Después de una larga discusión, los jueces tomamos una decisión (inserte música de suspenso).
Fue difícil, de verdad, porque todas las respuestas fueron muy originales y placenteras de leer. Al final las tres que a continuación leerán son las que sobresalieron.
Scorpius Malfoy se encontraba sentado en el sillón de su gran mansión acompañado de su novia Rose Weasley, pero estaba distraído, solía sentirse completamente enamorado de la pelirroja, mas, algunos sucesos que estan pasando desde hace ya meses, han cambiado totalmente su percepción del amor.
Rose habla y habla, no presta mucha atención a lo que dice pero si a pequeños detalles de su rostro y forma física de los que antes no se había percatado. Su cabello fuego siempre enmarañado y con incisivos más largos de lo normal. Piernas aunque largas, muy flacas para su gusto y su nariz es un tanto alargada para sus estándares de belleza.
No tiene comparación alguna sobre la otra chica. No existe similitudes entre ellas dos. Rose es tan estirada, aburrida, sólo quiere estudiar y estudiar. En cambio ella, oh ella, tan espontánea, divertida y extravagante.
- Pretty little liars, Scorp. - seguía diciendo Rose ante una gran caja que hacía ruidos y salían personas hablando, un artefacto muggle del cual no estaba nada interesado.
- Como digas. - responde aburrido y ella se sienta a su lado depositando la cabeza en su hombro. Por inercia acaricia sus brazos y siente pequeños besos en su mejilla molestandolo y aún así no dice nada.
El timbre suena y se levanta para dirigirse a las escaleras sin voltear a verla, abre la puerta de calle y sus ojos azulados se abren de par en par.
Lily Potter estaba parada con una sonrisa de oreja a oreja, el cabello rojo oscuro decorado con un gorro blanco y su respingada nariz roja por el frío. La chica hace una señal de silencio y señala la radio que lleva consigo, la enciende muy fuerte y la deja en el suelo. También traía carteles con ella.
- "Dí que son sólo villancicos navideños." - decía el primero.
- Son sólo villancicos navideños! - grita a Rose y siente como sube el volumen de su caja extraña.
- "Sé que eres el mejor amigo de Albus."
- "Pero no eres el único."
- "Podría ir por ellos."
- "(Fotos de Lorcan, Lysander y Frank Longbottom)." - Scorpius ríe en silencio y niega viendo esa pancarta, lily le guiña el ojo y continua.
- "Pero este retorcido corazón sólo te quiere a ti."
- "Rose es mi prima."
- "Sería el peor regalo navideño ..."
- "Para ella."
- "Pero yo te haría mucho más feliz."
- "Y estaríamos juntos hasta ser simples inferis."
- "Será tu decisión Malfoy."
- "¡Feliz Navidad!"
Baja la última carta y sonríe escogiéndose de hombros, toma su radio y comienza a caminar lejos de ahí.
Scorpius mira hacia la escalera y luego a las huellas que deja Lily sobre la nieve, se maldice a si mismo y corre a su encuentro tomándola de los hombros para voltearla hacia él.
- Eres imposible, Potter. - dice tratando de sonar molesto.
- ¿Ah si? - alza una ceja y sonríe de medio lado acercándose de manera peligrosa.
Scorpius la atrapa entre sus manos y la besa como si fuera la primera vez, Lily no tarda en corresponderle y sonreír ante sus labios unidos.
El sonido del timbre interrumpió la tarde que Baekhyun y su prometido, Chanyeol, compartían sentados frente al televisor.
-No te preocupes, yo voy. -Se apresuró a decir el dueño de la pequeña casa, que rápidamente se levantó y fue a abrir la puerta.
"No cierres la puerta, por favor" fue lo que leyó nada más abrirla. Jongin era el que portaba un cartel con aquél mensaje y unas ganas de cerrarle la puerta en las narices le invadieron por completo, pero consiguió contenerse.
-¿Quién es, Baekhyun? -Preguntó Chanyeol desde el salón.
El moreno deslizó la cartulina y la dejó caer al suelo, enseñándole al bajito el segundo cartel.
"Dile que es una aseguradora".
-Es una compañía de seguros. -Respondió a su prometido.
-¡Ciérrales la puerta y ven aquí!
