Capítulo siete
MACKENZIE
Su labio golpeado me seguía donde fuera que me dirigiera y la culpa no dejaba de aumentar cada vez que lo veía.
Theo no me perseguía realmente, sino que el pobre tenía la desgracia de tenerme como aprendiz en el trabajo y como su compañera de piso, lo que siguiendo mi lógica inicial significaba que el labio lastimado me torturaba. Mi vida no era muy emocionante con mi falta de libertad y dinero por lo que mis únicos planes cada día eran trabajar y por las tardes comer galletas de avena y chocolate mientras miraba Grey's Anatomy con el trasero hundido en el sillón, y en esos planes el rubio siempre quedaba en el medio.
ꟷ¿Te duele? ꟷme oí preguntar.
Separó su mirada del informe que estábamos estudiando y frunció su ceño con confusión. Había interrumpido su explicación detallada y no podía culparlo por mirarme de esa manera.
ꟷ¿Qué cosa?
ꟷEl... ꟷSeñalé mi labio para que entendieraꟷ. Sigue viéndose un poco machucado.
Relamió su labio de manera inconsciente y no pude evitar seguir con la mirada el movimiento que su lengua realizó sobre la piel rosada. Sabía que estaba mal hacerlo, él era el novio de mi hermano y yo en silencio estaba disfrutando de un reflejo que resultaba condenadamente caliente en él.
ꟷYa no ꟷdijo y su voz me quitó de mi ensoñaciónꟷ. No te preocupes, no te guardo rencor por eso.
ꟷDeberías.
ꟷJamie me dijo que no te despertara y yo no lo escuché.
ꟷSí, los despertares nunca fueron mi fuerte ꟷadmitíꟷ. Fui a internados de monjas durante toda mi vida y esas señoras no son muy amables para recordarte que estás llegando tarde a clases. Mis sábanas mojadas con agua helada cada mañana eran la prueba de eso.
Sus labios se curvaron en una sonrisa y me encontré haciendo lo mismo. Que mis traumas infantiles le causaran gracia no me ofendían, les había hecho pagar a esas monjas cada uno de mis malos momentos con travesuras que llevaron a mi expulsión. Detalles.
ꟷAl menos ahora me puedes ver y eso evitará otro momento de pánico.
ꟷSí, mis lentillas finalmente llegaron. El mundo vuelve a lucir nítido para mí.
Eso era todo un alivio, había sufrido las semanas que había tenido que utilizar mis anteojos aéreos. Me resultaban incómodos y no me reconocía cuando me observaba al espejo.
ꟷPrefiero como te quedan tus gafas. ꟷSe encogió de hombrosꟷ. Sin ofender.
ꟷDebes ser el primer chico en la historia de la humanidad.
ꟷNo debe importarte lo que los chicos piensen de tu aspecto, solo lo que tú pienses.
Mi sonrisa se acentuó y me encontré emitiendo un sonido de ternura que le hizo blanquear los ojos con diversión. Ese muchacho era realmente adorable y esa era una palabra extraña para utilizar en una persona como él que podía ser considerado la octava maravilla del mundo moderno. Theo se veía como la clase de chico que rompería tu corazón sin piedad, pero cuando hablaba, cuando sus cuerdas vocales se ponían en funcionamiento y esa voz masculina escapaba de sus labios, notabas que era agradable y tierno.
«Y gay», me recordé.
ꟷTenemos un problema ahí ꟷrepuse sin sentirme cohibidaꟷ. Lo que yo pienso de mí misma puede ser escalofriante.
ꟷ¿Por qué?
ꟷDudo de mí misma ꟷexpliqué sin másꟷ. Como sea, ¿entonces debemos seguir la cotización de estos bienes a diario?
Sus ojos continuaron posados sobre mí a pesar de mi intento de cambiar de tema y comencé a sentirme un poco nerviosa. No me observaba de mala manera, quizás con curiosidad, pero definitivamente no con maldad.
