19🥃

Klaus agarró su abrigo, el llavero de la mesilla y fue directo a su auto. Intentó llamar varias veces, pero Jordan lo había bloqueado definitivamente o se había deshecho del teléfono. Sólo pudo manejar dos calles más arriba, en el frente parecía haber un accidente y eso detuvo el tráfico. Klaus maldijo bajándose del auto, en los momentos más importantes siempre había un atasco, genial, parecía telenovela, Klaus comenzó a correr, necesitaba llegar a ese maldito aeropuerto con urgencia.

Klaus tomó un poco de aire después de una carrera de veinte minutos y miró el aeropuerto, aún quedaba tiempo, podría verlo y al menos despedirse de él. Eso quizás fue demasiado positivo, el lugar estaba completamente lleno, por supuesto, era fin de semana. Encontrarlo sería difícil, por no decir imposible. Al menos Henry le entregó el número del vuelo en el papel, Klaus subió las escaleras corriendo y miró alrededor.

El cabello rubio resaltó desde una esquina, el hombre estaba de espaldas con una chaqueta marrón. Klaus tuvo un poco de esperanzas mientras se acercaba. Le tocó el hombro y este se giró para verlo.

—¿Puedo ayudarte? —Klaus suspiró, en realidad no podía ayudarlo si no era Jordan, ni siquiera se parecían.

—No, lo siento, pensé que eras la persona que buscaba.

—Está bien.

El hombre se retiró y Klaus se apoyó en la pared, había demasiada gente, no lo encontraría antes de que ese vuelo despegara. Luego pestañeó varias veces al encontrar al hombre que quería. Jordan llevaba un abrigo negro hasta las rodillas, una bufanda y el pelo un poco despeinado, por lo que podía ver sólo llevaba una maleta.

Klaus se detuvo frente a él.

—Jordan —él lo miró con sorpresa. De verdad no esperaba verlo aquí, sí que se iría sin volver a dirigirle la palabra.

—¿Klaus? ¿Qué haces aquí? —Jordan resopló con una pequeña sonrisa—. ¿Para qué pregunto? La única persona que podía decirte era Henry.

—Él sabe que necesitamos tener una conversación —Jordan se peinó hacia atrás, más bien se despeinó aún más.

—No lo necesitamos, Klaus, creo que tuvimos suficiente el uno del otro y ahora necesitamos alejarnos.

—Está bien, puedes alejarte luego de escucharme, no dejaré que te vayas teniendo una idea equivocada de mí.

—¿Una idea equivocada? ¿No tramaste ese plan de enamorarme junto con Nico sólo para hacerme sufrir?

—Sí, eso es cierto, pero en cierto punto del plan terminé enamorado de ti.

—Una pena, Klaus, no voy a…

—Sólo escucha —Jordan hizo una mueca—. La noche que nos conocimos no sabía quién eras, no fue una actuación, nada lo fue —Jordan se carcajeó como si hubiese dicho algo gracioso.

—Luego te enteraste de que Nico quería que me sedujeras y pensaste que como igual era bastante agradable para la vista no perdías nada.

—No perdía nada porque de todas formas me gustabas —murmuró, Jordan puso los ojos en blanco.

—¿Y qué? —Klaus suspiró, estaba dando vueltas y empeorando su situación, tenía que concentrarse bien en las ideas—. Ya lograste lo que querías.

Klaus negó.

—Eso era lo que quería al principio, quería complacer tanto a Nico que me olvidé de mí mismo.

Jordan lo fulminó con la mirada.

—No me importa.

—Escúchame —Klaus prácticamente rogó y agarró su muñeca, Jordan pretendía irse sin escucharlo y no podía permitirlo—. Nico me hizo entender que ya no me gusta, no lo había notado y por eso me disculpo.

—Klaus…

Klaus tragó.

—Te amo —Jordan se froto la frente.

—No me lo digas, no es algo que deba escuchar.

—Eso es una tontería, por supuesto que tienes que escucharlo, porque eso es lo que siento por ti. No estás maldito, Jordan, sólo tienes mala suerte y buscas malas compañías —Jordan apretó la mandíbula.

—Imagino que te incluyas dentro de esas malas compañías.

—Por supuesto, te hice daño a propósito, así que soy uno de esos hombres malos que sueles escoger.

Jordan le golpeó el pecho.

—Eres un imbécil. ¿Cuál es el objetivo de decirme esto cuando estoy a minutos de irme? No tiene sentido.

—En algún momento le verás el sentido, necesitabas escucharlo —Jordan intentó alejarse, Klaus no se lo permitió.

—Esto es una tontería, nada de lo que me digas evitará que me suba a ese avión, voy a irme, digas lo que digas —Klaus le acarició los nudillos, por más que lo pensara esa era la mejor opción. Jordán necesitaba irse, retenerlo aquí sólo le haría más daño.

—No quiero evitarlo, sólo quiero que sepas que voy a estar esperando por ti, así que búscame cuando regreses.

—Tengo que irme —murmuró, sin embargo, no intentó moverse, Klaus lo miró directamente.

—Jordan…

—¿Ahora qué? —Klaus sonrió, aunque realmente no estaba nada feliz por esto. Dicen por ahí que cuando amas a alguien es mejor dejarlo ir, bueno, era su momento. El problema es que nadie le había dicho lo doloroso que sería.

—¿Puedes decirlo sólo una vez?

Jordan dio un paso atrás y negó.

—No, Klaus, aún estoy enojado contigo y la última vez que lo dije… —Klaus maldijo, Killian fue su amigo, pero tenía que admitir que fue un gran imbécil al abrir aún más la cicatriz de este hombre.

—Estaré bien, sabes lo que pasó realmente con Killian, no fue mala suerte, sólo sus acciones.

—No puedo —Klaus le agarró ambas manos.

—Por favor, sólo una vez, quiero escucharlo al menos una vez, no importa si no regresas —Jordan por fin se rindió con un suspiro.

—Te amo.

Klaus se carcajeó ligeramente, sus ojos estaban un poco cristalizados a pesar de ello.

—¿Ves? Fue fácil —Jordan apretó el agarre en sus manos.

—Procura que no te pase absolutamente nada —Klaus asintió.

—No te preocupes por eso.

—No sé cuándo voy a volver —Klaus mordió su labio inferior, sabía que Jordan necesitaba tiempo, aún estaba lastimado por la muerte de Killian y fue mucho peor lo que habían hecho él y Nico.

—Voy a esperarte, así que tomate el tiempo que necesites para recuperarte— Jordan miró arriba, los altavoces acaban de anunciar su vuelo, él le apretó la mano.

—Lo siento.

Klaus lo jaló y besó suavemente, Jordan profundizó el beso por unos segundos y luego le dio la espalda para ir al avión que los dejaría a kilómetros de distancia. Sólo esperaba que Jordan lograra sanar todas sus heridas y regresara con él.

¿Y si no regresaba? Bueno, no podía quejarse, era un imbécil que se lo merecía.

******

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top