Nombre: Empezar de nuevo.

Número de palabras: 1163

Aclaraciones: Basado en la pelea de la T:4, E: 5. Y Eli no es atacado por Cobra Kai. Daniel y Amanda están divorciados.

...

Daniel y Johnny cayeron al piso ante la mirada atónita de sus estudiantes. La pelea ni siquiera había iniciado, pero ellos ya estaban desmayados.

─ Wow ¿Qué fue lo que pasó? ─ Demetri subió a la plataforma para revisar a los dos adultos.

─ Papá estuvo bebiendo la noche anterior, casi no durmió y entreno como loco. ─ Sam tomó su teléfono para enviar un mensaje a Amanda adjuntado la foto de Daniel inconsciente seguido de unas caritas riendo.

─ Johnny estaba igual, supongo que no resistieron el cansancio y la presión. ─ Añadió Miguel.

─ Llamaré a una ambulancia. ─ Eli sacó su teléfono, pero Sam lo detuvo.

─ Será mejor que no lo hagas, en cuanto despierte van a insistir en continuar con la pelea y podría ser peor para ellos.

─ Sam tiene razón, dejemos que los senséis duerman y recuperen la cordura antes de seguir haciendo cosas estúpidas.

─ La fiesta de Moon está por iniciar, podríamos ir a relajarnos un poco. ─ Todos aceptaron y subieron a sus autos.

...

Los primeros rayos de sol se asomaban por el horizonte, Daniel despertó al escuchar la alarma del teléfono sonando con insistencia. Con los ojos cerrados busco a tientas el aparato y lo apago.

─ Johnny, tenemos que levantarnos.

─ Cinco minutos más LaRusso. ─ El ojiazul cambió su posición acostándose boca abajo.

─ ¿Cómo puedes dormir así?

─ Estoy acostumbrado a dormir en lugares mucho peores.

─ Bien, si quieres quedarte aquí todo el día por mi no hay problema. ─ Daniel se levantó, entró a la casa en busca de una toalla para poder ducharse.

El sueño de nuevo se apoderaba de Johnny y cuando estuvo a punto de quedarse dormido Daniel gritó horrorizado.

─ ¡Johnny! ─ El rubio se levanto de golpe y corrió hasta la casa.

Daniel respiraba con dificultad, pasó su mano frente al espejo, movió la cabeza, intento pellizcarse, pero el reflejo de su yo de 17 años no desaparecía.

─ Daniel ¿qué ...? ─ Johnny gritó igual o más fuerte que el pelinegro. ¿Acaso había tomado tanto que ya imaginaba cosas? Porque no había otra manera de explicar que tenía frente suyo al impertinente y molesto Daniel LaRusso que conoció hace muchos años en la playa.

─ Johnny. ─ Daniel volvió a gritar. ─ Tu ... tu. ─ Lo señalaba sin poder completar la oración. El rubio se acercó al espejo y casi se desmaya al verse joven de nuevo.

─ Deja de bromear LaRusso ¿Qué truco utilizaste en el espejo?

─ Te juro que yo no hice nada.

Johnny abrió la cámara del teléfono y pudo confirmar que no se trataba de ningún truco.

─ Bien, tenemos 17 otra vez. ─ Afirmo el rubio.

─ ¿Cómo nos pasó esto?

─ No se.

─ Es tu culpa.

─ ¿Mi culpa?

─ Sí, tu culpa porque si no hubiésemos peleado ...

─ ¿Por qué siempre tengo que ser el culpable de todo? Eres el mismo idiota del 84.

─ Y tu eres el mismo imbécil bruto.

─ Te haré tragar tus palabras. ─ Johnny se colocó en posición de combate y Daniel igual.

─ Quiera ver que lo intentes. ─ El ojiazul intentó lanzar un golpe, pero sintió como si algún tipo de fuerza lo obligo a fallar. Daniel trató de utilizar la ventaja a su favor y tirarlo al piso, pero de igual manera no pudo hacerlo.

Pasaron varios minutos, y al darse cuenta que sus intentos por pelear eran inútiles prefirieron detenerse.

─ No puedo seguir, estoy cansado de pelear contigo. ─ Daniel volvió adentro y fue a la cocina por agua.

─ ¿Y crees que yo no? ─ Johnny lo siguió.

