Por más que me esforzaba, no lograba entender las relaciones humanas, yo había sido producto de una relación extramarital, mi padre era casado y eso al parecer a mi madre no le importo, claro, en sus planes jamás estuvo embarazarse, sin embargo, ambos me adoraban, era su primogénita y "fruto de su amor" según ellos.

Obviamente de niña no cuestionaba ese hecho, solo me preguntaba constantemente porque mi padre no estaba con nosotros en especial con el nacimiento del nuevo bebé, alguien con sentido común no dejaría a su esposa-novia con una niña de cinco años y un bebé recién nacido, claro en ese momento yo no sabía que mi madre era "la otra".

Y enterarme de la forma de la que me enteré fue...un poco intenso.

"Mamá había tenido una semana intensa, mi hermano había estado enfermo llorando por las noches, yo también estaba cansada porque su llanto no me dejó dormir.

Vivíamos en un departamento pequeño, dos habitaciones, cocina y sala casi pegadas, un pequeño espacio para lavar en la parte de arriba con los demás inquilinos, papá se ofreció a comprar un espacio más grande, pero mi orgullosa madre no lo permitió y aunque en ese momento la odie (compartir cuarto con un niño llorón era horrible para mi en ese momento), pero cuando crecí entendí las cosas y mi respeto por ella comenzó a hacerse más grande.

Por nuestra misma situación no contábamos con la ayuda de nadie, a veces de mi tía (hermana de mi padre), pero ella también tenía sus propios problemas, así que estábamos a la deriva.

Como fuera ese día ya había empezado mal, Hikaru apenas saliendo de la fiebre y mamá y yo mosqueadas por la falta de sueño, así que cuando llego papá pues parecíamos haber salido de un manicomio.

—Debiste haberme hablado —Reprochó inmediatamente.

—No tengo ganas de discutir Travis, si me hubiera visto sobrepasada te hubiera llamado y como vez no hubo necesidad.

—¡Es mi hijo! ¿Y si le pasaba algo? No tienes manera de moverte.

Ellos como de costumbre olvidaron que había dos niños observándolos y siguieron con su discusión hasta que papá un poco más calmado nos invitó a la playa.

—¿Es buena idea? ¿Qué hay de Maya? ¿Tus padres? ¿Qué pasa si alguien nos ve? —De pequeña odiaba que mi madre pusiera tantas trabas ¡nunca veía a mi padre! Aunque de haberla escuchado...

—Iremos a una playa poco concurrida, quiero pasar tiempo con mi familia ¿acaso eso es malo?

No lo era, pero en ese momento no entendí a mi madre, debí hacerlo, era muy caprichosa para verlo.

—¡Yo quiero ir! —Papá me cargo en sus brazos y ambos comenzamos a ver a mamá con una mirada que era difícil de resistir, con sus balbuceos, hasta Hikaru parecía apoyarnos.

—Cariño, yo se que quieres salir con papá, pero Hika...

—Él ya esta bien, mami, ándale —le rogué un par de veces hasta que acepto.

Ahora que lo pienso, hubiera sido mejor que no aceptara.

(...)

Nunca me había divertido tanto, papá jugó mucho conmigo, nos metimos al agua y convencimos a mamá que se metiera con Hikaru, parecíamos una familia, bueno a los ojos de mi padre y de dos niños inocentes eso éramos.

Al final vimos el atardecer, Hika desde los brazos de mamá y yo desde los hombros de papá, había sido un día genial...hasta que ocurrió lo inevitable.

—¿Travis? —Yo en ese momento no reconocí la voz, pero mis padres se tensaron casi de inmediato"

El resto, como dicen, es historia.

—¡Nadeshiko! —Ese era mi pequeño hermano, seguro ya íbamos a comer.

Puede que me haya enterado de la verdad de una forma muy cruda, pero para mi mi familia es mi familia y siempre lo será.