-celos-

Los piratas de Barba Blanca estaban muy celosos. ¿Ace llamaba hermano a Shanks? ¿Al irresponsable de Shanks?

Ace, ¿Shanks es como un hermano para ti? - Barba Blanca preguntó. Ace solo asintió, esquivando un abrazo de Thatch. Ace no podía creer esto. ¿Acaso no existía una realidad donde no fuera secuestrado?

Ace suspiró, e Izo lo llevó en silencio hasta la habitación de comandante del chico.

Ace se sentó en su cuarto en silencio. Conocía este cuarto como la palma de su mano. ¿Podría aguantar 3 meses con su familia, que tanto añoraba, al alcance de su mano? Si se encariñaba con ellos... podía volver a matarlos a todos. No quería que eso volviera a pasar.

Ace caminó hasta la ventana, mirando las olas. Rápidamente, miró la ventilación. JA, ¿serán los mismos caminos? Sin pensarlo, se metió dentro de la ventilación, viejos recuerdos.

Ace comenzó a ir por toda la ventilación, llegando a todos los rincones del Moby. Ace salió en la cubierta del barco, mirando el cielo. No se dio cuenta de que ya todos sabían dónde estaba. Ace se sentó mirando al cielo.

Marco aprovechó eso para acercarse al pecoso.

¿Ace, yoi? - Ace se dio la vuelta para mirar al rubio que siempre había amado, pero nunca se atrevió a decirle nada para no arruinar su hermandad.

¿Qué es lo que quieres? - Ace bufó enfadado. Tenía que parecer enfadado. No podía generar falsas esperanzas.

No tienes que ser tan bravo, yoi - Marco acarició el cabello de Ace, aunque el chico trató de empujarlo, no quería lastimar a Marco o comenzar una pelea. - ¿Déjame acariciarte? Después de todo, dejas que Shanks te llame hermanito, yoi.

Ace abrió la boca de par en par, como un pez fuera del agua. No podía creer lo que estaba escuchando. ¿Acaso Marco, el Fénix, el famoso pirata sanador de los mares, estaba celoso de Shanks? Tenía que asegurarse de eso.

Bueno - Ace empujó la mano de Marco. - Él es mi hermano mayor. - Marco se enderezó un poco frustrado.

Nosotros también somos tus hermanos, yoi - Marco susurró por lo bajo, enfadado y celoso.

No lo son - Marco miró a Ace impactado, gruñó y tomó a Ace de la cintura, sentándolo entre sus piernas.

Pues haremos un lazo, yoi - Marco sostuvo bien a Ace para que no se escapara del abrazo.

¿¡Qué mierda!? - Ace comenzó a patalear. Esto era muy incómodo, pero después de un rato se rindió. Por alguna razón, el omega dentro de él ronroneaba feliz de estar así con Marco.

¿Estás bien, cachorro, yoi? - Marco no sabía por qué, pero quería sostener a Ace cerca de él y cuidarlo. Su fénix estaba arrullando demasiado feliz dentro de su corazón.

¿Por qué quieren tanto que me una? ¿Supongo que ya fuiste de chismoso con toda la tripulación sobre mi origen? - Ace bufó, respirando el oxígeno marino.

Porque eres... especial, Ace, como todos los que estamos aquí. Llamamos la atención de papá de una u otra manera, yoi - Marco miró a Ace, que parecía tener mucha carga en sus hombros. Soltó un poco de sus feromonas para calmar al omega.

Nunca cambian... - Ace cerró los ojos relajándose junto a Marco.

Marco lo miró con curiosidad. ¿Nunca cambian? ¿A qué se refería Ace con eso? ¿Tal vez las feromonas lo habían afectado demasiado?

¿Qué pasa si no quiero quedarme? ¿Me encerrarán aquí? - Ace miró a Marco, parecía angustiado.

No, Ace, jamás haríamos algo tan horrible. No quieres lastimarte. Queremos que te vuelvas parte de la familia, pero si de verdad no quieres después de estar con nosotros, no podemos forzar nada. Te dejaremos ir, aunque nos encantaría que te mantuvieras en contacto de manera amistosa, yoi - Marco no pudo evitar pensar "o tal vez de algo más también".

Ja, eso es realmente extraño y amable viniendo de piratas - Ace se rió, ¿cuántas veces había escuchado eso en su otra vida?

Bueno, tampoco nos confundas con santos, Ace. Somos piratas, yoi - Ace no pudo evitar reír. ¿Cuántas veces había escuchado eso en su otra vida?

Ya se está poniendo el sol, yoi - Ace miró al horizonte, le dio un beso en la mejilla a Marco y se escapó por las tuberías. Tal vez esta vez podía confesarle su amor a Marco.

Marco quedó agonizando de amor en ese rincón del barco. Tenía que hablar con papá.

Mientras todo pasaba, Thatch se encontró con Ace saliendo de una tubería.

¿Cómo mierda te metiste ahí? - Thatch sonrió sin poder creer lo que acababa de ver.

Cosas de la vida - Ace se hizo el loco, mirando a otro lado.

Ven a comer - Thatch quería que Ace comiera con los demás, pero el pecoso se negó.

No, gracias, voy a mi cuarto - Ace se dio la vuelta, pero Thatch era el cocinero del barco. Ace estaba loco si creía que lo dejaría correr por ahí sin haber probado bocado desde que se subió al barco.

Ace, ven a comer, no me hagas esa maldad - Ace bufó al ser perseguido por el cocinero, insistente en todas sus vidas como no.

No tengo hambre de verdad - Ace se metió a su cuarto y Thatch entró con él, mirándolo como un niño.

Oye Ace... ¿cuántos años tienes? - Thatch se sentó al lado de Ace.

Recuerdos de Vietnam pasaron por los ojos de Ace al recordar que cuando descubrieron que tenía 20 se volvieron locos porque era el menor.

Eso no te incumbe - Thatch lo miró, y Ace nunca esperó en toda su vida que le hicieran cosquillas.

No JADJA, por favor, está bien DKASKD, está bien, tengo 18, tengo 18 - Ace recibió feliz el aire entrando a sus pulmones - Gracias a todos los mares.

¡Eres apenas un bebé! - Thatch comenzó a apretar las mejillas de Ace, pero el pecoso se prendió en fuego alejando al cocinero.

¡No soy un bebé! Soy un pirata, un pirata que ha vivido en el mar, así que más te vale tratarme como tal - Ace regañó al omega castaño que se mantuvo en silencio, para después comenzar a abrazar a Ace - Noooooo.

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