Día 20: Propuesta de matrimonio
Nota: Esta es una adaptación de una historia que hice para el reto 31 días SamBucky.
...
Johnny colocó un tazón enorme de palomitas en la mesa y Daniel dejó jugo y refrescos. Sus dos pequeños hijos; Samantha y Robby aplaudieron y agradecieron a sus padres.
─ ¿Qué veremos hoy? ─ Preguntó Johnny prendiendo el televisor.
─ ¿Podemos ver parque de diversiones?
─ ¿De nuevo?
─ Si, yo también quiero ver parque de diversiones. ─ Robby como siempre apoyando a su hermana. ─ Se ven muy felices.
Daniel sonrió, cuando sus hijos pedían ver parque de diversiones se referían al video donde él le proponía matrimonio a Johnny.
─ Papá Daniel también quiere ver parque de diversiones. ─ Dijo el pelinegro
─ Está bien, nunca podría decirles que no a mi tres grandes amores.
Johnny dio en reproducir y el video inicio.
─ Aquí vemos a Danny cambiándose por tercera vez. ─ Se escucho la voz de Jimmy quien enfocaba a Daniel.
─ Deja de grabarme, guarda eso para después.
─ Es para tener maravillosos recuerdos, anda dile algo a tu futuro esposo y futuros hijos. ─ Daniel sonrió y se acercó a la cámara.
─ Hoy es uno de los días más importantes en mi vida porque le pediré matrimonio al amor de mi vida, sí, me refiero a ti John Lawrence. Te amo tanto y estoy tan nervioso espero no arruinarlo. Futuros hijos, no me juzguen si de repente me ven algo alterado, pero es que su padre es tan maravilloso que aún me hace suspirar luego de casi 4 años.
[En el parque de diversiones]
─ ¿Por qué en un parque de diversiones? ─ Cuestiono Tommy frente a la cámara. ─ No veo lo romántico en pedir matrimonio en un lugar repleto de niños llorones.
─ Te pedí que dijeras unas bonitas palabras, no que criticaras sus ideas. ─ Protesto Jimmy.
─ Ok, pero más te vale asegurarte de grabarlo bien porque no lo repetiré. ─ Tommy metió las manos en los bolsillos de su pantalón y hablo. ─ Johnny y Daniel, les deseo lo mejor, lo digo de verdad. Cada vez que están juntos puedo ver pequeños corazones flotando a su alrededor. Lo que más admiro de ustedes es la manera en que se apoyan, si uno cae el otro lo ayuda a levantarse. Sean felices. ─ Sonrió. ─ Jimmy dame la cámara ahora es tu turno de hablar.
[Tommy la recibe y enfoca a Jimmy]
─ Daniel, mi mejor amigo. ─ Hizo una pausa.
─ Oh por favor no llores porque yo también lo haré. ─Advirtió Tommy.
─ La vida no fue sencilla para ninguno de los dos, ambos pasamos por la terrible experiencia de perder un padre, solo nosotros podíamos entender ese dolor. Estoy tan contento por ti porque por fin tendrás tu propia familia. Mereces ser feliz y sé que Johnny te hará más feliz de lo que ya eres. Johnny, puedo asegurarte que Daniel te ama, la sonrisa que pone cuando está contigo nunca se la vi con nadie más.
[Grabando a Daniel y Johnny discretamente]
─ Es turno de la montaña rusa. ─ Daniel jalo a Johnny hasta el juego. Los demás los siguieron a una distancia considerable para no ser descubiertos.
Se colocaron en los primeros asientos. En la parte de atrás se acomodaron sus amigos y se quitaron los lentes y gorras que usaron para pasar desapercibidos.
Los carritos avanzaron a gran velocidad, Johnny gritó emocionado y Daniel comenzó a temblar, pero no porque le asustara más bien era porque la propuesta daba inicio.
─ Pediré la foto, tu cara de susto es increíble. ─ Rio Johnny.
─ No, me veré como un cobarde.
─ No eres un cobarde además siempre estaré para protegerte. ─ Beso la mejilla de Daniel.
─ Solo lo dices porque quieres esa foto.
─ Puede ser.
─ Entonces ve por ella.
Jimmy y Tommy aprovecharon para salir de sus asientos y sujetar el cartel, Ali preparo el ramo de rosas, Kumiko saco su celular para tomar fotos, Bobby comenzó a grabar, Miyagi a Daniel la cajita donde venia el anillo, Dutch sirvió dos copas de vino, a escondidas por supuesto, Freddy puso la música, Daniel se hinco y los que gente que pasaba a su lado se detenía a observar.
─ Aquí tiene su foto, cortesía del parque. ─ El encargado del juego era cómplice también.
─ Gracias. ─ Johnny no resistió la curiosidad y vio la foto. En la imagen se alcanzaba a ver un letrero detrás de los dos que decía ¿Te quieres casar conmigo? Y sus amigos de fondo. De inmediato giró y sus ojos se cristalizaron al ver a Daniel sosteniendo un anillo e hincando frente a él.
─ Amor, tal vez no sea la propuesta más romántica del mundo, pero quise hacerte esta pregunta en este juego por algo en especial. Cuando nos conocimos fue un desastre, iniciamos con el pie equivocado. Creíamos que los dos éramos muy diferentes y por eso no nos soportábamos, pero prefería pelear contigo a extrañarte. Esta montaña rusa es una analogía de lo que causas en mí. Estar contigo es lo más emocionante del mundo, la sensación de mariposas en el estómago en las bajadas fue la misma que tuve cuando nos besamos por primera vez. El miedo fue semejante al que tuve la vez que discutimos y pensé que te perdería para siempre. Lo suave y lento del inicio me recuerda a tu calidez, la manera en que me consolabas luego de despertar gritando por las pesadillas. Y por último, las ganas de gritar que me dan por dejar en claro cuánto te amor. Por eso estoy aquí en compañía de nuestros amigos para preguntarte ¿Quieres casarte conmigo?
─ Sí, sí que quiero. ─ Johnny se arrodilló para besar a Daniel y los demás limpiaban las lágrimas que salían sin parar. ─ Te amo tanto Daniel, eres el amor de mi vida.
─ Te amo más. ─ Señaló su mano. ─ ¿Me permites?
─ Claro. ─ Daniel colocó el anillo de compromiso en su dedo y después besó la mano de su ahora prometido.
Los demás no resistieron y se acercaron para darse un abrazo grupal.
El video finalizó y los niños quedaron dormidos. Daniel se ofreció a llevarlos a sus habitaciones mientras Johnny limpiaba.
Daniel beso la frente de su hija, la arropo y apago la luz.
Volvió a su recamara y descubrió a Johnny mirando el anillo de casados.
─ ¿Estas bien?
─ Excelente, de maravilla. ─ Abrazo a su esposo. ─ Te amo.
[.]
Después de tanta insistencia, Daniel y Johnny llevaron a sus hijos al parque de diversiones donde se comprometieron, solo que esta vez no se subieron a la montaña rusa porque sus hijos aún no medían lo que el reglamento pedía.
Robby y Sam jugaban en los toboganes pequeños. Daniel vio a lo lejos a una pareja que llevaba a su bebé en una colorida y practica carriola.
─ Nos hará falta una de esas. ─ Daniel señaló el cochecito.
─ Nuestros hijos ya no caben ahí. ─ Contestó Johnny.
─ Ellos nos. ─ De la mochila sacó una pequeña caja y se la entregó a Johnny.
─ ¿Qué es esto?
─ Ábrela. ─ Johnny obedeció y casi grita al ver el contenido.
─ ¿Enserio?
─ Si, tendremos otro bebé.
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