- Niño -

Barba Blanca no podía creer que su hijo fuera tan malditamente lindo. Ace estaba tan sensible y llorando como el bebé que era porque estaba asustado. Es decir, se sentía genial que Ace tuviera ya su tatuaje... pero era tan pequeño que se tuvo que comer una mano en la cara para no quitarle a Izo al mocoso para abrazarlo.

Bien, supongo que tendrás que pasar el día descansando con papá - Izo dijo cuando terminó con la crema antibiótica.

Ace lo miró en silencio. Él solo se quería quedar en su cama.

Ace, tienes que ir con oyaji yoi - Marco trató de calmarlo, pero Ace no quería.

No quiero, quiero quedarme en la cama - Thatch se quedó pensando y miró la cama con cara de duda. ¿Sábanas en ubicación circular? ¿Cojines? ¿Ropa?... Ay, era un nido.

¿Hiciste un nido? - Ace gimoteó frustrado. ¡Pues claro que sí! ¿Que no tienen ojos?

Hijo, ven aquí - Barba Blanca trató de levantar a Ace, pero el chico pecoso se aferró a su manta, así que al final Barba Blanca tuvo que dejar que Ace se lo llevara.

Adiós, te veo en la noche yoi - Marco se rió al ver cómo oyaji se llevaba a Ace hasta su camarote, para poder hacer papeleo con el chico a su lado.

Quiero quedarme en mi cuarto - Ace parecía agotado, parecía que no había dormido muy bien por el dolor.

Debiste haberle dicho a Izo - Regañó a su mocoso un poco.

No quería que me vieran así, prefiero que sea un extraño - Barba Blanca entró a su propia habitación y puso a Ace en su escritorio mientras él comenzaba con el papeleo. Esta era una muy buena oportunidad para hablar con su hijo.

¿Prefieres que en tus momentos más vulnerables estén extraños a tu alrededor en lugar tu familia en la que puedes confiar incondicionalmente? - Ace miró a Barba Blanca y hizo un puchero.

La última vez en la que mi familia me acompañó a algo así terminé amarrado... - Ace hizo un pucherito que enterneció a Barba Blanca pero lo preocupó por la percepción que Ace tenía de la familia.

Ace, no te vamos a amarrar... a menos que te de la locura como cuando Haruta se comió esa planta rara sin permiso y estuvo drogado 2 días... - Barba Blanca recordará ese momento con su vida entera.

¿No? - Ace lo miró un poco desconfiado.

No, hijo - Ace lo miró y suspiró, bueno realmente parecía que ellos no harían eso.

¿Entonces no volverá a pasar? Si te quieres tatuar algo, Izo estará muy feliz de hacerlo para ti - Ace se sonrojó y asintió, se acurrucó en sus mantas y miró atentamente a Barba Blanca, como buscando alguna mentira.

¿Estás enfadado conmigo? - Ace susurró y Barba Blanca lo miró con ternura.

¿Por qué estaría enfadado? - Barba Blanca miró a Ace.

Bueno... no te avisé que me lo iba a hacer aunque me pediste que lo hiciera... y escuché de los chicos que te gusta estar ahí - Ace se sonrojó, recordando lo vergonzoso que fue para él la primera vez.

Ace, no te voy a decir que no estoy un poco decepcionado, pero no estoy enfadado contigo hijo, estoy feliz porque por fin elegiste demostrarle al mundo que eres mi hijo y no dejaré que nada ni nadie se atreva a hacerte daño - Ace miró a su padre, había algo que nunca había hecho en el otro mundo, siempre lo trataba como su capitán aunque lo llamaba padre y en el momento de su muerte se arrepintió de jamás haber abrazado a papá.

Ace miró hacia abajo, luego miro a Barba Blanca y estiró sus brazos como un niño pequeño hacia él, Barba Blanca nunca esperó algo así de parte de Ace.

¿Puedo... puedo abrazarte? - Ace tenía los ojos llenos de lágrimas, apenas Barba Blanca lo acunó en su pecho Ace comenzó a llorar, como si le hubiera faltado amor.

Ace... ¿todo está bien? - Ace se abrazó fuerte, negándose a que lo soltara.

Si... solo, es la primera vez... que abrazo a mi papá, es... raro - Barba Blanca sonrió ante eso.

¿Raro como? - Barba Blanca preguntó mirando a su hijo que parecía estar en conflicto con sus sentimientos.

Raro como... bueno - Ace se acurruco contra el pecho de su padre.

Hijo... esto es algo que quiero que recuerdes, pues ser todo lo fuerte que quieras, pero las batallas mentales, todos las perdemos, lo importante es descansar y volver a levantar, teniendo familia o no... puedes calmar tu alma - Ace miró a su padre.

-Siento que estoy en el piso y no me puedo levantar, todos están tan bien ubicados en el tablero y yo acabo de llegar de sorpresa, sin idea de cómo avanzar y todo está sobre mí, piensan que soy débil - Ace miró al suelo.

Pero no lo eres, te has levantado, eso demuestra más que suficiente... para ti mismo, no tienes que demostrarle nada a nadie, las estrellas brillan de una manera hermosa, de sus propias cenizas - Ace miró a su padre con una sonrisa, ¿él también podía hacer que sus cenizas brillaran de esa manera?

Gracias papá... la próxima vez te diré cuando me esté tatuando algo - Barba Blanca se rió de eso.

Bueno, eso sería realmente un detalle... ahora déjame enseñarte cómo hacer estos papeles - Ace sonrió mientras papá lo devolvía al escritorio, para comenzar a mostrarle cómo se hacía todo.

Barba Blanca estaba tratando de recordar unos datos de altamar, para que sus hijos pudieran completar su propio papeleo para la siguiente aventura.

Oyaji, te demoras 5 días en hacer ese recorrido - Ace le aclaró con una sonrisa - Mejor ponle a Marco que 5 días y 6 horas, porque en lo que encallan se desespera y se muere de un patatús -

¿Cómo sabes eso Ace? - Barba Blanca sabía que su hijo era navegante, pero esos eran oleajes que él aún no había conocido.

Con los mapas uno puede calcular todo papá, desde el movimiento de las olas, el viento, el clima y cuánto demorarás en encallar -

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top