Día 5: Daniel (Alfa) y Johnny (Omega)

Nombre: Revelaciones.

Número de palabras: 2040.

...

Johnny era un joven de 21 años que hace mucho tiempo tuvo que olvidarse de todos su sueños. Tenía que llevar comida a la mesa, pagar las cuentas y el tratamiento de su mamá.


─ Me voy al trabajo, cuando vuelva te traeré otro frasco de pastillas.

─ No es necesario, me siento mucho mejor. ─ Johnny sonrió y arropo a su madre. ─ Utiliza ese dinero en algo para ti.

─ Para mi lo más importante eres tú. Adiós mamá, te veo en la noche. ─ Se despidió con un beso y salió del departamento.


...


─ ¿Hablas enserio?

─ ¿Por qué bromearía con algo así?

─ Amanda, el proceso de adopción es largo, ¿recuerdas cuanto tiempo tardamos en traer a Sam con nosotros?

─ No dije nada de adoptar, estuve hablando con mi papá y mencionó algo sobre una vientre de alquiler.

─ ¿Qué? Amanda por dios eso es ilegal.

─ Sería más rápido que tratar de adoptar.

─ Dime la verdad ¿Por qué quieres otro bebé? Ni siquiera le das la atención debida a Samantha.

─ Nunca me has reclamado por eso, solo di que no quieres otro bebé. ─ Daniel suspiro. ─ Está bien, pero ¿quién aceptaría tal cosa?


Amanda señaló a un joven rubio que pulía los autos.


─ ¿Lawrence?

─ Supe que necesita el dinero.

─ Es hijo de uno de los hombres más asquerosamente ricos del Valle ¿para qué le haría falta el dinero?

─ Habla con él. Sam está emocionada por tener un hermano.

─ ¿Le dijiste antes de platicarlo conmigo?

─ Sí, y no le puedes fallar.


Daniel no respondió.


─ John. ─ Lo llamó desde su oficina. ─ Ven por favor. ─ El ojiazul dejo los artículos de limpieza y caminó hasta el cubículo.

─ Señor LaRusso.

─ Toma asiento. ─ Daniel dejó el celular a un lado. ¿Qué le diría? "¿Johnny quiero que te embaraces y me entregues a tu hijo?" Respiro profundo. ─ Te llamé porque quiero pedirte algo.

─ ¿Qué quiere pedirme?

─ Amanda y yo pensamos en agrandar la familia, pero como sabes ella es una beta y la probabilidad que tiene de embarazarse es muy baja. Descartamos la adopción porque son trámites que llevan tiempo y desgaste emocional.

─ Entiendo, pero ¿Qué tiene que ver conmigo?

─ Eres uno de los mejores empleados, en este corto tiempo que llevas trabajando aquí tu disciplina en el trabajo es sorprendente, sé que tienes el deseo de subir de puesto por eso hace las cosas con devoción y por eso creemos que serás la persona a la que debemos recurrir. ─ Johnny frunció el ceño. ─ Ere un omega joven y saludable. Queremos que lleves a nuestro hijo.

─ Señor LaRusso y no ...

─ Tranquilo chico, Amanda y yo te recompensaremos como es debido, pon la cantidad o pide cualquier cosa.

─ Es muy amable de su parte, pero ...

─ No es necesario que respondas ahora, ve a casa temprano, medítalo y mañana me das tu respuesta.

─ Sí señor.

─ Le diré a Anoush que te iras antes. Le pediré que no te descuente el día.


...


Chozen rio muy alto y aplaudió.


─ Dime que vas a aceptar, serias muy estúpido si no.

─ Callate Chozen. ─ Ali masajeo la espalda del ojiazul. ─ Johnny, debes pensarlo bien.

─ No hay nada que pensar, LaRusso le dará todo lo que él pida. Puede salvar a Laura.

─ Lo se y no me interpongo en que lo haga, pero quiero asegurarme que esté mentalmente preparado para llevar a un cachorro y luego entregarlo a otra familia. Johnny, el cachorro estaria en el concesionario la mayoría del tiempo y tu estará ahí.

─ Chozen tiene razón, mi mamá empeora cada día y por fin tengo una oportunidad de salvarla. ─ Ali entendió.

─ Cuentas con nosotros, nunca lo olvides.

─ ¿No tendrá un amigo que me presente?

─ Chozen. ─ Grito Ali.


...


Johnny llegó más temprano de lo usual para hablar a sola con su jefe, pero ese día los clientes entraban uno tras otro

Cinco minutos antes de cerrar el señor LaRusso se acercó hasta él.


─ Johnny ¿ya tienes mi respuesta?

─ Lo haré señor. ─ Daniel sonrió, él sabía que lo haría.

