Ace estaba nervioso en su cuarto; después de la boda, el idiota de Marco se transformó en un fénix y se lo llevó a otra isla.

Se enfadó un poco por la fuga y porque Marco lo dejó en una cabaña muy linda y se fue nervioso a no sabía qué.

Ace se dio cuenta de que Marco había dejado su maleta aquí, así que él había planeado esto. Ace bufó, abrió la maleta de Marco y comenzó a lanzar toda la ropa de Marco sobre la cama. Iba a anidar aquí y ahora, y el idiota piña de su marido no podría hacer absolutamente nada para detenerlo.

Comenzó a hacer un círculo con la ropa y a rellenar el interior con la más cómoda. Cuando por fin estuvo listo, se acurrucó sobre el montón de ropa y se bajó los pantalones. El olor de Marco lo estaba excitando, así que dirigió su mano hasta su zona baja y comenzó a tocarse, moviendo su mano arriba y abajo lentamente. Sus caderas se empujaban contra la ropa de Marco. Su celo estaba comenzando.

El aroma de Ace comenzó a esparcirse por toda la isla desierta, y gracias al lazo de almas gemelas, Marco lo sintió. Sus pantalones se apretaron y sus colmillos dolieron. Quería correr hacia donde estaba Ace, pero ¿y si Ace no quería? ¿Y si lo lastimaba? ¿Y si no era capaz de controlar a su alfa?

Ace comenzó a llorar en su nido mientras se tocaba. Su alfa lo había abandonado el día de su boda. Fabuloso.

Marco tomó aire y regresó a la cabaña. Cada vez el aroma de Ace era más fuerte, y se sentía cada vez más excitado.

Marco... - Escuchó la voz llorosa de Ace, y cuando abrió la puerta y lo encontró en su nido mojado y llorando, su alfa perdió el control por completo.

Marco solo recuerda fragmentos...

Ha...haha, Marco, despacio - Ace lloriqueando.

Muerde...

Te corriste dentro...

Alfa...

Cuando el rubio abrió los ojos, miró a su lado. Ace y él estaban en el nido, el pecoso estaba acurrucado en su pecho y su cuello estaba mordido.

Ya vuélvete a dormir - Ace le dio un almohadazo en la cara. Marco sonrió debajo de la almohada. Todo salió bien, aunque la próxima vez la recordara.

Fin