Ja... — fue lo primero que se le escapó al de gafas, quería reírse, como era posible que Kuramochi estuviera vistiendo algo tan tierno.... — ja,ja,ja,ja,ja,ja  — no pudo más la risa que tenía contenida escapó y pudo reírse, aunque sus senpais ya se habían adelantado a ello.

No sabíamos que te gustaban esos trajes. — dijo Jun.

No me gustan. — vociferó el parador en corto.

Si tú lo dices. — dijo Miyuki.

Vergüenza y ganas de darle un escarmiento, era lo que en ese momento sentía Kuramochi Youichi, daba gracias de que era el ÚNICO que sabía el punto débil de la pequeña pelinegro que se estaba burlando de él.

El obtendría su venganza.

¿Qué pasa aquí? — se escucho decir al pelirrosa, el cual venía acompañado por su hermano menor.

Ryo-san... — por alguna manera el dorsal #6 de Seido empezó a sudar frío, algo malo iba a pasar.

Oh... Que veo. — la sonrisa que emitía no reflejaba su verdadero estado de ánimo. — Pregunta... ¿Quién hizo todo esto? — las personas que estaban paradas observando todo se congelaron cuando oyeron esa pregunta, el pelirrosa mayor estaba completamente enojado.

Lo siento. — dije.
Fue ella. — dijo Kuramochi al mismo tiempo que me culpaba.

En eso el pelirrosa se acercó y antes de cerar la puerta...

Lo siento, este par tendrá su escarmiento en breve.

Al entrar al cuarto, el pelirrosa mayor aún ocultaba su enojo detrás de esa bella sonrisa que tenía, pudo escuchar el escándalo que ambos jóvenes armaron y por lo que veía había terminado con un Sawamura aún en la nada y con el cuarto hecho un desastre.

Setsu. Ven aquí. — me acerqué lentamente y...

Es bueno reconocer nuestros errores. Estoy orgulloso de ti, aunque este desastre espero lo arregles pronto. — dijo mientras fijaba su mirada en su pareja.

¿A qué se debió todo ese escándalo?, Kuramochi. —preguntó el mayor.

Setsu no quería darme la llave. — dijo nervioso.

¿La llave? — mostraba duda en su rostro. — mmm, ¿esta llave? — preguntó.

Acaso Setsu no tenía la llave... — empezó a sudar frío.

Así que por esto se arma el escándalo... Bueno, ya que Setsu necesita ayuda... Nos vemos. — sacando a Kuramochi del cuarto.

Ryo-san... Ryo-san. — dijo en voz alta.

Al día siguiente...

El pelirrosa había librado de la vergüenza a su pareja, aunque conservaba algunas fotos que le había tomado, las cuales usaría para su propia conveniencia en un futuro no muy lejano...

Como cualquier mañana los alumnos de Seido se disponían a desayunar para luego ir al entrenamiento respectivo, mientras que los ya egresados se disponían a retirarse a sus respectivas universidades.

Al término del entrenamiento, Kuramochi-senpai noto que estaba leyendo algo y rápidamente planeo su venganza, como estaba conversando con Haruichi intervino.

Haruichi, que bueno que estás aquí. — no pude hacer nada para detenerlo. — Sabias que ella está enamorada de ti. — me puse blanca, la palidez rápidamente me invadió, mientras que Kuramochi sonreía Victoria, había conseguido su venganza, quería escapar...pero mis piernas me lo impidieron, quería saber su respuesta.

Lo siento. — escuche claramente. Mi corazón se hizo pedazos y las lágrimas empezaron a aflorar, no podía creerlo... Realmente me gustaba el pelirrosa, pensé que era un gusto pasajero pero no fue así... contuve las lágrimas y solo sonreí. — Lo siento. — volvió a decir. — Yo ya estoy saliendo con alguien. — dijo tomando por sorpresa a todos los presentes.

No te preocupes, espero te valla bien con tu pareja. — huí del lugar y me fui a mi cuarto, quería estar sola y llorar, pero aun así me contenía, en eso alguien abrió la puerta y entró, no era otro que mi ex-cuñado.

Ryo-san. — dije, mis ojos estaban llorosos.

Escuche lo que él estupido de Kuramochi hizo. — estaba preocupado por mi.

Yo...

Puedes llorar y ser lo egoísta que quieras, te escucharé sin problemas. — su sonrisa me daba tanta calma...

Tres horas después...

