Capítulo veintiuno
Mentiría si dijera que no me sentí un poco nerviosa al tener a Theo en casa de mi abuela. A lo largo de mi vida solo había llevado a dos personas allí: Natalie, mi mejor amiga, y Jaden, quien en su momento también había sido mi mejor amigo. Mantenía a mi abuela en una burbuja de protección, no quería que nadie la molestara ni que le llegaran rumores que la pudieran preocupar. Ella conocía mejor que nadie mis travesuras porque era quien siempre había estado para mí y no había nada que no lo contara. Sin embargo, había un abismo gigante entre lo que la gente decía de mí y lo que realmente hacía.
Mentiría también si dijera que no había disfrutado ver a Theo salir de mi habitación luciendo el mismo traje que en la gala, pero de manera desordenada, con la camisa un poco arrugada y fuera del pantalón y sin saco ni corbata. Demonios, parecía una fantasía vuelta realidad con la mirada cansada, el cabello revuelto y la voz ronca. Una fantasía que hasta mi abuela notó.
ꟷ¿Seguro que no te quieres quedar? ꟷpregunté al rubio sosteniendo la puerta mientras lo veía salir de la pequeña y acogedora casa.
ꟷSeguro. Tengo que terminar de estudiar para un examen, aunque lo bueno es que luego de los exámenes vienen las fiestas, ¿no? ꟷSonrió.
Correspondí su sonrisa y desvíe la mirada hacia el vehículo que esperaba por Theo. Había llamado a la empresa de transporte luego de desayunar y ellos no habían tardado en enviar a un chófer. Por mí podría haberse quedado durante todo el día y no me habría molestado y a mi abuela tampoco. No la veía reírse tanto con alguien desde que yo tenía como quince años.
ꟷCreí que evitaríamos las fiestas en tu universidad.
ꟷPodemos hacer una excepción.
ꟷMe parece bien.
ꟷSi no te molesta... ꟷRascó su nuca y apartó la miradaꟷ. Avísame cuando te vengan a buscar para asegurarme que estás bien. Ya sabes, tener un indicio de si debo preocuparme o llamar a la policía si demoras.
Ignoré el calor abrasador en mi pecho y la sensación extraña que me invadió y asentí con la cabeza. Era una preocupación de amigos, nada más, no debía indagar en sus motivaciones.
ꟷY tú avísame al llegar. Creo que en el refrigerador quedó comida de ayer al mediodía.
ꟷ¿Lasaña?
Su mirada se iluminó y reí por lo bajo al notarlo.
ꟷEn ese caso me apresuraré, no quiero que James llegue temprano a casa y decida comerse todo.
ꟷMe parece un buen plan.
Theo miró hacia el coche y luego hacia mí repetidas veces. No entendí lo que eso significaba, qué era lo que lo estaba haciéndolo dudar, hasta que acortó la distancia que nos mantenía separados e inclinándose hacia abajo presionó un beso en mi mejilla.
ꟷDile gracias a tu abuela por mí.
ꟷLo haré.
Esperé bajo el marco de la puerta hasta que lo observé marchar y agité mi mano a modo de saludo cuando miró una última vez en mi dirección. En el momento en que desapareció del pequeño callejón al doblar hacia la derecha, entré de nuevo a la casa y cerré con llave.
Por alguna tonta razón, llevé mi mano hacia mi mejilla, al lugar exacto en el que los labios de Theo se habían posado y sonreí. ¿Por qué pensar en él o esos simples acercamientos me hacían sentir tan distinta?
ꟷAy, princesa.
Pegué un salto de casi dos metros al escuchar la voz de mi muy mala abuela cerca de mí. Por supuesto, a eso le siguió una carcajada de su parte porque podía ser una abuela modelo con la comida, pero luego olvidaba toda la ternura para divertirse a mi costa.
ꟷAbuela, finge por lo menos que te interesa la salud de mi corazón ꟷme quejé llevándome las manos al pecho y girando hacia ella.
ꟷUno no se asusta si no tiene nada que esconder.
ꟷError, uno no se asusta si simplemente no tiene a nadie haciendo algo para matarlo del susto.
ꟷCreo que tu conciencia te está matando y buscas excusas.
Reí sin gracia y le dediqué una mirada de advertencia.
ꟷ¿No tienes que, no sé, traumar niños diciéndoles que Santa no existe?
ꟷQue feo concepto tienes de mí, Mackenzie.
Chasqueé la lengua y me acerqué a ella.
ꟷTe has puesto sujetador ꟷseñaló.
ꟷSí.
ꟷNunca lo haces cuando estás aquí.
ꟷNo estábamos solas ꟷrepuse con obviedad.
