Resultados "El sueño"
Ganador: Lucy_Lupin02
Fandom: Mujercitas
Beth cerró la puerta tras ella, observando la grandeza del lugar que le rodeaba. Avanzó poco a poco sin dejar de admirar la casa de su vecino, entonces lo vio. Todos le habían dicho: "Toca el piano de cola al llegar al salón" pero este no era así, este era como el de su sueño.
Miró hacia a los lados. No había nadie. Suspiró y se sentó en el taburete colocando sus dedos temblorosos en las teclas y entonces, apretó.
Lo había hecho, ya no existía el miedo de estar allí. Eran tantas las veces que había soñado que tocaría en la casa del señor Laurence que cuando finalmente se encontró allí se sintió realmente orgullosa.
—¡Nadie debe tocar ese piano! —replicó una voz ronca, Beth se levantó como si le hubiera dado una descarga eléctrica y empezó a excusarse con cosas sin sentido y al borde de las lágrimas.
Un rostro culpable se paró ante sus ojos llorosos. Beth ya lo conocía en sus sueños, era un buen hombre al que quería mucho, pero ahora, después del grito no estaba tan seguro si era el mismo.
—Tranquila. —El brillo de sus ojos lo delató, ahora Beth lo sabía, sí, era él, era el de su sueño—. Ese piano... alguien debe de tocarlo. —Beth sonrió—. Por favor.
Beth volvió a sentarse y a colocar los dedos, esta vez con más confianza. Miró al señor Laurence que asintió y empezó a tocar.
El señor Laurence cerró los ojos y sonrió, la melodía lo ayudaba a recordar, Beth lo sabía porque lo había soñado.
De pronto el señor Laurence se acercó también y tocó junto a Beth un dúo. Ella sintió un impulso de felicidad que le animó a seguir y seguir. Cerró los ojos, recordando su sueño, estaba segura que si no hubiera sido por él no hubiera vencido la timidez ni estaría allí tocando como nunca lo había hecho.
Ganador: Merodeadorablack19
Fandom: The Avengers
Me desperté de nuevo gritando en mitad de la noche, otra vez tenía esa pesadilla, la tenía desde hacía varias semanas, y no paraba de repetirse sin parar. El insomnio que sufría era constante, y el silencio de mi habitación, ensordecedor. Tony había decidido insonorizar mi cuarto, y eso solo hacía que me volviera más loca.
Salí, subí las escaleras hacia la azotea, eran las tres de la mañana y estaba lloviendo, daba igual, Bruce sabía que yo iba allí a menudo, así que instaló un porche para que no me mojara en caso de que las nubes decidieran descargar su ira contra nosotros.
El sonido de las gotas de agua chocando contra el suelo me tranquilizaba, quizá era lo único que me mantenía cuerda, sobretodo ante la aterradora idea de que aquella horrible pesadilla se volviera realidad, porque sentía que cada vez, estaba más cerca de volverse realidad. Volví a mi habitación, con la esperanza de poder conciliar el sueño de nuevo.
[...]
Estábamos todos en la sala central de la torre Stark, yo leía un libro, mientras los demás discutían sobre que íbamos hacer esta noche por el cumpleaños de Tony, obviamente él quería su fiesta a lo grande, aunque los demás votaban por otros sitios y lugares interesantes.
—Yo digo que la bolera.
—Steve, eso es lo más pasado de moda que he oído nunca —dijo Clint, descartando su propuesta.
De repente, una taza se cayó al suelo con estrépito, y el café que contenía se desparramó por el suelo.
—Perdonad —comentó Thor—, ha sido sin querer. —Pero a mí eso no me importaba lo más mínimo, me asustaba más el hecho de que esa misma taza se rompía en el comienzo de mi sueño, de mi aterrador sueño.
Tiré mi libro y emprendí mi camino hacia el ascensor para salir del edificio, me monté en él y lo último que escuché antes de que se cerraran las puertas fue la voz de Natasha.
—Quizá podríamos hacerla en la antigua biblioteca, ahora está cerrada.
—¡No! —grité al momento en el que mi mente procesó esa información—. Allí no...
