Usuaria:   Memory_Queen

Fandom: Harry Potter (ambientado en Mahoutokoro durante la segunda guerra mundial).

2 de mayo de 1945.

Querida Omma.

Aquel día no sabía cómo reaccionar a lo que me estabas contando. Eran demasiadas cosas a la vez, pero ¿Qué pude haber dicho?

Ahora es cuando encuentro las palabas, como si estuviera escribiendo una canción para ti y fluyeran con una melodía dentro de mi cabeza.

Eres una mujer maravillosa.

A pesar de todo, siempre me sonreíste con dulzura, a pesar de no estar preparada, me criaste con amor, no me has abandonado, ni siquiera a la distancia. Aun estando en esta isla sé que cuento contigo para todo, que puedo contarte mis problemas y que me ayudarás a elegir la solución correcta con tu experiencia.

Eres la mujer más valiente que conozco. La única a la que he visto enfrentarse a un soldado japonés con tal de defender a su familia, la única que se aventaría a un rio con tal de volver a casa, y que decide criar a una hija que no buscó para salvarla de un destino cruel como el que viviste.

Omma, gracias. Por darme la vida sin planearlo siquiera, por quererme como nadie y hacer que ni siquiera me preguntara por aquel hombre durante años. Has llenado mi vida de amor pese a todas las dificultades.

Te admiro, Omma. Has sido la luna que me ha cuidado durante toda mi vida.

Muchas gracias.

Con amor, Jangmi.

Usuaria:  TheLightingFlash

Fandom: Shingeki no Kyojin.

"Kuchel"

La hoja se desprendió de aquella rama de árbol que lo vió nacer, crecer y finalmente madurar, hasta que decidió separarse de ella y caer lentamente al suelo. La brisa del aire golpeó mi rostro suavemente mientras reconocía que mi madre parecía estar en todos lados y todos los días. Nunca supe qué hay después de la muerte y lo más probable es que nunca lo sepa hasta que me toque despedirme de este mundo, pero parecía que ella de vez en cuando se escapaba de ese gran después solo para verme.

Intenté buscar el significado de "Kuchel" en los diccionarios y en los libros de las bibliotecas tanto públicas como las que se encontraban en los cuarteles de la Legión, desgraciadamente fue en vano, solo di con el mío: "Levi", el que une a los suyos; no tengo idea si ella fue consciente de aquel significado aunque lo dudo y no me quejo, me imagino que se llevaría una decepción al darse cuenta que soy tremendamente lo contrario, pues el trabajo de capitán del equipo de maniobras especiales traía consigo muchas pérdidas de camaradas que al final eran familia. Pensé que era mi destino estar solo, hasta que me topé con el amor de mi vida, quién me demostró lo contrario.

Desde que me enteré que Kenny le sugirió a mi madre no tenerme, nunca entendí la razón por la cual ella decidió desobedecer y traerme al mundo, hubiese preferido morir antes de ser un dolor de cabeza para ella y complicarle las cosas, pero fue su decisión y por respeto -o eso supongo- no debo cuestionarla. No sé mucho de ella ni el significado de sus acciones, pero veo crecer a mi pequeña hija y puedo entender otras cosas que para mí eran desconocidas, por ejemplo, el tan solo pensar que aquella pequeña persona es parte de ti, cómo su sonrisa puede cambiarte el mal día en tan solo un jodido segundo, sentir ternura por la manera en la que tartamudea porque apenas está aprendiendo a hablar...

"Todos somos esclavos de algo" fueron una de las últimas palabras de Kenny, él consideraba que mi mamá era esclava mía pero era todo lo contrario, mamá era mucho más que eso, era heroína, amor, belleza y así la recordaré hasta mi último aliento.

En realidad, nunca hubo una palabra de todo lo que fue mi madre, ni siquiera en aquellos idiomas que desconozco pero que me atreví a investigar, tal vez nunca la habrá tampoco.

Tal vez para muchos no existe el significado de Kuchel, pero para mí es aquel sentimiento que no puedo expresar con palabras ni en ningún lenguaje existente en este mundo.

Kuchel es todo lo que estaba bien en este podrido mundo.

                           Usuaria:  LizbethPrtielesSanch

Fandom: Adrien Agreste (Chat Noir) Miraculous: las aventuras de Ladybug.

Madre:

Con cadenas de versos quisiera retenerte, con odas infinitas dichas sin ton ni son; susurrar a tu oído las palabras cobardes que nunca se expresaron por orgullo o temor. Guardo muchos "te amo" al pie de la garganta y acordes inconclusos dentro de una canción. Escondí sentimientos en lo hondo del pecho, y ahora, que te has ido, estalla de dolor.

Sufro al verte tirada, tan frágil, casi inerte, con los labios callados y el alma en un penar. Me aflige cada lágrima que brota de tu fuente y corre desbocada hasta llegar al mar.

Anhelo tus caricias y las bromas de antaño, la mirada serena y besos de rubí. Los busco en la mañana, cuando el sinsonte canta melodías robadas del pobre tomeguín, cuando se hunde la luna detrás de la montaña y mordisquea la oruga las plantas del jardín.

Escarbo en los retazos contritos de mi espíritu, que gemiquea un poema a la luz de tu amor. Permanezco en tinieblas, paso la noche en vela, y amanece otro día sin brillos ni color.

Con trozos de mis sueños te preparo la aljaba. Echo en ella las risas y una que otra ilusión, los chistes, los paseos, los cuentos y las nanas y, para que te alumbre, un rayito de sol.

Me quedo los recuerdos. Esos bien los resguardo en una enorme pila dentro del corazón. Los repaso en silencio mientras poso los dedos en la yerta sonrisa de tu último adiós.

