Resultados ''Salvar o destruir la Navidad''
CATEGORÍA 1: EQUIPO SANTA
❆ Usuario: BroccoliBang
❆ Fandom: Stray Kids
❆ Relato:
~Ultimas noticias.
Papá Noel, tras quedar gravemente afectado por el ataque fallido del popular "enemigo verde", contrató a un sustituto mientras se ocupa de su rehabilitación para el siguiente año.
Tenemos fé en que aquel sustituto contratado de forma especial logrará alegrar a todos los niños alrededor del mundo...~
Chan apagó las noticias y miró por la ventana del vehículo
—¿Seguro de que este es el almacén de los regalos? — observó a su copiloto y frunció levemente el ceño al escuchar un quejido de objeción y fastidio proveniente de los asientos del medio.
—Claramente lo dice "Christmas storage", almacén de navidad. Vamos Chan, tú sabes inglés. Tenemos miles de casas por recorrer, muevan sus traseros planos.
—No le tomen atención al enojón de Changbin, vamos por los regalos.
La pandilla de sustitutos navideños dejaron sus asientos para entrar al almacén y comenzar a chequearlo con la mirada antes de entrar. Cierto personaje notó una cámara y pasó la mirada a su cómplice, comunicándole algo inentendible para los espectadores que siquiera los notaron en su plan.
—A veces me hace pensar que él es el Grinch en secreto.— mencionó Felix en burla hacia "el enojón de Changbin" con una sonrisa al ver como hacía una mueca molesta en su dirección
—¡No tenemos el presupuesto suficiente para decir ese nombre!—recordó JeongIn antes de que cada quien se fuera por su lado en aquel lugar
El gran y mágico saco fue completándose rápidamente, mientras se le daban algunas observaditas a las cosas que pidieron los niños, tomaban prestadas algunas galletas de una caja que quedó olvidada en la pequeña oficina de Papá Noel para llenar sus estómagos (sin planear devoluciones) y tomaban un descanso para descongelar a Changbin quien quiso tomar una paleta de la heladera mágica que claramente tenía un cartel de "no abrir" en rojo y mayúsculas.
Mientras el resto se ocupaban de solucionar el desastre helado, los dos cómplices tomaron rumbo a deshacerse de la cámara y sus grabaciones. Por su parte, Minho aprovechó a pasar su tarjeta de miembro autorizado para poder registrar la salida de los regalos. Extrañamente, la tarjeta aceptó la salida pero aún así la alerta de intruso comenzó a sonar por lo que tuvieron que salir corriendo con los regalos hacia donde el trineo les buscaría.
—Minho, ¿de dónde sacaste tu tarjeta?— le interrogó Hyunjin, quién como todos, comenzaron a sospechar de él pensando que la alerta se activó por cargar con un acceso falso.
—¿no fue obvio para ustedes? me la dio Papá Noel a la vez que a ustedes, gran pila de...
Minho apunto de insultar indignado por ser juzgado, se vio interrumpido por Felix quién señalaba un camión.
—ya vinieron a buscarnos, vamos a entregar felicidad. ¡Rápido!
Chan para nada convencido, siguió a su equipo hasta el camión que Papá Noel nunca mencionó. De cualquier forma ya se habían llevado los regalos con ellos y el tiempo está contado.
La ruta siguió hacia el primer hogar de la noche, en donde al estar cerca, el camión se hizo diminuto y se coló por una ventana levemente abierta hasta terminar en la sala, donde expulsó únicamente a los ocho chicos y el saco mágico.
Repartir las galletas, compartir la leche, dejar los regalos. ¡Facilísimo!
—no creí que fueran tantos suplentes.
Todos voltearon para registrar al dueño de la voz. ¡Es el... enemigo verde!
—¡JeongIn, no tenemos nuestras armas de defensa y tú eras el responsable de conseguirlas! —regañó Seungmin y recibió dos miradas apenadas como respuesta.
—No las tomó ¿sabes porqué? —el "enemigo verde" tomó el hombro de Felix y JeongIn para llevarlos a su lado con una sonrisa— Estos dos blandos seres, están de mi lado.
El resto del equipo dejó de sentir el frío del invierno que hace un momento vivían, se reemplazó con el calor de la furia que sintieron. Chan supo que si los renos no se presentaban algo iba mal.
