30🥃

Nico se sentía extremadamente mal y aún no comprendía la razón de su malestar, su pecho punzaba y sus manos temblaban de una forma extraña. Se envolvió en sus mantas y suspiró, estaba haciendo un drama por nada cuando él mismo había hecho que se fuera. Nico escuchó la notificación de su teléfono y miró, Klaus ya tenía la llave del almacén, así que salió de las mantas y luego de asearse se puso una camisa y un pantalón de mezclilla, tomó la chaqueta de atrás de la silla y bajó.

—¿A dónde vas vestido así?

—Sólo iré con Klaus —dijo cogiendo sus llaves, su madre lo fulminó con la mirada.

—Ve a cambiarte —Nico arqueó una ceja.

—No, dejé que te metieras en lo mío con Henry, pero nada más que eso.

—Nico…

—Nos vemos más tarde —dijo saliendo y dando un portazo.

Nico condujo a la dirección que Klaus le había enviado y se detuvo viendo el auto conocido, Nico salió, pero tuvo ganas de volver a entrar cuando vio también a Jordan saliendo junto con Klaus. Maldición, ¿es que esos dos estaban pegados con chicle?

—No sabía que él vendría —Jordan se encogió de hombros.

—Soy yo o nada.

—Creo que prefiero irme —Jordan tomó su muñeca.

—¿Por qué quieres entrar ahí realmente?

—No estoy hablando contigo.

—Peleaste con Henry —Nico lo miró.

—¿Y qué?

—Que no entiendo por qué quieres ver sus cosas.

—Hay un montón de cosas que no entiendes de mí y créeme, no quiero que lo hagas. ¿Vas a dejarme entrar, o no?

—Aquí tienes —dijo tendiéndole la llave, Nico arqueó una ceja.

— ¿No entrarás conmigo?

—No estarás cómodo si hago eso.

—¿Desde cuándo te importa mi comodidad? —Jordan rodó los ojos y se apoyó en auto.

—Sólo entra. Klaus me pidió que te dejara tiempo y es lo que haré.

Nico caminó hacia allí y abrió el candado, luego de un ruido la puerta cedió dejándole ver algunas cajas cercanas, encendió la luz y suspiró, por fin tenía que enfrentarse a esto. Las cajas estaban divididas entre Killian y Jordan, gracias al cielo habían marcado con rotulador el nombre y parte de la casa donde estaban. Nico ignoró la cocina y abrió la de la sala de estar, todos los cuadros estaban ahí dentro, todos con Jordan y una jodida sonrisa feliz, Nico cerró, esto no era lo que quería.

Jordan podía quedarse con la felicidad fingida de Killian.

La ropa también estaba ahí, eso no fue útil, los diarios que se suponía tenía Jordan estaban en la otra caja junto a su teléfono, dos fotos con su prometido y otras dos con él. Nico se carcajeó ligeramente, al menos no lo había olvidado del todo y guardaba sus fotos, cerró esa caja y buscó donde se suponía guardaban todos los libros, luego de rebuscar por un buen tiempo al final lo encontró.

Nico se apoyó en una caja y abrió el cuaderno, al parecer Jordan siempre lo había pasado por alto a juzgar por la caratula con la que Killian lo había forrado. Nico se sentó en el suelo y leyó por un tiempo, luego de unos minutos dejó caer el libro entre sus piernas y apoyó una mano en su frente. Joder, no sabía porque estaba aquí, era tan inútil ahora, pero aún así estaba perdiendo el tiempo en algo que lo haría sentir peor.

—¿Nico? —Klaus entró al almacén y se detuvo frente a él, alguien tomó el cuaderno.

—Jordan, si fuera tú no leería eso —dijo a modo de advertencia, no estaba viendo a nadie ya que sus ojos estaban cerrados, pero estaba seguro de que Klaus no había tomado el libro.

—¿Qué se supone que es esto? —Nico abrió los ojos mirando el cuaderno que estaba camuflado como un libro de cocina.

—Otro de los diarios, el real, no esos cuentos de hadas que decidió escribir del otro lado, así que no lo leas.

—¿Por qué? —dijo viendo la caratula, Nico se encogió de hombros.

—Es mejor que pienses en lo que te enseñó Killian y no en eso.

—¿Qué dice?