─ ¿Entonces porque continuamos discutiendo?

─ Hace mucho que dejar de saberlo. ─ Johnny atrapó la botella de agua que Daniel le arrojo con cuidado.

─ Tal vez esto es un castigo por llevarnos mal.

─ ¿Lo crees?

─ Solo piénsalo, de todos los años que vivimos ¿Por qué tener nuestra edad de cuando llegue a California?

Johnny dejó la botella a un lado y se acercó a Daniel.

─ ¿Eres nuevo aquí? ─ Johnny le sonrió amistosamente a Daniel.

─ Sí, vengo de Newark.

─ Bienvenido chico Newark.

─ En realidad ... me llamo Daniel.

─ Johnny. ─ El rubio deseo volver en el tiempo para corregir el mal inicio de hace más de 30 años. ─ ¿Te gustaría ir al cine conmigo?

─ ¿No se enojarán tus amigos?

─ Ellos lo entenderán, no todos los días un chico lindo de Newark se muda al Valle. ─ Daniel se sonrojo, ¿Por qué no fue así de fácil antes?

─ En ese caso, podemos irnos.

...

Daniel y Johnny observaban la cartelera, algunos que pasaban a su lados los miraban raro.

─ Debimos comprarlos en línea. ─ Daniel se quejó.

─ No les hagas caso, nada se compara con dejarte escoger una película super cursi para después fingir llorar y tu te conmuevas tanto que me des un beso para consolarme.

─ Que tierno. Quiero esa. ─ Señalo la más cursi de todas.

─ ¿Enserio? Espero que sea un beso bueno. ─ Ambos rieron.

─ Tu compra los boletos y yo iré por las palomitas. ─ Daniel le dio un beso rápido en la mejilla.

...

Hace 30 minutos que la película comenzó y Johnny hacia su primer movimiento. Al estilo de la vieja escuela fingió estirarse, paso su brazo por el respaldo del asiento hasta tener la mano en el otro hombro. Daniel dejó que lo acercara más a su cuerpo y acomodo la cabeza en el hombro del rubio.

Llegó la parte donde los enamorados peleaban y el ojiazul comenzó a llorar.

─ ¿De verdad estás llorando o solo quieres un beso?

─ Quiero el beso, obvio. ─ Daniel no le creyó. ─ Eres tan sensible y me encanta. ─ Rompió con la poca distancia que quedaba entre ellos y unió sus labios en un dulce beso.

En los 80s era un gran avance, pero ahora la mayoría de los chicos se besaba descaradamente en la sala de cine.

...

Luego de salir del cine caminaron por el Valle. Algunas personas interrumpieron su paseo para decirles de su gran parecido con los maestros de Karate de sus hijos. Ellos respondían con una sonrisa y se alejaban.

De nuevo el sol estaba por ocultarse, llegaron al dojo y entraron a la casa.

Johnny se acostó en la cama. Daniel dio un gran suspiro y el rubio noto su cara de preocupación.

─ ¿Qué ocurre?

─ ¿Qué pasará si mañana regresamos a nuestro cuerpos de adultos? Me gusto iniciar de nuevo y no quiero perder esto.

─ Ven. ─ Johnny señaló la cama y Daniel se recostó a su lado. ─ No podemos quedarnos así por siempre, debemos derrotar a Kreese y Terry, tenemos hijos que nos necesitan y estudiantes a los que seguir enseñando.

─ Lo se. ─ Respondió Daniel con la voz entrecortada y escondió su rostro en el cuello del rubio. ─ No pido que sea por siempre, solo pido un poco más de tiempo.

─ Hoy empezamos a formar algo lindo, así que no importara en que cuerpo despierte en la mañana porque quiero seguir con esto y ver hasta dónde nos lleva

─ ¿Lo prometes?

─ Lo prometo.

Daniel y Johnny durmieron abrazados esa noche.

...

Sam abrazo a Miguel con emoción. Esa mañana descubrió a su papá durmiendo con Johnny.

─ Te lo dije, a veces los deseos se hacen realidad. ─ Sonrió orgullosa.

─ Desde hoy empezare a creer en la magia.

...

Iniciamos marzo y el reto LawRusso, espero les gusten las historias y nos leemos en el día dos.