𝐼𝑉
CHRISTOPHER.
_______ salió de la posada, pasada las 9 p.m., con una expresión preocupada y perdida en sus pensamientos, ¿Me preguntó que sucedió allí que la dejo en esas condiciones?
No se tomó mucho tiempo en retirarse del lugar, perdiéndose a lo lejos entre las casas de ladrillo y techos a dos aguas.
30 de marzo 2032. T/N
Llegue a eso de las 8 am al departamento de oficinas. El ambiente era diferente al de ayer, había gente de aquí para allá, teléfonos sonaban y agentes tomaban notas de aquellas llamadas.
Antes de preguntar que sucedía, me dirigí a mi modesta oficina. Caminaba distraída con el móvil cuando, instintivamente, decido girar mi vista hacia la izquierda, encontrándome con una señora de no más de 35 años llorando de forma agobiante y su lado, mi desconocida amiga Juliette. Ella le mostraba apoyo y le decía algo suavemente a su triste acompañante, cuando nota mi presencia levanta la vista. En sus ojos pude leer la situación, y sin más continué mi camino, esta vez, un poco más energética.
Tras dejar mis pertenecías, sin mucho más, volví hacia esas dos mujeres y me puse en cuclillas frente a ellas.
- ¿Qué sucede? - Pregunte suavemente en lo que tomaba el brazo de la mujer.
-Desapareció su hijo. - me respondió Juliette.
- ¿Cómo es el nombre de su hijo?
-Dylan. - Respondió esta vez la mujer, un poco más calmada.
-Bien, yo intentaré ayudarla, pero como verá tiene a todo el equipo ayudándola. - Intenté calmarla señalando al tumulto de gente moviéndose a mi alrededor.
-Es todo un acting. - Me contradijo aquella mujer.
Le estaba por responder, pero Juliette se paró y con un tono severo me dice:
- ¿Podes hablar en un lugar apartado? Preferiblemente fuera de aquí, te espero en media hora en la cafetería a una cuadra de The Jolly.
Yo asentí, pues me sentía sin opciones en ese momento. Tras esta mínima respuesta mía, salió del edificio abrazando a su amiga por la espalda.
Me dediqué a mirarlas por un segundo y recordé aquello que la noche anterior me aconsejó.
"No confíes en el detective White"
Con ese recuerdo, logre ubicarlo en el tumulto de personal eufórico. Se veía animado, tomando un café y charlando con aquella oficial de la recepción. Camine hacia su ubicación.
-Buenos días. - Los salude animadamente, en lo que tomaba una de las tazas estándar de la mesada.
-Buenos días, señorita. - inclinando levente la cabeza.
-Señora...recuerde que estoy casada.
-Si...- expresó en una risa incomoda. - señora.
- ¿Se casó finalmente con Ricci? Porque se dice que usted no acepta casarse con él porque dice estar casada con Christopher. - expresó con una risa burlona.
-En realidad señorita...- miré su placa en búsqueda de su apellido. - Barry. - No puedo estar casada con alguien que falleció, pero tampoco estoy casada con mi pareja, creemos que no es necesaria tal formalidad.
-Es que el pueblo se rumoreaba que usted...
-Vaya. - interrumpí. - se ve que soy popular en Castle Combe. - expresé con un fingido sentido del humor, mirando a White. - ¿Por qué estarán hablando tanto de mí? ¿Será que les incomodo por algo, señor White?
Este me queda mirando, intentado analizar mi verdadera pregunta tras esta.
-No, por supuesto que no, solo que su caso...
-Mi caso fue hace 5 años, deberían dejar a los muertos descansar en paz, y enfocarse en los vivos. Como el joven Dylan. - expresé tranquilamente en lo que bebía un sorbo de mi café.
-De eso nos estamos encargando, quédese tranquila. - me respondió White, esta vez con un tono hostil.
-Sí, ya veo que se dedican arduamente. - dije esto en lo que me retiraba y me detenía a un lado de una columna donde se exponían los posters de cada niño desaparecido.
