Alianzas
El moreno y la gótica salen de la biblioteca, dejando al albino y a la latina en su charla, ambos iban charlando sobre algunas cosas que le pasaron en el día, dieron unas cuantas vueltas por la escuela hasta que decidieron retornar al parque, esta vez no solo estaba Josh y Omar, sino que también estaba Rusty, Zack, Liam y Kazu charlando entre ellos. Parecía que se divertían bastante.
-Hey, Clyde. ¿Cómo va todo?- Saludo el asiático al ver a Clyde y a su amiga acercarse.
-Nada, daba unas vueltas con Haiku.- Respondió el chico de lentes-. ¿En dónde estaban metidos? Llevamos desde la mañana buscándolos.
-Estábamos en el Edificio "E".- Respondió Rusty-. Es que Zach estaba inscribiéndose en el Club de Mecánica.
-No sabía que le tirabas a la Mecánica.- Dijo Clyde.
-No, pero me llama la atención.- Respondió el chico-. Solo espero que no sea tan complicado...
-Oye Omar, ¿No tienes otra manzana? Tengo hambre aun.- Dijo Liam.
-Si, aun me quedan de sobra.- Respondió el chico de cabellera negra antes de pasarle dicha fruta a Liam.
-¿Cuántas manzanas llevas allí?- Pregunto Kazu-. Desde que estamos hablando has sacado siete, y con la que le diste a Liam serían ocho.
-Mama siempre me da muchas manzanas... Hoy me dio quince.-respondió Omar al cerrar su mochila.
-¡Quince Manzanas!- Exclamo el asiático-. ¿Por qué tantas?
-No lo se, siempre ah sido así desde que tengo memoria.- Respondió-. Pero oye, si me muero, al menos no será de hambre.
-A propósito, Kazu. Linda camiseta.- Hablo Zach.
-Gracias.
-¿Qué Reyna no se quejó que se la hayas sacado del closet?
-Hijo de...
El asiático no pudo continuar su insulto ya que apareció Reyna, abrazándole por la espalda.
-¡Kazy!- Exclamo la asiática al abrazar a su pareja-. ¿Cómo te fue hoy, querido?
-Bien, aquí no más charlando con mis amigos y el chico nuevo.- Dijo el asiático, al momento de darle un beso a su amada.
-¿Chico nuevo?
-Sí, es ese gordo de ahí.- Dijo Kazu
-No estoy gordo, solo que la camisa es ancha y hace que me vea pachoncito.- Respondió Omar.
-Si, si. Pon las excusas que quieras, gordito.- Dijo Kazu al reír un poco.
-Y bueno chicos... ¿Qué van a hacer ahora más tarde?- Pregunto Clyde.
-Yo tengo que ir a mi casa temprano, ya que debo ayudar a mama a embalar heno.- Dijo Liam.
-Por mi parte, quiero llegar a mi casa porque ayer me dormí tarde y en estos momentos estoy que me caigo del sueño.- Dijo Zach.
-Yo tengo que reunirme con Polly, le dije que iba a estar en su campeonato de Roller Derby, y no quiero que me patee en la entrepierna con los patines... Otra vez.- Dijo Rusty al rascarse la cabeza.
-¿Estás seguro que eres el hombre en esa relación?- Pregunto Omar-. Porque a mi parecer, tu eres el que debería llevar la falda.
-Ha, ha... Muy gracioso.- Respondió Rusty-. Sera ruda y me tendrá dominado, pero yo aun así la quiero.
-Ay, que lindo.- Dijo Josh al voltear los ojos a un lado-. Yo debo comprar unos ingredientes para preparar unos postres.
-Ya veo, ¿Alguien cumple años?- Pregunto Omar.
-Que cuento de cumpleaños, lo hago para comérmelos yo.- Respondió Josh.
-Es que cuando una mujer no queda satisfecha, comen mucho dulce.- Dijo Kazu al mirar a Josh.
-... ¿Qué me habrá querido decir?- Respondió de manera sarcástica el chico moreno.
