Capítulo once

MACKENZIE

Oxford no era una universidad cualquiera y al parecer mi acompañante tampoco lo era. De alguna manera entrar con él a esa fiesta se sintió como llegar a una premiere con el actor protagonista al que todos querían ver. Sí, Theo era una clase de celebridad entre sus compañeros y ni siquiera sabía por qué me sorprendía. Él tenía todos los elementos para ser popular y la gente parecía adorarlo.

ꟷ¿Realmente me dirás que no te invitaron a esta fiesta? ꟷpregunté arqueando una ceja con diversión.

El rubio estrechó la mano de un muchacho de manera animada y abrazó fugazmente a una chica que parecía escupir corazones con solo posar sus ojos en él. Tras los saludos se giró hacia mí y sonrió.

ꟷNo suelo venir a fiestas en el campus.

ꟷ¿Por qué no?

Se encogió de hombros y saludó con la mano a un grupito de personas que exclamaron su nombre.

ꟷLos profesores suelen aparecerse por aquí y no quiero dar una mala impresión.

Eso parecía tener sentido y asentí dándole la razón. Podía ser muy incómodo si quién se suponía debía evaluarte por tu desempeño académico te encontraba bebiendo cerveza de cabeza de un barril. No que me hubiera pasado, claro que no.

ꟷ¿Tienes algún consejo para mí? ꟷEché la cabeza hacia atrás para poder ver su rostro mientras caminábamos entre la marea de personas.

La música era ensordecedora y las luces tenues, mayormente de colores oscuros para brindarle al salón ese aspecto de discoteca, a pesar de ello podía ver y escuchar con bastante claridad al muchacho a mi lado. Tenía un poco de práctica y no parecía ser la única.

ꟷNo aceptes bebidas de extraños.

ꟷUn consejo que no sea de mamá ꟷdije con burla y él pareció encontrar divertido mi comentario.

ꟷBueno, dependiendo las personas con las que decidas pasar las próximas horas será el tipo de fiesta que tendrás.

ꟷCuéntame más ꟷpedí.

Desde su altura dio una mirada al lugar y luego me indicó con su cabeza que caminara hacia delante. Me dejó pasar primera abriendo el espacio y cerró la fila tras de mí invadiendo mis sentidos con su presencia. Que colocara una mano a milímetros de mi espalda semidescubierta, sin tocarme pero aun así lo suficientemente cerca para que pudiera sentir el calor que su palma irradiaba, no ayudaba mucho a mi concentración.

ꟷ¿Hacia dónde, Theo?

ꟷAl escenario, quiero enseñarte algo.

Hice exactamente lo que me pidió e intenté ignorar la cantidad de personas que se volvían hacia nosotros para saludar a Theo. No me molestaba estar con el alma de la fiesta, todo lo contrario; sin embargo, eran muchas caras y voces nuevas para asimilar y eso podía producirme un leve mareo que estaba intentando evitar a toda costa.

Pocos minutos después arribamos al pequeño escenario que estaba tan solo unos cuarenta centímetros elevado del suelo. Subí sin problema y mi acompañante hizo lo mismo. Juntos nos giramos hacia la muchedumbre y me asombré al notar que tan pocos centímetros bastaban para poder ver todo desde lo alto. Theo, por supuesto, podía ver más que yo.

ꟷ¿Qué debo hacer ahora? ꟷpregunté con curiosidad.

ꟷQuiero mostrarte los grupos y así tú podrás elegir qué clase de fiesta quieres tener esta noche.

Sonreí ampliamente ante la idea y él imitó mi expresión.

ꟷDijiste que querías sexo, ¿verdad?

ꟷNo era tan literal.

ꟷ¿Segura?

Lo pensé por unos segundos.

ꟷBueno, no moriré si esta noche no termino en la cama de algún chico y tampoco me negaría a una increíble sesión de besos, pero no estoy buscando sí o sí un pene.