Pasado los 20 minutos que Juliette se había retirado, decidí salir a su encuentro. Me estaba disponiendo a salir, cuando soy interceptada por White.
- ¿Sucede algo? - Pregunte con una voz creíble
- ¿Puedo saber a dónde te diriges?
-Debo hacer unos pendientes. ¿Por qué? - Preguntó de forma inocente.
Ante mi cuestionamiento, White me tomo del antebrazo y me arrastro velozmente hacia su oficina. Una vez allí dentro, comenzó a hablar, en un tono severo.
-No sé en qué andas, pero hay cosas que es mejor que no te metas, no te incumbas. Sé que eres del FBI, pero esta es mi área, es mi territorio.
-No sé a qué te refieres, sabes que estoy investigando lo de la escultura.
-Espero así sea, no me quiero ver obligado a reportarte con tus autoridades por entrometerte en donde no debes.
Esas palabras vinieron de forma dulce, pero con oscuras intenciones. Era indudable que me estaba amenazando.
-Tranquilo oficial, puede confiar en mí. - expresé con voz teatral, diría yo, como de oficial de película. Pero fue lo suficientemente convincente como para que me dejara ir.
Ante esa situación, un tanto agresiva, cada vez menos dudas tenia de que White algo sabia sobre los casos de los niños desaparecidos, y, por ello, más me sentí en la obligación de actuar.
Llegue a la pequeña cafetería, follow row café. A través del enorme ventanal que cubría gran parte del frente del local, logre divisar a mi cita, o más bien, a mis citas, pues con Juliette se encontraban Rose y la madre de Dylan.
Ingrese al establecimiento, las pocas personas que allí se encontraban voltearon a verme, y me observaban, quizás, lo más seguro es que mi placa del FBI les llamaba la atención, más si eran conscientes de la situación de los jóvenes locales.
- Lamento la tardanza, White se puso algo intenso. - les contaba en lo que tomaba asiento junto a Rose. Nos encontrábamos una en cada lado de la mesa cuadrada.
- ¿Le has dicho algo? - me cuestiono de forma alarmante.
- No, tranquilas, lo de dije nada. Pero, después de todo, te tomaré la palabra sobre White, yo también creo que oculta algo. - murmure. - Bien, ¿Su nombre es? - comencé mi interrogatorio hacia aquella mujer.
- Mi nombre es Amelie.
- Amelie, necesito que me cuente como fueron los hechos.
- Mi hijo desapareció ayer, a eso de las 3 p.m., se dirigía a casa de su abuela, el salía del colegio e iba a ir directo para allí, se supone que nos íbamos a encontrar allá, era el cumpleaños de su abuela. - Sollozaba la madre.
- Ya veo, ¿el salía a que horario del colegio?
- Por lo general sale a las 3, pero ese día le solicite que saliera antes para que vaya a lo de su abuela.
- ¿Qué edad tiene Dylan?
- 14 años.
- Cuénteme ¿Cómo es Dylan? Hablo de su personalidad.
- Es como cualquier otro, tiene su grupo de amigos con lo que se junta cada sábado a jugar, tiene un promedio normal en clases...
- Su círculo familiar. - interrumpí. - En su casa, ¿Hay algo que deba saber?
- ¿Algo como qué?
- Dylan, sufre algún tipo de violencia física o psicológica en su hogar? ¿tienen conflictos?
- No, para nada...solo
- ¿Solo?
- Su padre nos abandonó hace un año, eso lo deprimió bastante, pero ya se encontraba bien.
- ¿Cómo se llama su padre?
- Johnny Swift.
- ¿Dónde reside, tiene idea?
- Lo último que supe es que vivía en Londres, en un lujoso apartamento con una joven mujer.
- Comprendo. Necesito que me diga el trayecto exacto que toma Dylan, hacia su casa, la de su abuela y la de sus amigos o familiares. Necesito cubrir todas esas áreas, quizás se desvió en el camino. - le solicite en lo que le entregaba una hoja que previamente arranque de mi libreta y le acercaba el bolígrafo.
