~ Día 12 : Entrenamiento ~

Narrador Omnisciente

Un nuevo día había comenzado en el subsuelo, Chara y Sans estaban en el sofá de la casa de los hermanos esqueletos, afuera de la casa estaban Papyrus y Undyne, todo porque esta última le había pedido a Frisk para entregar una carta. Según había hablado Chara con Frisk el día anterior después de la broma en la habitación, eso era todo para terminar un final feliz para todo el subsuelo. Chara pensó que todo aquello sería bastante diferente a lo que ocurría en su universo, después de todo, en el suyo, su padre, Asgore, admitió desde el primer instante el problema ocurrido con las amalgamas, pues en su día a día veía a esas extrañas fusiones de monstruos en Snowdin, incluso Endogeny era quien molestaba a su hermano de vez en cuando.

— ¡HUMANO! ¡SANS! —Papyrus se asomó por la puerta principal, llamando la atención del par que solo estaban disfrutando del bello arte de hacer nada—. Undyne me ha llamado para ir al vertedero para un entrenamiento especial y he pensado que sería una gran idea que ustedes dos vinieran.

Y así es como ahora los tres se encontraban en el vertedero, ya Alphys se estaba retirando después de una sesión de entrenamiento ¿motivacional?, si es que así Chara le podía llamar. Había visto esa extraña cita entre Frisk y la científica real del subsuelo, soltando alguna sutiles risas por lo surreal que todo parecía sin mencionar que también era nuevo para él; su padre no sufría de baja autoestima, ni tampoco tenía alguna especie de pena para hablar sobre los sentimientos hacía su madre, Toriel, pues aunque le correspondía, digamos que su relación no era tan fácil de explicar, ni por el mismo humano de capucha verde...

— No sabía que tenías tan mala resistencia —Chara se burló del esqueleto, aprovechando un pequeño espacio en el que Papyrus se había descuidado de ambos, no solo para despedir a la científica real, sino también para según Chara, llamar a alguien, aunque no le prestó mucha atención a dicha llamada—. Tú definitivamente eres un saco de huesos perezoso, incluso me ganas y eso no es tan fácil.

— Te recuerdo que eres tú quien siempre me acompaña a hacer nada —Sans fue quien se defendió, no sabía cómo es que había terminado haciéndole caso a su hermano y acompañando al humano en ese extraño entrenamiento motivacional.

— Bueno, es lo que siempre hago, no lo voy a negar, pero a diferencia tuya, yo debo de hacer un entrenamiento semanal con mi madre y Azzy, quieren que esté preparado para cualquier eventualidad —Chara se encogió de hombros, restando importancia al asunto mientras se quitaba su chaqueta verde para amarrarla en su cadera por comodidad práctica. Pues Chara era un humano, podía sentir el calor que se generaba por ese entrenamiento—. Aunque, esto también tiene algo de nostalgia ¿Sabes? Cuando caí al subsuelo y me encontré con el Papyrus de mi universo, también me hizo tener un entrenamiento, quería darme un entrenamiento para poder estar en el subsuelo sin temer de los monstruos.

— Entonces eso quiere decir.. ¿El guardián de las ruinas te conoce? Sabes, mi relación con la guardiana de aquí bueno, es solo chistes de toc toc hasta el final de todo —Sans preguntó con curiosidad, sentándose cerca de un montón de basura para descansar un rato.

— Bueno, para llegar a Snowdin debía pasar por las Ruinas, de alguna forma tenía que encontrarme con él —Chara decidió acompañarle en ese descanso así que se sentó junto a Sans en esa pila de basura—. Le prometí que no le diría a nadie que estaba allí, ya sabes, el rey asesinando a humanos, así que solo voy a visitarlo a la entrada de las ruinas para evitar que algún monstruo se entere, decidimos que no entraría a las ruinas. Ni siquiera le dije a mis padres, así que ya sabes, puedes confiar en mí para cualquier tipo de secreto.

— Puff.. No es necesario eso, después de todo puedes ver a través de mi —Sans bromeó sobre aquello, después de todo, era un esqueleto así que ver fácilmente a través de él era algo que se podía hacer literalmente.

— ¡SANS! ¡CHARA! Debemos seguir con el entrenamiento —Papyrus ya se había desocupado de la llamada, regresando al par que había visto sentados junto a la basura.

— Deja descansar a este saco de huesos, has agotado al pobre Sans hasta la médula pero yo puedo seguir con esto, tengo bastante experiencia —Chara fue quien se levantó del suelo, para acercarse al más alto de los esqueleto, aunque no sin antes susurrarle un "Me debes una, eh" a Sans por aquello que había hecho—. Entonces ¿Dónde seguimos? Por cierto, te he contado que de donde vengo, hago entrenamiento con una líder de la guardia real.

— ¡WOWIE! ¡Eso es asombroso! —Papyrus pareció asombrado ante aquella nueva información por parte del nuevo inquilino de su casa—. Pero, debemos mantener la concentración, humano. Pues he decidido que mejoraremos nuestro nivel de amistad, igual que como he hecho con Frisk... ¡Con terribles puzzles y una pelea!... Aunque creo que ya es tarde para la primera parte así qué solo será una batalla.

Chara soltó una vaga risa por aquella idea, le parecía graciosa pero aún así no se negó, no podría hacerlo, de cierta forma sentía que si lo hacía, se lo estaba negando a su hermano. Entonces, la batalla comenzó:

— Vamos Papyrus, no soy hueso fácil de roer —La primer acción de Chara fue justamente un juego de palabras tonto, que sacó el quicio al pobre esqueleto, quien decidió seguir con esa batalla.

— Si estas tan confiado con tus bromas, ¡Entonces a ver si puedes con mi legendario 'ataque azul'! —Por suerte, Chara ya conocía ese dichoso ataque, así que solo se preparó y apenas sintió su alma volverse de un color azulado, saltó—. Ahora eres azul. ¡Ése es mi ataque! ¡¡¡NYE JE JE JE JE JE JE JE JE!!!

Chara comenzó a esquivar todo con extrema maestría, dando los saltos más que calculados para no recibir ni un solo punto de daño, mientras en sus turnos solo soltaba chistes o juegos de palabras sobre huesos o esqueletos, los cuales solo sacaban el malestar del esqueleto menor. Todo siendo visto por el mayor y más bajo, apoyando a ambos por igual desde su "grada".

— ¡Suficiente de bromas malas! ¡¡ Ahora yo, el gran Papyrus, elijo otorgarte clemencia! ¡¡¡Te perdonaré, humano!!! Ahora es tu oportunidad de aceptar mi piedad —Papyrus abrió sus brazos, como si estuviera esperando recibir un abrazo.

— ¡Claro que acepto tu clemencia! —Chara se acercó con total calma hasta el esqueleto, correspondiendo aquel abrazo con total normalidad y amabilidad—. Ahora que somos grandes amigos, tendrás que mantener mi nivel de chocolate, elevado ¿Sabes? Tengo mis estándares y tener un buen almacen de chocolate siempre es necesario. ¡Ahora vamos a Grillby's a celebrar esto!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top