En un abrir y cerrar de ojos estaba en aquel lugar, con toda esa gente. Todo el mundo estaba alegre y divirtiéndose, el cumpleaños era un éxito, con la música a tope y alcohol para parar un tren.
Yo estaba a punto de perder los nervios, solo quería llorar, pero sabía que eso no serviría de nada, no impediría nada, mas mi mente me traicionó y tuve que abandonar la fiesta e ir al baño a limpiarme la cara. Cuando levanté la cabeza, me miré al espejo y sentí algo extraño: silencio, no se oía nada.
Corrí todo lo rápido que pude y al volver vi lo que poblaban mis pesadillas, todos mis amigos estaban amordazados y ensangrentados, caí de rodillas al suelo.
—¡No! ¡No tenía que pasar! —Levanté la vista al oír sus pasos.
—Nos volvemos a ver Karina... —Sonrió.
—Jamás quise volver a verte, Loki...
Ganador: Asa-liz
Fandom: Lupin III
Zenigata estaba habituado a soñar con Lupin, o que no era nada extraño ya había dedicado gran parte de su vida a atrapar al ladrón —lo que había logrado un par de veces... para que escapara al poco tiempo—.
Por eso no le sorprendió soñar que lo perseguía, pero a diferencia de lo que era habitual, se sentía eufórico. Había una opresión, y podía sentir, cuando corría tras él por el estrecho callejón, y tomaba solo por un instante su chaqueta azul, cómo él se deslizaba, dejándole solo la chaqueta en las manos mientras se giraba, burlón, saliendo del estrecho callejón. Pero lo conocía bien... y... había algo en su sonrisa. Algo no estaba bien. Claro, recordó, alguien más lo perseguía.
A lo lejos, Jigen grita. ¿Qué? No lo oye, pero si siente el temor en su voz. Prepara su arma, apunta hacia un lado...
El sonido de un disparo lo ensordece, pero no fue Jigen. Grita el nombre de su rival, mientras cae sin vida en sus brazos.
Y despierta. Otra vez.
Está harto de esta pesadilla. ¿Qué sucede? ¿Cuántas veces van ya, que corre por esas callejuelas color ceniza, bajo el cielo gris, tras el escurridizo ladrón? ¿Cuántas veces, al salir del callejón, lo vio morir?
—¡Pero que tontería! —Se dice a sí mismo, mientras termina su ramen instantáneo en la vieja habitación de hotel. ¿Cuántas veces fingió su muerte? A veces parecía inmortal.
Recogió sus cosas, se puso su viejo abrigo, y guardo sus esposas en el bolsillo. Lupin siempre se las quitaba, pero aunque sea los grilletes le robarían unos segundos.
Fue a revisar los preparativos antes de que llegara la hora —ya que él no vendría antes del horario anunciado— del robo. Una corona con la leyenda de traer la muerte a su dueño. El inspector rio con fuerza, ¿era una tonta leyenda lo que lo hacía preocuparse? Se dio la vuelta rápidamente, le pareció ver a Fujiko espiando por allí, pero no podía ser, esa empleada era más bajita. A veces los reconocía bajo el mejor disfraz... y a veces fallaba con el más sencillo.
Todo transcurrió como siempre, Fujiko creo una distracción, Goemon cortó el supuestamente irrompible cristal que protegía la corona, y entre todo el escándalo Lupin la tomo, descartando su disfraz.
—¡Adiós, viejo! —Claro que no se marcharía sin una mínima burla.
Lo persiguió en su vehículo a toda velocidad, hasta que chocó y debió seguir a pie. Se coló por un callejón.
—¡Lupin! —gritó mientras corría tras él... y su nerviosismo comenzó a aumentar. ¿No conocía ya estas grises callejuelas? ¿No había tenido la chaqueta entre sus manos...?
Sintió frío. Temor. ¿Qué era el sin su presa? Pensó tontamente.
—¡LUPIN! —gritó, como muchas veces, pero como nunca antes, mientras veía como su pesadilla se materializaba frente a sus ojos, luego de escuchar un disparo.
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