32🥃

Nico agradeció cuando la asistente le dio el permiso para pasar y sentarse, Grace estaba en el sofá, su vestido era de color azul claro, ella cruzó las piernas finamente y lo miró. Nico negó, no tenía mucho tiempo que perder, al menos hoy necesitaba deshacerse de uno de sus problemas.

—Vamos al grano —Grace arqueó una ceja apoyándose en el sofá.

—Debe ser importante, es la primera vez que vienes desde que nos prometieron.

—Es importante —Grace le prestó mucha más atención de la que ya tenía.

—¿Y eso sería?

—No quiero casarme —ella torció sus ojos azules y rizó uno de sus mechones rubios.

—No es como si yo lo quisiera, tampoco tengo opción aquí.

—Estoy viendo a alguien —se encogió de hombros.

—Puede ser tu amante.

Nico resopló con una sonrisa, en realidad no se imaginaba en esa situación ni pondría a Henry en ella.

—No, no voy a rebajar a alguien que amo a ese nivel.

—No hay otro remedio.

—Si lo hay, puedes decirle a tu padre que no quieres casarte conmigo —Grace hizo una mueca.

—Tendría que dar una muy buena excusa, Nico, eso no funcionará.

—Dile que sólo me gusta acostarme con hombres y serás infeliz toda tu vida, que es demasiado repugnante —Grace se peinó hacia atrás, estaba pensándolo en serio.

—Entendí el punto, pero no funcionará una vez se dé cuenta de que mentimos.

—No mentimos, estoy saliendo con un hombre, así que usemos eso a nuestro favor —Grace descruzó las piernas y sonrió de medio lado, esta vez parecía más una niña que una mujer, justamente lo que era.

—¿En serio?

—Sí.

—Nunca me lo hubiese imaginado. ¿Por este motivo no quisiste acostarte conmigo? —Nico negó, en realidad se acostaba con toda mujer que se le pasaba por delante, pero ella no entraba en esa categoría.

—No, ese no fue el motivo, no me acosté contigo porque eres una niña comparada conmigo —Grace arqueó una ceja.

—Soy mayor de edad.

—Lo sé, pero sólo tienes diecinueve años, no me acuesto con jovencitas.

—Hablas como un viejo —refunfuñó haciendo un puchero—. ¿Qué edad tiene él?

Nico se carcajeó ligeramente.

—No hemos hablado de eso, pero debe tener la misma edad que yo.

—¿Te hace feliz?

—Sí —admitió, Grace hizo una mueca de decepción, pero luego sonrió como si se le hubiese ocurrido una idea.

—Hablaré con papá, tendré que exagerar un poco mi papel.

—Gracias por tu ayuda.

—No prometo nada.

—Con que lo intentes está bien.

Nico condujo a casa de Henry y aparcó, ya que llevaba una semana viviendo ahí le había dado una llave, así que la utilizó para abrir. Sonrió viendo a Henry dormir en el sofá a pesar de ser bastante temprano, éstas eran las consecuencias de tener un trabajo nocturno. Se quitó la chaqueta del traje y la dobló, luego se desabotonó la camisa y dejó sólo la camiseta, Nico dejó la ropa en la habitación y fue a la cocina.

Rebuscó en el refrigerador e hizo una mueca, no tenía idea de cocina, pero hacer tallarines no podía ser tan difícil, suspiró y buscó en su teléfono, muchas personas se reirían si supieran que estaba en esta situación. Luego de un rápido tutorial colocó agua a hervir y echó sal, no era tan difícil en realidad, echó los fideos una vez el agua hirvió y decidió buscar cómo hacer una pasta.

Nico pinchó lo que se veía más fácil y buscó todos los ingredientes, cebollas, ajo, tomate, el laurel lo obvió ya que no tenía idea de que era, aceite, sal y azúcar tendrían que bastar. Cortó la cebolla y la puso al fuego junto al ajo, un poco de aceite y se puso a cortar los tomates, Nico gruñó cuando el cuchillo se resbaló y lo cortó.

—Joder —Nico colocó el dedo bajó el grifo del fregadero y se vendó lo mejor que podía, terminó de cortar los tomates y se lo agregó a la sartén junto a la sal y un poco de azúcar.

No tuvo que esperar tanto y luego coló la salsa, Henry lo abrazó por la espalda asustándolo de muerte y le besó el cuello de forma cariñosa.

