El renacer de un reino.
Desde aquel entonces luego de la guerra que lo destruyo nadie supo mas nada del reíno que un día había sido rico y hermoso.
Skylight era el nombre del reino del cual ahora solo quedaban sus ruinas. Sus habitantes también habían desaparecido y nadie de los reinos aledaños se atrevía a ir a dicho lugar.
Hasta que un día Sunny una intrépida cazadora de Moonlight se atrevío a realizar la extraña travésia.
Ella cabalgo hasta las puertas del reino aledaño, las puerrtas no se abrían así que ella escalo por loa muros con el gancho y la soga que llevaba. Dejo a su canballo fuera de las murallas para ingresar al reino de Skylight, se sorprendió al ver las ruinas del mismo y no entendía donde podían estar sus habitantes.
Buscó y busco pero no encontró nada, hasta que llego a la biblioteca, allí los libros estaban intactos. Le llamo la atención que uno de los libros estaba brillando. Ella se acerco para abrirlo, al hacerlo una voz salio del mismo.
"Cuando encuentres los cristales de luz el reino volverá a su esplendor y en cuanto a los habitantes de este regresaran del exilio para retomar sus vidas"
Sunny no entendía el mensaje, para quien era y porque se había activado frente a ella. Comenzó entonces a buscar los libros que hablaban sobre cristales, leyó por horas los libros que hablaban sobre estos. Al finalizar se dio cuenta de que caía la noche, decidió entonces quedarse a dormir allí, busco una habitación para quedarse a dormir allí. Encontró un cuarto en el cual podía dormir, se acostó en la cama que había allí y se quedo dormida profundamente.
Por la mañana al despertarse decidió comenzar su busqueda.
Camino por todo lo amplio del reino, hasta que entre las ruinas vio un cristal que brillaba fue hasta el cristal y lo toco, al hacerlo otros cristales comenzaron a brillar.
-esto es genial- dijo Sunny.
Un cristal amarillo llego a ella, eso era raro no entendía nada.
- ¿y esto?- se preguntó Sunny.
-te lo has ganado- dijo una voz.
-¿qué?, ¿quien eres?- pregunto Sunny.
-soy Cristalia, guardiana de los cristales, sabia que vendrías para salvar nuestro reino, ahora escucharme bien- dijo la entidad de los cristales.
"Mas allá de las fronteras, donde el día es noche, y el mar se junta con horizonte, encontrarás entre millones de estrellas, a la personad del reino olvidado" Dijo Cristalia.
-no lo entiendo- dijo Sunny
-ve y salvarlos, ten cuidado, fuerzas oscuras planean la desaparición final del reino- me advirtió Cristalia antes de desvanecerse.
Sunny, no entendía nada, pero siguió los consejos de la guardiana, así que salio de aquel lugar para ir en busca de la gente del reino.
Sunny comenzó a caminar por los bosques del reino.
Canino incansablemente hasta que anochecido, al encontrarse sola en el medio del bosque prendió una fogata y se acostó sobre el pasto al lado de la misma. Ella dormía cuando un ruido la sobresaltó despertando la de inmediato.
-¿quién anda allí?-dijo Sunny agarrando su espada.
No vio a nada ni nadie allí. No pudo volver a dormir, así que de noche continuó el viaje. Se sentía preocupada, sentía que la estaban siguiendo. Vio entonces sombras detrás suyo que la habían seguido en el viaje, estaba amaneciendo cuando llego a algunas ruinas, las sombras al llegar a ese lugar se volvieron personas y comenzaron a atacar a Sunny sin razón. Ella esquivaba los ataques, no entendía porqué lo hacian.
Cuando estuvo en el suelo fue apuntada por una espada.
-no los salvaras- dijo la voz del hombre que la apu taba con la punta de la espada.
-lo haré, los salvare-dijo Sunny desde el suelo.
-¿quién te crees que eres niña? No lo harás- volvió a hablar el hombre.
-¿porqué hacen esto?- pregunto entonces Sunny.
-somos del reino de Moondarck, ellos son nuestros enemigos, se merecen esto- dijo la voz ahora de una mujer.
-claro que no, los reinos son amigos, no enemigos, yo se la historia completa, y los salvaré- contesto Sunny, levantándose del suelo para pelear.
Cuando la gente de Moondarck se acercaba a ella con las armas para atacarla algo fantástico sucedió. El collar con el cristal comenzó a brillar, este estaba creando un escudo que protegía a Sunny de los ataques de sus enemigos. Cuando este dejo de brillar, la gente de Moondarck estaba en el suelo inconscientes.
Dentro de las ruinas donde Sunny había sido atacada encontró tres coronas de piedra, las cuales toco al hacerlo una luz amarilla brillo y convirtió las ruinas en una hermosa casa de campo, la gente del reino de Skylight estaba reapareciendo desde los cristales.
-¿quién eres tu?- pregunto un joven de la misma edad de Sunny.
-ella es Sunny- dijo la voz de Cristalia apareciendo desde los cristales -ella los salvo-explico la guardiana.
-gracias por salvarnos y devolvernos el reino- dijo el hombre.