Amelie se mantuvo largo rato, entre revisando el mapa del celular y anotando direcciones. Una vez finalizada la tarea me entrego el mapa, que parecía un laberinto de esos que debes guiar al personaje a su objetivo.
-Bien. - guarde el dibujo en mi bolso. - dígame Amelie ¿Es normal que Dylan se desvíe y no avise?
-No, de hecho, tiene celular y por lo general me avisa, por ello apenas note su tardanza le marque, pero no me respondía, salí con mis primos y hermanos a buscarlo por todas esas zonas que le marque y nada de él.
-Le pido su número y el de Dylan, por favor.
Amelie comenzó a recitar los números.
>>De acuerdo. - hable en lo que guardaba mis cosas y me ponía de pie. - ¿Ese es Dylan, cierto? - Pregunté señalando la fotografía bajo las palmas de Amelie.
-Así es. - respondió entregándomela.
-Como le prometí a Juliette, haré todo lo posible por encontrar a sus hijos. Ahora, haré un reconocimiento de las zonas que me marcó. Si se algo les avisaré de inmediato. - Me agache a la altura del oído de Juliette. - Esta noche necesito que juntes a todas las madres en mi habitación del Jolly, necesito saber cada detalle de la vida de esos niños. ¿De acuerdo?
Juliette no hablo, mas si asintió con la cabeza.
CHISTOPHER
Tras unas despedidas, _______ se retiró del lugar y se dirigió hacia el Manor House. Una hora, quizás más, fue el tiempo que _____ se quedó en el hotel, luego simplemente salió, con un atuendo más casual, y con nuestros hijos a su lado.
Supuse que los llevaba debido a los secuestros, que sentía que estaban más seguros a su lado. Pero, al verla recorrer aquellas zonas que Dylan Adams transitaba con frecuencia, supuse que era una tapadera, "simplemente estamos paseando", le diría a cualquier oficial que se le acercará.
Su búsqueda no parecía resultar muy satisfactoria, en su constante liberación de aire y sus chasquidos con la lengua se evidenciaba su molestia.
T/N
Tras mi búsqueda infructuosa de algún indicio, y con la noche acercándose, no tuve más alternativa que regresar al hotel y, al día siguiente, un poco más energética podría buscar con detenimiento.
Al llegar al hotel lleve a Jade y Christopher a su habitación; luego de una lucha logré que Chris tomara un baño, pues estaban repletos de tierra por las corridas en la plaza central, frente al colegio al que asiste Dylan.
En lo que bañaba a mi pequeño, no podía dejar de pensar en aquellas madres con las que más tarde debía encontrarme. Estaba aterrada, porque no tenía respuestas para ellas y, como madre, cada segundo que ellas están separadas de sus hijos, yo me siento separada de los míos.
Y en parte, así era, entre aquella persona misteriosa y los secuestros, mi tiempo fue exclusivo para mi trabajo, incluso Joaquín reclamaba por un poco de afecto. Pero, por más que lo intentara, mi cuerpo no reaccionaba a sus caricias, mi mente no lograba desconectarse y me sentía culpable de estar teniendo intimidad con mi pareja, mientras madres desamparadas lloraban por sus hijos.
Luego de higienizar a los niños y vestirlos, lo lleve conmigo a mi habitación, donde estaba Joaquín preparándose para ir a cenar. Lo saludé con un beso casto y me dispuse a irme a duchar.
-Me ducharé, apenas termines bajen a cenar, por favor Joaquín, dale alimentos no papas fritas. - Le dicte.
- ¿No vendrás con nosotros, otra vez ____? - exaltó mi contrario.
-No puedo, tengo cosas que hacer.
- ¿Puedo saber en qué andas?
-No, aún no, en su momento te lo diré sí. - me acerque y coloque una de mis manos en su mejilla. - Te prometo que apenas pueda te lo diré.
Joaquín no dijo nada, mas si se alejó y se retiró del cuarto, gesto suficiente para entender su enojo.
Unos segundos después de su salida, escucho la puerta ser golpeada.
- ¿Olvidaste tu llave? - Pregunté en lo que abría. - Pero, no era Joaquín, sino, una de las jóvenes recepcionistas.
