Día 4: Daniel (Omega) y Johnny (Alfa)

Nombre: Café y canela.

Número de palabras: 1325.

Notas: Esta historia es la continuación del OS "Galletas y malvaviscos" (Para los que aún no lo han leído pueden encontrarla en LAWRUSSO OS).

...

El sonido de unos pies corriendo hasta su habitación lo despertaron, la puerta se abrió y poco después sintió como el colchón se hundía de un lado.


─ Papi. ─ Recibió un tierno beso en la mejilla.

─ Buenos días bebé. ─ Abrazo al pequeño.

─ Papá dice que el desayuno está casi listo.

─ Gracias Miggy. ─ Quito las sabanas de encima. ─ No hagamos esperar a tu papá. ─ Intentó levantarse, pero todo a su alrededor le dio vueltas. ─ Miguel, dile a papá que venga.

─ ¿Te sientes mal?

─ No te asustes bebé, se mi niño valiente y ve por papá.


Miguel corrió hasta el alfa rubio y lo último que escuchó Daniel fue la vocecita temblorosa de su cachorro sollozando.


Dos meses antes.


Johnny. El alfa seguía restregándose contra Daniel.

Hueles muy bien. Pasó su nariz por el cuello del omega.


Daniel quedó bajo el cuerpo de Johnny. Pasó sus mano por el cuello de rubio y lo atrajo para fundirse en un beso apasionado.

La ropa estaba esparcida por toda la habitación y el omega jadeaba ante el toque de su alfa. Daniel estaba lo suficientemente húmedo y listo para Johnny.


Espera ... Johnny abrió el cajón en busca de los condones.

No ... quiero sentirte. El alfa asintió. Daniel abrió las piernas haciéndole una invitación a Johnny.


Se lamió los labios y entró en Daniel de una sola embestida. El omega grito apretando las sábanas blancas en sus puños.


John ... Johnny. El alfa colocó las piernas del omega sobre sus hombros para profundizar la penetraciones.


...


Daniel despertó un poco confundido.

Ali le dio a Miguel una paleta para tranquilizarlo. Johnny esperaba que la rubia dijera algo.


─ Miguel, ¿puedes ir a la cocina con tío Bobby?

─ Sí tía. ─ El pequeño Omega salió de la habitación.

─ ¿Qué pasó?

─ Te desmayaste. ─ Johnny contestó preocupado.

─ Danny, te hare unas preguntas y quiero que me contestes lo más claro posible.

─ Bien.

─ Cuando pasaron juntos su celo ¿se protegieron?

─ Amm no.

─ Johnny dice que te fatigas con facilidad.

─ Sí, tengo sueño la mayor parte del tiempo.

─ ¿Mareos?

─ Un poco.

─ ¿Náuseas matutinas?

─ Sí.

─ ¿Desde cuándo?

─ Poco más de un mes.


Daniel estaba entendiendo lo que Ali sospechaba, y Johnny, bueno Johnny seguía sin entender nada.


─ Ali, ─ La ojimiel asintió. ─ ¿En verdad?

─ Es muy posible, pero recomendaría hacer una prueba para confirmar cualquier sospecha.

─ ¿Sospecha de que? ─ Pregunto el rubio.

─ De embarazo, Johnny, Daniel y tu tal vez estén esperando otro cachorro.


...


Daniel y Johnny esperaban los resultados. El omega estaba un poco nervioso. Miguel tenía 5 años, nunca hablaron de tener otro bebé ¿Cómo reaccionaría padre e hijo si el resultado era positivo?


─ Yo estaré feliz de tener otro cachorro corriendo por la casa, no lo planeamos, pero lo venia pensando desde hace tiempo. ─ Daniel a veces olvidaba que el alfa podía escuchar sus pensamientos gracias al lazo que los une. ─ Y por Miguel no te preocupes, estará feliz de tener un hermanito o hermanita.

─ Daniel Lawrence. ─ El omega se alzó el brazo y la enfermera le entregó el sobre.

─ Gracias. ─ La beta le sonrió y regresó al cuarto de pruebas.

─ ¿Listo? ─ Preguntó Johnny. Daniel sacó la hoja.


...


─ Quiero que sea una niña. ─ Sus papás rieron.

─ Bebé, no podemos elegir si será niña o niño.

─ Yo sé que será una niña. ─ Toco el vientre todavía plano del pelinegro. ─ No tardes en crecer, quiero jugar contigo.


Miguel le deseo buenas noches a Daniel y a su hermanito o hermanita. Johnny lo llevó hasta su habitación para arroparlo, continúo leyéndole el cuento que dejaron pendiente hasta que se durmió. Johnny le dio un besito en la frente y antes de salir le encendió su lamparita de noche.


─ Reaccionó mejor de lo que esperaba.

─ Miguel es un buen hijo. ─ El alfa se acostó junto a Daniel.

─ Todavía no hay que confiarnos, En esta revista los expertos recomiendan involucrar al hermano mayor en todas las actividades posibles.

