17🥃
Nico fue a ese estúpido bar y pidió la botella del licor más caro, hizo algo desagradable buscando placer al verlo sufrir. Jordan sufrió, pero no estaba satisfecho con eso. El barman dejó la botella frente a él, desgraciadamente el alcohol duró poco, pero tenía el dinero suficiente para seguir comprando. Nico ni siquiera se había dado cuenta de que tan vacío estaba el bar cuando puso un billete sobre la barra y pidió otra botella.
El barman se detuvo frente a él, Nico lo miró tratando de averiguar la razón por la que no se movía.
—¿Qué?
—Nicholas, ya tuviste suficiente —Nico arqueó una ceja ante su nombre completo, no conocía a este hombre.
—No te conozco —el barman se encogió de hombros, Nico vio el nombre de Henry en su placa, al menos aún podía leer.
—Tampoco te conozco, conocí a Killian, soy amigo de Jordan —Nico se carcajeó como si estuviese loco, a estas alturas estaba empezando a contemplarlo. Sus costillas dolieron el doble a pesar del entumecimiento del alcohol.
—Killian, Killian, siempre Killian, estoy harto —se quejó y dio un golpe en la barra. El hombre frente a él salió de atrás de la barra y comenzó a acotejar algunas sillas, era hora de cerrar.
—¿De qué estás harto?
—De todo, de haber sido el gemelo de Killian, de mi familia, de mi madre, de Killian y su puto egoísmo. Jordan también me tiene harto, por eso se lo merecía —a estas alturas sólo estaba buscando excusas de mierda que lo hicieran sentir mejor.
Henry se detuvo y lo miró, sus ojos se veían realmente encendidos, Nico estaba familiarizado con esa emoción. Eso es lo que solía ver en los ojos de su madre desde que tuvo conciencia, por ser el gemelo problemático.
—¿Qué le hiciste a Jordan? —Nico sonrió, aunque en realidad no se sentía feliz, los niveles de alcohol estaban elevados en su cuerpo. El encuentro con Jordan debió haberle hecho sentir mejor, pero en realidad se sentía más vacío que antes.
—Sólo quería romperle el corazón, quería que supiera cuan roto me siento yo.
—Jordan ya sufrió lo suficiente —Henry lo agarró del cuello del cuello de su camisa—. ¿Qué le hiciste? Si le hiciste algo… yo…
Nico sonrió con ironía.
—¿Tú qué? ¿Vas a golpearme? Cómo si me importara —murmuró, Henry apretó más fuerte.
—Nicholas…
—No me llames por mi nombre como si en realidad nos conociéramos.
—Concéntrate y dime qué hiciste.
Nico se puso de pie, lo agarró de las muñecas y sonrió sólo para molestar.
—¿Yo? ¿Cómo es que voy a hacer algo cerca de ese tipo? Klaus se encargó de todo, yo sólo lo puse en el camino correcto.
—No puedes estar hablando en serio.
—Acabo de contárselo todo, pero no estaba tan decepcionado como pensé que estaría, quería verlo sufrir, quería que eso me hiciera sentir mejor, pero no funcionó. Quizás no fue suficiente.
—Sólo cállate —gruñó, Nico no obedeció, estaba lo suficientemente borracho.
—Se lo merecía.
—He dicho que te calles —Henry terminó golpeándole la mejilla, Nico se agarró a una silla y con una mano hizo caer una de las botellas de tequila selladas, luego le sonrió devolviendo el golpe.
—No quiero.
A pesar de eso no pelearon más, Nico terminó sobre el suelo mientras Henry permanecía sentado, apoyado en la barra. Las costillas dolían aún más ahora que estaba espabilado. Henry lo fulminó con la mirada sentado a unos pocos metros.
—Eres tan bajo, no puedo creer que utilizaras a tu amigo de esa forma —Nico se encogió de hombros.
—Que te importa.
—¿Cómo puedes ser tan cínico? —Henry se puso de pie y se agachó frente a él—. Estás sólo en este maldito bar, lo cual quiere decir que no tienes a nadie que te haga compañía y aún así te atreviste a utilizar a Klaus en tu absurda venganza. ¿Quieres quedarte sin amigos?
—¿Por qué te importa eso? De todas formas, siempre fui una maldita sombra —Henry resopló con una sonrisa.
