Resultados "¿Qué debo decir?
Ganadora: EndlessInkspiration
Fandom: Los Sims (Videojuego).
Luego de que Juan Tenorio hubiese dejado plantada en el altar a su prometida, Cassandra Lápida y se diera a conocer los previos escándalos de sus múltiples amantes, la vida se le vino encima. Soltero, con su reputación por el suelo y sin ningún futuro que le mantuviera allí, fue a parar a una ciudad desértica que se encontraba a unos cuantos kilómetros de su antiguo hogar, llamada: Las Rarezas.
Unos meses después de haberse instalado en el lugar, logró encontrar un trabajo en una compañía de autos que estaba ubicada en las afueras de la ciudad, en plena autopista, cerca de un motel bastante descuidado. Ese fin de semana le había tocado madrugar para realizar unas horas extras, Juan se sentó en su computadora en su usual rutina de todos los días: lo primero que hacía en las mañanas, era contestar los correos, realizó unos cuántos trámites monetarios que su jefa ocupaba, revisó la lista de clientes que habían quedado pendientes en retirar sus autos esa mañana, uno de ellos era un empresario multimillonario que se encontraba de vacaciones, era el heredero de la familia Del Solar: Malcom.
Todo iba como de costumbre, hojeó el periódico, se fue a tomar un café. Al regresar atendió la llamada de Malcom, el hombre le anunció que llegaría dentro de unos minutos a recoger su auto. Cuando Juan se dirigió hasta donde se encontraba la recepcionista, se enteró de la mala noticia. Impactado de que la realidad le estuviera jugando una mala pasada en el momento menos apropiado, no le quedó otra que tener que verificarlo por su cuenta.
El grupo de asistentes llamó a otra sucursal, para pedir que les hicieran el favor de darles el mismo estilo del auto, el contratiempo que había es que todas permanecían con la misma oferta, que estaría listo dentro de unas cuantas semanas. Juan orquestó el plan alternativo lo mejor que pudo hacerlo, ya cuando llegó Malcom sabía que era lo que debía de hacer. Le dio el formulario y se sentó a explicarle en uno de los sillones de la recepción, como si fueran viejos amigos en una salida casual después de una reunión de negocios.
Malcom estaba molesto de no poder retirarlo en la fecha establecida, pero Juan estaba haciendo todo lo posible por no tener que devolverle el dinero, le tomó tiempo el persuadirlo. Los pasos de sus compañeros se escuchaban por el pasillo, con alguna que otra tos ahogándose con el sonido de los abanicos de fondo, todos estaban pendientes del desenlace. El hombre se resistía a tener que esperar de más, Juan tuvo que resignarse a decirle la verdad de que les habían robado. Malcom guardó silencio al escuchar su confesión por unos minutos que se hicieron eternos, al final optó por buscar otro negocio que no sintiera que le estaban estafando con tal de retener el dinero, solo por su estatus bancario.
Ganadora: Hinata-Uchiha10
Fandom: Sailor Moon.
Cada uno de nosotros regresamos a nuestros puestos de trabajo y me sorprendí muchísimo de cómo los ladrones burlaron la seguridad del lugar. Después de la terrible noticia que nos hace saber el administrador acerca de varios coches robados entre ellos el Jaguar último modelo que había comprado una cliente.
Sentada en mi silla, arreglando los papeles del día de hoy; se acerca una mujer pelinegra preguntando por el Jaguar.
—Buenos días, por favor tome asiento —Digo con una voz ligera sin dar mucha pausa ante el robo de su auto—.
—Buenos días ¡¿Serena?!
—Ehhh... Sí... Y, ¿Usted?
—Rei...
—¡Ahhh sí...! Jajaja —Caigo en cuenta que hace días la había atendido con una sonrisa nerviosa.
—Mire, no tengo mucho tiempo. Pero hoy me llevo el Jaguar que compré de color rojo para ir de vacaciones con mi novio.
—¿Hoy? —Interrogo con una voz trémula.
—Sí, ¿Qué pasa? —Cuestiona con intriga.
—Señora Rei, la verdad... —Balbuceo.
—¿Qué pasa? —Sigue cuestionando con una mirada molesta.
—La verdad es que eso no se va a suceder...