—¿cómo es posible, Felix? De JeongIn me lo veía venir pero no de tí. —Minho le dio un codazo a Jisung al escucharlo
—ofreció algo que nos beneficiaba a todos, solo pensé en el equipo... —Felix se excusó realmente avergonzado.
Todos se miraron entre sí, buscando una respuesta en los ojos de sus compañeros antes de iniciar la batalla. Felix y JeongIn intentaron ayudarles pero ya no eran considerados parte del equipo en esa batalla.
Se encontraban bajo la espada y la pared, sin armas festivas de defensa y con el enemigo verde no muy lejos de sacarlos de su camino para acabar con las fechas definitivamente pero un milagro navideño ocurrió. Chan recibió una llamada del mismísimo Papá Noel, así que sin pensarlo se escondió detrás del árbol.
—Hola, habla Bang. —contestó en un susurro y escuchó una leve tos del otro lado de la línea antes de que Papá Noel hablara
—Chan, revisen el saco que carga el Grinch. Sé que están teniendo problemas para la pelea. —el australiano hizo una leve mueca de confusión
—No tenemos presupuesto para mencionar ese nombre pero ¿Cómo lo sabe?
—Yo lo veo todo ¿lo olvidas?. Hagan justicia en mi nombre y no lastimen a alguien, veo que hay corazones rotos por allí. Recuerden que la Navidad es para la felicidad del mundo. —finalizó y cuando la llamada fue cortada Chan dió la orden a los demás chicos para revisar lo que el enemigo verde tenía en aquel extraño saco encontrando a... ¿Los renos de Santa encogidos?
—pero qué...
—no malas palabras, Minho, esto es contenido familiar. —volvió a ser interrumpido antes de insultar, esta vez por Jeongin— Cada reno tiene un poder especial ¿Lo recuerdan?
Ninguno quería escuchar a Jeongin pero la información que les había dado era muy útil por lo que, comenzaron a defenderse en medio de la pequeña sala del hogar.
—¡Blitzen, yo te elijo! —se escuchó un grito y un reno miniatura fue rociado con polvo mágico para que volará hacia su objetivo
—Jisung, esto no es una batalla Pokémon.
—estas son las navidades más extrañas que he pasado, los niños deberán olvidarse de sus regalos.—mencionó Changbin mientras contemplaba encantado el pequeño tamaño de Rudolph después de que el enemigo verde sacará bandera blanca
—¿no deberíamos haber ablandado su corazón en lugar de atacarle con renos mágicos de una forma muy extraña y poco realista? —preguntó Seungmin, sin notar que una pequeña niña se asomaba a través de una puerta, viéndolos fijamente.
—¡Ustedes no son Papá Noel!
Oh, oh...
❆ Usuario: LilianEntenza
❆ Fandom: Supernatural
❆ Relato:
"¿Sabes que más amo de la Navidad?" Soltó Dean con una gran sonrisa mientras abrazaba un balde de KFC que ya estaba por la mitad.
"Sorpréndeme" Le contestó Sam, su hermano menor que le daba un sorbo a su cerveza.
Llevaban tomando y comiendo desde las 8pm, un caso ligero de ruidos en un sótano que terminó siendo una infección de ratas, por suerte, el hotel donde estaban les dio descuentos en delivery porque eran conocidos de la familia que asistieron. Todo era perfecto, había acabado temprano, un pedido de comida rápida y ver la TV, algo muy tranquilo para los Winchesters. Muy.
"La comida gratis." Dijo mandandose otro gran pedazo de pollo frito a la boca.
"Juro que... No esperaba para nada. Repito, para nada esa respuesta." Sam empezó a reír mirando a su hermano sonreír con la boca llena.
Un golpe fuerte en la puerta los descoloco de su momento "especial" y ambos miraron.
"No. Nonono no estamos." Dean dijo enseguida abrazando su balde.
Sam se puso de pie mirando primero por la ventana, al no ver a nadie se acercó a la puerta para abrirla, con su mano en el arma que tomó de la mesa. Cuando la abrió se encontró con una persona, particularmente baja. Sam tuvo que mirar a su hermano que se cubría la boca para confirmar que no era una alucinación.