-He, bueno, yo tengo que ir a buscar unas cosas para mama y de ahí irme a mi casa.- Respondió Omar-. ¿Y tú que vas a hacer, Clyde?
-¿Yo? Tengo que ir con Lincoln al centro comercial para comprar unos videojuegos que queremos de hace rato.- Dijo el chico pecoso-¿Y tú, Haiku?
-La verdad no quiero llegar temprano a casa...- Dijo la gótica.
-¿Por qué no nos acompañas un rato?- Pregunto Clyde-. No nos molestaría que nos acompañases un rato.
La gótica mira por unos segundos al moreno y luego sonríe.
-Seguro, porque no-. Dijo la chica de tez pálida-. ¿Y dónde está Lincoln?
-Está hablando con alguien nueva en su vida.- Dijo Clyde-. Dejémoslo tranquilo, porque si no, se va a enojar.
-De acuerdo... ¿Y qué vas a hacer tu, Kazu?- Pregunto Omar.
-Pues... Estar con Reyna un rato, y luego irme a mi casa a hacer tareas.- Dijo el asiático.
El grupo de amigos siguió charlando por un buen rato más, sin tomar en cuenta que el tiempo pasaba rápido.
Por mientras, Lincoln y Ronnie se hallaban en la estación de las rutas escolares esperando que el bus de Ronnie llegue, habían estado charlando por un buen rato, era obvio que se habían caído muy bien, Lincoln le había preguntado cómo había llegado a los Estados unidos, a lo cual ella respondió que su madre la había traído cuando tenía trece años, con el objetivo de construir su propio " Sueño americano" y si bien le había costado adaptarse, con el tiempo se fue acostumbrando y adoptando el inglés como nueva lengua.
Luego ella le pregunto cómo era vivir en una casa con tantas hermanas, el albino le respondió que si bien era un poco estresante, no podía negar que era una experiencia caóticamente hermosa.
Después se pusieron a hablar de sus series favoritas de la televisión, de sus gustos musicales, de los videojuegos que a ambos les fascinaba.
Las horas pasaron como si fueran minutos y finalmente llego el bus de Ronnie. Dirigía hacia un pequeño pueblito en las afueras de Royal Woods, justo en el borde fronterizo con la ciudad de Hazultucky.
Bueno, chico. Mi bus llego así que debo retirarme.- Dijo Ronnie al acercarse a la puerta del bus-. ¿Te parece si seguimos hablando mañana?
-Seguro que si.- Respondió el albino-. Oye, ¿Tienes número de casa?
-... Si vas a llamarme, que sea entre las ocho treinta y las nueve, ya que a esa hora voy llegando de mi práctica de Skateboard.- Respondió Ronnie.
-De acuerdo, dame tu número.- Respondió Lincoln.
Ella tranquilamente saca un bolígrafo de uno de los bolsillos de su mochila y escribe el número en el brazo del albino, luego ella vuelve a acercarse a la puerta del bus.
-Estaré esperando tu llamada.- Dijo Ronnie-. Bueno, yo mejor me subo. Recuerda, entre las ocho y treinta y las nueve.
-Tranquila, no se me olvidara, Ronnie.- Respondió Lincoln al sonreír.
Ella suelta una leve risa para volver a mirar al albino.
-De acuerdo. Nos vemos mañana, torpe.- Dijo ella al subirse al bus.
Lincoln le asiente a la chica morena, cuando ve que finalmente se sube al bus y encuentra un asiento, el da media vuelta y comienza a buscar a sus amigos por la institución. A esa hora no era de sorprenderle que estuvieran en el pequeño parque de la escuela.
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Una caminata corta y en efecto, halla a su grupo en el parque, hablando animadamente y... ¿Comiendo Manzanas? Bueno, si no los conociera bien, pensaría que era lo menos raro que harían a esa hora...
-Hey Lincoln, ¿Cómo te va?- Dijo Josh al ver a su amigo.
