01.

Respiro en un vago intento por calmar mis nervios, acaricio mi arma, tal vez ayude... O tal vez no, creo que es más lo segundo. Es como el primer día de escuela pero cuando estás en una escuela nueva rodeada de niños nuevos que a veces tienden a ser crueles y más cuando un desconocido se integra a su entorno, no sé si el hecho de estar entre adultos maduros sea más una bendición que una maldición. Creo que estoy sobrepensado la situación ahora me siento estúpida, lo bastante estúpida como para hacer el ridículo enfrente de quién sea que esté ahí

Tengo que calmarme, este es un nuevo lugar, empezaré de cero, ellos ya no podrán hacerme daño, me repito una y otra vez lo mismo como un mantra esperando que funcione cuando realmente no hace nada más que ponerme más nerviosa aún, miro hacia el cielo suspirando, está soleado, mi humor debería ser como el clima, brillante, y sin embargo me siento peor que una nube en un día de lluvia

-¿Estás lista? - Natalia me toma por los hombros sonriente

-Sí, creo... No lo sé

-Oye - se pone frente a mí - el FBI te transfirió aquí, y tú sabes muy bien porque lo hizo, tienes que comenzar de nuevo y lo vas a hacer porque yo sé que tengo frente a mí a una de las mejores agentes

-Aún siento que algo me corroe, no debí aceptar la reubicación, no debí dejar a Jenna en Washington, no debí hacer muchas cosas. Nada de esto estaría pasando si nunca hubiéramos tomado el caso

-Después de lo que sucedió con Will y contigo ¿Todavía quieres quedarte? Ella tiene vigilancia las veinticuatro horas, no le sucederá nada, ahora ve adentro y muéstrale al mundo quién es Anna Crawford

Respiro hondo y sonrío siguiendo el consejo de Natalia, yo puedo, yo puedo, yo puedo, yo controlo a mis miedos y éstos estúpidos nervios no ellos a mí

-Estoy tan nerviosa que me quiero destrozar las uñas - y ahí van mis pensamientos positivos, ella enarca una ceja - he estado en situaciones peores, puedo con esto - trato de enmendarlo

-Esa es mi brillante agente Crawford

Camino con paso decido hasta la entrada del departamento de policía, en cuanto entro me puedo dar cuenta de que cada quién está en su pequeño mundo reducido a una pantalla, un teléfono o un par de hojas que vuelan de escritorio en escritorio, las llamadas vienen y van, algunas entran y algunas cuelgan, con alivio noto que nadie repara en mi presencia, solo una ligera mirada para ver quién acaba de entrar y eso es todo, vuelven a sus asuntos

-Horatio - Natalia habla con un hombre que se encuentra a poco distancia de mí - ella es mi amiga de la que hablé

-Señorita Crawford - me llama el hombre

-Teniente Caine - respondo como forma de saludo

-Tengo entendido el motivo de su transferencia aquí, usted puede tener la certeza de que eso quedará entre nosotros, bienvenida al equipo

-Gracias teniente

-Soy Horatio

-Lamento la interrupción pero Calleigh llamó, tenemos un caso - Natalia tiene el teléfono en su mano, no me dí cuenta cuando se alejó

-Entonces este será su primer día, irá con Natalia, conocerá al equipo en el lugar, buena suerte

-En ese caso, soy Anna y gracias - una pequeña sonrisa tímida se forma en mis labios

-De acuerdo Anna, irás con ella - asiento ante su orden

Al salir del departamento y subir al Hommer que parece ser de Natalia suspiro aliviada dejándome caer sobre el asiento y me hundo en el, no salió tan mal como pensé, soy una dramática, lo admito

-¿Ves? Todo fue bien, incluso con tus incontrolables nervios - la miro alzando una ceja - a trabajar, es hora de que te ganes tu sueldo

Natalia se detiene en el camino de tierra, frente a otros autos estacionados, tenía que traer mis botas favoritas hoy, pero bueno, para algo las compré. Resignada a ensuciar mis botas bajo del Hommer, me acerco a el cuerpo de un hombre que está en el suelo, parece que su pecho fue desgarrado, me pregunto cómo llegó a ese estado

-Son intrigantes sus heridas ¿Cierto? - una mujer de piel morena y cabello suelto se agacha al otro lado del cuerpo - Soy Alex

-Anna, un placer

-Lo mismo digo primor

-¿Qué tienes, Alex? - la voz de Horatio nos saca de nuestra conversación, trae unos lentes oscuros y a través de ellos observa con atención el cuerpo

-A simple vista puedo decir que murió por un par de garras y hay algo en el chaleco que no sabría decir que es con exactitud pero huele a vainilla

-Cebo para osos - un hombre de constitución fornida habla al lado de Horatio

-Solo que esta vez él es el cebo, Frank, caballeros - Horatio se gira hacia un par de hombres que observan el cadáver de quién supongo es su amigo - ¿Hay alguien que quisiera a Denis muerto?

-N-no - responde uno de lentes - trabajamos en oficinas y queríamos romper la rutina

-Señor Wolfe - alguien al lado los analiza con una pequeña cajita, le muestra los resultados a Horatio - parece que alguien los quería muertos también - el hombre de lentes tiene la apariencia de estar a punto de desmayarse

-Buscaré el rastro - le dice, Horatio asiente y me hace un gesto con la cabeza, creo que quiere que vaya con él, asiento y camino en su dirección

Me acerco con un poco de timidez, soy mala con personas nuevas

-Hola - me saluda quién estaba con Horario antes - soy Ryan y él es Erik - señala al hombre de atrás que me da una sonrisa - y vienes de...