"Necesitamos ayuda, alguien le robó el auto a Santa Claus y no podemos llevar los regalos. El dueño me dijo que ustedes ayudan a la gente"
"Espera..." Dean dejó el balde sobre la mesa y se puso de pie tomando su cerveza "Sammy.." se puso a tomar mientras Sam apretaba los labios para no reír, se bajó lo que quedaba de su cerveza y luego agregó "Hay que salvar a Santa"
Sam miró a la persona baja y le sonrió, guardando el arma detrás de su cintura. "¿Dónde está?"
×
"Apareció de la nada! Estaban con una máscara verde y otros dos que se vestían igual. Cantaban cosas contra la Navidad y que éramos herejes..."
"Bueno..." Sam levantó las cejas, fabulando en su mente la verdadera historia de la Navidad a lo que Dean corto con un:
"¿Es esa barba real?"
"Si es real..." El tipo vestido como Santa miro a su compañero y agregó "¿Estas seguro que nos pueden ayudar?"
"Claro que podemos" Dijo Dean algo ofendido. "Primero vamos a ir a entregar todos esos regalos y después vamos a buscar a esos tipos y los vamos a hacer pagar por lo que hicieron."
"Totalmente" acotó Sam tomando un café.
"Los regalos estaban en el auto genio."
"Oh..." Dean miró a Sam. "Por supuesto, eso tiene... Mucha lógica."
"Nosotros nos encargamos." Sam giró e intentó salir errando al agarrar el picaporte que muy señorialmente disimulo con un paso elegante de acariciar la puerta como si fuera totalmente lógico.
"El va a encontrar todo, tranquilos, lo traeremos de vuelta" Dean siguió a Sam empujándolo. Cuando salieron del lugar camino a su habitación agregó "Cafe hermano, mucho café."
×
Sam estaba con los ojos demasiado abiertos y masticando una regaliz enorme que colgaba de su boca mirando la pantalla de la computadora, buscando en las cámaras del tráfico -que por supuesto había hackeado- el camino de la van de Santa.
Dean limpiaba el arma frente a él y tomaba su segunda taza de café. "No entiendo porque alguien le robaría a un tipo que está llevando regalos a un hospital de niños."
"Dean, en nuestro trabajo hemos visto cosas peores.." acotó Sam muy concentrado, como si estuviera a punto de descifrar un acertijo.
"Si pero, son monstruos, uno espera eso de ellos, pero la gente ¿La gente real? Raro."
"Ok, no más café para vos." Agrego y luego se puso de pie. "Vamos, lo encontré."
×
El tipo con una máscara aún verde del Grinch estaba prendiendo fuego algunos regalos, tirandolos en una gran fogata. Uno de sus compañeros los miraba y luego miraba al otro que era el que hablaba.
"Hey, no los prendamos, ya la broma al viejo es suficiente."
"NO ES SUFICIENTE."
"Dude, estás enfermo, esas cosas pueden servirle a alguien, podríamos entregarlas en su lugar y quedar bien, limpiar tu nombre."
"NO." El tipo le empujó y Dean golpeó a Sam en el hombro que estaba por salir a enfrentarlos, tenía los ojos muy abiertos, Dean le hizo señas de que esperen.
"No voy a ser parte de esto..." El tipo tiró la máscara al piso y empezó a caminar.
"COBARDE!" Le grito y seguido a eso disparó. Sam y Dean observaron cómo el hombre cae al piso herido.
"Wow wow" dijo el otro acercándose a su compañero. "¿Estás loco? ¿Cómo le vas a disparar?"
"Claramente lo está" Dijo Dean apuntando al Grinch. "Baja el arma o te juro por dios que vas a terminar en el hospital."
"¿Y ustedes quiénes son?" Dijo el que asistía a su compañero a Sam que se acercaba a mirar como estaba.
"Somos la guardia de Santa." Dijo Sam, Dean lo miró sorprendido por la respuesta, Sam lo miró con los ojos alterados "Mucho red bull."
"Okay.. " Miro al Grinch que soltaba el arma "Si, sabes muy bien lo que te conviene."
×
Dean llegó a la puerta de la habitación de Santa en el hotel donde los esperaba el chico bajo y este empezó a aplaudir lo que hizo salir a Santa que ya estaba preparado.
"Subanse a la van de la alegría, hay que repartir regalos!"