-Hey, pero si es el incestuoso de la aspiradora.- Dijo Lincoln al saludarlo con el puño.
-Y dale... Primero que nada, no es lo que parecía.- Dijo Josh intentando reprimir la risa-. Y segundo, tú no puedes hablar después de lo que hiciste con Lucy, cochinote.
-Mira, con respecto a lo de Lucy si puedo dar validez que fue un accidente.- Dijo Lincoln-. Además, lo mío fue un cabezazo, tú literalmente tenías la ropa interior de tu prima en una de tus manos, la aspiradora en la otra y ella estaba como dios la trajo al mundo y dormida en el sofá. ¿Qué tienes que decir en tu defensa?
-... Bueno, tengo dos cosas para decir, la primera, en verdad fue un accidente, y la segunda... Sera mi prima y todo, pero tiene lindas piernas.- Dijo el chico de lentes al llevarse una mano al mentón.
-Jo... ¿Por qué en las historias de este fandom siempre se toca el tema del incesto, sea de forma directa o indirecta?- Pregunto Omar.
-¿A qué te refieres?- Pregunto Clyde.
-¿Eh? No, tranquilo, solo pensaba en voz alta.- Respondió el chico al reír un poco.
-... Espera un momento, ¿Qué hiciste con Lucy?- Pregunto Clyde.
-El resumen seria que ambos estábamos ayudando a Lynn con una práctica de futbol americano, y en una tacleada que me dio Lynn, termine dándole un cabezazo de frente a Lucy.- Dijo el albino-. Dolió bastante, tuve que ir al dentista.
-¿Enserio?- Pregunto Omar.
-Claro, ¿Por qué crees que tengo el diente astillado?- Dijo Lincoln- ¿Y quién eres tú? ¿Eres nuevo en estos lares?
-Me llamo Omar.- Dijo el chico presentándose al albino-. Soy de los estudiantes que están aquí temporalmente.
-Ya veo...- Dijo Lincoln-. Ahora que lo recuerdo... ¿Qué no eras el que estaba jugando Strip Poker con David?
El chico de cabellera negra queda en silencio un instante para luego volver a mirar al albino.
-Jo, ¿Por qué todos me reconocerán por eso? Sí, yo era ese... A propósito, termine ganando cien dólares... Y también descubrí el por qué le decían "Pichula de gato".
-... ¿Qué? ¿Cómo supiste eso?- Pregunto Kazu.
-¿De verdad quieres saberlo? ¿O mejor seguimos siendo amigos?- Pregunto el chico amante de la música.
-... ¿Sabes qué? Mejor seguimos siendo amigos.-Respondió el asiático.
-¿Y cómo te fue con Ronnie?- Pregunto Clyde
Ante la pregunta, los amigos del albino comenzaron a verlo con curiosidad y cierta picardía, seguido de un " Uy, que galán"
-Cálmense, muchachos.- Dijo Lincoln tranquilizando a sus amigos-. Me cayó bien, pero es muy pronto para decir si vamos por ese camino. Pero oye, al menos me dio su número.
-Le quieres dar como a cajón atorado, así de simple.- Dijo Liam al reír un poco.
-Vamos, Liam. Es un poco rápido para pensar en eso... Aunque admito que tiene lindas piernas...- Dijo el albino.
El grupo siguió charlando por un buen rato más, hasta que por fin llegó la hora de irse, cada uno tomando su rumbo con excepción de Clyde, Lincoln y Haiku. Los cuales se dirigieron al centro comercial. En los parlantes del lugar se escuchaba una canción de Foreigner, había varios afiches promocionando la tecnología de última generación, como el teléfono " Ladrillo" algunas cámaras portátiles, el VHS y el Betamax...
Tecnología emergente de última generación.
Al llegar a la tienda de videojuegos, Lincoln y Clyde se ponen a buscar entre los cartuchos para ver cual les llamaba la atención, mientras Haiku veía a Clyde rebuscar cual niño en juguetería, aunque también ella admitía que no le agradaba estar allí, debido a sus vestimentas, varias personas se la quedaban viendo como si fuera un bicho raro o estuviera cubierta de alguna sustancia desagradable.