—Tú, eres tan patético, sólo un ricachón imbécil que cree que puede solucionarlo todo con dinero y haciéndole daño a los demás.
—Déjame en paz —gruñó, Henry se carcajeó, él estaba enojado, pero por alguna razón estaba riéndose.
—Le hiciste daño a Jordan, sí, ¿y qué conseguiste al final? Espero que te quedes sólo, como mereces estar.
—Vete al infierno —refunfuñó poniéndose de pie, Henry lo tomó por las solapas de su traje y lo acercó.
—Los jodiste a ambos, Klaus se había enamorado de él —Nico apretó la mandíbula, estaba al tanto de eso.
—Lo sé, sé mejor que nadie que ya dejó de amarme desde hace mucho tiempo.
—Él te odiará por esto, así que deberías ir y pedirle perdón, arrástrate si es necesario o en serio vas a quedarte solo.
Nico se soltó dándole en un empujón, sabía que este hombre sólo quería burlarse de él, quería fastidiarlo como mismo le había hecho a Jordan, él sacó su billetera, agarró dos mil doscientos dólares y los tiró. Los billetes volaron alrededor de Henry, él barman lo fulminó con la mirada.
—Este ricachón imbécil utilizará su dinero para reparar los daños, quédate con el cambio.
Nico se retiró de ahí con el corazón latiéndole a mil.
En realidad, no quería quedarse solo.
Con ese extraño pensamiento en mente condujo a casa de Klaus, sería normal que no lo recibiera, que dejara de hablarle por ser tan hijo de puta, pero no fue lo que pasó.
Klaus abrió la puerta viendo el mal aspecto de Nico, por encima de todos los golpes de la última vez ahora se le comenzaba a formar un moretón en la mandíbula. Klaus lo jaló al interior y sentó en el sofá, Bastian lloriqueó y puso una pata en su rodilla como consuelo, por primera vez, Nico lo acarició.
—Estoy bien —le murmuró al cachorro. Klaus buscó el botiquín de su baño, luego fue a la cocina, tomó un bistec en su empaque del congelador y se lo tendió a Nico.
Nico puso la bolsa en su mejilla golpeada.
—Nico, ¿qué pasó? —Nico resopló con una sonrisa, Klaus se sentó a su lado.
—No merezco que te preocupes por mí. Mira todo lo que hice.
—¿Quién te golpeó?
—¿Hoy? El amigo de Jordan —Klaus cogió un palillo y le puso un poco de desinfectante para limpiar la herida en su labio.
—Ven aquí —Nico no protestó mientras lo curaba.
—Hablé de más, merezco cada golpe, sorpresivamente, no fue Jordan quien lo hizo —Klaus dejó el palillo sobre la mesa y suspiró mientras lo miraba.
—¿Por qué hicimos esto, Nico?
Klaus estaba completa y absolutamente jodido por ser tan imbécil, había conseguido justo lo que quería y ahora sólo podía sentirse vacío. No sentía absolutamente nada. Había estado de acuerdo en hacer esto, no era justo que se arrepintiera ahora, merecía pasarlo realmente mal. Klaus no pensó demasiado en eso, borren eso, no había parado de pensar en Jordan, no podía concentrarse e incluso dos de sus estudiantes se habían quejado por su nota.
Un día, sólo había pasado un día y se sentía como un maldito año. Nico se llevó las manos al rostro y para su sorpresa se echó a llorar. Dios, hacía un buen tiempo no veía eso.
—Porque quería que compartiera la carga que llevo en mi espalda, es demasiado para mí. Perdí a Killian debido a mi egoísmo, pero necesitaba compartir esa maldita culpa.
—No lo entiendo —Nico se recostó en el respaldo del sofá y miró al techo.
—Killian no murió en un accidente —soltó de repente, Klaus lo miró en shock, eso no podía ser posible.
—¿Qué?
—Se suicidó —dijo con más claridad—. Hice una investigación y más tarde encontré la estúpida nota en su diario. ¿Por qué tuve que investigar? Podía haberme quedado con la versión del accidente.
—¿Estás seguro?
—Segurísimo —Klaus tragó.
—¿Qué más dice el diario?
—Habla de su depresión —Klaus se levantó y lo miró entrando en pánico.
—¿Depresión? ¿Por qué estaría deprimido? Eso no tiene sentido, tenía una casa de ensueño, iba a casarse con Jordan, parecía…—Klaus se detuvo al ver la sonrisa irónica en la boca de Nico.
