¡Hola! ¿Cuánto tiempo, verdad? Ya tenemos los resultados del reto Aleluya. Es maravilloso poder contemplar cómo en base de una canción habéis sido capaces de escribir relatos tan hermosos. ¡Felicidades! Después de tanto tiempo, las personas ganadoras son..

Ganador/a:  @mascayeta

Fandom: Yuri on Ice.

Secretos

Cerré la cafetería, nuevamente estaría a solas con el gato callejero que se había mudado a mi casa desde que llegué a la ciudad. Lástima que al igual que tantas cosas en mi vida era un pasajero que me abandonaba cuando le daba la gana. Sabía su nombre por el collar que entre tanto pelo pude encontrarle, pero de ahí nada.

Esa noche llovía, me coloqué los audífonos y comencé la mezcla, me fascinaba imaginar que el Tigre de Hielo se movía al compás de ellas, que al escucharlas entendería lo que desde hacía tiempo sentía por él. Tantos años habían pasado desde ese día en Barcelona, que ya podíamos declararnos como desconocidos.

El dolor de la platina en mi cadera hizo que desistiera de la labor, la fractura que me alejó de las pistas en días como este se hacía tan presente como el vacío de no tenerte.

Cargue a Potya y entre las cobijas pase a revisar las redes sociales de mis antiguos compañeros. La causante de mi desgracia lucía feliz en las fotografías, y bajo estas los comentarios de una infidelidad de meses, y de cómo Yuri Plisetsky se convertía en una burla... no quise saber más, el cansancio me venció en la medida que entre sueños percibía una de las canciones que escribí para él...

En un abrir y cerrar de ojos llegó el fin de semana y con este mi trabajo de DJ, el que más gozaba pero que me agotaba por completo. Abrí la puerta del apartamento recordando la ironía que la vida me hizo presenciar, ella de la mano de su amante, exponiendo con arrogancia sus planes: «Un año, su dinero y luego tu y yo por siempre».

La voz que sonó en la oscuridad me colocó en alerta, allí en el alfeizar con el cabello rubio suelto sobre la chaqueta de cuero que le regale, se encontraba aguardándome.

—Casi muero cuando no la hallé en la casa, salí y fíjate lo curioso, Potya me trajo hasta ti... Otabek —suspirando preguntó— ¿Lo sabías al igual que el resto?

—Te dije que no te convenía.

Yuri bufó, una manera de aceptar que incluso el día del accidente se lo repetí porque la había visto besarse con "el Rey".

—¿Por qué me dejaste solo?

—No lo hice, tú fuiste quien jamás llamó.

—Hasta mi gato fue más inteligente para buscarte, ¿puede ser tan patético?

Mis pasos avanzaron hacia ti sin pensarlo, te veías tan hermoso, pero tan solo, Yuri quisiera convencerte que el dolor se irá, que mañana tendrás otra ilusión... pasó con miedo mis brazos por tu cintura, eres mi pequeña Hada Rusa, no sabes del autocontrol al que tengo que recurrir para no besarte.

—Beka prométeme que todo será mejor mañana, y que estarás a mi lado.

Tomo tu rostro entre mis manos para con suavidad limpiar las lágrimas, con una sonrisa, repito lo que desde hace diez años mantengo en silencio.

—Nunca te dejaré, porque te amo.

Ganador/a:  @Ladychica14

Fandom: Miraculous: Las aventuras de Ladybug.

Marinette se había dirigido al parque para verse con Adrien, llevaba una caja en la que se hallaba un pequeño pastel de chocolate elaborado por ella misma.

Llegó al lugar algo atrasada de tiempo, esperando ver al rubio en algún lugar, decidió tomar asiento en una de las bancas que se encontraban cerca.

Pasaron los minutos y Marinette aún estaba en el parque con la esperanza de que el chico rubio llegara o que por lo menos la llamara.

Pasaron las horas y Marinette comenzó a desilusionarse al darse cuenta de que el joven modelo no llegaría a verla en el parque.

Desanimada, comenzó a recoger sus cosas para irse, pero el sonido de unos pasos acercándose la hizo detenerse.

Su corazón empezó a latir más rápido y la sensación de los aleteos de una mariposa invadieron su estómago.

Sin levantar la mirada, ella sonrió levemente para mostrar su alivio al creer que Adrien había llegado.

—Creí que no vendrías.

—No sabía que me esperabas.

El rostro de Marinette cambió al instante en el momento que escuchó una voz muy distinta a la de el Agreste menor.

—¿Luka? ¿Qué haces aquí?

El chico de mechones azules tomó asiento junto a la franco-china, tomó su guitarra para empezar a tocar y después giró su rostro para mirarla a los ojos.