ꟷO querías que tus senos se vieran bien para ese chico.
Bien, mi abuela se había levantado en modo abusiva esa mañana.
ꟷMis senos siempre se ven bien.
ꟷSi tú lo dices.
Hice monicacadas como una burla para ella y me dio un leve golpe en la frente con su mano abierta.
ꟷNo seas tonta ꟷme regañóꟷ. Te ves fea cuando haces eso y mi nieta no puede ser fea.
ꟷMuchas gracias, abuela. Has subido mi autoestima.
ꟷVen, princesa. ꟷEstiró su mano en mi dirección y no dudé en tomarlaꟷ. Juguemos un poco y distraigámonos.
ꟷNo jugaré al ajedrez ꟷle advertíꟷ. Estoy cansada de que me ganes, soy una pésima jugadora.
ꟷSi te rindes antes de empezar, siempre serás una perdedora. El juego y la vida se tratan de buscar soluciones a problemas pequeños; el que no arriesga no gana y el que no practica, está destinado al fracaso.
ꟷOdio cuando te pones sabia.
Ella rió y se sentó en la mesa oscura destinada a los juegos. Mi abuela adoraba dedicar horas al ajedrez, las damas y juegos con cartas. Le ayudaba a mantener su mente activa y siempre estaba dispuesta a ser su contrincante, incluso sabiendo que iba a perder.
ꟷEntonces el ajedrez queda descartado ꟷcomenté y revisé la gran estantería llena de juegosꟷ. ¿Qué te parece un juego tranquilo de cartas?
ꟷMe parece bien, pero si yo gano quiero una confesión.
Giré rápidamente hacia ella y fruncí el ceño.
ꟷ¿Una confesión? Abue, sabes todo de mí.
ꟷNo, quiero que le confieses a Theo lo que sientes por él.
No pude hacer más que reír porque me sonaba disparatado lo que decía. ¿Yo sentir algo por el grandioso, increíble y tierno Theo? Por Dios, había perdido la cabeza.
ꟷPuedes mentirte a ti misma, pero no a mí, princesa. Te conozco como a la palma de mi mano.
ꟷDeberías darle una buena revisada a tu palma, abu, porque yo no siento nada por él.
ꟷ¿Estás segura?
Asentí y agarré el primer mazo de cartas que encontré. Se lo entregué y tomé asiento frente a ella.
ꟷSé que él es guapo e increíble, aunque eso no significa que me gusta. Puedo notar el atractivo y las virtudes en todas las personas.
ꟷ¿Y por qué te quedaste como idiota acariciando tu mejilla cuando se fue? ¿Y por qué lo invitaste si no sientes nada?
ꟷEs mi amigo ꟷrepetí.
Mi abuela guardó silencio mientras mezclaba las cartas españolas con habilidad y luego las depositó en la mesa para que cortara. Eso hice y ella no tardó en repartirlas.
ꟷJugaremos a la escoba ꟷme indicó.
Por supuesto, no solo me llenaría de preguntas, sino que me haría sacar cuentas para poder ganarle.
ꟷ¿Y si no fuera tu amigo? ꟷsiguióꟷ. Si él fuera un chico cualquiera que conociste en un bar o en tu antigua universidad, ¿qué sucedería entonces?
ꟷProbablemente habría coqueteado con él y de haber tenido suerte lo habría llevado a mi apartamento para luego despacharlo por la mañana ꟷdije con sinceridadꟷ. Él habría sido tierno y considerado y yo lo habría enviado al demonio porque no sé aceptar cariño.
ꟷSabes aceptar cariño, lo que no sabes es qué hacer con ese cariño.
No discutí porque ella tenía razón y porque estaba pateándome el trasero en el juego que acabábamos de empezar. ¿Cómo lo hacía?
ꟷ¿Entonces se lo dirás?
ꟷ¿Exactamente qué le diré? ꟷNo pude ocultar la molestia en mi voz, no me agradaba ser presionadaꟷ. ¿Quieres que le diga que me atrae físicamente y que quiero acostarme con él para que la situación se vuelva incómoda cuando me rechace y a duras penas podamos estar en una misma habitación a solas por más de dos segundos? No, gracias, prefiero mantener su amistad. Tú mejor que nadie sabes que los amigos no me sobran.
ꟷTheo no es Jaden.
Claro que no. Ellos no se parecían en nada, ni siquiera en su cabello que, si bien el de ambos era rubio, tenían tonalidades distintas.
ꟷÉl no te delataría.
