✿ 59. Noctámbula

Le reclamo a mi musa con el puño en alto,
después de escribir tres líneas de un escrito inacabado,
me mira con rostro de inocente cordero acorralado,
por ella, mi mente se despierta de su letargo,
del tedioso día que devora en un solo bocado,
culpable de mis versos a las dos cuarenta y cuatro.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top