-Washington, soy Anna

-Dame un momento y comenzamos

Me acerco a la orilla del agua observando el panorama, luce tranquilo, muchas personas no deben pasar por aquí, el lugar perfecto para asesinar o en su defecto ocultar un cuerpo

-¿Compraron nuevo equipo en mi ausencia? - le pregunta el tal Erik, escucho con atención sin querer ser demasiado obvia, algo pasó aquí

-Erik es el mini Ray, tú me lo mostraste

-¿Y para qué lo usamos aquí? - definitivamente algo sucedió y para que él haga una pregunta así, no reconocer el equipo con el que trabajas, debió ser grave

-Espero encontrar el origen de la vainilla o lo que sea que es esta cosa - camina y me apresuro a seguirle el paso

Seguimos un rastro de sangre que apenas es visible entre las hojas caídas y la tierra, se camufla muy bien, las partículas por millón son mínimas pero aún así suficientes para poder seguir el rastro

-¿Qué hacías en Washington? - me pregunta Ryan

-Trabajaba en el FBI, departamento de crímenes violentos

-Parece una buena sección, digo no es que los crímenes violentos sean agradables ni mucho menos tú entiendes lo que quiero decir, como sea.. .... Entonces ¿Por qué viniste a Miami? - muerdo mi labio pensando que decir

-Creo que ese sería un pésimo tema para iniciar una conversación ¿Sabes? - acomodo un mechón rebelde mientras las imágenes de Will pasan mi mente, cierro los ojos tratando de borrar esa imagen de él sobre el suelo desangrándose, mis manos comienzan a temblar, juego con ellas queriendo ocultarlo algo que no pasa desapercibido por ellos pero fingen que no ven nada cosa que agradezco internamente

-El rastro se hace más fuerte - anuncia Erik viendo el aparatito en la mano de Ryan

Seguimos hasta llegar a una casa, algo oxidada por el tiempo pero aún no está tan mal, un hombre con rostro malhumorado aparece en la entrada, nos mira con cierto recelo

-Salgan de mi propiedad - suelta en cuanto nos acercamos

-Policía de Miami Dade - Erik dice viendo al viejo, nos acercamos a una mesa con un par de frascos encima, tomo uno, quito la tapa y lo huelo, la misma esencia que mencionó la mujer, se los doy, por su expresión llegan a la misma conclusión que yo

-Oye, ten cuidado con eso, no quiero a los osos metiendo sus narices dónde no les importa

-Imagino que no tiene registros de a quienes vendió - dice Ryan con el frasco en la mano

-Pero tengo recibos - una diminuta sonrisa se forma en mi rostro, un pequeño avance en la investigación

-Genial, porque los necesitamos

-Te encantará conocer a Calleigh, creo que ustedes dos se llevarán de maravilla

-¿Por qué lo dices? - miro a Natalia que sonríe a mi lado

-Ya lo verás

En cuanto entramos una fila de planchas nos recibe y en el medio está Alex con una rubia, esta última en cuanto ve a Natalia le da una diminuta sonrisa por lo que la forense voltea

-Que bueno que llegan, estaba por decirle algo importante - nos mira y luego procede - encontré una marca y una fractura que no son consistentes con el ataque - nos muestra una foto

-Esto parece la marca de un... - comienza la rubia

-Rifle - completo a lo que las tres me miran - lo siento, no debí interrumpir pero esto es mi especialidad, soy Anna

-Calleigh - extiende su mano - parece que trabajaremos juntas y por lo visto creo que tenemos a alguien a quién interrogar

Mientras Horatio se encarga de interrogar a los amigos del hombre Calleigh y yo hablamos con el guía que los llevó a cazar

Por otro lado en la habitación en que se hospedaban las víctimas Erik y Natalia encontraron sangre que aún no han logrado identificar a quién pertenece, cosa que le da un giro completo a la situación, las víctimas dejan de ser tan víctimas y ahora tenemos un ojo sobre ellos por si acaso

-Ese cebo es el mejor, asegura ver un oso por lo menos

Mi mano cubre mi barbilla mientras le doy vueltas a las palabras que nos dice

-Si yo quisiera desechar un cadáver ¿Los Everglades son un lugar ideal? - pregunto después de pensarlo varias veces

-El camino es el mejor lugar

-Tendremos que recorrerlo todo - Calleigh me mira

-No necesariamente, dijo que los chalecos tenían cebo y solo lo ubico en un lugar

Al parecer encontraron un reproductor de una chica en la habitación del hotel donde se hospedaban nuestras víctimas, según dijo la chica - que curiosamente tiene mi mismo nombre - tuvo un incidente con su auto en el cuál desapareció este reproductor y lo más interesante es que en la habitación encontraron sangre

El guía nos lleva por los Everglades hasta que encontramos el cuerpo de una chica rubia, lo ideal hubiera sido que algún animal se comiera el cuerpo para desaparecer la evidencia pero que puedo decir, ningún crímen es perfecto

"Nuestros dos amigos trataban de escapar pero los detuvieron antes de salir de la ciudad dicen que le avisarían a la madre de la víctima también encontramos sangre en una hielera iremos al laboratorio para ver a quién pertenece aunque ellos niegan saber algo al respecto"

Responde el mensaje de Natalia y le digo lo que ocurre a Calleigh, es una posibilidad de que la sangre pertenezca a nuestra víctima

Siguiente paso, saber quién la asesinó

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