Sacudió sus manos a los lados de su cuerpo y mordí el interior de mis mejillas para no decir nada al respecto. Me asombraba y enternecía en medidas iguales su actitud. Por lo que había llegado a mis oídos, mayormente gracias a mi chismosa mejor amiga, él era un miembro activo del grupo "relaciones sin compromiso" y a pesar de ello parecía nervioso cuando yo sacaba a la luz ese tipo de actividad. Era obvio que no lo hacía porque creía que las mujeres no podíamos divertirnos con relaciones casuales sino que le incomodaba la situación de saber las necesidades sexuales y afectivas de su compañera de piso.

ꟷTe dejaré a ti elegir hasta dónde quieres llegar, pero te daré unos consejos.

ꟷSoy toda oídos.

Estiró su brazo hacia delante y señaló con su dedo índice a un grupo de jóvenes cerca de la puerta. Charlaban animadamente, reían con fuerza y no dejaban de beber o fumar.

ꟷSi buscas una intoxicación o un vómito en pocos minutos, es allí donde tienes que ir.

ꟷPaso.

Mi respuesta lo relajó y cambió la dirección de su dedo hacia otro grupo. En ese eran menos personas, de ambos géneros y podrían pasar fácilmente desapercibidos si no fuera por la clara mezcla internacional que había allí.

ꟷLos becados ꟷexplicóꟷ, son lo más cercano a mi grupo desde que tu hermano se graduó. Son divertidos y no te cansarás de oír buenas historias. ¿El único problema? Suelen irse temprano de las fiestas.

ꟷLos tendré en cuenta.

Asintió y señaló a otro grupo mucho más abundante y que no requería presentación. Fruncí mi ceño sin siquiera pensarlo y Theo rió al notarlo.

ꟷDéjame adivinar, ellos son los estirados.

ꟷNo son malos ꟷaclaró rápidamenteꟷ, aunque a veces les cuesta entender que no todos pueden permitirse un viaje nocturno hacia París y volver antes de las clases.

ꟷNo son mi tipo.

ꟷTu hermano formó parte del grupo por mucho tiempo

No lo dudaba.

ꟷSon los legados de toda escuela o universidad privada, lo entiendo. Créeme que ese no es mi grupo.

Volvió a asentir y bajó su mano para dejar de señalar, esa vez me hizo un ligero movimiento de cabeza para mostrarme a un grupo de personas cerca de nosotros.

ꟷExisten dos posibilidades: muy inteligentes o muy normales. Ambos geniales, pero completamente diferentes.

ꟷ¿Y cómo sé cuál tipo de persona son?

ꟷSencillo, si te acercas y escuchas que mientras beben o bailan sostienen una conversación que requiere pensar o recordar tópicos de libros, son la clase muy inteligente. Las personas normales, las que no tienen un grupo definido y son capaces de adaptarse a todo suelen llevar algún distintivo de la universidad, por lo general las llaves de sus dormitorios colgadas del cuello.

ꟷEntendido y anotado.

Se inclinó hacia mí y su pesada mano se colocó sobre mi hombro desnudo. Su piel estaba caliente y el tacto se sentía un poco percutido, dos cosas que me resultaron increíbles combinadas.

ꟷTambién puedes encontrar el grupo deportista, pero suelen llegar más tarde o están fuera del salón inventando alguna clase de competencia.

ꟷNo me apetece salir ꟷconfeséꟷ. Está helado afuera y yo muy desabrigada.

ꟷ¿Entonces qué grupo elegirás para pasar tu noche? Dime y te seguiré.

ꟷNo es necesario que lo hagas, Theo, puedes apartarte de mí y te prometo que estaré bien. No es mi primera fiesta y estoy casi cien por ciento segura que prefieres estar con cualquier grupo antes que verme coquetear con gente desconocida.

Sopesó mis palabras y mantuvo el silencio. No necesité que hablara para saber lo que pensaba, a él realmente no le apetecía seguirme como un perro guardián por todo el salón mientras yo coqueteaba descaradamente con alguien. Además, prefería que no me viera hacerlo porque me agradaba que ante sus ojos siguiera siendo Mackenzie, la chica que vivía y trabaja con él en lugar de Mackenzie, la chica de la mala reputación.

ꟷMe gustaría saber en qué grupo te quedarás para poder encontrarte cuando sea hora de volver o si simplemente te aburres.

ꟷCreo que los normales están más que bien para mí hoy, no tienes que preocuparte.

