I. HERMANITA
DISCLAIMER: Kimetsu no Yaiba o Demon Slayer pertenece a Koyoharu Gotōge, publicado por la revista Shonen Jump y animado por el estudio Ufotable. El contenido de esta historia está hecho completamente con fines de entretenimiento. Los fanarts utilizados pertenecen a sus respectivos autores.
PAREJA: GiyuuxShinobu.
ADVERTENCIA: Muerte de un personaje, Lemon y Hemofagia.
I. QUERIDA HERMANITA
En medio del bosque, muy oculta de la vista de los intrusos y forasteros, la enorme casa se yergue hacia el cielo nocturno de forma imponente. Incluso para alguien como él; que no suele ser el tipo de persona que se toma el tiempo para admirar los paisajes que lo rodean; la estancia luce espléndida.
Pero la ausencia de luces resplandeciendo de sus ventanas y el ambiente saturado que emana desentonan con el prolijo jardín de hortensias y crisantemos que la custodia, el cual evidentemente, no hace poco fue cuidado con esmero y dedicación.
Entre los caminos formados por los ramilletes de flores blancas, gracias al resplandor de la luna llena, logra distinguir 2 figuras deambulando: La extraña mujer ataviada en un kimono oscuro que estuvo observando merodear en el distrito que le ordenaron inspeccionar y cuyo instinto la relacionan con la desaparición reciente de 14 niñas, era acompañada de otra silueta más pequeña y humilde. Pertenece a la adolescente del poblado con la que la dama mantuvo una conversación breve antes de perderse de forma sagaz por los callejones, abandonando la comunidad al poco tiempo y adentrándose en el espeso bosque hasta llegar a aquel recinto.
-¿Necesitas trabajo, pequeña? - la escuchó decir. -Acompáñame, en casa necesitamos una criada que cuide de nuestra hermanita menor.
Y sin pensarlo mucho, animosa, la muchacha aceptó la propuesta.
Ambas entraron en la casa la cual, a los minutos, continuó sumida en una profunda oscuridad.
Fue entonces cuando la intuición de Giyuu Tomioka la impulsó a actuar. Ingresó por la entrada principal, encontrándose con un largo pasillo rodeado de paneles con motivos florales y de insectos que separaban las habitaciones. Cuando sus ojos se acostumbraron a las sombras, siendo capaces de percibir algunas formas, pretendía mover la puerta más cercana cuando una suave risita llegó a sus oídos.
Identificó qué provenía del segundo cuarto del ala derecha. Al mover la división distinguió la estampa de dos mujeres jóvenes de largos cabellos platinados, rodeando en el suelo lo que parecía ser un cuerpo. Por el uniforme, supo que se trataba de alguna mizunoto desventurada que fue vencida y devorada. Dos pares de ojos ámbar refulgían en la oscuridad y sus cuernos la cabeza las delataban: eran demonios.
La primera se abalanzó sobre el cazador gruñendo, pero apenas estuvo dentro de su rango, la cabeza rodó a los pies de su compañera, quien, anonadada, extendía sus mangas hacia el intruso y de ellas brotaron sorpresivamente varias enredaderas de pequeñas flores sanguinolentas que capturaron a Giyuu, sujetándole de las manos.
-¡Protejan a hermanita! - chillaba la testa cercenada de la primer demonio mientras se dispersaba en el aire, flotando en cenizas.
Su presencia había sido delatada, debía actuar pronto para lograr rescatar a la niña.
En una maniobra rápida cortó las ramas tiernas de la enredadera con su nichirinto. Y al verse libre se desplazó utilizando la primera postura con la que decapitó a la criatura.
-¡Protejan a nuestra hermanita! - fueron sus últimas palabras.
Se preguntó que tan importante debía ser "hermanita" para esas mujeres, como para estar dispuestas a dar sus vidas por ella.
...
-¿Cuántos demonios viven en esta casa? ¿Quién es hermanita? ¿Ella tiene a la niña? - interrogó arrinconando a la monstruo sometida contra la pared, acercando el filo de su arma a su cuello delgado. Era la mujer que había estado siguiendo el pueblo, su habilidad para crear ilusiones, le había permitido merodear entre los humanos sin ser reconocida.
