001; Inicio.

Caminando por las frías calles húmedas de Seúl, Dahyun se acomodó su gorro luego de que un viento frío se lo volará al salir de la tienda donde fue a comprar algo de comida.

Sip, un poco de ramen no le vendría nada mal luego de una pequeña lluvia.

Caminó tranquilamente hasta que escuchó unos ruidos provenientes de un pasillo, por lo que se detuvo de golpe, y se pegó a la pared. Arrimó de a poco su cabeza, y se encontró una escena que le quitó la poca hambre que tenía.

Tres hombres de gran altura, se encontraban golpeando a otro de estatura mediana, ni muy alto, ni muy bajo.Los sujetos dieron un último golpe, logrando que el muchacho cayera al suelo y escupa sangre.

Espero que ésto te enseñe a no meterte en donde no te llaman, y tómalo como amenaza, si te volvemos a ver una vez más, eres pez muerto — Sentenció uno de los tipos, para luego, escupirle en la cara al chico.

Los tres hombres, se alejaron de allí y dejaron al joven tirado en el suelo. Kim esperó un momento, y cuando vio que no volvían, corrió a socorrer al extraño.

— Maldición — Fue lo único que supo decir al verlo en ese estado.

El muchacho frente suyo, llevaba golpes por todo su rostro, sangre desde su nariz hasta su boca, su ropa estaba toda destrozada y soltaba pequeños quejidos de dolor de vez en cuando.

— Tranquilo, yo te ayudaré, llamaré a la policía, ellos sabrán que hacer — Dijo la pequeña, mientras sacaba torpemente el celular del bolsillo en su abrigo.

— N-no — Titubeó el contrario, el cual puso su mano en la pantalla del aparato — N-no lo hagas... Por favor — Suplicó.

La chica miró para todos lados, asustada, no podía dejarlo allí, ya se había involucrado demasiado, y si se iba, su conciencia no la dejaría dormir por años.

Piensa Dahyun piensa, umh, llevarlo a tu casa definitivamente no es una opción, hay que ir al hospital — Se dijo a sí misma.

— Vamos, levantate, te llevaré a mi casa — Oh genial, idiota, lleva a un extraño a tu casa, ¡estupendo! — Se reprochó mentalmente.

Alzó con cuidado al chico, pasó el brazo de él por su hombro, y posó sus manos en la cintura de su contrario para poder sostenerlo mejor.
A duras penas, lo levantó, tomó con una de sus manos libres las bolsas con sus compras, y salió de allí con un muchacho prácticamente cargado en su espalda.

Caminó las dos cuadras que la separaban de su departamento y ni bien llegaron a su hogar, subieron el ascensor del departamento sin intentar levantar sospechas, y la de apellido Kim presionó el botón que los llevaría al tercer piso.
Cuando dieron con la vivienda, el chico entró caminando por su cuenta, bueno, mejor dicho, lo intentó, mientras que la de cabellos castaños trababa la puerta y dejaba su bolsas en la mesa.

— Siéntate a-... — No pudo terminar, debido a que el joven ya había hecho lo que ella le iba a decir.

Sentado en el sillón, el desconocido paseó su vista por el lugar, mientras que la dueña de la casa se dirigía al baño a buscar cosas para curarlo.

Era un pequeño departamento, uno lo suficientemente grande para alojar a dos o tres personas.
Una vez la chica volvió con las cosas en mano, se sentó mejor en el lugar, y dejó que la menor hiciera su trabajo.

— Se que ésto no me incumbe pero, ¿qué sucedió allí afuera? — Preguntó ella, usando un algodón para limpiarle un corte en la cara.

— Debían saldar una deuda conmigo — Se limitó a responder su contrario.

— Pff, ni que fuesen mafiosos o algo... así — Se detuvo al tener la mirada del de cabellos negros sobre ella — Quién... ¿Quién eres tú en verdad?

— Me llamo YoonGi, Min YoonGi — Contestó aún mirándola.

— Kim Dahyun — Respondió, sosteniéndole la mirada.

— Dahyun, hoy estoy en deuda contigo.

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Nimin_36

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