Narrador Omnisciente

— ¿En serio estás bien quedándote aquí después de la pesadilla de anoche? —Sans preguntó mirando a su lado, donde estaba Chara. Ambos estaban sentados en un borde de uno de los ventanales del Último Corredor, tan solo esperaban a que el octavo humano caído llegara a dicho lugar para el juicio de siempre—. Pudiste haberte quedado en la habitación descansando.

— Ya te he dicho por quinta vez que estoy bien, eso fue solo una pesadilla, ese niño no ha matado a nadie —Chara reía levemente por la insistencia y preocupación de Sans por el tema de la pesadilla que había tenido en la noche, mientras ya estaba totalmente tranquilo, incluso en la comisura de sus labios tenía migajas de una galleta, galleta la cual estaba a medias en la mano de Chara, pues tal como Papyrus le prometió en medio de la noche, lo cumplió; pues a pesar de que tuvieran el mismo sabor de las galletas de Asriel, extrañaba realmente esas galletas—. Además, es más divertido estar acá contigo.

Fue ahí que ambos comenzaron a escuchar pasos acercarse por el pasillo, por lo que dejarían esa charla para después. Chara terminó de un bocado la galleta que tenía en su mano, limpiándose las boronas con la manga de su chaqueta de color verdoso. Ambos se colocaron en medio del pasillo, ya era bien sabido por ambos que debían hacer, era lo mismo en ambos universos.

— Por fin has llegado. El final de tu viaje está a la vuelta de la esquina. En unos momentos, conocerás al rey. Juntos… Determinarán el futuro de este mundo. —Sans comenzó a hacer su monólogo para Frisk, el cual escuchaba con atención, pero también Chara lo hacía, solo para confirmar si era el mismo diálogo o tal vez sería diferente como la cena en el hotel del robot—. Eso es después. Ahora. Serás juzgado. Serás juzgado por cada una de tus acciones. Serás juzgado por cada PE que has obtenido.

— ¿Qué son los PE? Es un acrónimo. Significa “Puntos de Exterminio”. Una manera de cuantificar el daño que has infringido a otros. Cuando matas a alguien, tus PE aumentan. Cuando tienes suficientes PE, tu nivel de AMOR aumenta. —Chara continuó con el monólogo, era el mismo a final de cuentas así que no habría ningún problema—. AMOR, igualmente es un acrónimo. Significa “Amenaza de Mortandad y Odio sin Razón”. Una manera de medir la capacidad de alguien para hacer daño. Cuanto más matas, más fácil resulta distanciarse. Cuanto más te distancias, menos afectado te sientes. Y es más sencillo para ti el hacer daño a otros.

— Pero tú. Nunca ganaste nada de AMOR. Por supuesto, eso no significa que seas del todo ingenuo o inocente. Sólo que mantienes cierta ternura en tu corazón. —Sans se encogió de hombros mientras seguía con sus palabras—. No importan los conflictos o las dificultades… Te esforzaste para hacer lo correcto. Te negaste a hacer daño a nadie. Incluso al huir, lo hiciste con una sonrisa.

— Nunca ganaste AMOR, pero ganaste amor. ¿Eso tiene sentido? Bueno, soy quien mejor puede afirmar que el amor de los monstruos es mejor que cualquier otro que hasta me adoptaron en su familia —Chara sonrió de lado, era la persona más indicada para saber la diferencia entre AMOR y amor en el subsuelo—. Ahora. Estás a punto de enfrentarte al mayor desafío de tu viaje. Tus acciones aquí… Determinarán el destino del mundo entero. Si te niegas a luchar… Sa-

— El rey tomará tu alma y destruirá a la humanidad. Pero si matas a Asgore y vuelves a casa… Los monstruos permaneceremos atrapados bajo tierra. —Chara se había concentrado tanto en sus palabras que ni se percató que claro, estaba hablando de otro rey, no del Sans de su universo, por suerte el de chaqueta azul, arregló rápidamente ese pequeño error..

— ¿Qué harás? Bueno, si fuera tú, yo habría tirado la toalla. Bueno, realmente se podría decir que lo hice, me quedé en el subsuelo —Chara se encogió de hombros, se podría decir que se rindió de encontrar una salida para los monstruos y se decidió a vivir en el subsuelo hasta la llegada de Shifty—. Pero tú no has llegado tan lejos rindiéndote, ¿no? Eso es. Tienes algo llamado “determinación”. Y conozco muy bien ese poder. Yo lo tuve antes que tu otro yo cayera al subsuelo. Pero ustedes dos están haciendo lo mejor para todos. Así que mientras aguantes… Así que mientras hagas lo que hay en tu corazón… Creo que podrás hacer lo correcto.