ꟷA mí me pareces hermosa.
Elevé la mirada de golpe y eché hacia atrás mi cabeza, por completo asombrada con su confesión. Que dijera que le parecía hermosa y que ni un músculo de su cuerpo se moviera de manera involuntaria era raro. Yo sabía que tenía buenas cualidades y los chicos no solían decirme que no cuando me interesaba con ellos por el viejo fetiche de las pelirrojas; sin embargo, tenía más inseguridades que hebras de cabello y a veces resultaba difícil ignorar ciertas cosas. Me comportaba segura porque sabía que había cosas que no podía cambiar y me amaba tanto como podía, aun así que él dijera con tanta certeza esa palabra que comenzaba con "h" se sentía extraño.
ꟷ¿Gracias?
ꟷDe nada. ꟷVolvió a sonreírꟷ. Y lo digo en serio.
Rasqué mi frente con nerviosismo y apunté hacia el informe que estábamos leyendo para continuar con la explicación. Necesitaba que mi atención se dirigiera a un lugar seguro y donde no me sintiera incómoda.
Él pareció entender la indirecta y rápidamente comenzó a parlotear sobre el funcionamiento de las bolsas de valores.
Iba por mi segunda cerveza de la noche y por el quinto capítulo de Grey's Anatomy cuando la televisión se apagó de pronto dejándome sumida en el silencio. Giré mi cabeza hacia el pasillo y fruncí los labios al notar a Theo de pie a escasos pasos del sillón con el control remoto en la mano.
ꟷ¿Por qué has hecho eso? Meredith estaba por descubrir si el paciente tenía un tumor cerebral.
ꟷPorque es viernes por la noche, tienes veintitrés años y el trasero en el sillón ꟷexplicóꟷ. Muévete, iremos a cenar.
ꟷ¿Por qué?
ꟷEs parte de mi plan para demostrarte que no soy un idiota.
Sonreí y negué con la cabeza.
ꟷYa probaste que no lo eres. Si tú me has perdonado por golpearte, yo te he perdonado por no haberme dejado entrar a esa reunión.
ꟷKenzie, estoy intentando ser un buen compañero ꟷrepusoꟷ y ahora mismo quiero invitarte a cenar. ¿Puedes simplemente aceptar?
ꟷ¿Debo cambiarme?
Dirigió su mirada hacia mi vestuario y no me sentí ofendida cuando enarcó una ceja. Él tenía razón, no sería considerado decente salir de ese departamento luciendo tan desaliñada como yo estaba en ese momento. Mi camiseta de pijama tenía una mancha de salsa de la cena del día anterior, mis pantalones cortos estaban desgastados y agujereados, e iba descalza.
ꟷSi te apresuras quizás lleguemos al happy hour.
Eso fue lo único que necesité para pararme de un salto y correr hacia mi habitación. Sus carcajadas me acompañaron en todo el camino y cuando cerré la puerta a mis espaldas yo también me estaba riendo.
Una habilidad que había adquirido en los colegios de monjas, y que iba asociado directamente con mis despertares turbulentos, era poder vestirme y maquillarme con una rapidez impresionante. Era capaz de estar lista en menos de diez minutos y lucir como si hubiese pasado toda una tarde entera arreglándome.
ꟷ¡Estoy lista! ꟷexclamé al abrir la puerta.
Caminé hacia la sala de estar y encontré a Theo esperándome en el sillón mientras revisaba su teléfono móvil. Elevó la mirada hacia mí y me estudió de arriba abajo para luego levantar su dedo pulgar.
ꟷEso fue rápido ꟷseñaló.
ꟷMis habilidades ninjas lo agradecen.
Guardó su móvil y se puso de pie de un salto. Le tomó menos de diez pasos llegar a la puerta y abrirla para mí.
ꟷ¿Adónde iremos?
ꟷAdivina.