— Vine a caminar un rato y a terminar una de mis composiciones, aunque mi pregunta es: ¿Qué hace una chica como tú sola y triste?

Marinette no sabía qué decir, Luka siempre adivinaba sus sentimientos y él siempre la ayudaba cuando se sentía mal con una de sus canciones.

— Hoy me vería con Adrien, pero creo que lo olvidó y me dejó esperando, creí que vendría pero no lo hizo.

Ella dirigió su mirada a la libreta de Luka, era un cuaderno negro con el logo de Kitty Section al centro.

— No es una Death Note. Son mis composiciones para una chica muy especial.

Marinette, quien había levantado la mirada, volvió a bajarla al oír las palabras de Luka, sintiendo una sensación de celos.

Un «Oh» fue lo único que pudo pronunciar antes de que el chico le diera su libreta y empezará a tocar otra melodía, haciendo que Marinette sintiera como se erizaba su piel con la música.

Marinette abrió el cuadernillo y comenzó a leer la primera hoja.

Para Marinette

Con ésa mirada y sonrisa

Haciendo que nadie la ve,

Su pelo en el mar con la brisa

Y Aleluya.

Yo sólo le escribo canciones

Secretos que nadie sabe,

Porque ella me da las razones

Y Aleluya.

No lo es,

Él no te hace bien

Y tú soñando con él.

Tan bonita y tan sola

Ése idiota te ignora

Mientras yo te confieso

Todo esto y me enamora.

Tan bonita y tan...

Marinette continuó leyendo, Luka la observaba con una sonrisa soñadora mientras ella no podía evitar sonrojarse.

—No me dejes.

Luka se acercó a Marinette para depositar un suave beso en sus labios.

—No te dejaré sola.

Ganador/a:  @Elendil_Osore

Fandom: Game of Thrones [Daenerys Targaryen].

Sé que él siempre me ha amado. A decir verdad, no estoy acostumbrada a que nadie me quiera. Cuando era una niña, me arrebataron mi hogar junto a mi hermano, un león asesinó a mi padre y se convirtió en alguien llamado «El Matareyes», me casaron con un salvaje que me violó y me obligó a darle un hijo pero este falleció a causa de una magia negra que pesaba sobre una bruja la cual castigué quemándola por sus crímenes hasta que finalmente mi marido murió. Tuve que matarlo con mis propias manos. Me llamaron «Puta», «Ramera», «Extranjera» y «Desagradecida».

De todas formas, ignorando todas las quejas que me perseguían día y noche, comencé a crecer y juré que rozaría ni aunque fuera solo por un instante aquello que me pertenecía. Incluso tracé un sendero carmesí por el camino, acercándome a mi objetivo cada vez con más claridad. Y sin embargo, él aún me amaba. Vencía a ejércitos con mis dragones, me enfrenté a los Caminantes Blancos y destruí pueblos enteros solo por una venganza que me cegaba. Pero él seguía amándome. Conocí a un bastardo del Norte del cual no pude evitar caer enamorada. Mi vida solo se limitaba en sentarme en el Trono de Hierro y amarlo hasta el fin de los días. Aun así, él me seguía amando.

A veces me plantaba en la orilla de la playa de Rocadragón y pasaba el rato con el hombre que quería sabiendo que el otro que me amaba me seguía a mis espaldas. Cuando él estaba feliz a veces me decía «Tu pelo en el mar con la brisa muestran vuestra cara más bella y sincera» o «Lo daría todo por un beso a cambio de teneros a cada hora.» Sus halagos me reconfortaba pero mi corazón no le pertenecía. Sabía que él escribía canciones sobre mí cuando yo pasaba mis noches con el bastardo de Invernalia. Él se estaba dando cuenta que a medida que los días transcurrían, yo me pegaba más al norteño y me obsesionaba con conseguir el Trono de Hierro, por lo que no tardó mucho tiempo en soltarme barbaridades como «Ese bastardo idiota os ignora y no os valora. Sé que en el fondo os sentís sola y abandonada pero las heridas sanan y yo puedo ayudaros a que cicatricen bien.» Yo no lo acepté. Jon Snow y yo nos amábamos como dos enamorados nadando en un lago de luz de estrella y que él jamás traicionaría mi confianza. Aún recuerdo el rostro afligido que marcó cuando renuncié a su amor.

Siempre cargué con la culpa de no haberle confesado a Ser Jorah Mormont que en realidad había soñado toda la vida en estar a su lado. Actualmente su recuerdo reside en el Norte después de haber fallecido a manos de los Caminantes Blancos pero ahora que yo también me he ido, sé que podré reunirme con él y volveré a mostrarle mi mejor sonrisa.

Muchas felicidades