Worewolf
Ningún mundo estaba preparado para mi. Desde pequeño supe que era diferente, y que estaba solo, no tenia familia, ni amigos, así que siempre me las arregle solo.
Soy un lobo solitario desde que tengo memoria, mi pelaje color café y mis ojos verdes eran extremadamente llamativos en mi forma humana, aparento un nuchacho de unos 17 años alto, rubio y corpulento. Mi nbre es Rex y esta es mi historia.
Fui abandonado en el bosque al poco tiempo de nacer, a medida que iba creciendo mi cambio se hacia mas evidente, hasta que un día sucedió, lo recuerdo como si fuera hoy.
Era una noche de luna llena y estaba caminado por el bosque cuando me transforme en un lobo, mi pelaje se volvió café, y mis ojos verde eran hermosos. Desde aquel día escondo mi real naturaleza del mundo que me rodea.
Como lobo siento la libertad que como humano pierdo atado a las regras de la sociedad. Ser un lobo me permite explorar diversos lugares que los humanos ignoran que existen.
Pero todo cambiaría una noche, estaba en el bosque en forma de lobo cuando los vi eran otros como yo, sentía su presencia y podio oírlos en mi mente.
"¿Quien es él?" dijo uno
"¿Que hace aquí?" pregunto otro.
"Es uno de los nuestros" exclamo otro.
La manada llego a mi a través de nuestras mentes nos podíamos comunicar.
"Soy Rex" dije en sus mentes.
"Jei, ellos son Nio y Milo" dijo el de pelaje negro.
"Que haces aquí?" pregunto Milo.
"Doy un paseo, ya que es el bosque donde me crié" conteste.
"No tienes manada?" pregunto Nio.
"No" conteste.
"Pues, puedes venir con nosotros" dijo Jei.
"Gracias pero estoy bien" dije.
Estuvimos charlando hasta que se fueron pero antes me dieron una dirección donde encontrarlos si me arrepentía de no decisión.
Los días pasaron pero la oferta que me habían echo aún resonaba en mi cabeza.
Ese día de lluvia corría por la carretera en forma de lobo, cuando un auto estuvo por atropeyarme puso el freno y yo volví a mi forma humana, estaba muy lastimado.
-¿estas bien? Tu eres el lobo- dijo ella.
No respondí, me sentía muy mal y estaba sangrando.
Horas después me desperté en el hospital, vi que tenia vendado el brazo y el abdomen. Al lado de mi cama Estaba la chica del accidente.
-lo siento, esto es mi culpa- dijo ella.
-no es nada, estoy bien nada de que preocuparse. Soy Rex- dije.
-Elina- dijo ella amablemente. -tu eres el lobo que atropelle- afirmo ella.
-si soy yo- conteste.
-pero ¿como es eso posible?- pregunto ella.
-larga historia-dije.
-tengo tiempo para escucharla, pero y tu familia ¿donde está?.
-no tengo familia, cuando supieron lo que era me abandonaron- expliqué.
-lo siento mucho-respondió ella.
-estoy acostumbrado a estar solo- expliqué.
El médico entro a verme en ese instante.
-muchacho, ¿cómo te sientes?- me pregunto el medico.
-estoy bien, no se preocupe- conteste.
-seguro, no te duelen las heridas, son profundas- dijo.
-estoy bien, no se preocupe, ¿cuándo tendre el alta?- pregunte.
-en unos días, si quiere llamare a su familia- dijo el médico.
-no gracias, yo me arreglo- respondí.
- bien, los dejo- dijo el doctor.
Luego que él se fuera Elina comenzó a hablar conmigo.
-porque no vienes a mi casa cuando te den el alta- me propuso ella.
-no quiero molestar, además volveré a casa- dije.
-pues si es así te acompañare para ver que estes bien- me dijo ella.
Pasamos el día conociéndo para conocernos más. Luego ella se durmió sobre mi cama, yo en cambio me quede despierto por mucho tiempo, hasta que logre dormir.
Los días pasaron hasta que llego el día en que me darían el alta, Elina estaba conmigo. Ella me había contado que tenia un hermano menor, y vivía con sus padres.
-bien, me voy a casa- dije
-vamos- dijo Elina compañandome a mi departamento, era pequeño pero para mi bastaba.
Al llegar a casa, abrí con la llave y ambos entramos.
-pues bienvenida a mi hogar, sientete como en casa- dije.
-gracias- dijo ella.
-¿quieres algo?- le pregunte.
-un jugo por favor- dijo ella
Ella estuvo en casa hasta que decidió irse.
Desde que la conocí supe que debía de protegerla de los peligros de mi mundo que era muy diferente al de ella.
Era un lunes cuanto fui a la facultad y luego al trabajo, estaba en el trabajo cuando alguien entro a la tienda. Era Elina con su hermano eso supuse yo.
-Rex ¿qué haces aqui?- pregunto ella.
-trabajo aquí, para mantenerme- comente. -¿el es tu hermano Lion?- pregunte.
