Capitulo 20

Saber que es lo correcto y no hacerlo es el mayor acto de cobardía.

Por mi cobardía fui incapaz de demostrarle amor a mi familia y como única respuesta escape.

Lo único que me causo esa decisión fue un vacío interno en mi alma, el no tener a las personas más importantes en mi vida tan lejos de mí me mataba en mi día a día.

Es como una frase: "Los cobardes mueren muchas veces antes de su muerte real".

Yo estaba muerta, no tenía alguna emoción o ganas de hacer algo, a veces no dormía por quedarme llorando hasta tarde, así fueron todos estos siete años.

Recuerdo siempre estar apartada, para poder desahogar mis penas, quería ir a buscar a mi hija y a Fuutarou pero no me sentía con el derecho de volver a sus vidas.

Los había abandonado a su suerte cuando debí estar allí, apoyando a mi novio y viendo crecer a mi hija.

Ya me perdí todo eso y aún duele .... Pero la vida sigue y se que si me esfuerzo podré ver a mi hija seguir creciendo.

Voy a dejar de ser una cobarde, y le daré la cara a mi familia.

- Nakano Miku.

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La vida de Miku fue deprimente.

Si pudiéramos resumir sus días en Kioto, se resumiría en: Llorar, trabajar, llorar, trabajar.. ¿Ya mencioné llorar?.

Ella fue las más afectada emocionalmente entre sus hermanas, en ningún instante dejo de pensar en su familia y el error que cometió por su cobardía e inseguridades.

Por dentro siempre quiso ir a buscar a su familia, pero ¿Con que derecho lo haría?. Los había abandonado a su suerte sin más.

Muchas noches no dormía y era la razón del porque tenía unas ojeras tan notables, esto se debía a qué lloraba mucho en las noches evitando el sueño.

Pero todo cambio cuando Ichika llegó con esa noticia a su hogar. La alegría de la mujer había vuelto a su alma.

Su hija y amado estaban muy cerca, esto hizo que se determinará a darles la cara e intentar dar una solución a su terrible error.

No todo había sido facil pero al final obtuvieron la oportunidad de acercarse a su familia de nueva cuenta.

Miku entre sus hermanas se sentía muy afortunada, a pesar de haber hecho tal idiotez parecía que podría llevarse bien con su hija.

Se sentía muy animada a pesar de que su hija también la odiaba, pero ella le había dado una segunda oportunidad y la aprovecharía al máximo.

Sus hermanas Ichika y Nino no habían tenido éxito, ambas estaban un poco deprimidas por lo que les pasó con sus hijas.

Ella tomo descanso junto a Nino, ya que le negó salir en el estado en que estaba.

El día anterior había hablado con Fuutarou para que no mandara a Yuuki a la escuela, quería pasar todo el día con ella para conocerla mejor.

- Te vez animada Miku, no deberías confiarte -
Dijo Nino viéndola con seriedad.

- Eso lo sé - Respondió Miku mientras terminaba de arreglarse - Pero tengo las expectativas altas  , me preguntó a quien salió más parecida Yuuki -

- Solo no te confíes, ¿Está bien? - Nino suspiro - Aparte, ¿Tengo que ir a cocinar de nuevo hoy? -

- Tranquila, llegaré justo a tiempo para preparar el almuerzo - Miku se dejó su pelo con una trenza  y se peino dejando un mechón cubriendo su ojo izquierdo - ¿Cómo me veo? -

- Vaya, verte así me trae recuerdos - Sonrió - Hace tiempo no te pones el flequillo -

- Lo sé, tal vez Fuutarou se impresione - Tomo sus cosas - Bien Nino, me iré -

- Cuídate y saludame a Fuu-kun y Yuuki -

Sin más impedimentos se dirigió al apartamento de Fuutarou, en el cual como es costumbre la recibió Kaede.

Ella la saludo y paso a la sala donde estaba Fuutarou peinando a Yuuki, al notar la presencia de la mujer se volteo y la saludo, llevándose una gran sorpresa.