Baekhyun se mordió el labio con pena, Chanyeol hoy no estaba de muy buen humor, y como viera a Jongin allí lo iba a matar.
El segundo cartel cayó al suelo y mostró el siguiente mensaje.
"Todavía puedes ser libre" El corazón de Baekhyun se saltó un latido.
"Yo no puedo ofrecerte todas las riquezas que Chanyeol puede"
"Pero sí puedo darte la libertad que siempre has deseado" Baekhyun volvió a morderse el labio, Jongin le miraba entre esperanzado y resignado. Sabía que esa era su última oportunidad de conseguir el amor de Baekhyun, pues a la próxima semana el bajito ya estaría casado con Chanyeol.
"Puedo darte todo el amor que desborda de mi pecho"
"Puedo entregarme a ti en alma y cuerpo"
Los ojos del chico brillaban, se notaban sinceros y Baekhyun sabía que lo eran. Todos los recuerdos pasados con Jongin inundaron su mente y le dieron ganas de llorar. Porque con Jongin había pasado los mejores años de su vida, con él había podido sentirse libre, vivir la juventud que tanto se merecía. En cambio, estar al lado de Chanyeol era como vivir en una jaula, asfixiado y angustiado.
Baekhyun anhelaba y ansiaba la libertad que Jongin le estaba ofreciendo en ese mismo instante. Estaba tan cerca, que si extendía un brazo la podría rozar con las puntas de los dedos, bastaba un solo paso hacia delante para poder abrazarla. Y la quería, la quería con toda su alma.
El último cartel fue el detonante de todo. Baekhyun abandonó sus inhibiciones y se lanzó a los brazos del moreno que se atrevió a irrumpir en su casa y lo besó, provocando que el último cartel cayera junto a los demás, mostrando un claro y grande "Te quiero".
Nymphadora abrió la puerta con su varita en alto. Sus ojos estaban rojos y su pelo más alborotado que lo habitual. Las mangas de su túnica estaban oscurecidas (como si se hubieran mojado con agua) y sus pies descalzos tocaban cristales rotos.
Por su pequeña estatura pude ver que los muebles de la casa se encontraban totalmente destrozados. El ambiente no transmitía calidez y sin dudas reflejaba lo que Tonks sentía por mi marcha.
No emití ningún sonido, sólo desenfundé mi varita. Algunas chispas doradas salieron de la punta y empecé a escribir.
"Con algo de suerte, para el próximo año vamos a estar así..."
Me llevé la varita a la cabeza y me concentré en una imagen que hacía rato estaba imaginando. Las chispas doradas dibujaron la escena: nosotros dos sentados en la Nimbus 2000 sosteniendo a una pequeña criatura de cabellos azules.
"Pero por ahora dejame decirte, ya que estamos en Navidad (y en Navidad está prohibido realizar Travesuras), que realmente me arrepiento por mi actuar."
"Para mí, vos sos perfecta y si mi machacado corazón te ama más de lo que me ama a mí amará a nuestro hijo. Sin importar sus posibles defectos."
"Feliz Navidad."
Dora no me respondió y sólo se dedicó a mirarme con el ceño fruncido. Después retrocedió unos centímetros y me cerró la puerta en la cara.
Realmente no me lo esperaba. Había imaginado que se desquitaría conmigo dándome pequeños golpes en el pecho como acostumbraba. O incluso algún hechizo no me hubiese venido mal. Pero el simple hecho de ignorarme me dolió más.
Como si las cosas no estuvieran ya mal, comenzó a nevar. Y mi túnica no estaba preparada para esto. Claro, podía hacer una fogata y calentarme pero no debía arriesgarme. En estos tiempos, si no estabas entre las filas del Señor Tenebroso, no había nada que te garantizara protección.
Escuché una serie de pasos que se movían rápidamente hacia mi dirección y fui muy lento al reaccionar ante la posible amenaza.
Tirado en el suelo me sentí indefenso. No fue hasta que escuché su risa que me calmé. Su brillante pelo rosado y su cara de pato me sacaron una sonrisa, la primera después de tanto tiempo.
Me dio un tierno beso en los labios y susurró: "Feliz Navidad mi bello hombre lobo".
No se desanimen si no está su relato. Es verdad que todos fueron bastante buenos, así que esperamos verlos de nuevo en un próximo reto.
¡Estén pendientes!
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