Leí tu último poema muy íntimo muy contundente, al mencionar los detalles....
tómala o déjala, bebe de ella o da la vuelta, déjala sola o mátala de amor...
Me gusta ese toque en ellas,
salvaje y pasional, en el cual una persona puede aflorar,
no está hecha de coraza, ni de cenizas, ni tiene resabio,
sino que por dentro guarda algo inesperado,
algo inmarcesible, algo iridiscente,
aloja el infinito mismo.

Algo íntimo donde se desglosa el alma,
donde se ciñe de todo lo que carga entre el amor y los contratiempos,
esa intimidad que sólo ella entiende, esconde, pero regala entre letras...

Eso inamovible que nadie entiende y todos quieren interpretar,
en ese oasis donde bebe de su propio néctar agridulce y donde enjuaga
sus lágrimas y conjuga en su verbo...

Tan natural, sencilla y a la vez complicada porque no difiere en ellos,
Fuerte y escandalosa sin prejuicios bailan las prosas al compás del
corazón y con su tempo perfecto.

Y eso es lo que cautiva de sus letras,
ese efímero lapso cuando escribe
mientras danza con las estrellas y su belleza.