-si es él- dijo ella -saluda Lion- dijo Elina a su hermano.
-hola Rex tu hermana me contó mucho de ti- dijo Lion.
-hola un gusto conocerte, ella también me hablo mucho de ti- dije.
El niño según me había contado Elina tenia 11 años, era muy parecido a su hermana.
-bueno ¿qué llevaran?- pregunte.
-elige lo que quieras- dijo Elina a su hermano.
Mientras ella me invito a cenar a su casa, acepté, ella me dio la dirección.
-llevare los dulces- dijo Lion agarrando una caja de bombones.
-yo quiero unas papas- dijo ella.
Les cobre lo que ellos se llevaron, me despedí de ellos para continuar trabajando. Cuando finalizo mi turno fui a casa me duche y me cambie para dirigirme a la casa de Elina, al llegar llame a la puerta y una mujer abrió.
-tu debes de ser Rex, adelante pasa, soy Charlotte la madre de Elina- se presentó ella.
-así es soy Rex, un placer conocerla- dije.
-entra- me dijo ella.
Entre a la casa era grande para cuatro personas.
-Rex-grito Lion abrazandome.
-hola campeón, que bueno verte de nuevo- dije.
-¿y papá?- pregunto Elina bajando de la escalera, estaba muy hermosa con un hermoso vestido negro, y zapatos del mismo color.
-en camino- dijo Charlotte a su hija.
Nos sentamos a la mesa y de golpe la puerta se abrió, un hombre entro a la casa.
-papá, estamos aqui- dijo Liam.
El hombre llego a la mesa y se sentó junto a nosotros.
-tu debes de ser Rex- dijo el hombre.
-si soy yo, un placer- dije.
-soy Greg- se presento el.
Cenamos en el comedor todos juntos, luego comimos el postre y salimos al patio.
-¿todo bien?- me pregunto Elina.
-si, todo bien- dije.
-puedes contarme ¿qué te sucede?- me pregunto.
-me siento raro. Hace mucho que no estaba en familia- comente.
-aquí tienes una familia- dijo ella.
-gracias- contesté.
Luego de unas horas, me despedí de ellos y volví a casa, con un mal presentimiento.
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Meses después mi mal presentimiento se hizo realidad estaba paseando con Elina cuando otro lobo la ataco a ella, tuve que transformarme para protegerla.
No sabia quien era y porque quería matar a Elina pero ella comenzó a huir, mientras ambos peleábamos. Él logro lastimarme con sus garras, yo comencé a sangrar, pero logre que no tocara a Elina, acostado en el suelo sentía mi cuerpo doler, veía la sangre a mi alrededor. Y el otro lobo estaba muerto.
No podía levantarme sentía dolor por
todo mi cuerpo, de golpe escuche un grito.
-Rexxxxxx- dijo Elina llegando a mi lado.
-estoy bien- dije intentando hablar, pero no podía.
-no hables, te pondrás bien- dijo ella.
Sabia que no mejoraría eso sentía en mi interior. Todo se volvió oscuro para mi en ese entonces.
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ELINA
Habían pasado horas y la operación aun no acababa, estaba muy preocupada por Rex el estaba así por mi culpa, lo que no entendía era quien quería hacerme daño a mi.
-señorita, ¿usted viene con él?- me pregunto el doctor.
-si, ¿qué es lo que sucede?- pregunte.
-su amigo esta bien la operación fue un éxito, pero aún no reacciona- dijo el medico.
-queeeee, noooooo-dije.
-tranquilicese, el puede despertar solo que no sabemos cuando- dijo el doctor
-lo entiendo, gracias, puedo verlo-dije
-si esta en la habitación 168- dijo el medico
-de nada- conteste, llendo a su pieza.
Al entrar y verlo postrado me puse a llorar.
Los días, meses, habían pasado, y Rex no mostraba mejoras en su salud.
Aquel día toda mi familia estaba en el hospital en la habitación de Rex, de golpe él comenzó a tener un infarto, los médicos entraron de inmediato y nos sacaron de la pieza, sabíamos que nada andaba bien.
Estábamos esperando cuando uno de los médicos salió para darnos la noticia, nos explico que Rex había fallecido, todos nos pusimos a llorar.
Entre a la habitación y abrace su cuerpo que yacía sobre la cama.
-te amo- le dije llorando.
Luego del trágico momento fuimos a preparar el funeral solo íbamos a ser yo y mi familia.
Luego del funeral fui hasta el departamento de Rex, al entrar todo me recordaba a él eso hizo que de inmediato me largara a llorar ya que me había enamorado de él y le agradecía el haberme salvado la vida.
Cada día lo extrañaba más, todos los días iba al cementerio para sentirme cerca de él. Sabia que me cuidaría del cielo.
Ese día en el cementerio antes de irme de allí vi algo que no esperaba era la imagen de Rex, que me hablaba, solo me dijo : "gracias, yo también te amo"
Desdén ese entonces cada vez que voy me sucede lo mismo.
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