ꟷ¿No tienes idea y estás esperando a que yo proponga un lugar? ꟷAventuré.
ꟷMe has descubierto.
Sonreí con suficiencia y tiré mi cabello sobre el hombro al mejor estilo de diva en pasarela. Theo rió al verme pasar por su lado y yo ahogué una sonrisa para mantener mi actitud de empoderamiento.
ꟷEntonces vivimos en una ciudad universitaria y tú, hombre, me estás diciendo que no hay ningún bar decente en donde pueda hacer el ridículo o una fiesta a la cual colarnos.
ꟷLos hay, pero no sé tus preferencias.
Me encogí de hombros y llamé al ascensor.
ꟷDonde pueda encontrar comida y un gin tonic yo seré feliz.
ꟷ¿Comida saludable o comida grasosa?
¿Qué clase de pregunta era esa? La última vez que había comido algo saludable había sido en el baby shower de la mejor amiga de mi madre que le tenía fobia a los platillos con sabor.
ꟷLa segunda opción es mi tipo.
El elevador finalmente llegó a nuestro piso y sus puertas se abrieron ante nosotros. Me asombró notar que Theo detenía la puerta metálica y hacía un gesto para que ingresara primero. Me sorprendió aún más que no mirara mi trasero huesudo cuando pasé a su lado como cada muchacho que había conocido en mis dos décadas de vida, pero tenía sentido: él era gay, ¿verdad?
ꟷEn ese caso podemos ir a un pub cercano, creo que te gustará.
Entrelacé mis manos y observé nuestro reflejo distorsionado en la superficie brillosa de la caja metálica. Theo era al menos dos cabezas más alto que yo y el doble de ancho, no porque estuviera fuera de forma sino porque estaba perfectamente proporcionado. Estaba segura que su mano era del tamaño de mi cráneo y que una sola palmada suya podría hacerle ver estrellas a cualquiera.
Finalmente llegamos a la planta baja del edificio y no tardamos en salir hacia la calle. El sonido del tráfico ligero llegó a mis oídos y el oscuro y nublado cielo me dio la bienvenida. Inglaterra me parecía un país hermoso; sin embargo, sus días nublados –que eran bastante recurrentes- me deprimían. Necesitaba sol para funcionar, luz para vivir y actividad a mi alrededor para no caer en la locura.
ꟷ¿Hace cuánto conoces a mi hermano? ꟷpregunté con curiosidad.
ꟷCasi dos años y medio.
ꟷ¿Y hace cuanto viven juntos?
Rascó su frente e hizo una mueca con sus labios mientras calculaba el tiempo.
ꟷFinales de agosto del 2021 ꟷdijo finalmenteꟷ. Eso serían dos años y dos meses.
ꟷEso es mucho tiempo.
ꟷSupongo.
ꟷ¿Y cómo se conocieron?
Sus labios se curvaron en una sonrisa de lado mientras descendía su cabeza para observarme con curiosidad. Era un alivio que lo hiciera porque estaba a nada de darme tortícolis por siempre mirar hacia arriba para poder mantener una conversación con él sin parecer grosera.
ꟷ¿Eres muy curiosa?
ꟷPasamos casi todo el tiempo juntos, Theo, debemos conocernos para lograr una buena convivencia. Y sí, soy curiosa.
Sopesó mi respuesta y ésta pareció gustarle porque asintió con la cabeza.
ꟷJames, Julian y Jaden fueron algo así como los guías turísticos de mi mejor amiga cuando vino de visita a la casa de sus abuelos en Londres y mis mejores amigos y yo viajamos con ella.
ꟷ¿Mi hermano y sus mejores amigos fueron guías turísticos de alguien? ꟷrepetí con escepticismoꟷ. ¿Por qué en el mundo harían algo así si se creen muy importantes para desperdiciar su valioso tiempo con un simple mortal?
