Shizuka caminaba con sus hermanos menores, ese día se les había hecho tarde jugando fútbol en un intento por mejorar el juego de Benji, que no había dado resultado, pero bueno, les gustaba pasar tiempo juntos así que no importaba.

—¿Hermana? —Taiki, el mayor de los mellizos jaló su camisa— ¿No está raro el cielo? 

Ella volteó a ver lo que decía su hermano y casi se congeló cuando vio distorsiones y...al mundo digital.

—No de nuevo —susurró y sin decir más tomó las manos de sus hermanos para correr.

El digimundo los necesitaba una vez más.