Dejé caer mis cartas a la mesa y le dediqué una mirada cargada de enojo. No me agradaba hablar de Jaden y mucho menos si en la misma conversación también estaba Theo. No quería hablar de chicos ni de sentimientos, no quería hablar sobre mis metidas de pata ni de lo mucho que me costaba abrirme. Yo mejor que nadie sabía lo que mi actitud conllevaba, nadie mejor que yo comprendía la soledad que significaba no dejar a las personas entrar por miedo al rechazo.
ꟷLo lamento ꟷsoltó rápidamenteꟷ. Este sigue siendo un lugar libre de juicios, solo quiero que notes lo que está frente a ti y estás perdiendo por ser una cabeza dura.
ꟷNo estoy perdiéndome de nada, abu. A Theo no le gusto y él no me gusta.
ꟷ¿El rechazo sigue siendo un tema delicado para ti?
ꟷ¿Tú qué crees?
Ella asintió y con ternura me entregó nuevamente mis cartas. Las colocó en mis manos y le dio un leve apretoncito que me hizo querer llorar.
ꟷNo hay peor rechazo que el que te haces a ti misma.
ꟷAhora no, abue. Por favor.
Me dedicó una sonrisa sin felicidad y volvió a tomar sus cartas para reanudar el juego.
***
Cuando llegué al apartamento al caer la noche encontré el lugar en completo silencio y oscuridad. Todavía era temprano para que estuvieran durmiendo por lo que imaginé que mi hermano y Theo habían salido o algo similar. No obstante, cuando me adentré en el pasillo, luego de encender un par de luces para llegar a mi habitación sin romperme el cuello en el proceso, el rumor de un televisor llegó a mí.
Con una mirada rápida a las puertas descubrí que provenía de la habitación del rubio y no dudé en acercarme para llamar.
ꟷTheo, ya llegué ꟷhablé en voz alta luego de haber golpeado.
ꟷEstupendo.
ꟷ¿Cómo va el estudio? ꟷSonreí con diversión al saber que lo había agarrado descansando.
ꟷMuy bien, me queda repasar unas cuantas cosas.
ꟷ¿Puedo pasar? Mi abuela te envió comida.
Escuché el clásico click de la televisión al apagarse y luego la puerta se abrió. Un Theo despeinado, sin camiseta a pesar del frío de afuera, descalzo y en pantalones de pijama me abrió. Tragué saliva e hice un esfuerzo sobrehumano para no mirarlo indiscretamente.
ꟷ¿Qué me ha enviado?
ꟷCroissants y red velvet.
Me sorprendió que estuviera sosteniendo su puerta para impedirme ver hacia adentro y una idea bastante gráfica se posó en mi mente.
ꟷ¿Estabas viendo una porno?
ꟷ¿Qué? ꟷchilló.
ꟷApagaste la tele cuando pregunté si podía pasar y estás custodiando la puerta, ¿estabas viendo una porno y masturbándote?
Incluso con la escasa luz que me brindaba la luz de la sala pude notar el sonrojo agresivo que se apoderó de su rostro.
ꟷClaro que no.
ꟷ¿Estás seguro? ꟷArqueé una ceja y descansé el peso de mi cuerpo sobre una de mis piernasꟷ. No tienes que avergonzarte, yo también lo hago. Solo sin el porno, me parece una industria horrible.
ꟷ¡No! ꟷexclamó con vergüenza, apartándose de la puertaꟷ. No estaba masturbándome, estaba...
Di una ojeada rápida al interior sin dar un paso adentro ya que no me había dicho que podía pasar. Todo lucía normal, su cama estaba deshecha por lo que imaginé que había estado acostado y tenía unos cuantos libros acumulados en el escritorio acompañados de una taza vacía.
ꟷ¿Estabas...? ꟷLo animé a continuar.
ꟷEstaba viendo High School Musical ꟷconfesóꟷ. Cuando extraño a mi mejor amiga, como ahora, veo las películas para recordar los buenos tiempos. Si extraño a Taylor, veo Harry Potter y si extraño a Tyler, veo Dexter. Si los extraño a los tres veo Friends para deprimirme más.
Me enterneció la manera en la que habló y a la misma vez me causó pena cuando se dejó caer en su cama con pesadez.
ꟷ¿Y por qué no los llamas?
ꟷNo quiero molestar, ellos también tienen su vida y la diferencia de horario suele complicar las cosas.
Ay, por todas las galletas de avena del mundo. Yo realmente quería abrazarlo y consolarlo.
ꟷ¿Cuál estabas viendo?
Elevó la cabeza de golpe y me miró con confusión.
ꟷ¿Eh?
ꟷ¿Cuál de las tres películas de High School Musical veías?
ꟷLa tercera.
ꟷ¿Llegaste a la parte del baile en la azotea?
Movió su cabeza de lado a lado para brindarme una respuesta negativa.
