Amnecía
Ningúno sabia como habíamos terminado en esa situación tan extraña y exitante para ambos. Ella era una chica rubia, de figura esbelta, que llevaba un vestido rojo brilloso de lentejuelas, su pelo estaba mojado al igual que el mío.
Nos encotrabamos en una habitantes, los dos juntos, enfrentados el uno al otro, tenia mís manos rodeando sus muñecas, mi torso estaba desnudo, notaba su incomodidad en su mirada.
-sueltame ¿quién eres y qué estamos haciendo aqu?- pregunto ella intentando soltarse de mi agarre.
-lo siento, soy Nate, y no se porqué estamos aqui- dije mientras le soltaba las muñecas.
-Iris- me contesto ella -¿puedes ponerte tu remera?- me pidió ella muy amablemente.
-claro- dije agarrando de la cama mi remera azul.
Mientras tanto Iris intentaba abrir la puerta sin éxito.
-estamos encerrados- me confirmo ella.
-¿te acueradad de algo?- le pregunte.
-no de nada, ni siquiera, se como llegamos aca- me contesto ella, sentendose en la cama.
-tranquila saldremos de aquí y recuperaremos nuestras vidas- dije intentando calmarla.
Recorrí toda la habitación intentando encontrar la llave de la misma, pero no tuve suerte de hayarla, y no podíamos comunicarnos con nadie por que no teníamos nuestros celulares ni teléfono para hacerlo.
Por la ventana se veía caer la lluvia, de seguro por eso estábamos mojados.
-solo sabemos nuestros nombres- susurro Iris que se había acostado en la cama bajo las sabanas.
-tranquila ya nos acordaremos quienes somos, y que sucedió para que estemos aquí- respondí.
Esa noche ninguno de los dos pudo dormirse, algo no andaba bien. Mire hacia la cómoda para ver un bolso, me levante y lo tome.
-¿es tuyo?- le pregunte.
-debe ser, no lo se, miremos que hay en el- me contesto.
Abrimos el bolso, vimos lo que había dentro, algunas fotos, documentos, maquillajes, entre otras cosas.
Una foto en particular nos llamo la atención a ambos, estábamos nosotros dos junto a otras personas en una boda. Iris vestía de blanco ella era la novia y yo llevaba un traje negro, eso significaba que eramos esposos.
-eres mi esposo, porque no te recurrdo- pregunto ella alterada y nerviosa.
-no lo se amor pero ya lo recordaremos- dije acariciándola.
Ella temblaba de frío, y al sentir mis caricias se puso nerviosa, para ella era un total desconocido.
-dormirse en el sillon- comente tirandome en el.
- buenas noches- dijo ella.
-que descanses- respondí, luego nos quedamos dormidos ambos.
Aquella mañana me desperté temprano, mi reloj marcaba las 7am, fui al baño y me di una ducha, salí del baño con la ropa que había en la habitación, un jean azul y una remera negra, salí al balcón y vi toda la ciudad sin luz, era un apagón general, se había conrtado todo. Tendí mi remera, mi pantalón y mi ropa interior en una soga que había, cuando lo hice, del pantalón se calleron unas llaves y una nota que decía lo siguiente:
<Queria Iris:
Estamos a punto de emprender una nueva etapa de nuestras vidas juntos. Pronto seremos marido y mujer, TE AMO y siempre lo haré pase lo que pase recuerda que SIEMPRE estaré junto a ti, eres lo mejor que me paso en la vida.
TE AMO NATE>
-Nate, Nate ¿qué sucede estas bien?- me pregunto ella.
-no es nada- conteste mientras guardaba la carta en el bolsillo del pantalón.
-seguro, estas extraño- me dijo ella.
-no es nada, ve a ducharte- le ordene.
-¿has descubierto algo mas de nosotros o de que pasa?- me interpeló ella.
- no hay electricidad en toda la ciudad, así que no sabemos que sucede- respondí.
-entendido- contesto ella entrando al baño.
Mientras Iris se duchaba salí al balcón, desde donde vi un auto azul, toque las llaves que había encontrado, y el auto sonó, era mio solo teníamos que buscar la manera de salir de aquel lugar.
-Nate ¿me alcanzas la toalla?- grito Iris desde el baño.
Agarre una toalla seca, y entre para dársela, cuando abrió la cortina vi su cuerpo desnudo.
-lo siento- dije saliendo del baño para volver a la habitación.
Ella salio tras de mí, se acerco y me abrazo y comenzó a besarme.
-te amo- me susurro al oído.
-y yo a ti. Esto confirma que eres mi eaposa- dije sacando la carta del bolsillo del pantalón.
Ella la leyó, comenzó a llorar. Nos abrazamos y comenzamos a besarnos apasionadamente, ella dejo caer su toalla quedando desnuda.
-eres hermosa y perfecta. Pero ¿estas segura de hacerlo?- le pregunte.
-claro que lo estoy, a pesar de no recordar quienes somos, siento que te conzco de siempre y que te amo-contesto ella.
-y yo a ti, princesa- respondí besándola.
Ella comenzó a desvestirme hasta que que desnudo, ahora ambos estábamos en las mismas condiciones, hicimos el amor por varias horas, hasta quedar exhaustos y quedarnos dormidos abrazados el uno al otro.
Me desperte con el sonido de una explosión, cuando salí al balcón vi mi auto estallar en mil pedasos.
-¿qué fue eso?- me pregunto Iris.
-una explosion, debemos salir de aquí, cambiate- le pedí.
-claro ¿pero como lo haremos?dudo ella.
-ya lo veras- dije terminando de atar las sabanas para hacer una soga así poder bajar por el balcón.
Ya estábamos ambos con muestras ropas.
-¿estas seguro de esto?- me pregunto ella.
-si, iré yo primero, te espero abajo. Te amo confía en mi-conteste tomado soga que había echo con las sabanas.
Luego de bajar Iris hizo lo mismo, al llegar al suelo me dio un beso.
-pero y ahora ¿que hacemos?-dijo.
-vamos a caminar- sugeri.
Caminamos tomados de la mano hasta llegar a el pueblo el cuál estaba desolado, no había gente en las casas todo estaba vacío.
-¿qué ha pasado? ¿ y la gente?- pregunto Iris.
-no sabría decirte, vamos a agarrar ropa, viveres y un auto- sugeri. -tenemos que sobrevivir a lo que sea que éste sucediendo- le conteste.
-te sigo a donde sea, pero y ¿la amnesia?-pregunto ella.
-ya nos acordaremos de todo te lo prometo- le dije besándola.
Entramos a una tiendo de ropa de donde sacamos lo que quisimos, luego buscamos zapatillas ahí mismo. Fuimos a un mercado para agarrar comida, llenamos dos changos, para nuestra suerte había un auto estacionado con las llaves puestas así que pusimos los víveres y las bolsas de ropa en el baúl, para luego subir al mismo.
.
No sabíamos hacia donde íbamos, ni que había sucedido con las personas, solo sabíamos que nos teniamos el uno al otro y que debíamos sobrevivir juntos a lo que fuera que estaba sucediendo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top