- ¿Si?
-Disculpe que la moleste señora, pero llegó esta carta hoy a recepción con su nombre. - habló en lo que me presentaba susodicho documento.
-De acuerdo, muchas gracias por traérmelo. - agradecí algo insegura.
La joven se retiró y deje la carta sobre la cama, luego de aquel necesario baño la leería.
Mi ansiedad hizo que, en menos de 20 minutos, estuviera ya fuera, con la bata puesta y leyendo la carta. Era otra nota, esta vez, por la forma en que se encontraba escrita, supe que se trataba de la persona misteriosa.
"Su voz y aspecto infantil los llama cual lobos hambrientos, quieren devorar su carne y romper sus huesos, cortan su respiración de forma ritualistas, buscando saciar sus lujuriosos caprichos, obteniendo la eternidad en su brebaje.
El cementerio, se llena sin darnos cuenta, a lo lejos aquel árbol asoma una sombra, que corre hacia el olvide, hacia aquella estructura de madera, buscando asilo en el calor, dejando señales a su paso"
Tan sombrío escrito me helo la sangre, no paraba de tragar saliva, me sentía insegura. Aquella persona sabía dónde encontrarme. Sus palabras, siempre encriptadas algo me querían trasmitir.
Tomé asiento en la cama y releí buscando un indicio de contra quien me enfrentaba, pero, para mi sorpresa encontré algo más...quizás la pista que me faltaba.
Tome mi bolso y saque el rustico mapa, seguí el camino del colegio hacia la casa de la abuela de Dylan, el texto lo decía "aspecto infantil", debía tratarse del niño. Note que, entre la escuela y la casa de su abuela, se encontraba, en el trayecto, el cementerio.
Debía ir al cementerio, tenia, quizás mi primer indicio.
Un poco más esperanzadas y con algo ante mí para defenderme de las madres, salí del hotel dirigiéndome a mi segunda residencia.
The Jolly estaba más lleno que el día anterior, supuse que era porque era viernes y las personas del pueblo se acercaban a beber algunas cervezas. Estaba calmada, hasta que la imagen de White me alertó. Se encontraba muy risueño, con jarra en mano, bebiendo una cerveza, a su alrededor algunos oficiales y muy pegada a él la oficial Barry.
Con sumo cuidado de no llamar demasiado la atención de los presentes, me direccioné a mi habitación, donde, al entrar, pude ver un gran número de mujeres de diversas edades. Eran tantas, que entraban apenas en el reducido espacio de la habitación.
Tras presentarme, me senté en la silla que Juliette me había apartado.
-Quiero que cada una, por turnos, me cuenten sobre sus hijos, datos personales, amigos, familiares, problemas físicos o psicológicos, si toman medicinas, cualquier dato, por mínimo que les parezca quiero que me lo digan. Y, a medida que vayan hablando, les pediré que se retiren, una a una, de forma intermitente y cuidadosas...abajo esta White.
Tras mi última declaración, un sonoro gemido de preocupación resonó en la sala, las mujeres comenzaban a murmurar entre sí, algunas a acusarme de traicionarlas, otras buscando calmarlas.
-¡escuchen! Yo tampoco sabía que White se presentaría aquí, tenía la mínima esperanza de que tuviera el decoro de evitarse diversiones ante la reciente desaparición de un niño, pero lo juzgue mal...muy mal. Por eso necesito que agilicemos esto. Soy madre como ustedes, no tengo bandos ni intenciones ocultas, empatizo con su situación y estaría igual de desconfianza de cualquier ser vivo, pero créanme cuando les digo que haré hasta lo imposible por encontrar a sus hijos.
Tras mi discurso, que diría yo reproche, las madres accedieron a brindarme todos aquellos datos que en su archivo no podría encontrar, como, por ejemplo, la psiquis de las propias madres al hablar de sus hijos, pues nadie estaba libre de sospecha ante mi criterio.
Fue una extensa noche, entre cafés, bocadillos y pausas para que mi ya temblorosa mano tomara un break.
