Capítulo cuarenta y cuatro
THEO
Quedaban pocos días para regresar a Inglaterra y, como cada vez que visitaba Rose Valley, no quería que llegara ese momento. Era un poco contradictorio, toda mi vida no había querido más que irme a la universidad y cuando había alcanzado esa independencia, no quería más que volver a casa; sin embargo, estaba cien por ciento convencido de que mis decisiones habían sido las correctas. Extrañaba Rose Valley porque era donde vivía mi familia y donde podía reunirme con mis amigos; no obstante, allí no estaba lo que quería para el resto de mi vida.
Sabía que no era el único experimentando una nostalgia temprana, podía notarlo en el rostro de mis amigos y, sobre todo, en Kenzie que había comenzado a observar cada detalle a su alrededor como si quisiera grabarlo a fuego en su memoria.
ꟷ¿Quieres acompañarme a comprar helado?
Los lindos ojos transparentes de Kenz se despegaron del techo de mi habitación y buscaron los míos.
ꟷ¿Podemos ir por el camino largo?
ꟷEl helado no sobrevivirá tanto y en verdad quiero comerlo.
ꟷ¿Podemos ir por el camino largo hacia la tienda? ꟷreformuló.
ꟷPodemos.
Sus labios se curvaron hacia arriba y soltó un chillido de emoción mientras se deslizaba por la cama en busca de sus zapatillas. Me indicó que hiciera lo mismo y ese fue el indicio que necesitaba para saber que si me demoraba, ella iba a regañarme. No tardé en colocarme mis zapatillas y en ponerme de pie, cuando giré hacia ella noté que ya se había puesto el abrigo y cargaba un paraguas sin dejar de sonreír. No mentía al decir que ella estaba enamorada del pueblo y que no recorrerlo le parecía una tortura.
ꟷSi tanto querías salir, solo tenías que decirlo.
ꟷTe veías muy cómodo. ꟷSe encogió de hombros.
Extendí mi mano en su dirección y con un poco de duda la tomó. Tiré de ella hacia mí y la sostuve en mis brazos sin dejar de observar su rostro.
ꟷ¿Qué? ꟷpreguntó.
ꟷSé que mi madre te asustó en Noche Buena con ese despertar lleno de regaños, pero no tienes que mantenerte lejos de mí.
ꟷTu madre no me asustó ꟷmintió.
ꟷ¿Segura?
ꟷElla me espantó.
Reí por lo bajo y acomodé una hebra de su cabello tras su oreja. Aproveché la oportunidad y coloqué mi mano en su cuello para acariciar su piel. Una sonrisa se formó en mis labios al verla estremecer y no pude seguir manteniéndome alejado de ella, había hecho todo lo que estaba a mi alcance para no besarla a cada minuto en casa de mis padres; sin embargo, era todo lo que quería hacer. No lo pensé dos veces, me incliné hacia ella y deposité un beso sobre sus labios, un beso que no tardó en corresponder y que fue de corta duración por el terror de que mi madre apareciera en cualquier momento y nos regañara.
ꟷVamos por ese helado.
ꟷHelado de chocolate con chispas ꟷespecifiqué.
ꟷY de fresas con chocolate para mí.
ꟷEntendido.
La dejé salir primero de la habitación y juntos caminamos hacia la puerta, pasamos por la sala de estar de camino a la salida y no me sorprendió que mis hermanos dejaran de mirar sus caricaturas para prestarnos atención.
ꟷ¿Theo? ꟷme llamó Troy.
ꟷ¿Si?
ꟷSi esta noche no está nublado, ¿podemos ver tu estrella en el telescopio?
ꟷClaro.
ꟷ¿Podemos mostrársela a Kenzie? ꟷagregó Travis.
ꟷPor supuesto.
Chocaron los cinco entre sí y se dejaron caer de nuevo en el sillón. Aproveché el momento para llegar a la puerta y escabullirme antes de que alguien más quisiera hacer planes con nosotros esa noche o antes de que mi madre me pidiera que le comprara algo en el almacén de comestibles.