—No sabía que cocinaras —Nico resopló.

—No lo hago en realidad, así que no espero mucho de esto —Henry se carcajeó ligeramente y se sentó en la mesa.

—Entonces comprobémoslo —Nico torció los ojos y sirvió un plato para Henry, otro para él y se sentó—. Luce bien —Nico esperaba que no sólo su aspecto estuviese bien.

Henry probó y masticó, él tragó y sonrió.

—No está mal —Nico vio a través de él y probó también. Era lo peor que había probado en su vida, sin exagerar.

—¿Estás loco? ¿Vas a comerte eso? Está asqueroso —gruñó Nico agarrando los platos y colocándolos en el lavaplatos—. Ordenemos algo.

—Espera, sólo debemos hacer otra salsa, te faltaron ingredientes y pusiste mucha sal —Nico miró hacia la pared—. No te enojes, ya verás que podremos comer un momento.

—No estoy hecho para este tipo de cosas, no soy muy doméstico que digamos.

—¿Y qué? —Preguntó Henry con una sonrisa—. No todos están hechos para esto, además, es tu primera vez cocinando, no quedó tan mal.

—Claro —Henry en realidad hizo otra salsa en poco tiempo y volvió a servir los platos.

—Aquí tienes —Henry colocó un plato frente a él con nuevos tallarines y su salsa, la cual tenía que admitir estaba muy bien. No entiendo cómo fue que te enamoraste de mi —Nico pinchó su comida, Henry arqueó una ceja.

—En realidad no tienes una mala personalidad, sólo malas experiencias.

—Eres la única persona que piensa así.

—Porque sólo yo puedo verte en realidad.

Nico estaba pensando que en realidad él tenía la razón respecto a eso.

Henry no mentía, Nicholas era mucho mejor de lo que todos pensaban en realidad, estar acorralado en su situación lo puso siempre a la defensiva y con mala actitud. Había preparado la comida para él, que aunque la salsa estuviese incomible, a Henry le importaba el gesto. Joder, Nicholas era un chico millonario al cual le cocinaban lo que quería y estaba cocinando para él, incluso se había cortado tratando de hacerlo.

Una vez comieron Henry lo sentó en la sala y vendó su dedo nuevamente con el kit de primeros auxilios, Nicholas estaba avergonzado por la situación, pero él no podía estar más feliz. Estaba un paso más cerca de él y le encantaba todo esto.

—¿Vemos la tele un rato?

—Sí —murmuró Nico acomodándose en el sofá, Henry colocó la cabeza sobre sus piernas y miró al televisor.

Nicholas acariciaba su cabello ligeramente mientras lo miraba, él no estaba viendo el televisor en absoluto, así que se colocó bocarriba y lo miró. Era un hombre hermoso, Nicholas veía extraño que no pensara lo mismo cuando miraba a Killian, pero es que era Nicholas, su mala actitud, su personalidad, las sonrisas furtivas, eso era lo hermoso, no sólo su aspecto.

—¿Es aburrido? —Nicholas se encogió de hombros.

—No importa lo que pongas, no lo veré, no veo el televisor, sólo quiero pasar tiempo contigo.

—Eres romántico cuando quieres —mencionó con una sonrisa.

—Calla —Henry se carcajeó ligeramente—. ¿Qué edad tienes?

—¿A qué viene eso? —preguntó con sorpresa, Nicholas suspiró.

—Noté que en realidad no conocemos mucho uno del otro.

—Sé que tienes veintinueve, Nicholas —él negó.

—Eso no es válido, lo sabes por Killian.

—También tengo veintinueve —respondió finalmente, aunque estaba seguro de que Nico lo sabía.

—Color favorito —Henry se levantó y se sentó mirando para él, Nico también se acomodó de esa forma, Henry no pudo aguantar y se carcajeó sin parar por esta extraña situación.

—No pensé que fueras a preguntarme nunca estas cosas.

—No te burles —gruñó Nico con vergüenza, Henry le dio tregua.

—Amarillo, ¿y el tuyo?

—Verde —Henry se esperaba negro e incluso gris, no el verde—. ¿Cuántos novios has tenido Henry?

—Muchos —musitó con un encogimiento de hombros—. ¿Oficiales? Ninguno, pero eso mi madre ya te lo dijo, ¿qué hay de ti?