Me desahogue todo lo que podía, pero aún tenía ganas de gritar y desahogarme, aunque lucia calmada y totalmente recuperada, aún habían cosas que quería decir.

Bueno, ya que es tarde... Setsu, ¿a dónde quieres ir? — pregunto el pelirrosa.

Quiero tomar unos tragos. —  dije mientras hacía un leve puchero, ya que suponía que iba a escuchar un "no" por respuesta.

Ok, vamos.

¿Eh? — la duda se mostró en mi rostro.

El pelirrosa me tomo de la mano y nos fuimos de ahí, en el camino nos cruzamos con el bullicioso de Eijun.

Setsu, ¿es verdad lo que pasó en la tarde? — se notaba que no tenía tacto.

Lo mire fríamente y no respondí.

Eijun, tú vienes con nosotros... Oh, ya sé quién se nos unirá también. Espérenme un momento. — se fue dejándome junto al castaño.

Haruchi nunca me contó que ya tenía novia, como es posible que no le halla contado a su mejor amigo. — cero tacto era lo que el castaño tenía.

No lo sé, deberás preguntarle eso. — dije un poco enojada.

Tienes razón. — un pensativo Eijun se quedó fijamente mirando el cielo, hasta que el pelirrosa regresó con un rubio haciéndole compañía.

Bueno, ahora sí Vámonos. — dijo.

Okumura... — dije.

Un clavo saca otro clavo. — escuche decir.

Okumura — los ojos de gato del castaño no se hicieron esperar.

Caminen rápido.

Al cabo de  unos minutos llegamos al lugar, era un establecimiento que lucia muy bien y que en ese momento tenía la música al 1000%. Subimos las escaleras para ir al segundo piso y nos dieron la carta.

Sírvanse lo que quieran.

Somos menores de edad. — dijo el rubio.

Eso es verdad, pero si estamos supervisados por un adulto no creo que moleste a alguien.

Todos fijaron su vista en mi.

No me miren así. — dije enojada.

Es  verdad, nadie sabe tu edad... — dijo el rubio.

Ni te interesa saberlo. — respondí. — Ryo-san.

¿Cuántos años lleva él manga publicándose? — pregunto el pelirrosa.

Diez años. — respondí.

Hace 10 años que Eijun y yo conservamos por así decirlo nuestra edad, pero si sumamos la cantidad de años que han pasado...

Ryo-san tendría 29, Eijun 27.

Exacto. Prácticamente todos los presentes ya somos mayores de edad.

Al cabo de unos pocos minutos el lugar empezó a entrar en ambiente... Y se empezaron a escuchar varios temas que justo reflejaban un poco como me sentía.

Te di todo lo que tuve solo por un beso y no conseguí ni eso.

Mentira, Mentira, Mentira, todo lo tuyo es mentira.

Y si tú me pagas con esto, yo ya no te doy más de este amor...

Esta dolida. — dijo el rubio.

¿Quién no lo estaría? — dijo el pelirrosa.

Después de varias canciones que ya no me acuerdo... Y de desahogarme, había notado que sin querer habíamos pedido algunas cosas para comer y beber.

Cogio el vaso que estaba cerca y me lo tomé de un solo trago, algo que sorprendió a los presentes.

Otra. — pedí, al cabo de unos minutos la botella de sangría que habían pedido termino siendo bebida por completo por solo una persona.

La música no acabó pero teníamos que regresar teníamos deberes que cumplir mañana. Al final los tres hombres que me acompañaron solo fueron a aguantar mis locuras y a supervisar que nada malo me pasara.

Camino a los dormitorios ...
Empeze a cantar una canción de Takuto, mientras Ryo-san me cargaba.

Kito, Kito, Kito...

Esa canción... — dijo el pelirrosa. — es el ending de Conan. Sácate los audífonos y repite la canción, a mí también me gusta.

Mientras regresábamos a los dormitorios íbamos cantando, Eijun y Okumura nos empezaron a seguir la corriente y se unieron al Karaoke improvisado que teníamos, mañana sería un nuevo día y me despedía de un viejo amor, esperando darle paso a otro pronto...

Aunque aún quedaban cabos sueltos por resolver... ¿Con quién estaba saliendo el pelirrosa menor? 

Continuará...
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El capítulo más largo de este fic. Wiii

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...(la que tenía que desahogarse en este fic, ya que se enteró de que su Seiyuu favorito se casó... )

Nos vemos...