Una vez afuera, Kenzie abrió el paraguas y me lo entregó para que lo pusiera a una altura que no me costara un ojo. Se arrimó a mí para protegerse de la lluvia y juntos avanzamos por las calles vacías en dirección a la plaza central.
ꟷ¿A qué se referían tus hermanos con tu estrella? ꟷinvestigóꟷ. ¿Tienes una estrella favorita?
ꟷNo, tengo una estrella con mi nombre.
Su ceño se frunció con confusión y reí al notarlo. Me encantaba cuando eso sucedía, la gente no podía creer que tuviera una estrella, aunque en verdad no era mía tan solo era un papel muy caro que afirmaba que un astro en particular en una determinada coordinada se llamaba como yo.
ꟷ¿Cómo es eso posible?
ꟷGenesis me regaló una para mi cumpleaños número veinte.
ꟷNo sabía que Genesis era dueña del universo, mala mía.
Me carcajeé con ganas y ella intentó fulminarme con la mirada, algo que no logró ya que terminó riendo también.
ꟷFue una broma que terminó haciéndose realidad ꟷexpliquéꟷ. Y sé lo que dirás, las estrellas no pueden venderse y debe ser una estafa, lo cual de cierta manera es, pero es lindo tener un certificado.
ꟷ¿Entonces Genesis pagó para que te mientan?
Asentí con la cabeza sin poder dejar de reír, a veces Kenz le sacaba la magia a la vida sin siquiera notarlo.
ꟷEse es un regalo muy tonto.
ꟷLo dices porque no tienes una estrella.
ꟷClaro que lo digo porque no tengo una estrella ꟷchillóꟷ. ¡Quiero una maldita estrella!
ꟷPídesela a mi mejor amiga.
ꟷOh, claro que lo haré.
Rodeé sus hombros con mi mano libre y aproveché la cercanía para besar el tope de su cabeza. Era difícil no mostrarle cariño todo el tiempo, estaba un poco enfadado con mi madre por su paranoia a pesar de que la entendía. Esperaba, realmente lo deseaba, que al volver al Reino Unido todo pudiera fluir entre Mackenzie y yo, que no tuviera que inventar excusas para estar cerca de ella y no tener que dejar abierta la puerta de mi habitación todo el tiempo. Sabía que Jamie se lo tomaría bien, pero eso no significaba que no tendría una charla con él. Era uno de mis mejores amigos después de todo y quería estar cien por ciento seguro que no le molestaba la idea de que saliera con su hermana y que los tres viviéramos bajo el mismo techo.
ꟷ¿Tienes algún otro astro del que quieras hablar?
ꟷNo. Bueno, tengo algo así como un gato.
ꟷ¿Algo así como un gato? ꟷLa confusión se estaba volviendo muy normal en su vozꟷ. ¿Genesis también te regaló un tigre?
Negué con la cabeza.
ꟷHace algunos años encontré una gata en la calle y fue mía por unos minutos, luego desapareció y tras una larga búsqueda descubrí que ya tenía dueña. Era una niña y ella me aseguró que Atenas podía ser de los dos.
ꟷOh, eso es muy tierno. ¿Y no has ido a visitarla?
ꟷClaro que sí, cuando Taylor te secuestró fui a verla.
ꟷNo me secuestró ꟷlo defendióꟷ. Él me llevó a desayunar.
ꟷSin mí.
ꟷ¿Celoso? ꟷArqueó una ceja.
ꟷPodría haberte llevado yo.
ꟷTodavía puedes hacerlo.
Me dedicó una mirada de triunfo y supe que tenía que darle la razón. En verdad, no me molestaba ni un poco que ella y Taylor fueran amigos, me hacía feliz saber que mi familia no sanguínea y Mackenzie podían llevarse bien porque eran parte de mi vida y era importante para mí.
ꟷ¿Quieres ir a desayunar mañana a la única cafetería del pueblo, Kenz?
ꟷSería un placer, pero solo si tú pagas.
ꟷ¡Oye!