—¿Novias? Cero, ¿sexo? Bastante —replicó con una sonrisa, Henry hizo una mueca—. ¿Quién fue tu primer amor?

—Jordan, un primer amor que me duró demasiado. ¿Quién fue tu primer amor?

Nicholas sonrió.

—Henry.

—¿Si? —Nicholas se carcajeó ligeramente.

—Es difícil de creer, pero tú eres mi primer amor —murmuró con las mejillas ligeramente rojas, Henry le besó las mejillas como si fuese un niño.

—Eres tan lindo —Nico lo alejó.

—¿Qué pasó con tu trabajo?

—Siempre me gustaron los bomberos y cuando tuve la edad suficiente me inscribí, aprobé con sobresalientes, era el Teniente de mi unidad hasta que tuve el accidente —explicó peinándose el cabello.

—¿Cómo ocurrió? —Henry ni siquiera quería recordarlo.

—Uno de mis compañeros se atrasó, tenía tiempo, así que fui por él, lo encontré herido y con dos civiles, simplemente lo cargué y dirigí a los civiles. La estructura colapsó y cuando vi la barra simplemente reaccioné y lo empujé hacia los civiles. Los salvé, pero terminé con una lesión grave.

—¿Qué dijeron los doctores? —preguntó Nicholas acariciando su brazo, Henry recién empezaba a notarlo, pero Nicholas últimamente siempre estaba buscando su contacto, no era algo que le molestaba en realidad.

—Dijeron que tenía un cincuenta por ciento de probabilidades de caminar sin dificultad alguna y me aferré a eso, como puedes ver estoy de vuelta y esperando mis pruebas otra vez.

Nico humedeció sus labios, esperaba que no se pusiera igual que su madre con el tema de regresar.

—¿Cuándo sería eso?

—En tres meses.

—Es pronto —Henry asintió.

—¿No dirás nada sobre eso?

—¿Sobre qué?

—¿No intentarás hacerme cambiar de opinión porque es demasiado peligroso?

—¿Quieres que lo intente? Es algo que quieres hacer yo no debería…

—Gracias —le dio un beso pequeño en los labios.

—Me importas, pero quiero que hagas lo que te hace feliz, me preocupa, pero confío en que sabes lo que haces —Henry se sentó a horcajadas sobre él y lo besó otra vez.

—Eres increíble.

—Mmm… lo sé —besó bajo la oreja.

—¿En verdad te sientes culpable por lo que pasó con Killian?

—¿Cómo no hacerlo cuando le dije que estaba mejor muerto? Murió pensando que lo odiaba —Henry negó, todo este pensamiento estaba mal.

—¿Eso decía en el cuaderno? ¿Que creía que tú lo odiabas?

—No, pero no tiene que decirlo, fue lo último que le dije y eso es tan… —Henry lo interrumpió.

—No importa lo último que le dijiste, Nicholas, él sabía que lo querías, las personas cuando se enojan suelen decir cosas que no quieren.

—Tiendo a ser así de imbécil.

—¿De verdad quieres seguir pensando que tienes la culpa? Tu madre te manipula con eso y ella también es parte del problema —Nicholas le besó el cuello, un beso pequeño.

—¿Killian sabía que te gustaba Jordan?

—Sí, y no me odiaba por eso. Muy en el fondo sabía que tú lo querías, no importa lo que le dijeras, así que, por favor, pon ese diario donde estaba, me preocupa que sigas leyéndolo.

—¿Por qué? ¿Tienes miedo de que haga lo mismo? —Henry suspiró.

—En realidad, no sé qué tan especial es la conexión de los gemelos y me da miedo que leyendo su diario quieras… ya sabes.

—Bien. Dejaré de leerlo, de todas formas lo dejé en su cuarto, luego lo llevaré de vuelta al almacén, ¿mejor?

—Sí, gracias.

—Vamos a darnos un baño y dormir, muero de sueño.

—Sólo aceptaré dependiendo de lo que pase en la ducha.

—Me lo pensaré, ahora vamos.

El sexo en la ducha fue genial y durmieron sin inconvenientes luego de gastar toda esa energía extra. Henry se levantó al otro día con buen humor, debido a que todo estaba bien, más que bien, sin embargo, las cosas nunca pueden estar bien para siempre. Henry se detuvo en su camino a casa del trabajo mirando a las personas frente a él, evidentemente lo buscaban y no venían con intenciones de hablar.

Todo se desmoronó luego de eso.

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