Finalmente el moreno se topa con un juego que prometía; Jackal y es que se veía muy genial, un jeep de combate saltando mientras su tripulación dispara y lanza granadas. ¿Qué más épico que eso? Mientras que Lincoln se compró el Contra, aquel videojuego le daba buenas impresión, su portaba le daba esas vibras de Depredador y Alien's, películas preferidas del albino.
Después de pagar, los tres se dirigen al Mc'Burger Kong del centro comercial, aunque Clyde vio con curiosidad que en el segundo piso del área de comida estaban preparando un nuevo local de comida rápida, incluso al frente del portón tenía un cartel.
"Burpin' Burguer, abierto al público próximamente"
Los tres entran al local y Lincoln va al mostrador a realizar su pedido, mientras Haiku y Clyde se van a sentar en una mesa cercana a una de las ventanas del local. Al rato Lincoln llego con la comida, para luego empezar a charlar sobre su día y otros asuntos juveniles y sin relevancia.
Entre la charla amigable y el delicioso sabor de las hamburguesas de pollo, el tiempo se les fue volando, y sin darse cuenta paso una hora y media.
-... Y entonces que Lola se asustó de verdad después de haber visto la película de " Alien; el octavo pasajero" Y la intento consolar diciéndole que no se preocupe, es solo una película, y que se aparece Lisa y nos dice " Es cierto, Lola, puede que existan razas alienígena incluso más aterradoras y peligrosas que los Xenomorfos, e ignoramos su existencia... Quien sabe, quizás hasta vengan en camino a invadir la tierra a desplazarnos como la especie dominante"... Eso fue hace dos semanas atrás y Lola sigue durmiendo conmigo por el miedo.- Dijo el albino al rascarse la cabeza.
-Bueno, es tu hermanita. Es lindo que la consueles en la noche.- Dijo Haiku después de beber un sorbo de soda-. Pero ¿Por qué la dejas ver una película tan cruda y tétrica como esa?
-Digamos que ella insistió en que la viéramos.- Dijo Lincoln al momento de voltear a ver el reloj que adoraba la pared de la hamburguesería-. ¡Cielos, ya es tarde! Lo siento chicos, debo irme, le dije a Luna que le ayudaría a cuidar a Lily.
-De acuerdo, nos vemos.- Se despidió Haiku.
-Vale, hablamos luego, Lincoln.- Se despidió el moreno.
La gótica y el moreno ven como Lincoln se va, a lo cual la chica termina con su bebida y se levanta del asiento.
-Bueno, Clyde. ¿Qué vamos a hacer?-Pregunto Haiku.
-Pues... No lo sé, ¿Qué quieres hacer tu?- Pregunto Clyde.
-Bueno... Me gustaría ir a la tienda gótica para ver que nuevas cosas hay esta semana.- Dijo la chica al tirar el vaso vacío en un cesto de basura cercano.
-De acuerdo, vamos para allá.- Dijo el moreno al ajustarse los lentes y levantarse de la silla.
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Ambos caminan por el centro comercial camino a la tienda gótica, que no es tan gótica pues también suelen ir los metaleros... Es una tienda mixta en donde no solo venden accesorios para gente con gustos rebeldes, sino que también venden ropa, discos de vinyl, libros, maquillaje...
Al llegar y entrar, lo primero que se escucha en el lugar, es la música proveniente de los parlantes. Sonaba una de Montley Crue. Haiku se pone a ver en las estanterías que nuevos accesorios habían, mientras que Clyde caminaba por el lugar viendo que objetos había, en eso el ve un objeto que le llama la atención. Un collar muy genial de una garra de color rojo y una base metálica de color negro.
Quizás sus vestimentas no eran muy " Heavy" pero igual le gusto, y quizás no tendría inconveniente en comprarla si no fuera porque ya no tiene dinero.