"¡Siiii!" Sam se acercó corriendo a ellos, venía de dejar el Impala frente a su propia habitación y claramente a dejar también las armas. Traía con él unas bolsas con ropas que llamaron la atención de su hermano. "Dean, a lo tuyo."
"Por favor decime que sí."
"Oh sí, disfraces de elfos."
"Sammy." su sonrisa era enorme.
"Dean" dijo este sonriendo afectado por la sonrisa de Dean.
"Esta es la mejor Navidad que hemos tenido."
Santa los observó y comentó: "Ambos acaban de salvar la Navidad de muchos chicos" sonrió mirando a su compañero y luego a los hermanos Winchester que lo miraban atentos "Feliz Navidad."
"Feliz Navidad" dijeron Sam y Dean a la vez.
CATEGORÍA 2: EQUIPO GRINCH
❆ Usuario: YiyiWitch
❆ Fandom: Amphibia
❆ Relato:
La oscuridad nocturna se había expandido por completo, cubriendo los cielos de Amphibia. Todo parecía estar sumergido en un gélido y tranquilo silencio.
Sin embargo, dentro de las paredes de concreto y coral de aquel palacio flotante el rey Andrias se encontraba caminando en círculos; tenía la cabeza gacha y sus manos tras su espalda. Se le veía impaciente, como si esperara algo. Mientras tanto una sombría silueta que portaba un casco cubierto de ojos cuáles circones naranjas, sentada sobre un trono gigantesco, lo observaba sin expresión alguna.
Fue entonces cuando un sonido en la cocina lo sacó de sus pensamientos. Se dirigió hacia allá, para después volver con un café que se veía casi idéntico a uno terrestre, la diferencia era que en este había insectos.
—Aquí tiene, mi Lord— Comentó Andrias, entregando la taza de porcelana a "la chica" en el trono. Esta solo la tomó entre sus finas manos morenas.
—Así que... ¿Los incompetentes de tus robots aún no han vuelto?— Preguntó quien usaba el casco, ahora con el nombre de 'Darcy', dando un sorbo al oscuro líquido caliente, para después mirar al otro con una expresión semi-neutral, pero que aún así emanaba un aura de curiosidad infantil.
Al ver aquel rostro de facciones ingenuas, el rey no pudo evitar pensar en la tierna e inteligente niña que fue alguna vez la actual portadora de la entidad.
Sintió una pequeña punzada en su interior por el recuerdo no deseado.
—Usted no se preocupe, estoy seguro de que pronto estarán aquí— Sonrió nerviosamente para luego poner una expresión más seria—. De lo contrario, yo mismo me aseguraré de convertirlos en chatarra metálica.
—¡Hey, vamos! no seas tan duro... al fin y al cabo son vísperas de Navidad— La morena torció una enorme sonrisa malintencionada mientras decía lo último, rompiendo de forma brutal cualquier resto de inocencia en su cara.
Un escalofrío recorrió la espalda del rey.
—Lo sé, esa estúpida festividad humana...
—A Marcy le gustaba.
—¿Y usted cómo puede siquiera saber eso? Jamás la conoció directamente.
La contraria, solo apuntó su casco, sin decir nada más, Andrias entendió el gesto al instante y pensó que lo mejor sería tampoco comentar nada al respecto.
Un pequeño silencio incómodo se manifestó en el aire.
El cual fue interrumpido por un estrepitoso ruido.
Los robots de Andrias habían vuelto, entrando por el portal que formaba la caja de la calamidad y estrellándose en un aterrizaje poco elegante.
Andrias solo se golpeó la cara con la palma de su mano abierta, avergonzado, negando con la cabeza. Mientras tanto, Darcy los miraba, expectante, y le dió otro pequeño sorbo a su café, sin dejar de observar la escena.
Cuando por fin los asistentes de Andrias terminaron de "jugar" a los robots chocones, su superior decidió hablar.
—¡Hasta que por fin se dignan en aparecerse!—Gritó, intimidando a los otros—. Ahora, diganme porfavor que tienen buenas noticias—. Cambió completamente su semblante y actitud a uno más pueril.
—Su encargo fue cumplido— Habló con voz metálica uno de los robots, a la vez que tiraba una bolsa al suelo que parecía moverse.
De esta salió un extraño ser verde, el cual se levantó indignado sacudiendo su pelaje.
