse a la ventana.
—Este es el hogar de los Agreste, la familia más influyente de todo París ¿Sabías que no es bueno colarse a propiedad privada y menos si es de ellos?—Chat refunfuñó pero de igual manera traspasó hasta quedar encima de un pequeño muro.
Hawkmoth soltó una risa sarcástica a la vez que bajaba hasta quedar en el suelo.
—Es evidente que no estás entendiendo nada en absoluto. —rodó los ojos.—No hay ninguna invasión de propiedad privada ni mucho menos problemas.—le aclaró.—¿Sabes por qué? Por que este es mi hogar, yo comente todo lo que este sitio representa.
Adrien contuvo la respiración al escuchar aquello, no sabía lo que estaba sucediendo y la verdad era que no quería hacerlo pues eso solo aumentaba más su dolor de cabeza así como las teorías.
—Estás completamente loco.—trató de sonreír.—Gabriel Agreste es el dueño de todo esto y se enojará mucho si sabe que estamos aquí.
Hawkmoth no dijo más, solo encendió las luces de aquel lúgubre sitio.
—Bienvenido a mi hogar chat.—sonrió con malicia.
Noir se percató de aquel panorama, jamás se imaginó que un sitio así estuviera por debajo de su hogar, menos repleto de hierba ni mucho menos de mariposas blancas.
—Ahora déjame te presento a mi esposa.—Volvió a hablar.—Emilie Agreste, reconocida actriz de cine de todos los tiempos.
Al escuchar el nombre de su madre, Adrien giró el rostro rápidamente. Encontrándose con una enorme cápsula de cristal que poco a poco se hacía presente de entre las sombras.
《Mamá 》
Allí adentro, con un rostro sereno, portando un traje sastre en color blanco; estaba quien le dio la vida, quien hace mucho tiempo no veía. Parecía estancada en un sueño profundo.
Hawkmoth solo esperaba alguna reacción del chico, quien se quedó casi de piedra ante tal escena.
Uno y otro se miraban esperando que se rompiera el silencio.
—Soy Hawkmoth pero también soy Gabriel Agreste, un hombre enamorado que perdió lo más valioso en su vida, el motor de sus días, el verdadero amor y la parte más importante de su familia.—Declaró con los brazos abiertos.—¿Ahora ves porque quiero los miraculous?
El gatuno no terminaba de comprenderlo todo, su mente estaba totalmente descontrolada, no entendía nada de lo que estaba pasando pero poco a poco la presión bajo su pecho comenzó a aumentar.
Él era hijo de la persona más odiada e irónicamente por contraparte; el más aclamado de París.
Era hijo de Gabriel Agreste, diseñador famoso desde muy joven. Aunque también era hijo del villano que aterrorizaba París hace dos años.
¡Hola! Les traigo nuevo two shot basada en la teoría de como pudieran suceder las cosas en el capítulo más esperado de toda la temporada: "Chat Blanc".
Espero lo disfruten.
Yo iré a seguir actualizando mis demás historias, no sin antes recordarles que los quiero y agradecer todo su apoyo pero sobre todo paciencia para las largas esperas.
Besos ♡
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