¿Qué decía? Horrores. Killian sólo quiso experimentar con una vida que no conocía y Jordan fue la puerta que se lo permitió, todas las acciones que tomó, según él, pensando en Jordan, sólo fue su egoísmo. ¿Lo amó realmente, amaba a alguien en realidad? Nico se carcajeó peinándose hacia atrás, estaba perdiendo la cabeza.

—Es mejor no leer eso, estaba mejor antes de leerlo.

—Nico —murmuró Klaus, Nico apuntó al libro.

—Me llevaré ese cuaderno.

—¿En serio viniste a buscar esto? —Nico asintió.

—Sí, no estaba en su habitación y realmente quería saber qué lo había llevado a suicidarse.

—¿Aquí está la respuesta?

—Sí.

Y la respuesta fue aún peor, la insatisfacción lo llevó a eso. Killian no se sentía satisfecho con nada y perdió la cabeza. Estaba jodidamente loco y nadie se dio cuenta.

—Entonces necesito…—Nico le arrebató el cuaderno.

—No necesitas leerlo.

—¿Por qué quisiste venir aquí?

—Por cargo de consciencia, no me gustó nuestra última conversación y…

—¿Qué fue lo último que le dijiste?

—Que estaría mejor muerto —Klaus agarró a Jordan.

—Nico…

—Ya basta, Nico ya se siente bastante mal, no lo empeores.

—¿Lo sabías? —preguntó Jordan mirando a Klaus.

—Sí.

—¡Ugh!

Klaus negó empujando a Jordan levemente, él los miró a ambos.

—Esto es una tontería, nadie le dijo que lo hiciera, él lo decidió por sí mismo ¿Por qué no pueden salir adelante? Sobre todo, tú —gruñó apuntando hacia él—, que no puedes darle una oportunidad a Henry porque estás demasiado ocupado torturándote a ti mismo.

—¿Y qué es lo que quieres que haga? No puedo ir y decirle que lo quiero cuando voy a irme de nuevo —Jordan chasqueó la lengua.

—Sólo ve y dile, idiota, y llévate eso, en serio no quiero leerlo —gruñó mirando el cuaderno, Nico apretó el libro.

—Siento lo que hice —Jordan se encogió de hombros.

—Está bien, en el fondo me alegro o no podría haber conocido a Klaus.

—Nunca esperé estar vivo para ver esto —murmuró Klaus con una sonrisa, Nico sonrió de medio lado y se giró, él agitó su mano libre a modo de despedida.

—Nos vemos.

Nico condujo a un bar y tomó por un buen tiempo, no dejaba de ver su teléfono esperando una llamada o algo de Henry, no llegó, claro que no lo hizo. Nico salió y caminó, luego de unos minutos se detuvo exactamente donde no quería hacerlo.

Joder. ¿Por qué quería ver a ese hombre con tanta desesperación cuando él mismo lo había alejado?

Henry no podía seguir evitando su trabajo, ya eran tres días y suficientes para que su jefe entrara en pánico, él suspiró preparando un coctel, se sentía peor que cuando fue rechazado por Jordan. Esto era una locura, estuvo enamorado de Jordan mucho tiempo, sólo tuvo que venir Nico y hacerlo llorar en unos meses. Henry le dejó la bebida a su cliente y tomó el dinero, la mujer le coqueteó y la rechazó amablemente.

Joder, no podía pensar en nada más que Nicholas, Jordan fue sólo un capricho, Henry miró a la puerta y vio al hombre que tanto quería. Nicholas fue interrumpido por una mujer, la cual ignoró por completo y siguió acercándose a él. Se sentó en la barra y pidió un Gin tonic, al menos no estaba tan borracho como para olvidarse del nombre de los tragos.

Henry tragó mientras preparaba el trago, Nicholas lo miraba atentamente, sus pupilas estaban dilatadas, por lo que no podía ver mucho del verde, luego de dejar la bebida frente a él, Nico agarró el vaso apresando su mano también.

—¿Qué pasa contigo? —preguntó mirándolo, Nicholas pestañeó.

—Que no importa que haga siempre termino aquí.

—¿De dónde vienes?

—De otro bar.

—Lo sé, apestas a alcohol.

—Necesitaba beber y olvidarme de todo lo malo en mi vida.

—¿De qué quieres olvidarte? —preguntó aterrado, Nicholas se encogió de hombros.

—De mi madre y de Killian —Henry se sintió mejor al escuchar que él no estaba incluido.

—¿Y de mí?