─ Le pediremos que nos ayude a darle la noticia a la familia y amigos. Después ya veremos en que más lo podemos involucras. ─ Daniel dejo la revista a un lado y apagó la luz.


...


─ Hola. ─ Amanda y Carmen entraron saludando a los invitado que ya habían llegado.

─ Robby. ─ Miguel corrió para abrazar a su mejor amigo. Johnny gruño.

─ Será mejor que te acostumbres. ─ Carmen rio. ─ Miguel y Robby crecerán y ...

─ No hablemos de eso o Johnny va a desmayarse.

─ Mantendré vigilado a ese niño.

─ Lucille también los vigilaba y no funciono muy bien. ─ Ali entró a la conversación haciendo reír a Carmen y Amanda.

─ ¿Cómo que no funcionó? ─ Lucille interrumpió y Daniel se puso nervioso.

─ Mejor iniciemos con la sorpresa.


Familia y amigos estaban expectantes, Miguel entregó cajas de regalo a todos.


─ Primero queremos agradecerles por todo su apoyo, siempre han estado en bueno y malos momentos. ─ A Daniel se le quebró la voz y Johnny lo abrazó. ─ Y por eso los queremos hacer parte de esta maravillosa noticia.

─ Pueden abrir sus regalos.


Los grito y felicitaciones no se hicieron esperar. Los presentes se colocaron las playeras que decían "Querida familia, los veo pronto" y abajo un estampado de biberones y chupones.


4 MESES DE EMBARAZO


La doctora sonrió al encontrar lo que estaba buscando.


─ Aquí está.

─ Y bien ¿Qué es?

─ Pueden decirle a Miguel que tenía razón, es una niña. ─ Daniel y Johnny lloraron por la emoción.


Miggy le pido a Daniel el teléfono para informarle a Robby y a Johnny no le hizo nada de gracia.


─ Ey, Robby es un buen chico. No olvides que es hijo de Amanda y Carmen.

─ Lo sé, pero no quiero que lastimen a nuestro hijo.

─ No podemos evitar que sufra, lo único que podemos hacer es estar siempre apoyándolo. Prefiero que su destinado sea Robby a un completo desconocido.

─ Tienes razón.


6 MESES DE EMBARAZO


─ Papá, queda mejor el oso. ─ Miguel hizo a un lado el dibujo de la jirafa.

─ El oso entonces. ─ Johnny pego el oso a la pared y Miguel aplaudió. ─ Traeré mi juguetes de cuando era bebé. ─ Daniel entró sollozando y Johnny sabía lo que venía.

─ Si contratas un plan mensual te regalan 30 megas de navegación. ─ Miguel inclinó la cabeza incapaz de entender porque papi lloraba. ─ Iré a revisar si hay otras ofertas. ─ El pelinegro se fue.

─ Es normal. ─ El alfa palmeo el hombro de su hijo. ─ Cuando tu estabas en su vientre lloro por una oferta de desodorantes.


8 MESES


─ Samantha. ─ Johnny salió con una toalla envuelta en su cintura y Daniel no entendió. ─ Cuando Miguel nacido me prometiste que yo elegiría el nombre de nuestro próximo cachorro, ya lo pensé bien y quiero que se llame Samantha. ─ El omega lo pensó un poco.

─ Samantha Lawrence – LaRusso, me gusta.


9 MESES


A la media noche Daniel empezó con la contracciones.


─ Llama a mi mamá y dile que venga a cuidar de ... ahh olvide que esto dolía como el infierno ... dile que venga a cuidar de Miggy.

─ Si. ─ Johnny llamó a Lucille, mientras llegaba preparado la maleta, busco las llaves del auto y ayudó a su omega para ir a la entrada de departamento.


Lucille llego en tiempo récord, beso la frente de su hijo y le deseo suerte.

Daniel estaba en revisión. Johnny daba vueltas por la sala de espera bebiendo té.

Un enfermero salió para decirle que ya era momento.

Johnny entrelazo su mano con la del omega.


─ Señor Lawrence. ─ Una de la enfermera le entregó las tijeras para cortar el cordón umbilical.


Revisaron a la bebé, la limpiaron y se la entregaron a Daniel.


─ Es hermosa. ─ Johnny los observaba embelesado.

─ Se parece mucho a ti. Te amo.


...


Miguel entró con cuidado, no quería despertar a su hermana.


─ Acércate Miggy, Sam está despierta y quiere conocerte.

─ Es muy bonita. ─ Su hermana envolvió uno de sus dedos con la pequeña mano. ─ ¿Vieron? Ella sabe que soy su hermano.

─ Por supuesto que lo sabe, Sam reconoció tu voz.

─ Canela. ─ Dijo Johnny. ─ No es muy fuerte, pero huele a canela.

─ ¿Será Alfa? ─ Preguntó Miguel.

─ Probablemente.


Galletas y malvaviscos, Café y canela. ¿Qué más podían pedir?


─ Te amo. ─ Daniel le dio un corto beso.

─ Te amo mi dulce omega.  

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