Día 29: Despertando en una realidad alterna
Los chicos corrían alrededor de dojo. Eli les había jugado una broma y sus amigos los perseguían para vengarse.
Daniel intentaba pararlos, pero los alumnos a veces querían hacer otras cosas, el karate les gustaba, pero después del año pasado por ahora solo querían disfrutar el regreso a su vida normal.
El pelinegro esperaba que su pareja apareciera en cualquier momento para gritar y atemorizarlos.
─ Ey. ─ Johnny aparece y Daniel respira tranquilo. ─ Tengo la cinta, atrápenlo. ─ Dice agitando el objeto.
─ ¿Tú también?
Entran a la casa y pocos segundos escucha que algo se rompe. Entra para descubrir la foto del señor Miyagi rota.
─ Papá, fue un accidente. ─ Sam recoge la foto y Miguel juntas los vidrios.
─ Nosotros lo repararemos. ─ Dijo Eli. ─ Lo sentimos ¿verdad? ─ Los demás asintieron.
─ No lo harán. ─ Daniel le arrebata la foto a Sam.
─ Entiendo tu enojo, pero no tienes por qué hablarles así.
─ No te metas Johnny, jamás entenderás lo que significa el señor Miyagi para mí. Váyanse todos no quiero ver a nadie.
─ Pero papá.
─ ¡Quiero estar solo! ¿Por qué no pueden ser personas más responsables? Ya no son niños y tu menos. ─ Señala a Johnny. ─ Estoy cansado de su inmadurez.
Llega a casa, azota la puerta y se acuesta en el sofá. Con la foto entre sus manos se queda dormido.
...
─ Señor Lawrence. ─ Siente alguien lo mueve. ─ Sus hijos pronto volverán de la escuela. ─ Abre los ojos asustado por la extraña voz. Grita al no reconocer a la mujer.
─ ¿Quién es usted? ¿Cómo entro?
─ ¿Se siente bien? Puedo llamar al doctor. ─ Su cabeza le duele, ver a su alrededor y sabe que esa no es su casa, porque la habitación donde se encuentre mide tres veces más que su cocina.
─ ¿Do ... dónde estoy?
─ En su alcoba ¿en dónde más estaría?
─ ¿Y la foto del señor Miyagi?
─ En su dojo, como siempre lo ha estado. ─ Daniel ríe y asusta a la señora.
─ Estoy teniendo uno de esos sueños raros. ─ Se pellizca. No pasa nada y vuelve a hacerlo.
─ Definitivamente llamaré al señor, por favor no se nueva. ─ La mujer sale casi corriendo y Daniel siente pánico.
Se pone de pie para examinar el lugar, ve la gran cama, algunas mesas, una pequeña sala y dos tocadores. En uno de ellos hay fotos de él con Johnny y sus hijos.
─ Es una jodida broma. ─ Samantha, Anthony y Robert lucen totalmente diferentes, su hija lleva un vestido color vino, su cabello es lacio y el maquillaje la hacer ver ligeramente mayor. Anthony y Robby visten de traje negro y camisa blanca, el cabello es corto y peinado hacia atrás con gel. Johnny lleva corbata ¿Johnny con corbata?
─ Su esposo no tardare en venir.
─ Me ... me siento mejor, no era necesario. ─ Estaré en la cocina por si me necesita.
─ Gracias.
...
Sam entra primero, está peinada con una coleta alta, lleva un uniforme azul. Sus hermanos visten igual, a diferencia de la corbata.
Daniel espera recibir abrazos, pero los tres saludan desde lejos.
─ Buenas tarde papá, no sabíamos que estarías aquí. ─ La señora que vio antes sale y se lleva las mochilas.
─ Decidí tomarme el día libre. ─ Responde y los tres fruncen el ceño.
─ ¿Día libre? Nunca has tomado un día libre. ─ Dice Anthony.
─ Hoy quise hacerlo, ¿Les gustaría ir a ...?
─ No puedo. ─ Sam no lo deja terminar. ─ Tengo tarea, después iré a mi entrenamiento de fútbol, luego a mi clase de piano y debo volver a tiempo para practicar karate con papá.
─ Tampoco puedo, mi debate es en hora y media, Eli me espera para presentarme a sus padres y ya le dije a papá que no podré regresar para el entrenamiento.
─ ¿Y Miguel?
─ Papá, nunca dejaste que nos juntáramos con Miguel y Tory ¿recuerdas? "Muy inmaduros para su edad". ─ Imita la voz de Daniel.
─ Yo si llegaré al entrenamiento, pero no comeré con ustedes, Devon y yo iremos a la biblioteca para estudiar, esa competencia de conocimientos no se ganarás sola.
Los tres subieron a sus habitaciones. Daniel extrañaba a sus verdaderos hijos. Acaso ¿Se quedaría en esa extraña realidad por siempre? No lo soportaría.
De nuevo la puerta se abre, ahora es Johnny.
─ Daniel. ¿Ahora que ocurre contigo? ─ Le dice molesto.
─ Me sentí un poco mal, pero ya estoy mejor. ─ Intenta besarlo, pero el rubio lo aparta.
─ No te confundas, si estamos juntos es por el bien de los niños. ─ Daniel entiende que en ese universo su matrimonio no va bien.
─ ¿Ya no me amas? ─ Johnny sonríe de lado.
─ Te amo y por eso me dolió tu traición, ¿Por qué con Terry? ¿Qué te dio él que yo no?
─ Johnny, ¡no! Yo jamás te ...
─ Los vi en nuestra cama y tu lo admitiste sin pizca de culpa. Hice todo lo que me pediste. Madure, cambie mi forma de ser y mi estilo de vida. Regrese arrastrándome con Sid para pedirle empleo y convertirme en lo que esperabas. ¿Para qué? Para que al final me engañaras con ese tipo.
Daniel se sintió mareado, su vista se nublo.
─ Johnny, estoy mareado.
─ No empieces con tus chantajes.
─ No es chantaje, me siento ma ... mal. ─ Johnny alcanza a sostenerlo. Lo último que puede oír es a Johnny pidiendo ayuda.
...
Johnny, Sam, y Robby encuentran a Daniel dormido. Con cuidado le quitan la foto de las manos para colocarla en el nuevo cuadro.
─ No ... no ... ─ Daniel grita aun dormido. ─ Perdón. ─ Johnny se acerca y lo mueve.
─ Amor, despierta. ─ El pelinegro tiembla. ─ Es una pesadilla. ─ Daniel abre los ojos. ─ ¿Estas bien? ─ Se da cuenta de dónde está y respira tranquilo.
─ Fue una horrible pesadilla. ─ Abraza a Johnny.
─ No tengas miedo aquí estoy. ─ Daniel ve a sus hijos.
─ También necesito un abrazo de ustedes. ─ Los jóvenes se acercan y quedan abrazados por un largo tiempo. Cuando por fin se separan, Sam le entrega la fotografía como nueva.
─ Prometemos no volver a jugar así.
─ No volverá a ocurrir.
─ Escuchen, lo que dije no estuvo bien. ─ Les sonríe. ─ Los amo tal como son y no los cambiaría por nada.
─ ¿Eso me incluye? ─ Pregunta Anthony quien sostiene una paleta de hielo.
─ Eso te incluye.
Daniel cree que fue obra del señor Miyagi, tal vez no esté presente físicamente, pero le gusta creer que su espíritu lo sigue guiando por el camino correcto.
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