─ ¿Cuál será tu precio? ─ Johnny bajo la mirada. ─ Te prometí lo que sea. ─ Iba a responder. Su cuerpo empezó a sentirse caliente.

─ Señor, de ... debo salir. ─ Las feromonas del omega inundaron las fosas nasales del Alfa. ─ Johnny había olvidado que hoy iniciaba su celo. Daniel camino hacia delante obligándolo a retroceder hasta que lo arrincono contra una de las paredes. ─ Tengo que ir por mis supresores. ─ El mayor acerco la nariz al cuello del rubio.

─ Hueles delicioso.

─ No debemos, por favor déjeme ir. ─ El alfa se restregó contra el muslo de Johnny.

─ ¿Por qué? pronto llevarás a mi cachorro. ─ Metió la mano en el pantalón del menor.

─ No ... por favor ─ Johnny comenzó a sollozar. ─ Intentó escapar, pero solo hizo que Daniel se molestara e intentara desabrocharle los pantalones.

─ Aceptaste por el dinero así que deja de ser tan aburrido.

─ Acepte por que mi mamá esta enferma. ─ Daniel tuvo un momento de lucidez y dejó ir al muchacho.


Johnny escapó a la parte trasera del concesionario donde había un botiquín que contenía supresores para los omegas de ahí.

Después de tomarlos no pudo evitar llorar y Daniel se sintió como un imbécil.


─ ¿Pu ... puedo acercarme? Prometo que no te lastimare.

─ Es ... está bien.


Camino despacio para no asustarlo.


─ Perdóname, yo no debí intentar ... no se como disculparme me siento un idiota.

─ Le puedo asegurar que no lo hago solamente por el dinero. ─ Johnny le gritó entre sollozos.

─ Yo creí que Sid ...

─ Ese hijo de puta nos hecho a mi madre y a mí un año después de mi presentación como omega, para él yo era una vergüenza. Un poco después mi mamá enfermo, al principio conseguí un trabajo de medio tiempo para ayudarle. La enfermedad avanzó y cuando ya no pudo levantarse yo tuve que dejar la escuela y buscar otro donde ganar más dinero.

─ No lo sabía.

─ No sé qué pensó, pero no soy un niño mimado que hará cualquier cosa para obtener un poco de dinero y gastarlo en ropa o fiestas.

─ En verdad lo siento, entenderé si quieres rechazar la oferta y renunciar.

─ ¿Renunciar? ¿Qué no escucho lo que dije? Necesito el trabajo y su propuesta, es lo único que puede salvar a mi madre.


Daniel recordó su pasado, él más que nadie sabia de la incertidumbre de contar el dinero todos los días.


─ Mi mamá y yo no teníamos mucho, desde que mi padre murió ella hizo lo mejor que pudo. Encontró un buen trabajo y nos mudamos a Reseda. ─ Johnny no podía creerlo.

─ Quiere decir que ¿no siempre rico? ─ El pelinegro negó.

─ Me daba coraje y tristeza ver a los niños ricos de Encino con sus autos nuevos, la ropa que vestían y las bonitas cosas que tenían. Unos pensarían que ser alfa te da cierto respeto, pero yo era un alfa delgado, débil así que los alfas más grandes empezaron a molestarme.

─ ¿Intentó defenderse?

─ Sí y resultó peor. Para fortuna mía un amigo me salvo de esos chicos Cobras.

─ ¿Dijo Cobras?

─ Así se hacían llamar, eran alumnos de John Kreese y su dojo ...

─ Se llama Cobra Kai.

─ ¿Cómo lo sabes?

─ Sid me obligó a asistir, pero Kreese ya no era maestro.

─ El señor Miyagi me acompañó al dojo y reto a Kreese.

─ Ya lo recuerdo, el sensei Silver no conto sobre eso, él ordeno a un estudiante romperle la pierna y presionó a Mike para ganar de manera sucia, pero usted fue el campeón.

─ Así es, después de eso Mike y los demás se disculparon conmigo. Terry supo de todo lo que ocurrió y hecho a Kreese.


Johnny tuvo una revelación, cuando entro a trabajar al concesionario intento recordar donde había visto al señor LaRusso.


─ Usted era novio de Silver, ya lo recordé siempre lo esperaba afuera del dojo. ─ Daniel rio. ─ No sabia que el señor Silver fuera omega.

─ En realidad es beta. Por mucho tiempo intenté encontrar a mi predestinado predestinada, por mucho tiempo sentí que estaba cerca hasta que un perdí la esperanza. Luego fui a la universidad de Santa Mónica, lo intentamos hasta que nuestros intereses fueron por caminos diferentes.

Daniel noto que Johnny sonreía.

─ Ya es tarde, te llevaré a casa.

─ Es muy amable.


...