Terminamos a las 4 a.m. siendo la última en irse Amelie, con la que debía hablar sobre lo que iba a hacer con respecto a la búsqueda de su hijo. Me sentí tan gratificada al ver un abismo de esperanza en su mirada.
-Muchas gracias. - expreso Juliette en lo que me ayudaba y a Rose a limpiar la habitación.
-Es mi trabajo.
-No me refiero a eso.
La mire confundida, invitándola a explicarse.
>>Gracias por decir que "haré hasta lo imposible" y no, "lo intentaré".
Le regalé una sonrisa amable y seguimos con nuestra labor, las mujeres salieron de la habitación a las 5 a.m., yo debía entrar a trabajar a las 8 a.m., por lo que decidí descansar dos horas en el Jolly y luego dirigirme al Manor a cambiarme.
31 marzo 2032.
Llegue a horario al departamento de policías y, sin dejar mis cosas, me dirigí hacia la oficina de White, a la cual entre sin previo aviso, encontrándome a White acompañado de Barry, imagen frecuente estos últimos días. Los mire confundida, como analizando la situación.
-Retírese oficial. - le ordenó White. al salir Barry, tome asiento en la silla que había ocupado.
- ¿Qué son esas formas de entrar?
-Necesito 6 perros y 5 oficiales. - expresé ignorando su pregunta.
- ¿Qué? - me cuestiono, en su tono note su cansancio para conmigo.
-Tengo una pista sobre el caso de Dylan.
-Metiste tus narices donde no te dije que la metieras.
-Mi intromisión te dio una primera pista.
- ¿Qué es?
-Los perros...- respondí de nuevo, ignorando su pregunta.
-No voy a arriesgar oficiales y perros llevándolos a un lugar peligroso.
-Solo...solo vamos a hacer un rastrillaje de las zonas que frecuentaba.
-Creo que fui claro ayer, no te metas.
-Creo que no lees muy bien. FBI. - expresé señalando mi placa.
-De acuerdo, tu gana.
Mi cometido estaba hecho, la verdad es que no precisaba a los oficiales, con un perro me era suficiente, pero necesitaba todo ese armazón de oficiales para dar una fachada en lo que yo buscaba en el cementerio. Sería un poco extraño encontrar algo, sin una búsqueda oficial, seria alertar a quien fuera que secuestre niños.
La verdad, White a mi parecer también usaba esto de fachada, a mi parecer, simulando la búsqueda del niño y evitando así que la multitud se levante con antorchas y rastrillos en su reino.
Una vez preparado el equipo necesario, salimos con los oficiales en búsqueda de algunas pistas. Los jóvenes que me acompañaban eran novatos, recién salidos del horno educativo. Los oficiales experimentados me los negó indirectamente, pensando que así frustraría mis planes, pero todo lo contrario lo mejoraba. Estos jóvenes eran menos peligrosos, sin corrupción corriendo en sus venas y con una moral tan alta que jamás le reprocharían algo a su superior, menos si del FBI se tratase.
Mi equipo se dedicó a la búsqueda de pistas, se los veía entusiasmados con su primer caso real, viendo que consigue primero una pista para luego contárselo a mamá.
Mientras ellos se entretenían, yo, junto a uno de los perros, me adentre al cementerio.
Como era habitual en Castle, no había ni un alma en el interminable predio. Si bien el cementerio era solo una suma de hectáreas bien definidas, se perdía a lo lejos mezclándose con el inicio del frondoso bosque del pueblo.
En lo que el perro buscaba algún tipo de pista yo me distraje mirando hacia el árbol donde aquella persona corrió, tildada un tiempo, logré descifrar la segunda pista.
Tome de mi riñonera su nota.
...a lo lejos aquel árbol asoma una sombra, que corre hacia el olvide, hacia aquella estructura de madera, buscando asilo en el calor, dejando señales a su paso"
-Claro...-expresé para mí misma. - el árbol, la sombra...está hablando sobre el día que nos encontramos.
Y sin más me direccione hacia aquel árbol para adentrarme al bosque.