ꟷ¿Te molesta si me uno? Esa es mi favorita.
ꟷ¿Quieres ver la película conmigo? ꟷrepitió con asombro.
ꟷSip, pero me gustaría ponerme mi pijama y dejar mis cosas antes. ¿Puedo?
ꟷClaro.
Le dediqué una sonrisa para hacerlo sentir mejor y me retiré hacia mi habitación. No tardé en dejar mi vestido en el armario y cambiar mi ropa por un pijama abrigado. Volví entonces a la habitación de Theo con el recipiente que mi abuela me había dado con comida para él y me sorprendió notar que había acomodado un poco el desorden.
ꟷEchaste perfume ꟷcomenté sin poder dejar de sonreír.
ꟷSí, no sabía si había mal olor.
Reí por lo adorable que se veía y a él no pareció molestarle. Palmeó su cama entonces, justo a su lado y con un poco de duda me acerqué, las palabras de mi abuela seguían resonando en mi cabeza.
ꟷ¿Eso es para mí? ꟷMiró el recipiente.
ꟷAsí es.
ꟷPuedes recostarte, mi cama está limpia y juro que no me he masturbado.
ꟷ¿Nunca? ꟷAlcé mis cejas con asombro.
ꟷPerdí la virginidad a los diecinueve, Kenzie, creo que eso contesta muy bien tu pregunta.
Una sonora carcajada escapó de mis labios y él no tardó en unirse.
ꟷ¿Con quién fue?
ꟷ¿Qué cosa?
ꟷTu primera vez ꟷdije con obviedadꟷ. Si quieres decirme, obvio.
ꟷCon mi primera y única novia, Sophie.
ꟷChica afortunada.
Me dio un ligero empujoncito para luego tomar la comida que mi abuela le había enviado.
ꟷDebería buscar un tenedor ꟷdijo con la mirada fija en el pastel.
ꟷO podrías comerlo con la mano.
ꟷNo, prefiero el tenedor.
Depositó el recipiente sobre la cama y se apresuró a retirarse de la habitación. Me acomodé entonces en el lado del colchón que había dejado para mí y acaricié las sábanas mientras el delicioso perfume me invadía. Cerré los ojos y aspiré profundo. ¿Quedaría como una acosadora si le robaba su colonia?
ꟷHe vuelto ꟷanunció y se tiró a la cama.
Lo observé en silencio acomodarse y luego extender un tenedor en mi dirección.
ꟷCompartiré mis alimentos.
ꟷNunca nadie se había preocupado tanto por mí ꟷbromeé.
Chasqueó la lengua y encendió nuevamente la televisión para buscar la película que había sacado al escucharme.
ꟷEspero no dormirme ꟷconfeséꟷ. Me encanta la película, pero el viaje hasta aquí en silencio me dio sueño.
ꟷPuedes quedarte a dormir. Prometo no patearte.
Mordí el interior de mis mejillas para no sonreír como idiota y desvié mi mirada de su lindo rostro a la pantalla.
ꟷ¿Kenz?
ꟷ¿Si?
ꟷMírame.
Y por supuesto que lo hice porque había sonado condenadamente adorable. Encontré su rostro inclinado hacia mí, una linda sonrisa que iluminaba todo a su paso y sus profundos ojos azules mirándome con detenimiento.
ꟷGracias. ꟷSonrióꟷ. Es bueno tenerte como amiga, me hace sentir menos solo.
ꟷEs un placer.
Y con esas palabras murieron mis escasas esperanzas de poder gustarle como algo más que una amiga. Yo tenía razón, no estaba lista para el rechazo y si bien eso no fue un rechazo con todas sus letras, sí caló profundo en mí.
Muy buenos días, criaturitas queridas. ¿Cómo están? ¿Qué tal su fin de semana?
Creo que ya sabemos de donde sacó Kenzie su personalidad, ¿no? Declaro este día como el día internacional de la abuela Christie. ¿Se suman? Okey, no, pero de verdad la adoro.
¿Les ha gustado el capítulo? ¿Tienen alguna parte favorita? ¿Qué opinan de las revelaciones en la conversación entre Kenz y su abuela?
¡Ay, ya falta poco para que G y Ty lleguen a la ciudad! Y con la llegada de esos dos hay muchos momentos interesantes y descubrimientos. ¿Están preparadas?
Muchísimas gracias por leer, votar, comentar y todo su cariño. Las amo hasta el infinito y más allá y estoy agradecida de todo corazón con ustedes por todo el apoyo que me han brindado desde el primer momento. Gracias, de verdad.
Me retiro hasta el miércoles y les deseo una hermosa semana.
MUAK!
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