—¿Feliz? Supongo que pretendía serlo, realmente no lo sé, mi madre y yo pusimos demasiada presión sobre él y creo que se forzó en hacer feliz a Jordan para sentirse mejor consigo mismo, al final es mi culpa —Klaus se sentó de nuevo e hizo la pregunta más importante de todas.
—¿Amaba a Jordan? —Nico asintió.
—Lo amaba, creo que lo hacía, pero la vida de Jordan no era a lo que estaba acostumbrado Killian. Sinceramente no entendí la mitad de lo que leí.
—Dios, Nico... —Nico agarró su brazo.
—¿Qué tal fue tu pelea con Jordan?
—No peleamos, recogió las hojas del diario, me felicitó porque había logrado enamorarlo y luego se quejó sobre lo retorcido que somos, que estábamos hechos el uno para el otro —Klaus se carcajeó a pleno pulmón—. Si sólo supiera.
—¿Me odias ahora? —Klaus lo miró como si fuese estúpido.
—Sabes lo que siento por ti, ¿por qué preguntas algo como eso? —Nico le sonrió.
—Porque hace un buen tiempo dejaste de amarme de esa forma.
—¿Qué?
—¿No lo notaste? —Nico se sentó de lado, por lo que quedó frente a él, Klaus resopló.
—Eso es imposible.
—Llevas tanto tiempo aferrándote a mí que ni siquiera te has dado cuenta de que ya no te gusto.
—Pero…—Nico le agarró la mejilla y unió sus labios en un beso.
Klaus abrió los ojos con sorpresa, no esperaba algo así, ni siquiera lo hubiese imaginado. Nico pidió permiso para profundizar el beso con su lengua y Klaus lo permitió. Rozó la lengua contraria con la suya y lo agarró del pelo de la nuca. Nico no se alejó, dejo que el beso siguiera y siguiera, pero no encontró lo que quería con tanta desesperación.
Sólo podía pensar en Jordan, en sus besos, los toques furtivos y su sabor. Esperó más de veinte años por un beso de Nico, pero irónicamente ahora que lo estaba recibiendo no lo quería. No le sabía a nada.
Nico se separó, pasó la legua por sus labios y lo miró. Klaus aún seguía perplejo, tanto por el beso como lo que acababa de descubrir. Ni siquiera había notado que quería a Jordan y no a Nico, estaba tan acostumbrado a quererlo que lo hacía como si fuese una función vital más.
—¿Qué sentiste, Klaus? ¿No era esto lo que tanto querías? Por fin lo obtuviste —Klaus pestañeó varias veces. Aún no podía creerlo.
—No sentí nada —Nico suspiró y volvió a acomodarse.
—Supongo que eso prueba lo que te acabo de decir.
Aunque a esas alturas no servía de nada darse cuenta de que le gustaba Jordan, por desgracia, cualquier oportunidad que pudo surgir entre los dos ya no era algo razonable.
Nico suspiró.
—Lo siento, me dejé cegar por el dolor —y él por la obsesión hacia Nico—. Ve a buscarlo, pídele perdón y despelléjame, le encantará escucharte hablar mal de mí —agregó, Klaus se peinó hacia atrás.
—No puedo ir, ni siquiera merezco verlo —Nico le frotó la espalda.
—Eres la mejor persona que conozco, a diferencia de mí, mereces ser feliz, me jode que sea con él, pero si no hay de otra ve a buscarlo.
—Pero…
—Estuve manipulándote, Klaus, sabes eso perfectamente.
—No me quites la responsabilidad, soy un adulto y yo decidí hacer esto.
—Entonces, ¿vas a quedarte en casa lamiendo tus heridas en vez de ir a buscarlo?
Klaus lo miró, no estaba seguro de que ir a buscarlo fuese la opción correcta. Había urdido este retorcido plan con Nico para romperle el corazón y después de meses lo había conseguido. Por supuesto, su corazón tampoco estaba tan bien ahora.
Ir significaba que quería más, una oportunidad, pero no se consideraba merecedor de ella. Como bien dijo Henry, Jordan ya había sufrido demasiado y no necesitaba más dolor en su vida.
Klaus no quería lastimarlo ahora mismo, pero esa fue la intención desde el principio. Obtener ese perdón no sería fácil.
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