—... ¿Y esto qué es?— Preguntó Andrias con un rostro confundido, intentando descifrar la especie de aquella cosa que se movía y que ahora parecía molesto.
El Grinch miró al frente con intención de quejarse, pero solo se encontró con unas botas metálicas, volteó lentamente su cabeza hacia arriba encontrándose ahora sí, con el rostro extrañado del rey. Trastabilló un poco, y tragó saliva pero aún así decidió hablar. Levantó una mano temblorosa apuntando hacia Andrias.
—¡E-exijo una e... Explicación a-!
—¿Y tú qué se supone que eres, una especie de mossman?— Interrumpió Andrias ignorando por completo la exigencia del otro. El ser verde solo se miró a sí mismo con el seño fruncido, tampoco sabiendo exactamente qué contestar—. Bueno, no importa, lo que si quiero saber es por qué me trajeron a esta criatura.
Andrias ahora se dirigía a sus robots, los cuales se miraron entre sí antes de que uno contestara.
—Usted pidió que le trajeramos a alguien que supiera como arruinar la navidad para Anne. Andrias acariciaba su barbilla de forma pensativa.
—Aja... Así que usted se considera experto en esto de destruir navidades, digamos para una molesta niña que se interpone en mis planes, señor emm...
—Grinch... Llámeme Grinch.
—Si bueno, yo no lo veo así que digamos que sea alguien que sepa sobre este tipo de cosas— Dijo en tono burlón, ante la criatura verde que ahora se empezaba a poner roja de la ira.
—Oh créame cuando le digo que tengo experiencia en esto, incluso más que tú.—Alzó su rostro con una sonrisa engreída. El rey frunció el seño.
—Más te vale que aportes algo útil, para hablarme así... ¡Yo soy un rey!
—Y yo la reina de Inglaterra— Se cruzó de brazos, alzando una ceja manteniendo una sonrisa sarcástica victoriosa.
Luego de eso comenzó una patética pelea en la que el Grinch terminó sobre el hombro de Andrias dándole pequeñas cachetadas mientras esté intentaba alcanzarlo.
Darcy, se mantenía en el trono, desviando la mirada y dando otro sorbo a su café, usando la taza de este para ocultar una sonrisita divertida al ver la tonta pelea de sus asistentes. Volteó hacia el interior de la taza y se dió cuenta que está estaba vacía, fue ahí, cuando decidió pararse, solo dejando escuchar el sonido de huesos quebrándose al hacerlo, cosa que heló la sangre de los presentes.
—Bueno, ya fue suficiente de juegos, es hora de tomar acción— Dijo con malicia para luego ver hacía atrás, su capa se incendiaba—. ¡Oh, porfavor, ya es la sexta vez esta semana!
Luego chasqueó los dedos y el rey fue inmediatamente por otra capa. Volviendo a enfocarse en lo que estaba, sonrió tetricamente para luego hablar con voz cavernosa:
—Espero que Anne disfrute la visita de su amiga de infancia...
❆ Usuario: Namu_KoyaRj
❆ Fandom: ARMY
❆ Relato:
En la mansión más lejana del pueblo de "Snowman" vieven los terribles hermanos Min. Conocidos por sus malas actitudes y gran poder económico.
Min Yoongi, el hermano mayor, se caracteriza por su piel blanca y astuta mente. Su hermano, que es mayormente conocido como Grinch, por su aspecto verde y orejas puntiagudas, desde su nacimiento había sido separada del resto por su apariencia.
Su nacimiento fue el peor momento para la familia Min, pensaron que su segundo hijo iba a seguir la tradición de la familia y iba a ser el más mimado, pero al momento de asomar su cabecita al exterior, todos esos desos y anelos se evaporaron y decidieron criarlo apartado de todos.
Nació un 25 de diciembre, si era Navidad. Yoongi, su hermano también había nacido un 24 de diciembre, para cuando su hermano menor nació el tenía 3 años, apenas conoció a su hermano cuando lo alejaron.
Creció con el dolor en el pecho, odio a sus padres, odio la Navidad, ¿Que tenía de malo su hermano? ¡Nada!
El menor creció en una cabaña en medio del bosque, sólo.
Sólo los pájaros le hacían compañía, cuando no se a sustaban de su apariencia.
Creció odiando la soledad, creció envidiando a las personas felicies...El tiempo paso, el odio y la bronca crearon una coraza que ayudó a su sensible corazón enfrentar la realidad.