ꟷ¡No me invites si no vas a pagar! ꟷrepusoꟷ. Taylor pagó por mi comida.
ꟷTaylor pagó por mi comida ꟷme burlé imitando su vozꟷ. Yo no soy millonario, Mackenzie.
ꟷVende tu estrella.
ꟷ¡Costó doscientos dólares!
ꟷBueno, podrás pagarme un desayuno de doscientos dólares.
Arribamos a la tienda en medio de nuestra pelea en broma sobre si correspondía o no que pagara por su desayuno. Ambos sabíamos que no era una molesta para mí y también sabíamos que ella se había quedado sin dinero por lo cual no podía permitirse comprar nada que costara más de cinco dólares.
ꟷ¿Dónde están los helados? ꟷinvestigó mientras estudiaba los estantes con comida.
ꟷSeguro que en la heladera no.
Sus lindos ojos se entrecerraron hasta formar una rendija pequeña y me enseñó el dedo medio sin dejar de mirarme con malhumor.
ꟷTe crees muy gracioso, ¿no?
ꟷEso es lo que más te gusta de mí ꟷdije con la única finalidad de molestarla.
ꟷMmm... no.
ꟷ¿Y qué es lo que más te gusta de mí?
ꟷ¡No te diré! Lo usarás luego en mi contra, dude.
Llegamos finalmente al sector de las heladeras y busqué entre los distintos potes por los sabores que nos habían hecho salir de la calidez de mi hogar. No había tanto para elegir de todas formas, Rose Valley podía tener más habitantes que el resto de los pueblos, pero seguía sin ser una ciudad.
ꟷ¿Quieres saber lo que más me gusta de ti para que sea un trato justo?
Asintió con la cabeza sin dejar de sonreír.
ꟷEs difícil mencionar una sola cosa, me gusta todo de ti.
ꟷ¿Incluso cuando interrumpo tu ritual en el baño porque me estoy orinando?
ꟷNo tengo un ritual ꟷdiscutí.
ꟷTheo, tardas más de cuarenta minutos en el baño. Si no tienes un ritual y no estás jugando con tu amiguito, ¿qué estás haciendo?
ꟷEl número dos.
ꟷ¿Por cuarenta minutos?
Sus ojos y voz demostraron su sorpresa y eso fue lo único que necesité para sonrojarme. Odiaba que mi rostro se tiñera de rojo con tanta facilidad y por razones tan estúpidas.
ꟷA veces me quedo mirando videos.
ꟷO sea que ocupas el baño incluso cuando no tienes nada que soltar.
Aparté la mirada y escuché su carcajada burlesca. Me había metido solo en esa situación y tenía que asumir las consecuencias, así como también la culpabilidad.
ꟷAlgunos días necesito tiempo a solas.
ꟷ¿Estás diciendo que te agoto?
Sabía que bromeaba; sin embargo, me sentí automáticamente mal. No quería que ella se sintiera así, nunca y en ninguna situación. Mackenzie no merecía sentirse como una carga en ningún momento.
ꟷEntonces, lo que más me gusta de ti, en cuanto a tu físico, es tu sonrisa.
ꟷ¿De verdad?
ꟷAsí es.
Cerré la heladera cuando hallé el sabor que mi compañera de piso tanto deseaba y le tendí los potes para que los depositara en el carrito diminuto. Había agarrado más de uno de cada gusto porque sabía que el resto de mi familia también querría y me parecía bastante grosero esconderme en mi habitación para comer.
ꟷBueno, tengo una linda sonrisa.
ꟷLa tienes ꟷconfirmé.
ꟷNunca creí que esa sería mi mayor atributo.
ꟷ¿Y cuál creías que era?
ꟷMi trasero.
Menuda sinceridad. Y sí, definitivamente su trasero también estaba en la lista, justo detrás de sus pecas, su cabello y sus ojos.
ꟷ¿Y cuál es mi mayor atributo? ꟷindagué con buen humor.
ꟷ¿Quieres una respuesta sincera o una apta para todo público?
ꟷ¡Mackenzie! ꟷla regañé.