— De acuerdo. Todos contamos contigo, chaval. Buena suerte. —Sans de esa forma cerró todo el discurso del juicio, el humano siguió su camino por algunos pasos aunque de un momento a otro, tanto Sans como Chara estaban en el mismo borde donde estaban sentados hace un par de minutos, incluso Chara volvía a tener media galleta en su mano—. ¿Qué? ¿El niño qué quiere hacer?

— Supongo que quiere esto —Después de volver a comer la galleta sin mucho problema, buscó entre los bolsillos de su saco, un llavero, mostrando la llave de la habitación del esqueleto, si, Chara ya tenía la llave ahora que se quedaba en esa habitación. Así que ambos decidieron seguir el juego de Frisk e hicieron la misma charla, aunque esta vez Chara no cometió el error del Rey Sans.

— Espera un segundo. Esa mirada en tu rostro mientras hablaba… Ya has escuchado mi discurso, ¿no? —Chara preguntó con una sonrisa divertida en su rostro—. Sospechaba algo así. Siempre actúas como si supieras lo que va a pasar. Como si ya lo hubieras visto todo antes.

— Así que… Tengo algo que pedirte. Tengo algo así como un código secreto que sólo yo conozco. Y así sé que si alguien me lo dice… Debe de ser un viajero del tiempo. Qué locura, ¿verdad? En fín, aquí va —Sans se acercó a Frisk, para poder susurrarle el código secreto, Chara pensó que serían las mismas palabras tontas de siempre—. Cuento contigo para que vuelvas y me lo digas. Hasta luego.

Y así, otra vez ambos de chaqueta aparecieron en el borde del ventanal y siguieron con el pequeño juego del niño.

— ¿Eh? ¿Hay algo que quieras decirme? ¿Qué? ¿Un código? ¿Puedes hablar un poco más alto? Acabas de decir… —Sans parecía contener la risa, Chara sin comprender la situación real hasta que escuchó el supuesto código secreto—. ¿... “Chara es un perezoso adicto al chocolate sin remedio alguno”?. Wow. No puedo creer que hayas dicho eso. No sólo es completamente infantil… Sino que también es verdad y de casualidad mi código secreto.

— Aún así, eso no es suficiente. Necesitas el secreto código secreto. Es sólo para la gente que conoce el código secreto. Aquí va —Esta vez fue Chara quien se acercó a Frisk para susurrarle el nuevo código secreto, manteniendo una sonrisa ladina en su rostro—. Cuento contigo para que vuelvas y me lo digas. Hasta luego.

Así, otra vez todo se repitió…

— ¿Eh? ¿Hay algo que quieras decirme? ¿Qué? ¿Un código? ¿Puedes hablar un poco más alto? Acabas de decir… —Chara era quien ahora trataba de contener la risa, Sans comprendió que Chara se había vengado con ese secreto código secreto—. ¿... “Sans es un saco de huesos perezoso que sólo toma ketchup”?. Wow. Eso es muy.. infantil. Pero también es una verdad absoluta. ¿Por qué pensarías que eso es el código secreto? Quien sea el que te haya dicho eso es un sucio mentiroso. No tengo un secreto código secreto. Pero, sí que tengo un secreto código secreto triple-secreto. El cual es el que has dicho. Así que supongo que eres apto. Aquí tienes la llave de la habitación de ese saco de huesos perezoso.

Y ya con eso, Frisk se dió por satisfecho, siguió su camino mientras el dúo decidió regresar a Snowdin, debían de preparar todo para la broma de Frisk cuando entre en la habitación. La relación de ambos, cada vez era más unida.

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En la tarde

Frisk se había regresado a Snowdin, aún no ocurría su pelea contra el rey del subsuelo, Asgore, comenzaría con los últimos detalles de esa ruta pacifista.

— Oye, Sans, Chara ¿Han visto mis… Oh, hola. Tú no eres Sans, ni Chara. Espera un segundo. ¿Por qué usabas una cinta de correr en la oscuridad? ¿Está gastándote Sans una broma espacio-temporal? ¡Odio que haga eso! ¡Cuánta inmadurez! Espera… ¿Por qué tienes la cara manchada con ketchup? Bueno, no importa. ¿Has visto mis figuras de acción? ¡Espera! ¡¡¡Ya sé donde buscar!!! ¡En mi colección! ¡¡¡Nye je je!!! A veces, soy un genio. Todo el rato.

El dúo qué estaba escondido cerca de la casa de los hermanos esqueletos, se rió al escuchar que todo había salido a la perfección.