~ Día 6 : Tranquilidad En Waterfall ~
Narrador Omnisciente
Un nuevo día había comenzado en el subsuelo, y el dúo estaba en la cocina comiendo un tazón de cereales, bueno únicamente el humano ya que Sans no es que necesitara comer, es un esqueleto después de todo, aunque había una pregunta mejor ¿Cómo es que había algo comestible en esa casa? A sabiendas qué en la nevera de la casa de los esqueletos no solía haber comida, a excepción de ingredientes para preparar espagueti, bueno, el hermano menor decidió reponer su nevera con una variedad de alimentos después de enterarse qué el humano se iba a quedar con ellos.
— ¿Y para hoy hay algún plan? Ya sabes, ir a algún puesto de centinela o algo de ese estilo —Chara preguntó con cierta curiosidad de saber que podrían hacer ese día, tal vez alguna tontería como el día anterior, aunque espero una respuesta del contrario mientras metía en su boca otra cucharada de cereal.
— No, Papyrus está en una sesión de entrenamiento con Undyne y el niño aún no llega al hotel así que estamos libres —Respondió el esqueleto con total tranquilidad, se podría decir que hoy era un día libre para el par.
El humano siguió desayunando ese cereal hasta que se le ocurrió qué podrían hacer ese día para pasar el rato, aunque si no se le ocurría nada, estaba la vieja confiable de quedarse haciendo nada ya sea en algún lugar de Snowdin o incluso dentro de esa misma casa, pero una idea pasó por su cabeza; puede que antes no la hubiera ofrecido por aún sentirse algo mal por la pérdida de su hermano, pero después de lo de ayer, ya se sentía mejor y tal vez podría servir para sentirse aún mejor en compañía de ese esqueleto, qué ya consideraba como un gran amigo suyo.
— Ya sé que podremos hacer hoy —El humano, se levantó de la mesa, dejando el plato sobre la encimera de la cocina, después de todo, era imposible dejarlo en el lavaplatos por la altura qué tenía—. Usa tu atajo al telescopio, no creo que necesites indicaciones —Así, Chara con una sonrisa algo divertida y con un gesto de su mano de despedida, desapareció usando su magia en los atajos.
Sans no alcanzó a replicar o siquiera preguntar cuál era el plan de Chara en ese lugar del subsuelo ya que solo vió como el humano desapareció frente suyo, por lo que no tuvo más remedio que hacerle caso en su petición yendo hacia el telescopio con ayuda de su atajo. Se encontró con el humano que estaba de pie, recostado sobre la pared junto al telescopio.
— Entonces, niño ¿Me dirás por qué me has traído acá? —Sans preguntó con curiosidad, empezando a seguir al humano que comenzó a caminar, adentrándose un poco en los caminos de Waterfall, entrando a un área más calmada junto a flores echo y el sonido de tranquilidad del agua fluir por la zona.
— Vamos Sans, es una sorpresa, se arruinaría si te digo —Chara respondió con una sonrisa, sentándose en el suelo, junto a esa tranquilidad que proporcionaba el páramo del lugar—. Oh— Olvidé algo, espera un segundo
Así, el humano volvió a desaparecer, dejando a un Sans confundido, sin saber qué hacían allá y con resignación, se sentó en el suelo, esperando a que el humano se dignara a responder su pregunta. Cuando de la nada, sintió como sus cuencas eran tapadas desde atrás, pegando un pequeño brinco de la sorpresa, el cual fue acompañado de una suave risa que ya reconocía.
— Parece que te he dejado helado de solo verme —Chara bromeó, colocándose junto al esqueleto y mostrando la razón de su repentina desaparición, un bipolo, un par de helado unidos. El humano separó ambos y le ofreció uno al esqueleto para volver a sentarse en el suelo—. Te presento la tradición de comer helado de los hermano Dreemurr.
El esqueleto pudo comprender un poco mejor la situación, así que aceptó el unipolo que el contrario le ofreció para comenzar a degustar, podía ser un esqueleto de ketchup pero podía hacer excepciones.
— ¿Y porque justamente acá? Digo, ambos viven en Snowdin ¿no? —Sans ahora tenía curiosidad por eso que hacían el par de hermanos de otro universo, aunque también se dedicó a apreciar esa tranquilidad del ambiente acompañada del hermoso paisaje.
— A Asriel le encantan las estrellas y ya sabes, no es que podamos ver estrellas en el subsuelo, esto es lo más parecido qué tenemos —Señaló el techo de la cueva, entendiendo que se refería a los puntos brillantes qué se encontraban en dicho lugar, pequeñas luces qué titilaban simulando ser estrellas—. Asriel antes llevaba galletas para pasar el rato pero por mi propia salud decidí hacer un pequeño cambio.
Y aunque después de aquello no siguieran hablando ya que se dedicaron a comer del unipolo o apreciar la tranquilidad del ambiente; incluso, pasado varios minutos, una vez que el helado se había acabado, ambos ahora estaban recostados en el suelo, tan solo apreciando el "cielo estrellado" de Waterfall. No era para nada un silencio incómodo, era prácticamente todo lo contrario, se sentía demasiado bien esa tranquilidad para el dúo.
En un momento, Chara desvío su mirada del techo de la cueva, para encontrarse con las cuencas de Sans, al darse qué habían cruzado miradas, soltaron una corta risa inocente.
— Oh, vaya, Sans ¿Se te perdió alguien? —Preguntó en un tono bromista Chara, regresando su vista al panorama de estrellas encima suyo. Se había sentido algo... ¿Confuso? Después de aquello, no podía describirlo exactamente pero decidió no darle mucha importancia a aquello, pensó que tal vez solo era extrañeza de estar cerca de quien en su universo era el rey de subsuelo y quien intento matarlo para conseguir un alma más para romper la barrera del subsuelo.
— No, es solo que te he visto muy concentrado viendo a las estrellas —Sans respondió con tranquilidad, aunque a diferencia de Chara, no apartando su mirada del todo, seguía viéndolo de reojo.
— Me hace sentir que Rei sigue estando bien así que es un consuelo, él está completamente loco por las estrellas, hasta sus ataques son así... —Un poco de melancolía volvió a aparecer en el humano, recordar que su hermano había fallecido y no podría volver no es algo que se pudiera superar tan fácilmente, por eso es que atacaba siempre con gran fiereza en el juicio cuando Shifty decidía hacer de las suyas, siempre era doloroso perder a su increíble hermano.
Aunque esos recuerdos fueron interrumpidos al sentir un tacto en su hombro, el esqueleto había posado su mano en esa zona para tratar de animarlo, después de todo, comprendía ese dolor, también había pasado por rutas genocidas, y fue gracias a ese simple tacto, qué los recuerdos del día anterior llegaron a su mente, animándolo—. Gracias Sans...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top