29🥃

Luego de una llamada a Klaus él accedió a verlo en una cafetería, Nico quería evitar encontrarse con los animales, sobre todo Jordan, el perro le caía mejor. Klaus se sentó frente a él y escondió las manos en los bolsillos, de pronto había empezado a hacer frío como para recordarle que ya no tenía a nadie que lo calentara.

Que patético.

—¿Cómo está tu perro?

—¿No puedes al menos pretender preocuparte más por Jordan que por el perro? —Nico se encogió de hombros, Klaus debería aprender que eso nunca pasaría.

—La verdad es que no, lo siento, pero no nos agradamos —Klaus suspiró.

—Espero que no sea permanente porque no es fácil vivir dividido entre ustedes —Nico chasqueó la lengua.

—Tu noviecito fue bastante cruel la última vez que lo vi, así que quiero ahorrarme eso.

—No eres un santo —murmuró Klaus comiendo uno de los panecillos en el centro de la mesa que había pedido con anterioridad. Nico arqueó una ceja, no era del todo mentira, pero esta vez él no tuvo la culpa.

—A modo de justificación, yo no estuve buscando problemas ese día.

—Olvídalo, la conversación sobre ustedes no llegará a ninguna parte y supongo que me llamaste por Henry —Nico lo miró con suspicacia. ¿Le había pasado algo a Henry, debería estar preocupado?

—¿Por qué debería llamarte por él? —Klaus se encogió de hombros.

—Sólo imaginé que tenían problemas.

—No puedo tener problemas si no hay nada entre nosotros —Klaus arrugó la frente.

—Nico, te conozco y no me llamarías para algo sin importancia.

—Te llamé para otra cosa, necesito que convenzas a Jordan de dejarme ir a donde están todas las cosas de Killian.

—¿Por qué ahora? —Nico se encogió de hombros, demasiadas preguntas.

—Porque sí, no me preguntes.

—Está bien, ahora háblame de Henry —Nico negó, este hombre era demasiado insistente.

—Conoció a mi madre, lo cual fue lo más increíble que he visto en toda mi vida, nunca la había visto tan interesada en mi vida.  Eso es un evento nuevo.

—¿Qué le dijo?

—Imagino que le ofreció dinero para que se fuera, Henry es demasiado orgulloso, debió aceptarlo e irse —resopló con una sonrisa, al menos ahora estaría nadando en dinero.

—¿Y qué más?

—Nada, mi madre hizo que prometiera que me alejaría de él y eso estoy haciendo —Klaus arqueó una ceja.

—¿Le dijiste que se supone que vas a casarte a finales de este año?

—¿Para qué perder el tiempo en eso? —Klaus gruñó dando un manotazo en la mesa, el plato rebotó, todas las personas en el lugar los miraron.

—¿Por qué todo te parece una pérdida de tiempo? —Nico le dedicó una mirada aburrida.

—Porque terminará pasando, no importa si le digo o no. No tengo que decirle nada.

—Al menos le darías una mejor explicación.

—No la necesita, sólo nos veíamos para tener sexo. ¿Una explicación hará que se sienta mejor?

—Sí, creo que sí —murmuró Klaus, Nico suspiró.

—Está bien, puedo intentarlo, sólo habla con Jordan.

—Lo haré.

—Nos vemos —dijo saliendo de la cafetería.

Nico no lo entendía. ¿Por qué tenía que dar explicaciones cuando no eran nada? Torció los ojos y condujo a su casa, nadie salió, no debería estar de turno, hoy no le tocaba trabajar. Nico subió a su auto de nuevo y condujo a su trabajo, ahora mismo sólo quería verlo, así que eso haría.

Nico aparcó, se quitó la chaqueta del traje junto a la corbata y lo tiró todo al asiento de atrás, desabrochó los primeros botones de su camisa y caminó al interior. Evitó a dos borrachos que estaban intentando salir y miró a la barra, no era Henry el barman que estaba sirviendo los tragos, esta vez estaba un muchacho risueño y castaño.

Nico miró alrededor, nada, él se apoyó en la barra y llamó al muchacho. 

—Estoy buscando a Henry —él miró nerviosamente a la puerta trasera.

—Henry vendrá más tarde —Nico frunció el ceño.

—Resulta que quiero verlo ahora.