—¿Por qué querría olvidarme de ti? Me has ayudado tanto, Henry —le acarició la mejilla.

—Pero no sirvió de nada hacerlo si ahora vas a irte de nuevo.

—No podemos tener todo lo que queremos —dijo ladeando la cabeza hacia su toque.

—El problema es que nunca obtengo nada de lo que quiero.

—Tengo que irme.

—No, espera —Henry le hizo una señal a su aprendiz y le dio la vuelta a la barra, Nicholas no había caminado lo suficiente como para salir del bar, así que él lo agarró del brazo y lo dirigió al cuarto de descanso.

—Prometí que me alejaría de ti —Henry se encogió de hombros.

—Fuiste el primero en incumplir esa promesa.

—No pude evitarlo.

—¿De dónde vienes?

—De un bar —Henry torció los ojos, no entendía porque este hombre estaba en ese estado tan lamentable.

—Antes de eso, ¿dónde estabas?

—En el almacén donde están las cosas de Killian —Henry lo agarró de las solapas de la chaqueta y lo zarandeó un poco.

—¿Qué hacías ahí, Nicholas? ¿Sólo te gusta hacerte daño? —Nico gruñó empujándolo.

—Encontré el otro diario y fue tan decepcionante como los demás.

—¿El qué?

—Saber que tan perturbado estaba mi hermano en realidad y nunca lo noté, que quizás yo contribuí a su muerte luego de lo que dije, porque estaba completamente loco —Henry suspiró, ya había tenido suficiente con Jordan, ahora también Nicholas estaba en ese estado.

—¿De qué sirve pensar en eso o echarse la culpa? Killian no va a revivir.

—No sabes cuánto lo sé —dijo con una carcajada, Henry negó.

—Eres tan caprichoso —Nicholas sonrió.

—No lo soy, en realidad no, siempre hago lo que quieren que haga, nunca lo que yo quiero.

—¿Y qué quieres, Nicholas?

—¿Ahora mismo? Sólo quiero besarte —dijo mirando a sus labios, Henry sonrió de medio lado.

—Hazlo, no voy a resistirme —Nicholas lo agarró por la parte posterior del cuello y lo jaló, sus labios se tocaron y luego su amante profundizó el beso.

Henry terminó contra la pared más cercana mientras Nicholas lo besaba ferozmente recorriendo su boca de forma ruda, lo agarró del pelo y correspondió, sabía a alcohol, pero nada podía ser lo suficientemente desagradable como para evitar que besara este hombre. Nicholas deslizó una mano bajo su camisa y acarició uno de sus pezones, Henry gimió y mordió su labio inferior con fuerza dejando un moretón.

Joder, necesitaba a este hombre. ¿Cómo es que él no se había dado cuenta de que tanto?

Nicholas se separó de él, sus ojos parecían más verdes y lúcidos que minutos antes, labios rojos y maltratados debido a la mordida, pero se veía increíblemente sexy.

—Nicholas, dime que me quieres y todo cambiará —murmuró tomándolo de las mejillas, Nico sonrió de medio lado, desgraciadamente estaba espabilándose del alcohol.

—¿Qué cambiará exactamente? No podemos estar juntos, porque mi futuro ya está establecido desde que tomé la vida de Killian, no estoy viviendo mi vida y no puedo parar.

—Dímelo y me encargaré de lo demás —Nicholas negó apoyando la cabeza en su hombro.

—Las cosas no son así de fáciles en la vida real.

—Las cosas son como quieres que sean, no tienes que hacer lo que te digan los demás —Nicholas sacó la cabeza de su cuello y se alejó, su lenguaje corporal era tenso y eso le dijo que la respuesta no le gustaría en absoluto.

—Lo siento, Henry, pero no te quiero, sólo olvídame, siento venir —Henry resopló.

—Si no me quieres, ¿por qué sigues viniendo?

—Estaba borracho, esto no volverá a pasar —Henry agarró su muñeca y apretó.

—Nicholas, no me mientas.

—No te miento, Henry, no te quiero.

Joder, ¿es que Nicholas sólo sabía cómo romperle el corazón?

Henry no lo entendía, Nico actuaba como si le gustara cuando su boca claramente decía lo contrario. Gruñó viéndolo irse, si ese hombre creía que se daría por vencido luego de esta escena estaba totalmente equivocado.

No era un idiota.

Nico le correspondía simplemente estaba huyendo.

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