El ser mordió sus labios en señal de no estar dispuesta a hablar. No tenía más trucos para escapar, pero no planeaba traccionar sus hermanas. Moriría de todos modos.
Impaciente, Tomioka, continúa con su cacería tras ejecutarla.
Era la quinta demonio que exterminaba esta noche y esperaba que sea la penúltima, sospechando que la mentada "hermanita" era la líder de ese pequeño clan y probablemente la chica robada se encontraba con ella.
...
Con desprecio, observó los restos de las grotescas criaturas temblando abrasadas en el suelo al desintegrarse.. Acabar con las gemelas fue una labor considerablemente demorosa. Al unirse se convertían en un monstruo cuatro brazos, extremadamente fuerte, más que demonio estándar. Y al separarse su agilidad era sorprendente al atacar de forma coordinada, como si compartieran una misma conciencia.
La lucha había concluido frente a una habitación del segundo piso, de la cual, por las rendijas y atravesando el papel de las paredes, una débil luz dorada refulgía siendo la única iluminación de la casa.
"Hermanita" debía encontrarse allí.
Al recorrer la puerta, la escena que contempló era extremadamente desagradable. La chiquilla a la que intentaba salvar, yacía desmembrada sobre el tatami. Con el pecho completamente desgarrado, sin ningún órgano en su interior y rodeada por un charco de sangre que comenzaba a cuajarse. Al extremo, arrodillada, dándole la espalda, una figurita menuda jugaba con una lampara de aceite entre sus manos de afiladas uñas oscuras. Era la causante de tal depravación.
Su larguísimo cabello negro desde la raíz se difuminaba sutilmente hasta convertirse en violeta al filo de la melena lacia.
La sombra se balanceó suavemente sobre sus propios talones, poniéndose en pie con una elegancia inusual en criaturas tan torpes como las aberraciones que Muzan creaba. Distinguió, que ondulaba sobre su esbelto cuerpo, un fino kimono blanco con patrones de flores y mariposas oscuras. Un obi rojo ceñía la pomposa vestimenta a su cintura delgada.
Giyuu se acercó a ella levantando su arma para finalizar su misión una vez, pero, cuando la mujer se giró y se encontraron cara a cara, la confusión nubló sus sentidos y lógica.
La débil iluminación de la lámpara bañó el rostro de la demonio revelando sus facciones femeninas. Un rostro pequeño y dulce enmarcado por un flequillo cortina que caía en los márgenes de la bonita cara, adornada horriblemente por numerosas manchas rojas.
Sus grandes ojos de pupilas felinas resplandecían en el tono morado más hermosos que había visto. Sus orbes le escudriñaron traviesamente cuando batió sus largas pestañas y sus sensuales labios rojos se curvaron en una sonrisa amistosa que exhibía de manera coqueta dos caninos sobresaliente y puntiagudos.
El fantasmagórico espectro saludó con una voz clara, juguetona y firme.
-Buenas noches, señor cazador.
-¿Kochou?
-Creo que mataste a mis hermanas, señor cazador. Lo siento, pero jamás podremos ser amigos.
CONTINUARÁ...
NOTA DE AUTOR:
Hola!!
Esta vez traigo una idea que viene atormentando mi cabeza hacia varias semanas y creo que la fecha (el cumpleaños de nuestra Waifu Mariposa) era el momento ideal para por fin hacerlo público.
A diferencia de mi anterior trabajo, está vez, quiero desarrollar algo más adulto, picante y oscuro, motivo por el cual en capítulos posteriores habrá lemon y otros contenidos maduros. Espero lograr mi objetivo de desarrollar algo con estas características.
Sobre el título;
RETROUVAILLES: La alegría de reencontrarse con alguien después de mucho tiempo.
Bien espero que esta idea les agrade y puedan compartir conmigo sus opiniones, sugerencias y comentarios.
Bye byee!!
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