—¿Ahora lo entiendes? Tu destino está ligado a la muerte, por eso entre menos lazos tengas es mucho mejor, a las personas como nosotros solo nos espera sufrimiento y dolor.

Seguía viendo la colección de cráneos de mi maestro, todo habían sido en algún momento personas que desafiaron al gremio y todas ellas fueron exterminadas por la misma persona: Bastian Creed, mi mentor y el asesino de la organización.

Quisiera abandonar esta vida, pero no puedo, mi sangre esta maldita y debo vivir con ello, yo no pedi ser un mago y aún así fue un don que se me dio...aunque para mi sea la peor de las maldiciones.

Sigo sin poder apartar la vista de los cráneos, todos ellos me recuerdan lo soy y lo que seré, una asesina con las manos manchadas de sangre, un ser sin emociones, una mujer sin nada que perder.

Porque lo más hermoso ya lo perdí, dándome el recordatorio de que solo atraigo muerte.

Todo mi ser huele a muerte.

Y me odio por ello.