ꟷ¿Estás completamente segura que no quieres que me quede a tu lado? No soy mala compañía.

ꟷEstoy segura de eso, solo no quiero ser una carga para ti.

Supe al instante en el que hablé que él me diría que yo no suponía una carga porque esa era su muy agradable personalidad y forma de ver el mundo; no obstante, no me atrevía a escucharlo porque quería distraerme un poco y no pasar el resto de la noche intentando actuar como alguien que pudiera cumplir las expectativas del asombroso Theo Johnson –incluso si no las tenía-. Toda mi vida había fallado a las expectativas y no quería que esa noche fuera otra mala repetición.

ꟷGracias por traerme y acompañarme, Theo ꟷdije con sinceridadꟷ. Si llego a necesitarte tengo tu número y tú tienes el mío. Diviértete y si encuentras algo interesante, o alguien, y deseas no volver a dormir al departamento, no te preocupes por mí porque siempre encuentro el camino a casa.

Antes de que pudiera decir algo más y presa de un impulso tonto, me aferré de su brazo para no caer, me puse de puntillas y presioné un beso en su mejilla a modo de agradecimiento. Lo conocía poco y aun así podía afirmar con completa seguridad que me agradaba y que nunca había conocido a alguien de su clase.




Cargaba con celos una bolsa de Doritos bajo mi brazo mientras conversaba con un grupo de chicos que lucían realmente agradables. Estaba a un paso de morir de hambre y no comprendía cómo esas personas podían pasar tantas horas bailando sin ingerir comida. Había conseguido los snacks de pura casualidad y no dejaba que nadie sacara uno de su interior, estaba lista para morder a alguien si eso aseguraba mi alimentación.

ꟷ¿Quieres algo de beber? ꟷdijo uno de los muchachos con un fuerte acento escocés que resultaba bastante atractivoꟷ. Puedo conseguirte una cerveza o algo más fuerte.

ꟷEstoy bien, gracias.

Era una sorpresa para mí negarme a una bebida alcohólica, eran pocas las veces que lo había hecho. Esa noche no quería emborracharme ya que a la mañana siguiente tenía que ir a trabajar. No iba a servirme llegar a la oficina apestando a alcohol porque alguien se lo diría a mi padre, si no era Jamie, algún otro empleado, y eso podría retrasar mis planes de libertad. No diré que no bebí ni una gota de cerveza en toda la noche porque sería una horrible mentira, pero me había controlado y detenido luego del segundo vaso, desde entonces me hidrataba puramente con agua.

ꟷ¿Y quieres bailar?

ꟷYo...

Miré a mi alrededor y noté que el resto del grupo había retrocedido unos pasos para brindarnos privacidad. Había coqueteado con el escocés durante una larga hora brindándole sonrisas y ojos seductores que habían servido; sin embargo, la emoción inicial se había disipado y ya no quería involucrarme con él. Me aburría con facilidad y él no tenía la culpa.

ꟷNo me apetece realmente, estoy un poco cansada ꟷadmití.

ꟷ¿Quieres ir a un lugar más tranquilo?

Oh, se había demorado en hacer la pregunta. Quince minutos antes habría obtenido un rotundo sí.

ꟷ¿Tranquilo como qué?

Hacerse la desentendida a veces funcionaba porque ellos notaban que el interés se había desvanecido. Contrario a lo planeado, ese muchacho de cabello café y grandes ojos claros parecía haber perdido la capacidad de notar los pequeños cambios con tanto alcohol nadando en su sistema.

ꟷTranquilo como mi habitación. Mi compañero seguirá en la fiesta por unas horas más, podemos divertirnos por un rato.

Ladeé la cabeza y lo estudié sin disimulo. Sus ojos entrecerrados, su mirada brillosa y sus mejillas sonrojadas me advertían que no iba a durar mucho. ¿Unos cinco minutos antes de caer rendido? Era mucho esfuerzo para tan poco tiempo.

ꟷCreo que has confundido mi carisma con coqueteo ꟷdije sabiendo que él no se había confundidoꟷ. No estoy interesada.

ꟷ¿Y eso?

ꟷMira, Harry...

ꟷHugh ꟷme corrigió.