-Sunny ellos son el rey, la reina y el príncipe del reino- comento la guardiana.
-altezas- dijo Sunny haciendo una reverencia.
-gracias, nos has salvado- dijo la reina.
-tenemos que volver, pero y con ellos ¿qué hacemos?- pregunto el rey.
-le borraremos la memoria-sujirio Cristalia. -con los cristales.
Cristalia hizo lo que habían planeado, y regresaron al reino.
-Sun- dijo Sunny acordándose que habían dejado su caballo en la puerta del reino.
-ve a buscarlo, pueden quedarse aquí, y luego volver a casa- dijo la reina.
-gracias- agradeció Sunny llendo a buscar a su caballo, corrió entonces a las puertas que se abrieron de inmediato.
Sun era un caballo inteligente, se había quedado allí durante esos días.
-buen caballo, ven vamos a descansar- dijo Sunny montándolo, para ir hasta los establos del reino, allí nos quedamos un largo rato, hasta que el príncipe Elio
apareció allí.
-es hermoso-comento Elio.
-gracias es el mejor compañero para mis aventuras- contesto Sunny acariciando a su caballo, este era blanco de pelaje largo y reluciente.
-¿te puedo hacer una pregunta?- dijo Elio.
-claro su alteza- respondió Sunny.
-¿porqué viniste?- pregunto el príncipe.
-curiosidad, y además necesito encontrar a alguien de aquí-contesto ella.
-¿has encontrado a esa persona?- pregunto Elio mientras caminaban al interior del palacio.
-no, pero espero hacerlo antes de irme- contesto ella.
Entraron al palacio y fueron a la mesa del comedor, allí se sentaron para comenzar a cenar, Sunny respondía las preguntas de sus huéspedes, hasta que llego la hora de irse a dormir. Una de las criadas la acompaño a la cual seria su habitación.
-gracias, muchas gracias- dijo Sunny entrando a su habitación y acostándose en su cama donde se quedo dormida.
Aquella mañana la despertó la reina cuando abrió la puerta de su habitación.
-alteza- dijo Sunny.
-cariño, hoy se hará una fiesta en tu honor y por el renacer del reino, ten esto es tuyo- le dijo la reina a Sunny dándole una caja. Para luego salir de la habitación.
Al quedarse sola Sunny entró al baño para ducharse, luego salio y abrió la caja, en ella había un hermoso vestido amarillo, unos zapatos de tacón blancos y joyería, aros, collares y anillos. Sunny nunca utilizaba vestidos, no le gustaba para nada usarlos, pero esta era una ocación especial así que decía de hacerlo.
"Trqnquila Sunny solo es por una vez, luego iras en busca de tu padre" pensó ella en su mente. Ella había ido al reino en busca de su padre, ya que su madre antes de morir le había confesado que él vivía en el reino aledaño.
Un golpe a la puerta la volvió a la realidad.
-¿se puede pasar?- preguntaron desde el otro lado de la puerta.
-claro, adelante- dijo ella.
Elio entro al verla quedo perplejo por su belleza. Sunny llevaba su cabello rubio recogido en una trenza, sus ojos azules eran profundos como el mar, ella era alta y esbelta.
-¿estas lista?- pregunto Elio.
-no, para nada lista- dijo Ella.
-tu tranquila, todo saldrá bien, ya es hora- dijo Elio.
-gracias- contesto ella.
Ambos salieron de la habitación para ir al salón donde estaba por empezar la fiesta.
-yo debo de ir con mis padres, descuida todo estará bien- dijo el príncipe.
-lo se gracias- respondió ella al verlo alejarse.
Ella escucho los aplausos cuando los monarcas y su hijo aparecieron, luego el rey comenzó a dar un discurso, al finalizar, entre y todos aplaudían.
-ella es nuestra heroína, ella es Sunny y le estaremos agradecidos eternamente por habernos salvado- dijo ahora la reina.
Todo el mundo me miraba sorprendido, pero aplaudían, luego de las palabras de los reyes comenzó la fiesta, entre comida, baile y charlas pasaban las horas.
Sunny había salido al balcón para tomar aire, ya que no se sentía bien en la fiesta.
-ya basta te dije que no- escucho ella que gritaba alguien.
-¿porqué?- preguntó otra voz.
-porque no te amo, entiendelo Moon-dijo el muchacho.
-es por ella verdad, por la extraña que nos salvo- dijo la chica.
No entendía que pasaba pero ya era hora de irme, no tenia ganas de estar en la fiesta y además tenía que encontrar a mi padre. Fui a mi habitación sin que nadie me viera, me cambie el vestido, las joyas, y los zapatos por mi ropa normal, ahora con mis ropa negra me sentía mas cómoda, era mi yo real.
Deje todo lo que me había prestado la reina en la caja, y esta con una nota sobre ella, salí por la cocina allí no había nadie y me dirigí a los establos.
-hola amigo es hora de irnos- saludo a su caballo, para luego matarlo y salir de allí.