—¿Por qué? Si yo con usted hice un compromiso y quiero mi carro ahora mismo. O vamos a tener problemas legales porque ustedes me están negando un derecho —Reclama muy molesta parándose de la silla.
—Espere... —Me paro de la silla—. Y le explico lo que realmente sucedió. Aquí no le estamos negando ningún derecho.
—Está bien... Cuénteme... Yo invertí mucho dinero en ese carro —Habla accediendo a ver una explicación frente a mi respuesta.
—Lo que pasa es que ha habido un robo de autos y entre ellos estaba su Jaguar. Entonces le propongo dos opciones: La devolución de su dinero dentro de 3 días máximos o llevarse otro exactamente igual; pero viene en esta semana.
Rei se queda callada sin emitir alguna respuesta, sonroja sus mejillas de la ira que la consume por dentro y con desespero cabalga los dedos contra la mesa del escritorio.
Insisto en preguntarle de una manera más atenta que opción escogía.
Ella responde que acepta la segunda opción y deja el número de contacto de su oficina. Aunque ella estaría pasando todos los días hasta ver que uno le haga la entrega correspondiente a su compra.
Ganadora: anithasakura
Fandom: Harry Potter y Supernatural.
Harry caminaba por toda la concesionaria intentando tranquilizarse pero no podía. Habían robados los autos, la policía ya estaba ahí tomando huellas y pistas junto con el dueño. Lo que lo tenía de los pelos era que se llevaron el bendito Jaguar plateado que había comprado no cualquier persona sino el mismísimo Lucius Malfoy.
El rubio lo va degollar cuando se entere.
Para mala suerte del pelinegro, el aristocrático empresario arribó junto a su hijo, Draco. El mayor levantó una ceja al ver tantos policías en la concesionaria mientras que el menor mira un poco preocupado por Harry, preocupación que se desvaneció cuando lo vio acercarse entre el mar personas.
—H-hola —tartamudeo mientras que Lucius lo miraba como si tratara un insecto.
Por su parte, Draco le iba a preguntar qué pasó cuando su padre lo interrumpió con una voz demandante.
—Mi auto Potter —la cara del pelinegro palideció.
—No está, señor —murmuró muy bajito.
—¿Qué?—gritó llamando la atención de todos.
—L-lo robaron, junto con otros autos —explicó ante la furiosa mirada de mercurio.
En estos momentos se arrepentía de no escuchar a su padre y padrino cuando le expresaron que sería mejor otro trabajo en el mundo mágico y no en el muggle, en estos momentos sería un buen auror hecho y derecho sin tener que enfrentarse a la ira de Malfoy.
Estaba muerto.
—¿Harry estas bien? —preguntó su amigo atrayendo su atención.
—S-sí, fue cuando no estaba.
—Quiero mi auto Potter —exigió el rubio.
—Lo sé., señor. Pero no está, los policías lo están buscando.
—Lo quiero para esta noche.
Harry miró el hombre, sabía que la respuesta que estaba a punto de darle no le iba a gustar, así que respiro y tomó valor Gryffindor antes de decirle una "solución".
—Tenemos un auto de respaldo para estos casos —respondió con firmeza, al mayor le gustó la respuesta tanto como a su hijo quien suspiro de paz.
Tal vez no tendría que sacar lo restos de su amigo en la pared.
—Dean—le llamó al rubio que hablaba con un detective de gabardina beige y pelo negro—. Puedes traer el otro Jaguar, el rojizo.
El rubio observó a los dos clientes y luego a Harry, el más joven de los trabajadores de la concesionaria, por un momento sintió pena por él antes de decir con una mueca.
—El Jaguar rojizo está en el taller, recién la próxima semana llegará el repuesto que necesita para los frenos.
Harry abrió los ojos alarmados, listo estaba muerto, con desesperación tomó de las solapas del mono al Winchester y lo acercó a su rostro.
—¿No hay otro auto? ¿Un mercedes Benz? ¿Un BMW? ¿Porsche Macan?
A todas sus preguntas su compañero negó con la cabeza, el pelinegro gimoteo.
—Solo hay una Kangoo —respondió Dean encogiéndose de hombros, el silencio reinó unos segundos.
Lo último que escuchó Harry fue la risa de Draco al imaginarse a su padre llegar en una camioneta familiar a la gala en el hotel.
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