ꟷEso, Hugh. No eres un mal tipo, solo que no estoy interesada.

Soltó un suspiro de resignación y me sentí un poco mal. Fue un suspiro casi doloroso, no uno en el que expresara que me odiaba por rechazarlo. ¿Se había ilusionado tan rápido?

ꟷ¿Hay algo mal en mí?

Y ahí supe que yo era una persona horrible por haber coqueteado abiertamente con él. Hugh era lindo y agradable, quizás más bajito que el resto de los chicos y un poco rellenito, pero era genial y muy atractivo. Si no fuera porque me había sentido cansada de pronto como si todo el estrés de las últimas semanas me hubiese golpeado sin previo aviso, habría seguido con mi plan inicial.

ꟷNo, claro que no. Eres genial...

ꟷ¿Entonces?

Ay, señor.

ꟷTengo novio.

Otro suspiro de dolor.

ꟷNo tienes que mentirme, Mackenzie. Puedo aceptar el rechazo.

Lo dudaba mucho.

ꟷEstoy siendo sincera, de hecho, mi novio está por aquí.

Mala idea, muy mala idea. Debería haberme hecho cargo emocionalmente de mi error y no mentir.

ꟷ¿Si?

ꟷSí, ¿quieres conocerlo? Es un gran tipo, lo nuestro es muy reciente por lo que quizás te sorprenda.

Sus cejas se elevaron y entendí que estaba sonando sospechosa.

ꟷ¿De verdad tienes novio?

Asentí energéticamente y él pareció creerme.

ꟷEn ese caso te pido disculpas por coquetear contigo.

«Hola, culpa. Soy yo, Mackenzie Dankworth de nuevo. ¿Me extrañaste?»

ꟷOh, no te disculpes. ¿Sabes qué? Ven, te presentaré a mi novio.

Sin darle tiempo a pensar y sin darme tiempo para arrepentirme, tomé su brazo de manera amistosa y comencé a arrastrarlo por el salón buscando al rubio de casi dos metros con el que había ido. No sabía dónde estaba Theo y esperaba no encontrarlo con otra persona o el momento se volvería aún más incómodo.

ꟷAhí está ꟷseñalé y casi respiré con alivio al notar que estaba solo.

No miré el rostro del escocés por miedo a que notara mi farsa y en su lugar me acerqué a mi compañero de piso. Theo me notó a medio camino y me dedicó una amplia sonrisa.

ꟷKenzie, estaba buscándote.

ꟷ¿Si? Que coincidencia. ꟷReí de manera nerviosa y él me miró con confusión.

ꟷAlgunos chicos pidieron pizza e imaginé que tendrías hambre, nos están guardando unas porciones.

Sentí que mi pecho se expandía y calentaba mientras me observaba con esos ojazos azules y sonreía con tranquilidad.

ꟷNecesito tu ayuda ꟷsusurréꟷ. Si aceptas te daré mis Doritos.

Él observó mi bolsa a medio comer de snacks y pareció pensárselo.

ꟷ¿Qué debo hacer? ꟷsusurró de vuelta y le agradecí mentalmente que no levantara la voz o Hugh nos habría oído.

ꟷFinge ser mi novio.

Sus ojos se abrieron con sorpresa y supe lo que estaba pensando. Yo, Mackenzie, había perdido la cabeza.

Sabiendo que no iba a entregarme una respuesta rápida, deslicé mis uñas por su brazo hasta tomar su mano y entrelacé nuestros dedos. Mi mano se sentía pequeña contra la suya y me sorprendió cuando sus dedos se curvaron alrededor para cerrar el agarre. Le dediqué una rápida sonrisa y le pedí silenciosamente que caminara a mi lado para acercarnos al pobre muchacho al que había rechazado.

ꟷHugh, este es mi novio. Theo, él es mi nuevo amigo.

El castaño elevó la cabeza para mirar el rostro amistoso de mi acompañante y rió por lo bajo al reconocerlo.

ꟷ¿Tienes novia, hombre?

Ellos se saludaron de esa manera varonil que yo no entendía y me obligué a mantener la tranquilidad, aunque en realidad quería golpearme. Menuda idiota, había elegido al chico popular para que fingiera. Mi plan se estaba desmoronando.

