III. FRATERNIDAD

DISCLAIMER: Demon Slayer pertenece a Koyoharu Gotōge, publicado por la revista Shonen Jump y animado por el estudio Ufotable.

III. FRATERNIDAD

Una mujer caminaba tranquilamente a través de un sendero cubierto por una profunda oscuridad. Apenas podía distinguir su cabello negro y largo meneándose graciosamente con sus pasos elegantes.

—Onee-san —la llamó intentado alcanzarla, pero por más que corriese tras ella y estirase sus manos para detenerla tomándola del hombro, era incapaz de alcanzarla.

—Hermanita... —exclamó la dulce joven con voz cantarina sin voltear a verla. Pero Shinobu no necesitaba ver su rostro, estaba segura de que se trataba de Kagerou; la mayor de sus siete hermanas, aunque tal vez era su apariencia de cuando era humana. —¿Lograste lo que querías?

Bajó su vista y entre sus manos, sostenía la cabeza de un adulto de la cual tampoco podía identificar su identidad.

—Creo que lo hice, hermana.

—Me alegro.

Despertó sobresaltada. Hace muchísimo tiempo que no dormía... meses, quizás. Se encontró en una situación por demás descabellada. Atada de pies y manos a una silla de madera con cuerdas y cadenas que le producían una picazón terrible.

Intentó gritar, pero el bambú que llevaba en la boca se lo impidió. Mordió de él con todas sus fuerzas para quebrarlo como había hecho antes con huesos y objetos aparentemente más duros, pero estaba tan débil y confundida que no consiguió liberarse de la mordaza. Entonces se retorció en su asiento provocando que el choque de los metales tintinee para llamar la atención de su captor.

A los instantes, el atractivo cazador que se había infiltrado en su casa y masacró a sus hermanas apareció por la puerta, frotando su sien para aliviar el dolor de cabeza que lo aquejaba. Sus ojos oscuros lucían cansados y ojerosos... ¿Acaso no había descansado desde que la trajo a ese lugar tan austero?

—Mmm... mmmh.,, mhhh... —intentó reclamarle pero solo quejidos se ahogaban en su garganta. Entonces trató de romper sus ataduras, pero al ejercer presión contra su piel, el acero de la cadena le quemaba.

—Deja de hacer eso. —intervino por fin el hombre. —Esas cadenas están hechas con el mismo metal con el que forjan las espadas de los cazadores... es probable que, si continúas forcejeando, acabes lastimándote.

La demonio pretendió vociferar nuevamente, sin éxito alguno.

Su mirada felina le recordó a los maliciosos ojos de un gato que su hermana Tsutako criaba cuando él era niño y el rencor con el que podía observarlo durante horas si no le permitía salirse con la suya. Por eso, decidió que, para calmar a la exasperada criatura, le permitiría hablar y tal vez, mantener algún diálogo.

Retiró el bozal de sus colorados labios y...

—¡¿Qué diablos te pasa, maniático enfermo?! —retumbó en la habitación. —Yo no soy una mascota y tú no eres un mocoso. ¡Si vas a matarme sólo toma tu arma y hazlo de una vez, pero deja de jugar conmigo!

Giyuu intentó volver a colocarle el bambú, arrepentido de su intento de conversación, pero la criatura movía su cuello de forma tan veloz esquivándolo que le resultó complicado ponérselo sin herirla.

—Si logro escapar te juró que mataré a diez aldeanos por cada una de mis hermanas que tú asesinaste, así que o me dejas ir o me matas de una ve... —por fin consiguió amordazarla de nuevo luego de escucharla maldecirlo por un buen rato.

«Hay cosas que no cambian, ¿verdad?», meditó melancólico mientras aseguraba que la amarra no se soltase fácilmente. Recordaba a Kochou diciéndole todo tipo de cosas cuando era humana. Esa mujer estaba demente, pero fue una buena compañía en esos momentos. Desearía regresar a esa época...

Abandona la habitación donde la mantiene aislada y se refugia en su propia recamara. Sobre su futón descansa su haori, su nichirinto y la cajita de madera que le obsequió Shinobu. En ella solo quedan el veneno que le daría una muerte dolorosa o un descanso piadoso.

Si pretende mantenerla escondida, va a necesitar de ese tercer compuesto cuya dosis la ha mantenido dormida profundamente por casi dos días seguidos.