Vio la maldad en sus padres, odio su cumpleaños, de modos que la Navidad también.
Cuando ya fue lo suficiente mayor, hizo contacto con su hermano Yoongi y decidieron abandonar la familia Min y crear su propio hogar, así fue que la mansión alejada se convirtió en su casa.
Ellos se querían, odiaban a sus padres, detestan la Navidad y planean destruirla.
[...]
En la mañana del 20 de diciembre, el menor de los Min paseaba por la terraza de la mansión cuando comenzó a escuchar los tormentosos villancicos navideños del pueblo, odiaba, detestaba esos coros, debía hacer algo para ponerle fin a todo esto.
Bajo hacia la sala principal, donde el mayor a encontraba mirando la televisión en el canal de casos criminales, algo que le encantaba.
-Hermano-llama el menor, provocando la respuesta del mayor.
-¿mhm?-
-No soporto más escuchar la felicidad del pueblo, necesito que me ayudes a arruinar su sonrisas-
-¿Así que, quieres mi ayuda para arruinar la Navidad?-asintió.
-Lo haré-esa afirmación abrió pasos al mejor plan que podían idear.
Tres días de duro trabajo y planificación fueron utilizados para llevar acabo su malévolo plan.
-Bueno hermano, la idea es asi; la noche del 24, cuando todos estén en el profundo de los sueños, recogemos todos los adornos y regalos navideño y los botamos en el mar congelado bajo el hielo-
-Me parece bien, pero debemos ser muy siguilosos y también romper las bocinas, para evitar que reproduscan música-
-Estupendo hermano, manos a la obra-ambos jóvenes se abrazaron para palmear sus espaldas y susurrar-sabrán lo que es vivir en la cruel realidad-
[...]
El reloj apuntaba las 00:04 del 24 cuando los hermanos, entraban al pueblo con el mayor sigilo posible.
Cada uno entraba a las casas, era repugnante ver tanto color y tantas luces.
Fueron dejando salir todo su odio y rompieron cada elemento relacionado a la Navidad, desde los árboles, hasta los más pequeños adornos.
Decicieron todo el pueblo, nada era como cuando llegaron, parecía que había pasado un huracán, por lo destrozado que estaba todo.
Tomaron los regalos, cargandolos en bolsas, en las cuales cabían gran cantidad de cosas. Tras entrar a todos los hogares, salieron con sonrisas burlonas y malevolas del lugar, junto a los adornos y demás cosas que sacaron.
Salieron del pequeño pueblo y se dirijieron a la colina del Valle, donde debajo estaba el mar conejelado.
Tiraron una gran roca para romper la capa superior del hielo y para poder votar los asquerosos regalos y undirlos junto a los sueños y anelos tan estúpidos de los habitantes de aquel pueblo.
Ambos hermanos reían y se sentían conformes con sus acciones, no había culpa ni resentimiento en ellas.
Volvieron a su mansion y sólo se dispusieron a dormir, porque a la mañana siguiente vendría la mejor parte...
Tras las horas pasar, el sol salió y dio lugar a la mañana del 25, sí, Navidad.
Pero que equivocados estaba todos si pensaban que iba a ser igual a todas, llena de música y obsequios por doquier.
Los llantos y el ambiente triste del pueblo se sentía desde la terraza de la mansión Min, donde los hermanos compartían su café y algunas trastadas, disfrutado del mejor obsequio de cumpleaños para ambos; un día donde la falsa felicidad no estuviera presente.
-Adiós Navidad, bienvenida realidad-saludaron nuestros villanos al brindar con sus tazas de café.
CATEGORÍA 3: MENCIÓN AL ESPÍRITU NAVIDEÑO
❆ Usuario: Ladychica14
❆ Fandom: Miraculous: Las aventuras de Ladybug
❆ Opción: Únete a Papá Noel y sus renos con tus personajes favoritos y acaba, de una vez por todas, con el escuadrón del Grinch para salvar la navidad.
❆ Relato:
¡Noticias de última hora! La prometedora posible mejor Navidad de París ha sido cancelada! El alcalde tomó la decisión debido a que...
Shadow Moth estaba haciendo de las suyas de nuevo.