No pude evitar admirar la belleza del conjunto floral que me abrazaba. La entrada, a través de los árboles, de la luz vernal le daban un aspecto celestial. La abundante variedad de especies y colores otorgaban al lugar de una singular belleza.
Apenas ingresabas no había dirección, ni un camino por el cual guiarse, pero con ayuda de mi amigo cuadrúpedo, logré hallar un sendero en lo más recóndito del bosque.
Caminamos por aquel sendero, largo trecho, el calor del mediodía se estaba haciendo notar y el agua se nos terminaba, perdía la esperanza y pensaba en retomar, pero algo me detuvo, el sonido de agua escurriendo con ímpetu.
Guiándome con mi audición y los exquisitos sentidos de mi acompañante, logramos llegar a un río con una cascada, a mi derecha y frente a mí un improvisado puente. El rio tenía un aspecto cristalino, lograba ver las rocas y los peces bajo el. Me arrodille llenando mi botella de aquel delicioso y necesario recurso.
Mi compañera comienza a ladrar hacia mi izquierda, haciendo que dirija mi atención hacia allí. A lo lejos, en una de las altas laderas del río, divise una cabaña de madera oscura con techo a dos aguas, de su chimenea salían algunos vestigios de humo, señal de que había estado prendida no hace mucho tiempo.
".... hacia aquella estructura de madera, buscando asilo en el calor, dejando señales a su paso"
Había encontrado mi tercera pista, y sin temor a lo desconocido, nos dirigimos a través del puente, que, pese a su aspecto, era bastante seguro.
Al cruzar a la otra orilla, hice unos pasos más, adentrándome nuevamente en el bosque, buscando la forma de subir a aquella, diría, acantilada orilla.
Finalmente, escondida bajo una frondosa vegetación y cubierta de ella, encuentro unas escaleras ascendentes, gastadas por el tiempo, el clima y el olvido.
El ascenso fue agotador, sumándole que íbamos en subida, tras una exhaustiva caminata. En un descanso me detuve para hidratar a mi compañero y luego seguir camino en ese zigzagueante sendero.
Llegamos a la cima, agitados pero orgullosa al presentarse ante mí, la ahora no tan pequeña, cabaña.
Me acercó a una de las ventanas con sigilo, investigando su interior, para mi suerte o quizás no, no estaba la propietaria de aquel edificio rustico.
-Quédate aquí, ladra si viene algo. - le ordene al canino, en lo que lo ataba a una de las columnas del pórtico.
Ingrese por la ventana, no me tomó mucho tiempo encontrar la siguiente nota, se encontraba dentro de un sobre similar al de la carta del día anterior, pero la nota no era de la misma letra.
"51.4802151,-2.2172197
Su aspecto juvenil es pisado por nuestros pies y llantas."
Saque el móvil, con la expectativa de buscar las coordenadas, pero me fue imposible por la ausencia de señal en el área, debía acercarme más al eje poblacional.
Mi curiosidad aún seguía despierta, y, en ese momento me di cuenta de que quizás estaba en la casa de la persona misteriosa. Empecé a estar intranquila, el silencio del bosque se me estaba haciendo notorio, estaba sola y sin señal, con un perro y un calibre 49 como seguridad, pero pese a eso me dedique a observar el lugar.
Sabía que debía justificar la coordenada, por lo que tomé la libreta que se encontraba en la mesa y escribí en ella, para luego colocarla unos instantes, junto a la foto de Dylan, dentro de la chimenea prendiendo un pequeño fuego.
En una mesita de luz, adjunta a la chimenea, una carpeta llamó mi atención, estaba repleta de notas policiales, de Christopher, mías, algunas viejas, como el suicidio de Pilar, las cartas de Joaquín y todo lo relacionado al caso Marconi, del cual siento que nunca podre desligarme. Pero, además, había recortes de diarios de eventos posteriores, los aniversarios de Chris y mi ingreso al FBI, que la prensa cubrió por quien era yo.