El pelinegro conoció a la madre de Johnny. Pidió algo de comer y los tres cenaron juntos. Daniel se estaba arrepintiendo, ¿Qué clase de persona obligaría a un ser humano a entregar un hijo a cambio de la vida de su madre?

Antes de marcharse intentó convencer a Johnny en desistir, pero el no quería caridad, sentía que debía dar algo a cambio y siguió en pie el trato.

Dos semana después Amanda, Daniel y Johnny acudieron a la cita con el médico.


─ El joven omega está bien de salud, pero antes de iniciar con cualquier procedimiento tenemos que someterlo a un tratamiento para que el o los cachorros nazcan saludables.

─ Haremos todo lo que diga. ─ Contestó Amanda.


...


Sam llevaba en sus manos un libro y un lápiz. Busco por todos lados a alguno de sus padres para pedir ayuda con la tarea.


─ Sam ¿Qué haces aquí sola?

─ Busco a mis papis. ─ Johnny se agacho para quedar a su nivel.

─ Ellos están en una junta.

─ ¿Me puedes ayudar?

─ Claro.


...


Daniel observó a Johnny y Sam haciendo la tarea. La pequeña levantó la cabeza y vio a su papá.


─ Papi. ─ Corrió hasta él y Daniel la cargo.

─ Johnny me ayudó con la tarea.

─ ¿Ya le agradeciste?

─ No, iba a hacerlo al terminar.

─ Puedes decirle ahora.

─ Gracias por ayudarme Johnny.


...


Mientras Johnny seguía el tratamiento Daniel no se despegaba de su lado. A la castaña le importaba poco no ver a su esposo.


─ ¿Cómo conociste a la señora LaRusso?

─ Le pedí un préstamo a su padre, para abrir el concesionario. Ella me vio y le pido a su padre que nos presentará.

─ ¿Fue por interés?

─ No, de verdad la ame, nuestros primeros años de casados fueron un sueño. Amanda era amorosa, dulce y tierna, pero paso el tiempo y algo se fracturó en la relación y nunca supe que fue. ─ El pelinegro pudo percibir un olor dulce, como fresas con chocolate.

─ ¿Qué ocurre?

─ Tu olor ¿te pusiste algún perfume?

─ No, ─ Daniel se acercó a Johnny. ─ nunca me han gustado, pero el tuyo me agrada hierbabuena.

─ Tampoco uso.


La revelación se expuso ante ellos.

Daniel buscando a su destinado sin éxito. Solo lo sintió cuando fue amigo de Terry y lo visitaba en su dojo justo cuando Johnny era su alumno, también explicaba porque dejo de sentirlo cerca pues el ojiazul no volvió a clases después de ser echado por Sid.

Johnny entiende porque quedó prendado de Daniel la primera vez que lo vio y porque le gustaba disfrutar del aroma a hierbabuena.

Siguieron el impulso de sus corazones y apenas rozaron sus labios. Johnny no podía separar a una familia. Pidió perdón y salió huyendo.


...


El día tan esperado llegó.

Johnny temblaba. El doctor iba a iniciar cuando alguien lo detuvo.


─ ¿Amanda?

─ Deténgase, Johnny ve a cambiarte te veo en la sala de espera.


Daniel no entendía porque Johnny salió antes de lo esperado.


─ Lo detuve. Daniel no puedo hacerles esto. ─ Trato de no llorar. ─ Los vi, se que ustedes dos deben estar juntos y no me voy a interponer.

─ Amanda ...

─ Te amé mucho en el pasado, pero entendí que tenías razón. Algo se rompió y es hora de reparar el daño. ─ La castaña beso la frente de Daniel.


...


Johnny y Daniel se casaron dos años después. El ojiazul portaba con orgullo la marca de su alfa.

Laura fue atendida por los mejores médicos. Con paciencia y constancia pudo abandonar el hospital antes de lo planeado. Para las vísperas de navidad recibió la buena noticia, ya no había enfermedad.

Amanda estaba conociendo a otra linda beta llamada Carmen, Daniel se sintió feliz por ella.


─ Papá Johnny quiere más helado. ─ Sam le entrego el traste manchado de chocolate. ─ Y Robby también.

─ ¿Cómo sabes que Robby también quiere helado?

─ Le pregunté y me respondió con una patadita. ─ Daniel negó con diversión y sirvió más helado.

─ Se lo llevaremos los dos.


Sam subió al otro lado de la cama y le entregó el helado a Johnny. El rubio acaricio su abultado vientre.


─ ¿Puedo unirme? ─ El ojiazul volteo a verlo y asintió.


Entre risas. Palomitas, helado y malteadas pasaron la tarde viendo películas. Al llegar la noche Sam y Johnny quedaron profundamente dormidos. Daniel se sintió feliz de tenerlos. 

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