ꟷOlvidé mencionar que el abuelo de Genesis es Arthur Ross.
ꟷOh... Vaya, eso tiene sentido.
Claro que tenía sentido. No sabía mucho de la vida de mi hermano por obvias razones; no obstante, durante nuestra adolescencia cada vez que lo veía, él no tardaba en mencionar a su genial profesor Ross y cuánto aprecio le tenía. El hombre no solo era su docente y el encargado de su casa en el internado de muchachos al que había asistido sino que también había cumplido el rol de padre sustituto durante su estadía en el colegio. Recuerdo que envidiaba que Jamie tuviera un adulto de sexo masculino con quién contar.
ꟷ¿Entonces tu mejor amiga es la nieta del profesor Ross?
Él volvió a asentir.
ꟷ¿Y dónde la conociste?
ꟷElla se mudó a Rose Valley, el pueblo donde nací y crecí en Estados Unidos, en nuestro último año de preparatoria.
ꟷEres estadounidense ꟷrepetí con seguridad.
ꟷAsí es, ¿tú eres británica?
Respondí negativamente moviendo mi cabeza de izquierda a derecha y de vuelta. Si bien mi inglés era perfecto y tenía el inconfundible acento londinense, yo no había nacido en la isla.
ꟷSoy francesa.
Alzó las cejas con asombro y me encontré sonriendo con ternura. Ese era otro fetiche con el que tenía que vivir cuando estaba fuera de mi país de origen, pero con él no parecía tener el mismo significado.
ꟷMe habrías servido como amiga durante la preparatoria, era bastante malo en clase de francés.
ꟷ¿Y en qué eras bueno?
Su sonrisa tranquila menguó y un enorme signo de interrogación se formó en mis pensamientos. Esa era una pregunta sencilla, ¿no? Estábamos teniendo una conversación tranquila en la que pretendía conocerlo; no obstante, parecía que había tocado una fibra sensible sin saberlo.
ꟷEconomía ꟷcontestó finalmente con un tono dudosoꟷ. Era bueno en economía.
Decidí entonces que era mejor llevar la conversación a un lugar seguro, algo que no causaría problemas y mi mejor idea fue volver a mencionar a mi hermano. Ellos parecían llevarse muy bien y me alegraba que Jamie hubiese encontrado a alguien genial, incluso si tenía que vivir con la culpa de devorarlo a diario con la mirada.
ꟷ¿Tú y mi hermano hace cuánto...?
Dejé la pregunta fluir en el aire porque si bien para mí no era extraño hablar de una relación homosexual ya que había observado muchas durante mi adolescencia, ni Theo ni James habían mencionado lo suyo con un título en el medio.
ꟷ¿Hace cuanto qué?
ꟷYa sabes... son "amigos".
Dibujé comillas en el aire y su ceño se frunció con algo similar a una confusión divertida.
ꟷSomos "amigos" desde el primer momento ꟷcontestó e hizo el mismo gesto con sus dedos que yo.
ꟷ¿Desde siempre? ꟷrepuse con asombro.
ꟷAsí es, nos entendimos fácilmente.
Bueno, eso era algo que no había esperado. Aunque siendo sincera, nada de lo que sucedió durante esa noche lo había esperado, así como tampoco lo que tuvo lugar a la mañana siguiente. ¿En pocas palabras? Era pésima sacando mis propias conclusiones.
Tendría que haberlo previsto.
Hola, hola, habitantes de Rose Valley. ¿Cómo están hoy? ¿Están en clases o qué están haciendo?
Theo y Kenzie se están acercando. ¿Será este el inicio de su amistad? ¿Qué creen que les deparará el destino?
¿Les está gustando la historia? ¿Cuál es su parte favorita de este capítulo? No se pierdan el de mañana, estará interesante.
Muchas gracias por todo su amor y apoyo. I LOVE YOU.
Nos leemos mañana, que tengan un hermoso día.
MUAK!
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