Era claro que allí habitaba aquel misterioso ser, y ahora, más segura del hecho, me estremecí del miedo, esa persona estaba obsesionada con nosotros. Presa del miedo, salí en búsqueda de mi compañero, y con una energía recargada por el miedo me dirigí velozmente hacia el cementerio.
Llegue agitada y me detuve apenas divise las primeras lapidas, con mi compañero caímos en el pasto, algo crecido.
-Oficial _____ ¿Dónde se encontraba? Llevamos dos horas buscándola. - expresó desesperado uno de los jóvenes cadetes.
- ¿Dos horas? - pregunté con voz ahogada y sin poder creer que estuve ese tiempo fuera.
- ¿Dónde se encontraba?
-Seguí al perro, olió cenizas de un reciente fuego en el bosque, encontré esta libreta tirada, dentro estaba la foto de Dylan, logré salvarla de la pequeña fogata.
"Lleve al niño a la siguiente dirección 51.4802151,-2.2172197, escribo esto de forma rápida porque me pisan los talones, ya sabes qué hacer con él. Tira todo lo que nos una al mocoso"
- ¡Debemos avisarle al comodante! - expresó eufórico el joven.
- ¡No! - ante mi negación alarmada me miraron extrañada, debía buscar la forma de cubrirme. - Eso nos hará perder tiempo, vayamos directo a esas coordenadas.
-Pero...
-Pero nada. - interrumpí. - Yo mandó en este operativo. - vocifere poderosa.
-De acuerdo oficial. - acató mi orden.
Me dedique a buscar las coordenadas y nos dirigimos en las camionetas hacia el lugar, a las afueras de Castle Combe.
CHRISTOPHER
Al sur de Castle combe, se encontraron con un sendero aledaño a una pintoresca casa que se adentraba a lo profundo del bosque. A medida que se adentraban, el sendero se estrechaba impidiéndoles continuar con las camionetas, así que prosiguieron a pie, junto a los perros.
Unos pasos más y los animales se alteraron, comenzaron a ladrar y aullar, tirando de sus correas, arrastrando al personal hacia una dirección.
La primera en llegar al lugar fue _____, dentro del bosque, muy cerca del río, la figura de un pentagrama se hacía lugar. Llegaron los demás miembros del equipo y quedaron igual de anonadados ante la imagen que se les presentaba.
El perro de _____ logro soltarse e ingreso a aquel símbolo maligno, escarbando con agresividad el centro, borrando las líneas del diseño en lo que tiraba tierra a su alrededor.
El perro finalmente lloró, y comenzó a mover la cola animadamente, los presentes no entendían porque, hasta que un pequeño brazo cubierto de tierra se asoma tomando al perro del cuello y siendo arrastrado por este, fuera de aquella oscuridad.
Ante aquel hecho, todo el personal corrió hacia el lugar. ______ tomo en brazos al niño, cubierto de tierra, se encontraba con la mirada perdida, temblando y abrazada con fuerza a mi mujer.
- ¿Cómo es tu nombre? - le preguntó en lo que lo separaba de ella y lo miraba con los ojos llenos de lágrimas.
-Dylan. - responde con voz temblorosa el niño. Suficiente para que mi _____ rompiera en llanto y lo volviera a abrazar a él y a su fiel compañero.
┊ ┊ ˚✩ ⋆。˚ ✩ ┊ ┊ ┊ ✫ ┊ ┊ ︎✧ ┊ ┊ ✯ ┊ . ˚ ˚✩
HOLA LECTORES! LES DEJO UN MENSAJE AQUÍ PORQUE ESTOY MUY CONTENTA CON EL RESULTADO DE ESTE CAPITULO, ME TOMO DÍAS Y LO TERMINE EN 3 HORAS A DECIR VERDAD. PERO ESAS 3 HS FUERON DE COMPLETA INSPIRACIÓN Y DEDICACIÓN. POR ELLO LES QUERÍA PEDIR QUE DEJEN SUS COMENTARIOS Y SUS ESTRELLITAS, PARA SABER QUE LA HISTORIA LES GUSTA Y ASÍ LLEGA A MÁS PERSONAS. NOS LEEMOSXOXO, LUCIANA.
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