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Varios días después Sunny había recorrido casi todo el reíno pero no había encontrado a su padre aún, ahora se encontraba en una pequeña y remota aldea al lado del mar, allí vivían pescadores con sus familias, también había artesanos, joyeros, herreros, entre otros trabajadores.
Sunny estaba tomando el desyuno en una pequeña cabaña.
-niña, ¿tu no eres de aquí verdad?- le pregunto el anciano que atendía.
-no, yo vengó de Moonlight- comento ella.
-¿has dicho Moonlight?- pregunto el anciano.
-si, ¿porqué?- pregunto ella.
-ven creo que tienes que ver a algunas personas- dijo el anciano cerrando su cabaña.
Lo seguí hasta una herrería, al llegar abrió la puerta, vi a dos hombres allí.
-Neo, Dex- llamo el anciano a ambos hombres.
-señor Dan ¿qué hace aquí?- dijo el muchacho que tendría mi misma edad, era alto rubio de ojos azules y musculoso.
-Sunny, hija, mi niña, mi princesa-dijo mi padre Neo al verme corrió a abazarme.
-¿es mi hermana?- pregunto Dex, mi madre me había contado que mi hermano mellizo se había ido con mi padre en los años de la guerra.
-si-contesto mi padre sin dejarme de abrazar.
Mi hermano se acerco a nosotros para unirse al abrazo.
-¿qué haces aquí?¿qué sucedió con maná?- pregunto mi hermano.
-ella falleció hace cuatro años, salve el reino de Skyligth y los vine a buscar, quería encontrarlos- dijo ella.
Luego del abrazó familiar el anciano nos dejo a solas.
-gracias señor Dan- dijo el padre de Sunny.
- de nada, me alegra que se hallan reencontrado- dijo el anciano.
Ese día mi hermano y mi padre me pusieron al día de lo que hacían allí, Sunny dijo que regresaría a su reino para buscar sus cosas y volver a Skylight con ellos.
-pero no tardes te extrañaremos- dijo Dex a su hermana.
-lo hare, no se preocupen, los amo- dijo Sunny montando a Sun.
Ella cabalgo hasta a su hogar armo su bolso con ropa y otras cosas que ella tenia, cerro la puerta de su hogar para volver a montar a Sun.
Por la noche ella llego a Skylight, en las puertas del reino alguien la estaba esperando, allí vio a su hermano.
-estaba preocupado, y papá tambien- dijo mi hermano.
-dije que regresaría, que no se tenían que preocupar- comento Sunny.
-lo se, desde pequeña sabes cuidarte sola, pero igual nos preocupas-dijo Dex.
Estábamos caminando hacia la casa, cuando nos detuvieron.
-¿ qué hacen aquí, por la noche?- pregunto uno de los guardias.
-mi hermana, regresaba a casa y la vine a buscar eso es todo- contesto Dex.
-prosigan entonces- dijo uno de los guardias.
Seguimos caminando hasta la casa, al llegar el padre de Sunny estaba poniendo la mesa para la cena.
-al fin- dijo él.
Durante la cena charlaron para luego ir a dormir, Sunny tenía una habitación propia para ella.
-gracias por todo--les dijo a ambos.
Desde ese día Sunny ayudaba en la herrería y tambien de vez en cuando salia a pescar o cazar al bosque.
Era una noche calurosa de verano, luego del almuerzo Sunny y su hermano fueron al mar para refrescarse.
-eres lenta hermanita- dijo Dex a Sunny.
-lamantaras haberlo dicho, además yo soy la mayor- dijo Sunny corriendo para zambullirse en el mar antes que Dex. Ella comenzó a mojarlo y a nadar en el agua.
-no vale eso es trampa- grito Dex entrando al mar luego que su hermana.
-lo siento, te lo buscaste- dijo Sunny.
Después de nadar por horas salieron del mar para sentarse a la orilla de este.
-me alegra tenerte aquí- dijo Dex.
-y a mi me alegra haberlos encontrado-contesto Sunny.
Una voz que llamaba a Sunny los interrumpio.
Un joven se acercó, era Elio.
-Sunny, ¿qué haces aquí?¿porqué te fuiste el día del baile?- pregunto Elio.
-conoces al princesito hermanita, ¿cómo no nos lo contaste?- dijo Dex.
-¿y este quién es?- pregunto Elio.
-es mi hermano mellizo Dex, y él es el príncipe Elio- los presentó Sunny.
-el hijo del herrero, ¿entonces Neo es tu padre?- dijo Elio.
-así es- respondí.
-los dejo tienen cosas que hablar. Nos vemos en casa- dijo Dex a su hermana.
-te veo en casa- me despedí de él.
Elio se sentó a mi lado y comenzamos a hablar.
-me fui del baile por qué no me gustan las fiestas, además tenia que encontrar a mi familia- contesto Sunny.
-tu hermano me odia- dijo Elio.
-no es mala persona, me ha cuidado siempre hasta que nos separaron- dijo Sunny.
Estuvieron un largo rato hablando hasta que anochesio. Ambos se despidieron.
Sunny había retomado su vida con su padre y hermano, era muy feliz con ambos, y así los tres continuaron su vida como familia.
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