Adrien

¡EN ESTA OCASIÓN CONTAMOS CON DOS MENCIONES ESPECIALES!

Usuaria:  peterodactilo-0422

Fandom: Naruto Shippuden.

Chiyo:

"Mencionar el tiempo que ha pasado desde el día en que decidí salir de esa aldea está de más. Mi tiempo es muy preciado, tan valioso que detesto desperdiciarlo, a pesar de eso heme aquí escribiéndote. ¿Por qué? Tampoco estoy seguro pero confío que conforme vaya avanzando lo descubriré.

Reconozco el valor de algo bien hecho, como mis habilidades por ejemplo: inigualables, y el hecho de estar con vida... A mi manera, pero lo estoy. Por supuesto, una parte de ello te lo debo a ti, abuela.

No he olvidado ni olvidaré nunca todo lo que hiciste por mí. Pero tampoco puedo perdonar todavía aquella mentira, aquel frío y distante trato hacia mí. Supongo que aún siento algo por ti; agradecimiento, nostalgia, cariño... No estoy seguro, pero tengo la extraña necesidad de sacarlo ya de una vez por todas.

¿Sabes? Un ángel me convenció de unirme a una organización y bueno... Espero poder verte de nuevo alguna vez para demostrarte todo lo que he logrado sin ti, irónicamente podría decirse que fui tu creación.

Abuelita, fuiste la mejor compañía cuando mis papás se fueron, la única de hecho; supongo que no pudiste hacer algo mejor, después de todo no sólo mi papá desapareció, también tu hijo. Creo que puedo comprender el dolor que llegaste a sentir, tal vez miedo e impotencia al quedarte con una carga como yo en un abrir y cerrar de ojos. Pero tranquila, abuelita, hiciste lo que pudiste; lo hiciste bien para cómo te sentías en ese momento. Ninguno de los dos comprendía la situación del todo así como no nos entendíamos el uno al otro.

A pesar dé; como ya dije, te agradezco el haberme cuidado e introducirme en el arte de las marionetas, he mejorado cada consejo que me diste desde que comencé.

Y seamos objetivos, no todo fue tu culpa; el Tercero estaba al tanto de aquella misión, ¿verdad? Como sea, tendrás noticias de él a su debido tiempo. Ahora iré con ese ángel y el resto de ellos, todo cambiará para mí, espero que también para ti.

Tal vez ya encontré el motivo por el cuál estoy escribiéndote esto, considéralo una despedida oficial del pequeño que te admiró y te amó, del que te encargaste alguna vez. Fuiste maravillosa. Aconsejo que seas cuidadosa porque ya no estoy sólo y porque pronto podrías reunirte con mis padres, te quiero y también los echo de menos todavía a pesar de tenerlos conmigo a mi modo." 

Usuaria: Lucecita_light

Fandom: Detroit Become Human.

9 de mayo de 2040.

De como descifré la palabra mamá.

En el comienzo de mi vida, recuerdo haber tenido una larga siesta, hasta que, pasé de estar en una vitrina cristalina, por la que muchos humanos me examinaban, a residir en lugar que mi nuevo dueño, que en ese entonces el llamaba "hogar".

La verdad es que el significado de esa palabra no era trascendental para mí en ese tiempo, simplemente era una palabra más del extenso vocabulario que yacía en mi memoria sistemática.

El primer día de mi estadía en esa lugar, yo observaba cada habitación, cada esquina de esa casa, lo memoricé todo y comencé la labor para la cual fui creada: ser una hija. Realmente no era muy difícil los primeros días; luego de un tiempo llegó Kara y el "hogar" estaba, pero las cosas no pintaban nada bien.

Yo jamás había experimentado lo que era aborrecer una palabra, nunca pensé que el primer sentimiento que experimentara mi cuerpo fuera el pánico al pensar en la palabra "hogar", hasta ese fatídico día, cuando él había prácticamente destruido a golpes a Kara al tratar de defenderme de los maltratos a los que, con los días incrementaban.

No se suponía que yo debía sentir algo, no estaba registrado en mi sistema, pero aquel día algo en mí no soportó aquella situación, y rompí una barrera que quizá me tenía cegada, y al parecer a ella le había ocurrido lo mismo cuando él me tomaba del cuello.

Esos fueron los primeros sentimientos que afloraron en mí; ese miedo a fallar, a hacer las cosas mal y ganarme un violento castigo, pero, sobre todo a perder al único ser que me había defendido; ya que aquella vez, después de lo ocurrido, él tomo el auto y se la llevó, creí que jamás la vería otra vez.

-Kara... -me quedé sollozando en completa soledad.

Si, lo recuerdo muy bien, aquello solo fue el inicio de una cadena de sufrimientos las cuales menguaron un poco el día en que Kara regresó; sentí una mezcla de alivio, emoción y cuando noté que su memoria había sido borrada sentí miedo de que se acercara a mí ya que por mi causa ella había padecido una vez.

Pero, poco a poco ella fue apartando mis miedos e inseguridades con su lucha y persistencia al enfrentarse a aquel monstruo que nos torturaba, con la búsqueda de un lugar mejor para que pudiéramos encontrar paz y protegiéndome contra vientos y mareas.

Ella me enseñó a diferenciar en quien debo confiar y de quien me debo alejar; cuando Luther llegó a nuestras vidas, pude ver una familia y que si estamos juntos cualquier lugar es nuestro hogar.

Desde el principio Kara fue mi heroína, y ahora aquí, sentada en la habitación de nuestra casa, reflexiono en este diario, que junto a ella descubrí lo que realmente significa la palabra mamá.

¡Muchas felicidades!