-¿Algo que te guste, Clyde?- Dijo Haiku al acercarse al moreno y verlo tan concentrado en la vitrina.
-Sí, vi ese collar y está muy genial... Pero, digamos que me quede sin dinero.- Respondió el moreno al soltar una risilla nerviosa.
-Ya veo... Igual no es que sea muy caro.- Replico la gótica al ver el precio del accesorio.
-Sí, quizás cuando tenga más dinero venga y lo compre... Pero bueno. ¿Conseguiste algo que te gustara?- Pregunto el moreno.
-Sí, de hecho, aquí lo tengo.- Respondió Haiku al mostrarle un frasco de color negro-. Ya se me estaba acabando la pintura de uñas.
-De acuerdo, te espero afuera mientras pagas, es que el olor del incienso ya me tiene mareado.- Dijo Clyde.
-Está bien, espérame afuera.- Respondió la chica al reír un poco.
La chica ve como el moreno sale de la tienda, a lo cual voltea la mirada al collar. Clyde ah hecho mucho por ella últimamente, le ah ayudado con unas tareas, la acompaña siempre, y de verdad ella le aprecia mucho. Quizás era momento de darle un agradecimiento...
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Unos minutos después, ambos estaban caminando por las calles cercanas a la casa de Haiku, ambos iban hablando tranquilamente. Sin ningún tipo de preocupación más allá del calor de la tarde.
A eso de las 4:40 pm llegan al frente de la casa de Haiku. La chica revisa su mochila y saca sus llaves.
-Bueno, Clyde. De verdad te agradezco que me hayas acompañado.- Dijo la chica.
-No te preocupes por eso, Haiku.- Respondió el moreno-. Sabes, me agrada mucho pasar tiempo contigo.
Ella sonríe, y suelta una risilla.
-Debe ser la primera vez que escucho eso.- Dijo Haiku-. Sabes que no suelo confiar mucho en las personas... Las burlas, las miradas, los apodos... Es difícil hacer que las heridas sanen cuando todo el tiempo las vuelven a abrir.
-Te comprendo, Haiku. De verdad.- Respondió Clyde-. Pero, sabes que puedes confiar en mi para lo que sea... Bueno, siempre y cuando sea legal, pero se entiende el punto.
-He, claro que lo comprendo. Y por eso es que me siento muy agradecida con lo que me ofreces... Y como no tengo mucho para mostrar mi agradecimiento, quiero darte esto.- La gótica abre su mochila y toma el paquete para dárselo al moreno. El chico abre la bolsa y saca con sorpresa e incredulidad el collar que había visto en la tienda.
-Vaya Haiku... Esto... ¿De verdad lo compraste para mí?- Pregunto Clyde al formársele una sonrisa en su cara.
-Sí, aun me quedaba algo de dinero después de comprar lo que necesitaba, y me alcanzaba para el collar, y como vi que lo querías, pues lo compre para ti.- Respondió Haiku-. ¿Te gusta?
-Me encanta.- Respondió Clyde al momento de colocárselo en el cuello-. Se siente genial... Créeme que no me lo quitare jamás.
-Me alegro que te haya gustado-. Dijo la chica al sonreír, deslumbrándose en sus mejillas un rubor leve-. Bueno, tengo que entrar a mi casa. Hablamos mañana, Clyde.
-De acuerdo. Y gracias, de verdad.- Dijo el moreno.
La chica antes de entrar a su hogar, se despide del moreno dándole un abrazo, abrazo que se alargó un poco más de lo normal. Luego de que Haiku entrara en su casa, el moreno comenzó a caminar calle abajo rumbo a su hogar, con manos en los bolsillos, simplemente dejaba que su mente divagara y recordara todos los momentos que ha vivido con Haiku desde que la conoció.
Incluso admitía que la compañía de ella le hacía olvidar lo que paso con Teal hace un tiempo atrás...
Pero, no había tiempo para recordar aquello, había tenido un buen día y lo último que quería era rememorar aquellos días dolorosos...
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(Continuara...)
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