- M-Miku,  te vez casi igual como en la preparatoria - Dijo con sorpresa Fuutarou - ¿Y tus audífonos? -

- Me alegra que lo notarás - Sonrió - Ya se desgastaron tristemente, así que estaré por unos días sin audífonos hasta que pueda comprar otro par -

- Hola mamá -

Yuuki saludo a su madre parándose enfrente de ella, la pequeña venía con su pelo totalmente suelto, sin cubrir su frente y ojos color ámbar.

Tenía puesta una sudadera completa de color negro y blanco acompañada de unos zapatos azules.

- Te ves bien hija - Alago Miku, ocasionando que la pequeña se avergonzara -  ¿Estás lista? -

- Si -

- Por cierto Miku, ¿Adónde irán hoy? -
Pregunto Fuutarou.

- Es una sorpresa - Respondió - Llegaremos unas dos horas antes de que lleguen las demás para preparar el almuerzo -

- Entendido, Yuuki recuerda comportarte -

- ¡Si papá! -

- Bien Yuuki, andando -

La mujer tomo de la mano a su hija y se retiraron del apartamento.

La niña parecía no querer protestar a qué Miku la tomara de la mano, eso hacía feliz a la mujer.

Estuvieron caminando un rato en completo silencio hasta llegar al museo de historia, lo cual emociono mucho a la pequeña Yuuki, que poseía una cara completamente feliz.

- ¡Es el museo! - Exclamo alegremente - ¡¿Iremos aquí?! -

- Claro, tu papá me dijo que te gusta la historia y el turismo, el te prometió venir aquí hace un tiempo, ¿No? -

- Si, pero al final viajamos a Kioto - Dijo un poco triste - Papá no ha pasado mucho tiempo con nosotras este año -

- Tranquila, seguro tendrá sus motivos - La consoló - Se que me odias y todo eso, pero yo hablaré con él para que comparta más tiempo con ustedes -

- G-Gracias - Agradeció con timidez - ¿Podemos entrar? -

Ambas entraron al museo, la pequeña Yuuki se soltó del agarre de su madre y empezó a ver todas las exposiciones con emoción.

Su madre disfrutaba de verla feliz, esto la aliviaba de alguna forma.

Sorpresivamente la niña la volvió a tomar de la mano y la llevo hacía una estatua y empezó a hablar de eso mientras su madre la observaba con sorpresa .

- ¡Y esa es la historia de el tipo de la estatua! - Se fijó en la expresión de su madre y se soltó del agarre muy avergonzada - ¡Lo siento, debí pedirte que vinieras nada más! -

- ¡No! - Miku la volvió a tomar de la mano - Hija, no me molesta... Por favor cuéntame más, cuéntame todo lo que sepas y dime mas de ti -

Miku dijo eso con una sonrisa mientras la niña la veía con mucha impresión.

Poso un sonrisa sincera y empezó a derramar lágrimas, lo cual hizo que Miku se exaltara.

- ¡Buaaaa! -

- ¡Y-Yuuki!, lo siento..  ¿D-Dije algo malo? -

- N-no, s-solo que se siente raro -  Dijo mientras se limpiaba el rostro - es extraño....-

- Lo es - Miku empezó a limpiarle las lágrimas - También para mí lo es, pero es cálido -

Sin decirse algo mas, siguieron recorriendo el museo por un buen rato, luego de eso salieron a dar una pequeña caminata al parque.

Ambas estaban en un gran silencio, no era incómodo... Al contrario, era cálido.

- Dime mamá - Yuuki llamo su atención - Tu... Bueno, he visto que te estás esforzando y por eso yo....- Se avergonzó - Q-quiero que me cuentes sobre ti -

- Está bien, hagamos esto. Tu me harás una pregunta y luego yo te haré una a ti -

- ¡Está bien! - Yuuki hizo una cara pensativa -  Etto.... Es difícil, no hablo mucho con personas que no son de mi familia y... Me cuesta hablar con personas nuevas -

- Te entiendo - Ella acaricio la cabeza de su hija - Yo también fui  así, cuando era joven me costaba mucho hablar con personas nuevas -

- E-Es diferente, yo....simplemente es diferente -

- Tu misma lo dijiste, que comprendías lo que era ser insegura y tímida -

- ¡Es diferente! - Exclamo enojada - Tu eres una cobarde que huyó... ¡Si dices comprenderme pudiste haberme ayudado cuando te necesite! -

Yuuki se había enojado mientras Miku estaba sorprendida por la actitud de su hija.