... muchas cantidades de ese compuesto pues la situación no promete mejorar en algún momento.

Nuevamente, reflexiona si lo que hace es correcto. Evidentemente, no lo es. Si es incapaz de ejecutarla por sentimentalismo, lo ideal seria entregarla al Patrón para que los demás pilares se hicieran cargo pues duda que le permitan vivir, como en el caso de Nezuko.

Y es que la diferencia entre la menor de las Kamado y Kochou radica principalmente en el peso de sus culpas. La niña jamás ha herido a un humano y ni siquiera a intentado devorar a alguno mientras que... Shinobu, cada vez que habría la boca era para reconocer orgullosa los crímenes que ha cometido.

—¡Señor cazador! —resuena fuertemente en la casa. La antigua cazadora acaba de zafarse del bambú. —Si no me dejas ir ahora mismo, te devoraré mientras duermes.

Se golpea la cabeza contra la pared, sintiéndose derrotado por el lío en el que se ha metido. Respira hondo, ya es tarde para retractarse. Cuidará del demonio hasta que encuentren la manera de hacer humana a Nezuko y, por consiguiente, a ella.

Si es rechazada, se la llevará lejos cuando todo termine o, caso contrario... deberá ejecutarla tarde o temprano.

Por ahora, decide enfocarse en encontrar la forma de hacer su convivencia más llevadera y descubrir como es que Shinobu había regresado en esa forma si es que el cuervo, Kanao e Inosuke confirmaron su muerte a manos de la Segunda Luna Superior y luego, la exterminación de esta.

—Señor cazador, mi esposo estará furioso cuando descubra que me robaste...

Urgentemente, necesita más suero para mantenerla tranquila y no ser descubiertos pronto. Y el único lugar donde puede conseguirlo es en la Finca Mariposa.

...

Shinobu se encuentra así misma paseando junto a una mujer hermosa de cabellera larga y negra por un pintoresco poblado. Aparentemente están de viaje a pesar de que, desde su transformación en demonio, jamás a salido de la mansión de las hortensias donde su marido la dejó al cuidado de sus hermanas.

Supone que la joven a la que sigue obedientemente se trata de Kagerou, la mayor de todos sus familiares, aunque viste un haori con un diseño particularmente raro: es blanco difuminándose en verde y rosa con un bordado negro que imita las alas de una mariposa. Nunca lo ha visto pero le resulta particularmente familiar.

—Mira allá— señala su encargada apuntando a un hombre horrible que lleva atada a una niña pequeña con una soga, como si trasladase a un animal de corral al matadero.

Se acercan a ellos, la niña está sucia y huele muy mal pero su tierna hermana se compadece de ella y decide comprarla al tratante.

—Ari, será nuestra hermana más pequeña —exclama alegremente la mayor del grupo mientras la abraza cariñosamente. Las gemelas Hotaru y Higurashi asean a la chiquilla que atónita las observa con sus enormes y lindos ojos rosados.

Despierta bruscamente. No tiene idea de en qué momento se quedó dormida luego de tanto gritar e intentar liberarse. Pero su situación es la misma, sigue siendo prisionera del joven cazador que atacó y mató a sus siete queridas hermanas, quienes cuidaron tanto de ella que se sacrificaron intentando salvarla desesperadamente.

Recordaba perfectamente a cada una de ellas y el cuidado y amor que le proporcionaban. Matará de forma cruel y dolorosa a ese hombre desgraciado, y le arrebatará todo lo que él ama del mismo modo que hizo con ella.

CONTINUARÁ...

Hola!!

Si... me pase de vaga nuevamente. Pero, aunque tarde en algún momento llegan mis nuevos capítulos. Espero que este les haya gustado. Se dieron algunos nombres de las "hermanas" de Shinobu los cuales son nombres de insectos en japonés.

Kagerou: Mosca de mayo

Ari: Hormiga

Hotaru: Luciermaga

Higurashi: Cigarra

Ah, cierto.No me gusta ese tipo de historia donde una chica se enamora de su secuestrador, me parece terrible. Aun así no encontré otra forma en la cual Giyuu pudiese retenerla mientras no recupere su conciencia porque no puede arriesgarse a que escape y termine matando gente inocente de forma que no hay de otra que mantenerla encadenada por un tiempo. No es por fetiche o cosas así.

Nos vemos pronto

Bye byee!!!

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