ꟷEs muy reciente ꟷle explicó Theoꟷ. Tan reciente que todavía me toma por sorpresa.

ꟷ¿Y qué sucedió con...?

ꟷAhora mismo estoy con Kenzie ꟷlo cortó y una enorme duda se instaló en mi cabeza.

ꟷMe suena sospechoso, ¿sabes? Una de mis amigas estaba hablando sobre una supuesta cita que tuvo contigo.

Oh, mierda. ¿No podía simplemente llegar una nave espacial y abducirme? Ni siquiera lo consideraría un secuestro sino un rescate muy oportuno.

ꟷInsisto, es muy reciente.

Hugh paseó la mirada entre nosotros con duda y yo sonreí intentando no lucir sospechosa.

ꟷNo lo sé...

¡Oh, vamos, Hugh! ¿Acaso prefería que le dijera que lo había rechazado porque me había aburrido y así dañar aún más su muy baja autoestima?

ꟷBien, creo que es hora de irnos... ꟷanunciéꟷ. Fue un placer conocerte, Hugh. Espero verte en la siguiente fiesta.

No pensaba volver a ese lugar nunca jamás.

Hugh pareció listo para discutir y yo comenzaba a notar por qué seguía soltero; no obstante, antes de que él pudiera soltar un discurso o yo enviarlo al demonio por cotilla, una pesada y cálida mano llegó a mi cuello y tiró de mí con delicadeza. Mi asombro fue en aumento cuando Theo se inclinó hacia mí sin retirar su mano de mi delgado cuello y presionó sus suaves labios contra los míos. Mis ojos se cerraron de manera instantánea y mi cuerpo reaccionó al contacto con seguridad.

Los besos no eran algo nuevo para mí, incluso los besos con uno de los mejores amigos de mi hermano no eran una novedad, pero eso no disminuyó la sorpresa que sentí cuando Theo decidió continuarlo. Su mano abandonó mi cuello para pasar a mi rostro y sus lindos labios se movieron con seguridad sobre los míos indicándome cómo actuar. No desaproveché la oportunidad porque, si bien metía la pata bastante seguido, no era idiota. Rodeé su cuello con uno de mis brazos y me puse en puntas de pies mientras acercaba mi cuerpo al suyo. Él respondió colocando su mano libre en mi cadera y tirando de mí más cerca de él. Sentí su contacto como fuego ardiente, mi piel ardiendo en los lugares en donde nuestros cuerpos se encontraban.

Fue un beso largo, con la cantidad justa de roce de lengua y labios que finalizó con un leve mordisco de mis dientes en su labio inferior. Me dejó ir mientras me dedicaba una mirada cómplice y sentí que mis piernas flaqueaban cuando di un paso atrás creando distancia entre nosotros.

Hugh había desaparecido, seguramente por la intensidad del beso que acababa de presenciar y supe que había ganado un excelente aliado en el chico que me arrebató mi bolsa a medio comer de Doritos tras haberme dado uno de los mejores besos de mi vida.

Un plan se formó en mi cabeza mientras mi estómago seguía sufriendo las consecuencias de un beso caliente con el muchacho más apuesto que había tenido el placer de conocer. Y a decir verdad, ese fue el mejor de mis planes.

¡Muy buenos días! O tardes o noche, depende de la hora que estén leyendo esto. ¿Cómo están, gente linda? ¿Disfrutaron su fin de semana? ¿Comieron mucho chocolate?

En este momento hago una pausa para que todas gritemos juntas como perra loca. ¿Listas?

¡Theo y Kenzie se besaron! Por todos los cielos, ¿se lo esperaban? ¿Les ha gustado? ¿Han notado que en todos los capítulos once (apróximadamente) hay un beso? Sí, es completamente pensado.

Esta semana como sabrán tendremos actualizaciones normales, es decir, lunes, miércoles y viernes. Y son capítulos muy interesantes y con una visita. ¿Ya dije muy divertidos?

Muchísima gracias por todo su apoyo y cariño. LAS AMO.

Sin más para añadir, me retiro. Nos leemos el miércoles.

MUAK!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top