—Lo siento, ¿quién es usted?

—Su novio —el contrario se puso aún más nervioso luego de escucharlo, pobre chico, acababa de delatarlo por completo.

—Vendrá más tarde, sólo espérelo.

—Maldición —gruñó torciendo los ojos y caminando a la puerta de atrás una vez el muchacho se descuidó.

Nico abrió sintiendo el fresco de la noche, la escena no pudo ser mejor, arqueó una ceja mirando a Henry, estaba feliz de que al menos no lo extrañara teniendo en cuenta que tenía a un hombre de rodillas, chupándolo. Nico caminó hacia allí y se carcajeó mirando la ridícula escena, fue tan ruidoso que Henry lo miró y el hombre en el suelo se puso de pie al instante mirándolo con las mejillas rojas.

—Veo que me extrañabas —dijo Nico con ironía, el muchacho se fue avergonzado luego de darse cuenta de que se disponían a hablar. Henry acotejó su ropa y le sonrió de medio lado.

—¿Por qué debería hacerlo? Le dejaste muy claro a tu madre que no me verías de nuevo. ¿Debería estar llorando por los rincones y llamándote cada cinco minutos?

—Es bueno comprobar que no es así. Klaus preocupado por ti, qué tontería, como si te hubiese roto el corazón —dijo con diversión.

—¿Estás reclamándome algo?

—Que va, ya me iba —Henry lo agarró de la muñeca evitando que se fuera por completo.

—Espera, ¿a qué viniste?

—A ver qué tan bien lo estabas pasando —Henry achicó los ojos.

—Mentiroso, me extrañabas —Nico se encogió de hombros.

—Tengo que admitir que eres un buen polvo —Henry lo agarró del pelo y lo acercó sus bocas, Nico podía sentir su aliento cálido.

—Si te gustó tanto que te follara puedo repetirlo, sólo como favor, una última vez.

—Está bien —Henry abrió los ojos y lo soltó repentinamente.

—¿Qué? —Nico se carcajeó y lo agarró por el frente de su camisa.

—¿No querías un polvo de despedida? Me parece bien, dejaré que me folles.

Henry definitivamente no había esperado esa respuesta, sólo quería molestarlo y humillarlo, por lo que se había quedado completamente en blanco una vez Nicholas aceptó. Nico gruñó con frustración y lo jaló hasta su auto, Henry fue empujado al asiento del copiloto y Nico se sentó de otro lado.

Henry pestañeó.

—¿A dónde vamos?

—¿Ir? —Resopló Nico con una carcajada—. A ningún lado, no perderemos tiempo.

—¿Qué? —Henry aún no acababa de entender la situación, lo que hizo que Nico torciera los ojos.

—Lo haremos aquí.

—¿Planeas tener sexo en un lugar tan estrecho?

—Sí —Nico desabrochó los botones que quedaban de su camisa.

—Nicholas… —Nico lo miró con fuego en la mirada.

—¿Lo harás o volverás al trabajo?

—Sólo pienso que no deberíamos hacerlo aquí —Nico lo ignoró por completo quitándose los zapatos y tirándolos al asiento de atrás, él se desabrochó el pantalón y lo quitó lo mejor que pudo en su posición.

Esto era una maldita locura, lo había dicho en un ataque de furia, pero Nico lo llevaría más lejos y ahora estaba nervioso por eso.

Nico abrió la guantera, agarró un pomo de lubricante y preservativos que tenía ahí y los dejó en el chasis, en el asiento a su lado, Henry estaba completamente de piedra mientras lo veía y en serio no quería averiguar porque Nico guardaría todo eso ahí. Nico resopló mirándolo, se quitó el bóxer y de alguna manera logró sentarse a horcajadas sobre él, era estrecho e incómodo, pero Nicholas seguiría delante de todas formas, estaba completamente decidido.

—Por primera vez me alegra que trabajes en este bar barato, al menos no habrá peligro de que nos pille un policía en pleno acto —replicó con una sonrisa irónica, Henry negó.

—Estás loco.

—Sinceramente, aún no sabes que tanto —refunfuñó Nico desabrochándole el pantalón y acariciando su erección, la muy infeliz había reaccionado al instante a pesar de su negación.