ꟷEs una pregunta justa.
ꟷDejemos las respuestas en lo apto para todo público.
ꟷCorrecto. ꟷArrugó sus labios y llevó uno de sus dedos a su barbilla mientras pensabaꟷ. Tu cabello.
ꟷ¿Qué tiene de especial mi cabello?
ꟷSiempre está despeinado, incluso cuando quieres controlarlo. Es como si expresa tu verdadero ser, ese que es tierno y divertido a la misma vez a pesar de querer simular madurez y tranquilidad.
Nunca había pensado que mi cabello pudiera ser mi mayor atributo, aunque tenía sentido porque Kenzie siempre estaba buscando una excusa para pasar sus manos entre él. No me molestaba, por supuesto, sino todo lo contrario.
ꟷEn mi adolescencia era peor ꟷconfeséꟷ. Simplemente me era imposible peinarlo.
ꟷLo sé, tu madre me mostró los anuarios.
Por supuesto que lo había hecho. Mamá enseñaba nuestros anuarios y fotografías de pequeños con mucho orgullo y no me molestaba, por suerte no tenía fotos de mí desnudo o algo así.
ꟷ¿Por qué tengo la sospecha de que le sacaste fotos a mis anuarios?
ꟷPorque me conoces muy bien.
Blanqueé los ojos para molestarla y supe que había hecho efecto cuando me dio un leve empujoncito.
ꟷEres una acosadora.
ꟷDenúnciame.
ꟷQuizás lo haga ꟷmentí.
ꟷO quizás puedas castigarme.
Sí, de nuevo el sonrojo y esa vez fue acompañado de muchos pensamientos que no pude controlar. Imágenes muy ilustrativas invadieron mi cerebro y no podía negar que me gustaba lo que mi imaginación me enseñó. Mierda, quizás sí quería volver a Oxford.
ꟷEres un pervertido ꟷme acusóꟷ. Estamos en una tienda con tus vecinos, debería darte vergüenza.
ꟷEres mala.
ꟷUn poco.
Se apartó de mi lado y me dedicó una mirada coqueta sobre su hombro para que la siguiera y no había forma de negarme. Estaba dispuesto a seguirla hasta el último círculo del infierno si con eso me aseguraba estar a su lado.
ꟷ¿Theo?
Fruncí el ceño al escuchar esa voz conocida y giré sobre mi propio eje para buscar a la chica que había pronunciado mi nombre. O me había vuelto loco o ella realmente estaba allí.
ꟷHola, Theo. ꟷSonrió con ternura.
No estaba loco, Sophie en verdad estaba al final del pasillo saludándome con la mano y sonriéndome como lo hacía cuando estábamos juntos. Y la situación se sentía tan irreal considerando el pésimo final que nuestra relación había tenido que tuve que pellizcarme a mí mismo para convencerme de que no estaba soñando.
ꟷHola, Soph.
No pude evitar sonreír también. Después de todo lo sucedido me hacía feliz verla.
Buenos días, hermosas criaturas (o tardes o noches, ustedes ya saben). ¿Cómo están? ¿Qué tal su fin de semana? Anoche me dormí más tarde de lo acordado respondiendo sus comentarios, pero valió la pena.
En cuanto tenga un tiempito fuera del trabajo y mis actividades diarias les voy a dar una explicación sobre Emma que causó más conmoción de la esperada. Intentaré que sea durante esta semana o, en su defecto, lo prepararé el fin de semana.
Ahora bien, ¿qué les ha parecido el capítulo? Theo y Kenzie juntos es todo lo que está bien, ¿no creen?
¡Apareció Sophie! Música de suspenso, por favor. ¿Cómo creen que irá este encuentro?
Les agradezco muchísimo por su cariño y apoyo, sé que no soy la misma que cuando la saga empezó, ya no les subo edits o gifs o música y espero que entiendan que he estado muy colapsada con todas las ideas que tengo para esta saga y para ustedes. En fin, muchas gracias y las amo. Nos leemos el miércoles.
MUAK!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top