Pero se parecía a ella en algún punto de su vida, pero la cosa es un poco complicada y más porque su hija tenía razón.

Ella era una cobarde y huyó, pudo haber ayudado a su hija en ese problema pero no lo hizo, no estuvo allí.

Pero lo que no hizo en todos esos años, podía hacerlo ahora, tomo un respiro fuerte y vio a su hija con determinación.

- No negare que tienes razón - Dijo Miku - Tampoco me excusaré y menos justificaré lo que hice con cualquier tontería - Yuuki la veía con atención - Así que solo seré sincera, me perdí muchos años por mi cobardía y lo que menos quiero hacer es discutir contigo , tienes razón. No puedo comprender cómo te sientes y se que me odias. No puedo devolverte los siete años que perdimos juntas, pero puedo seguir viviendo a tu lado. La vida es larga y no quiero seguir perdiendome más de ti, quiero dejar de ser una cobarde y aprender a ser una buena madre.... Una buena madre para ti -

- ..... - Yuuki no dijo nada por unos segundos hasta que reaccionó - ¿Por qué haces esto?, si te sientes arrepentida simplemente diré que te perdono y se acabó -

- El perdón es algo tonto a este punto - Respondió - lo que en verdad importa por lo menos para mi, lo que en verdad importa es no seguir perdiendo el tiempo inventando excusas, esa es mi respuesta -

- ¿E-Entonces dirás qué no perderás más tiempo? -

- Así es, ahora cada vez que te pase algo, yo estaré aquí, no dejaré que mi cobardía me haga perderte para siempre, no quiero que me odies, quiero conocer más y más de ti, vivir contigo y verte crecer en una buena mujer...-

- Odiar es una palabra un poco fea - Dijo Yuuki más calmada - Solo te tengo rencor y desconfianza, pero me sorprendiste... Así que solo dame tiempo para aceptarte completamente -

- Me esforzaré - La tomó de las manos - Nos esforzaremos juntas -

- Si - Dijo feliz - Por cierto, ¿Puedo ayudarte con el almuerzo? -

- Claro, pensaba invitar a mis hermanas. Así estaremos todos juntos -

- ¿Tienes algo en mente? -

- Te lo contaré por el camino - Le ofreció su mano - ¿Nos vamos? -

Yuuki dudo por unos segundos.

- Está bien - La tomó de la mano - También podemos hablar sobre nosotras en el camino -

- Tómalo como hecho - Sonrió - Vamos a casa -

(...)

Pasadas las horas, hija y madre ya estaban en el apartamento y habían preparado el almuerzo para toda la familia.

Igual el resto de las hermanas Uesugi estaban esperando la comida, Rena se encontraba babeando y esperando con impaciencia la comida, Kaede estaba jugando en el celular de Fuutarou, Yuuki ayudaba a Miku, Mai se veía enojada y Hiroko estaba jugando con unos peluches en la sala.

Miku se dirigió hacía la habitación de Fuutarou, quería pedirle el permiso para traer a sus hermanas.

- Fuutarou, tengo una duda -

- ¿Qué sucede? -
Pregunto el peli-azul.

- B-Bueno, mis hermanas llegaron un poco temprano.....-

- Si hay suficiente comida, puedes decirles que vengan, sería bueno supongo - Dijo para bajar hacía la sala - A nadie se le niega un plato de comida -

Miku sonrió, para llamar a sus hermanas por Line.

Luego bajo y puso los platos con comida en la mesa, si hacían un poco de espacio todos entrarían en ella sin problemas.

Al instante que terminó, las demás Nakano llegaron al apartamento y se veían un poco nerviosas.