Nicholas tomó la botella de lubricante y esparció un poco de líquido en su mano, él volvió a acariciarlo, esta vez con más fuerza. Henry tomó el frasco de la mano de Nico y lo dejó caer en su mano, acarició la espalda baja y más abajo hasta toparse con el anillo de nervios, Nico se estremeció sólo por su toque. Henry lo agarró del pelo y lo jaló para poder besarlo, Nicholas abrió la boca y accedió a su demandante beso de buena gana.

Henry deslizó la punta de su dedo en el interior y le mordió ligeramente la nuez de Adam, Nicholas gimió enredando los brazos alrededor a su cuello, la ropa era terriblemente molesta, pero era lo que había. Utilizó su mano libre para levantar la camiseta de Nico hasta las axilas y podía jurar una y mil veces que nunca se cansaría de esta vista, lamió uno de los pezones perforados y luego mordió levemente a la vez que introducía su dedo por completo.

—Ve más rápido —gruñó con molestia. Haciendo caso tomó más lubricante y esta vez puso dos dedos, Nico se estremeció, Henry acarició sus erecciones juntas ayudándose del lubricante.

Nico lo detuvo e hizo que alejara las manos, él cogió el sobre de aluminio y lo rompió, Henry notó que falló dos veces antes de poder romperlo, pero le echó la culpa al lubricante resbaloso y no a las manos temblorosas de Nico. Luego de desenrollarlo en su pene Nico se acomodó, pero el lugar era tan incómodo que necesitó de su ayuda. Henry lo agarró de la cadera y lo ayudó a bajar sobre su erección, Nico suspiró una vez llegó al final.

—¿Estás bien?

—Sólo terminemos de una vez —Nico se agarró al asiento y colocó la otra mano en el techo del auto a nivel de su cabeza.

Nico se movió tentativamente arriba y abajo, Henry mordió su labio inferior, a pesar del estúpido preservativo estaba a punto de correrse, respiró pausadamente y pensó en el arcoíris mientras Nico se adaptaba a él. Nico volvió a moverse, esta vez, con más confianza, Henry acarició sus pezones erectos y luego chupó uno arrancándole un gemido a su amante.

Henry se aferró con más fuerza y se movió contra él facilitando las cosas, las mejillas de Nicholas estaban rojas y sus ojos llorosos, era una imagen terriblemente tentadora. Henry, quien fue tentado, lo tomó del pelo y lo atrajo para un beso. Nico metió la lengua en su boca explorándolo como si fuese el primer beso, él mordió su labio inferior y gimió por las estocadas.

Henry le besó el cuello suavemente y siguió bajando, al llegar a la unión con su hombro chupó con fuerza dejándole una marca. Necesitaba marcarlo como suyo, aunque no lo fuera.
Nico lo besó de nuevo y se movió con más rapidez, Henry no dejó de embestirlo mientras acariciaba su erección desatendida, con el pulgar rodeó la punta llevándose la humedad.

Nicholas gimió y terminó en su mano, Henry lo besó una última vez mientras se movía contra él y terminó corriéndose al instante.

Nicholas se levantó de su regazo y regresó al asiento que le correspondía, Henry quitó el preservativo, lo amarró y echó en el bolsillo de su pantalón, luego se arregló la ropa. Nicholas no dijo una palabra mientras cogía la ropa interior que había dejado cerca y la ponía en su lugar, bajó su camiseta y luego abrió la guantera, cogió un cigarrillo de la caja que guardaba en el interior y lo prendió con un encendedor metálico que estaba en la orilla, él exhaló y dejó salir el humo.

Nicholas ladeó la cabeza mirándolo.

—¿Aún estás aquí? Ya follamos, así que mejor lárgate.

Henry resopló y salió del auto, caminó de vuelta al callejón y se apoyó en la pared, se dijo a sí mismo que no le importaba el rechazo de Nico, pero una vez llevó una mano a su rostro y tocó la humedad, se dio cuenta de que efectivamente estaba llorando. Él resbaló hasta quedar sentado en el suelo.

Sabía exactamente qué esperar de Nico, dijo con total seguridad que no podría enamorarse nunca de un hombre como él, pero ¿quién mandaba en el corazón?
Intentó no hacerlo.

No funcionó en absoluto, y ahora estaba ahí con el corazón roto porque a Nico no le importaba.

Maldición, estaba cansado de los amores no correspondidos.

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