De alguna forma, consiguió que las estrellas parisinas cancelaran sus eventos festivos de un día para otro, creó un monstruo que arrasó con el gran árbol navideño de la ciudad, logró que el alcalde Bourgeois no tuviera la mínima intención de reparar los daños y ahora los ciudadanos eran convertidos en monstruos a la orden del día.
Por ahora, se encontraba en una gran ventaja al tener los miraculous de la catarina en su poder cuando su amada cayó en sus garras por un intento de salvar las esperanzas perdidas que abundaban sobre las calles de la ciudad.
Chat Noir, al contrario, debía mantenerse sobre una cuerda floja; no podía cometer el más mínimo error si quería recuperar lo que el villano les quitó a los ciudadanos.
Las probabilidades de ganar eran casi nulas, las personas se han mostrado más susceptibles a poder ser akumatizados, y sin el yoyo de Ladybug que purificara las mariposas liberadas de los objetos, lo único que podía hacer era destruirlas con su cataclismo.
A veces era un poco complicado, pero aún sin contar con sus pendientes mágicos, la franco-china se convirtió en una aliada excepcional.
Tenían una resolución mejor que la anterior, junto a Papá Noel le harían frente a los desastres ocasionados por aquel villano que parecía gustarle tener un rol parecido al Grinch: destruir las fiestas decembrinas y aprovecharse de ello para crear un caos mayor.
...
"¿Cuál es tu deseo de navidad, gatito?... ¡Despejarse de los problemas es la mejor forma de pensar una solución!... ¡Vamos, no me dejes con la duda!..."
Después de aquello, el peso de volver todo a la normalidad había caído sobre los hombros del héroe gatuno por completo.
Su plan fue frustrado de manera rotunda. Además del prodigio de Marinette, los aliados de Shadow Moth hicieron de las suyas para obtener la preciada caja de los miraculous.
Santa Claus y la ojiazul estaban atrapados.
Pero eso ya no era un problema para el rubio.
Después de colaborar con el villano en el fracaso de la heroína motada, pudo localizar pistas que le serían útiles para que su nueva idea funcionará a pesar de las considerables probabilidades a que todo se estropease.
Primero se encargaría de sus secuaces principales: Lila Rossi, Chloe Bourgeois y Félix Agreste.
Ya vería como desahacerse de los akumatizados al llegar allí.
...
"¡Te amo! No me importa quien seas debajo del antifaz, para mi eres perfecto. "
Santa Claus cuenta con la capacidad de cumplir los deseos de las personas con el corazón más noble, pero la probabilidad de que sucedan depende de la fe que los demás tienen sobre él.
Para aumentar el optimismo en los ciudadanos necesitaría la ayuda de alguien que pudiera difundir emociones positivas y generar un impacto en las personas. Cosa que ya había solucionado hace unos momentos gracias a cierta reportera del Ladyblog, quien acababa de terminar una transmisión especial de Kitty Section.
Si un gran número de civiles contagia la energía positiva, sería un camino viable para facilitar su propósito.
—...No se preocupen, mientras no nos mostremos con emociones negativas podremos hacerle frente a los akumas. Así también ayudaremos a nuestros héroes favoritos en terminar con esto...
— Lamento romper tu burbuja de ilusiones, — inquirió Volpina con una sonrisa altanera — ¿De verdad podrás vencer la astucia del zorro con tu ingenuidad?
...
Ahora, con ayuda de Rena Rouge pudo tomar de vuelta el broche de la abeja y el brazalete de la serpiente.
Los ayudantes de Shadow Moth, se hallaban bajo la custodia de la policia; la esperanza crecía poco a poco en los parisinos gracias a la aparición de Santa Claus al lado de los tan aclamados protectores del lugar.
Como lo sospechaba.
Marinette no perdió el tiempo, aprovechó el poder del hombre navideño para desear sus prodigios de vuelta.
Otorgándoles de nuevo la ventaja que tanto añoraban.
Sólo quedaba terminar lo que cierto villano comenzó, derrotar a todos los akumatizados y devolver la paz que la ciudad parisina necesitaba.
— ¿Estás listo? La parte donde la caja de los miraculous vuelve con nosotros apenas empieza, gatito. — exclamó la peliazul llena de determinación.
— Mi deseo...¡Eres tú! Contigo siempre estaré listo para lo que sea.
¡Muchas felicidades y felices fiestas!
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