Aunque las hermanas Uesugi las saludaron educadamente a excepción de Mai que las veía con odio.

Fuutarou las acomodo a todas en la mesa, poniendo a cada madre al lado de su respectiva hija.

En silencio todos empezaron a comer, Itsuki y Rena devoraron todo rápidamente y comicamente eructaron al mismo tiempo.

- ¡Itsuki, comportate! - Regaño Nino - Aún siendo una mujer adulta no cambias -

- ¡Rena, es de mala educación eructar en la mesa! - La regaño Kaede - ¿No sientes vergüenza? -

- JAJAJA -
Se rieron Mai y Hiroko.

- Es cómico ver qué algunas cosas no cambian - Fuutarou menciono aguantandose la risa - Y de Rena no me esperaba eso, pero de tal palo tal astilla -

- ¡P-Papa!/T-Taro-kun! -
Ambas lo llamaron muy avergonzadas mientras todos empezaban a reírse.

- Vaya, vaya. Itsuki-chan siempre será una glotona -
Ichika se burló.

- Rena, a ese paso nunca conseguirás novio - Kaede se burló - Vas a engordar -

- Quisiera ver intentar a un idiota llevarse a mis hijas -
Fuutarou dijo con celos.

Madre e hija se vieron mientras se reían a todo volumen.

- ¡Itsuki-chan no va a caber en el ataúd a este paso! -

- ¡Rena seguro podría rodar si quisiera! -

Kaede e Ichika seguían riendose, mientras Nino y Mai veían esto con incomodidad.

- Deberían comportarse mejor en la mesa -

- Estoy de acuerdo con Nakano, ¡Coman y cállense! -

- Vamos, ¿Qué tiene de malo que se rían? -
Pregunto Fuutarou.

- Cállate Fuu-kun/Papá -
Ambas lo vieron con una mirada fulminante.

- Oye Hiroko, ¿Como vas en la escuela? -
Pregunto Yotsuba.

- ¡Reprobé 5 materias! -

- ¡¿Cinco?! - Exclamo Fuutarou - Tienes que estar de broma...-

- Hiroko, tienes que mejorar tu rendimiento -

- No estas en derecho de pedirlo Yotsuba, si tú en la escuela perdias 10....-

- ¡No le digas eso a Hiroko Uesugi-san! -
Yotsuba dijo avergonzada mientras Hiroko se burlaba.

- Vaya... Que cambio, seguro mamá era muy lista en la escuela - Dijo Yuuki - ¿O no papá? -

- Tengo la misma duda - Dijo Kaede - ¿Como eran en la escuela? -

- Jajajaja - Fuutarou finalmente empezó a reír - ¡Ellas eran unas completas idiotas!, ¡En especial Yotsuba! -

- ¡FUUTAROU-KUN/FUU-KUN/FUUTAROU/UESUGI-SAN/TARO-KUN! - Exclamaron las quintillizas Nakano avergonzadas - ¡No tenías que decirlo eso! -

- Entonces la estupidez de Hiroko es hereditaria - Dijo Mai en tono de burla - Que sorpresa -

- ¡Oye! -

Todos en la sala empezaron a reír.

- ¿Esto formaba parte del plan mamá? -
Susurró Yuuki.

- Salio mejor de lo que esperaba -

Nota del autor.

¡Miku fue la primera en triunfar de sus hermanas!.

Miku al parecer es la más conciente de la situación y por medio de acciones y diálogo pudo acercarse más a su hija.

¿Yuuki terminará aceptando a su madre?.

¿Esa cena en familia cambio algo?.

¿Isanari volverá?.
La respuesta es si, en el próximo capítulo lo veremos nuevamente.

El próximo capítulo dará un pequeño vistazo a un personaje que no vemos desde hace mucho.

¡Gracias por los 3k de votos y casi 25k de visualizaciones!.. ¡Gracias por apoyar con tanto cariño el fanfic!.

Sin más que decir les doy un abrazo psicológico y nos vemos en las próximas horas.

¡Bye, bye!.

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