Vuela, pensamiento

Hacía años que no pisaba este lugar. El concierto del coro había sido la ocasión perfecta para volver a transitar el patio y las galerías que conducían a las aulas.

El techo de chapa bien alto daba la acústica perfecta para cantar a viva voz y que resonara como si hubiera parlantes. Lo disfrutaba tanto como cuando cantaba en la ducha. Es por eso que decidí dar una vuelta, antes de que tocara volver a casa.

Las luces de la calle eran luz suficiente para guiarme por las escaleras en penumbra. ¡Cuántos recuerdos! Si cerraba los ojos, casi que podía sentir el bullicio de los chicos que hacían fila para comprar en el kiosko y los que correteaban, sin escuchar las advertencias de las maestras.

Subí los escalones que conducían al laboratorio de ciencias, la biblioteca y el salón de música, mi lugar favorito de la institución.

Era la parte más alejada de todas. Aislada del mundo, el plus para que fuera el refugio perfecto.

Tarareando bajito, me adentré en ese sector. Mi cabeza reproducía la melodía del piano y se sentía casi como si lo estuvieran ejecutando en vivo. Como cuando la señorita Kitty nos enseñaba música. Estaba como cabra, pero gracias a ella y su pasión por ese arte era que yo estaba donde estaba. Falleció tiempo atrás, sin que pudiera despedirme de ella.

Tan ensimismada estaba, que no me extrañó que de verdad sonara el piano del aula de música. La melodía me sonaba, pero no podía identificar qué canción era. Sólo tenía claro que me traía asociada la felicidad de quién se sabe en el lugar correcto.

Caminé hasta la fuente del sonido, sin que me importara la oscuridad ni la soledad. Ahí estaba ella, para mi sorpresa, sentada frente al instrumento como tantas veces la vi en el pasado.

La música cambió de repente, "Aurora", esa que con tanto esmero habíamos preparado y que jamás pudimos presentar.

—Da capo, linda. —me invitó.

Sabía que debía sentir miedo, que era imposible que ella estuviera allí en esa situación tan irreal. Mas los arpegios me hipnotizaron de tal forma, que no me importaba nada más que seguirla.

—Nunca pude decírtelo...—solté, sintiendo lágrimas en mis mejillas— Gracias por mostrarme este mundo maravilloso. Ahora, la música es mi vida.

—Lo sé.—Me sonrió.—Cada tanto, me dejan ir a verte. Gracias a ti, por visitarme.

—¡Marce!—Escuché que me llamaban.

No quería volver todavía.

—La última —me pidió, tocando la introducción del "Va, Pensiero".

Era etérea y ya se estaba desvaneciendo. Sin embargo, ahí se quedó, hasta que llegó la última nota.

—¿Qué hacés acá sola?¿No te da miedo?—me preguntó mi hermana, visiblemente nerviosa.

—No estaba sola —respondí, mirando el piano por última vez.

⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️⭐️
Otro del grupo Wattpad: Más que historias
Consigna: Una historia paranormal situada en la escuela a la que fuiste de niña y que involucra un recuerdo de esa época que has tenido bloqueado hasta ahora. No tienes límites de palabras y no puede usar las palabras: pero, un, niña.

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