R E S O N A N C E

"El amor no se mide en tiempo, se mide en transformación. A veces, conexiones duraderas traen poco crecimiento, mientras que pequeños encuentros lo cambian todo. Lo que le importa al corazón es la resonancia. La resonancia que le abre, la resonancia que lo dinamiza, la resonancia que le llama a casa. Y cuando lo encuentra, la transformación empieza"

Jeff Brown

Quizás era el otoño, o la luna. Probablemente era que empezaba a oscurecer más temprano, y todo el calor del día abandonaba su cuerpo al caer la noche. Había querido pensar que le hacía falta conversar con mamá, pero ni siquiera con una videollamada de dos horas de hablar y hablar consiguió llenar el vacío.

Debía admitirlo. Seokjin se sentía irremediablemente solo.

Ya llevaba varios años (diez, precisamente) viviendo por su cuenta, en un apartamento pequeño, pero agradable y acogedor. Había pasado épocas miserables al principio, pero ya había conseguido una estabilidad económica como para estar tranquilo, y además, darse gustos. Cada cierto tiempo visitaba a su madre, y compartía con amigos casi todos los días.

Había permanecido en un largo luto por una relación peor que fallida. El tipo lo había estado engañando durante meses, y Seokjin lo esperó con la cena hasta el último día. Se sentía tan estúpido al recordarlo, y lo peor era que, en días melancólicos como esos, era a lo que más le daba vueltas. Que tuvo que darse el gusto de terminarlo mucho antes, que no debió llorar, que no debió rogarle cuando Jungkook estaba diciéndole en su cara que no lo quería, y así, tantos arrepentimientos.

Tantas cosas que ya no se podían cambiar. Pero el sentimiento hacia él estaba superado.

Lo que no conseguía sobrepasar, era volver a querer y confiar en alguien. Lo había intentado, varias veces. Citas aburridas, tipos fanfarrones, cortas relaciones que lo cansaban, jugadores que lo veían como un trofeo. Nada satisfactorio, además de ese constante pensar en que, ¿para qué encariñarse, si le fallarían?

Además, estaba tan concentrado en su trabajo y sus amigos, que no tenía oportunidad de ir a bares o cafés en solitario para conocer a otra persona. Probablemente era una señal de la vida para no meterse en una relación, pero ¿y cómo le explicaba eso a su fría cama? ¿A las tazas, vasos y platos para más de uno? ¿A la triste sensación sin saciedad, de querer escuchar un te quiero, o recibir un abrazo de amor?

Sí, podía tener compañía casual cuando quisiera. Pero ya había sido suficiente, quería algo con nombre, con estabilidad, alguien que llegara para quedarse, alguien para amar.

~


Juntarse con Jimin solía ser la calma para sus penas. Lo divertía, lo hacía olvidarse de la mala suerte en el amor que llevaba arrastrando por el tiempo ya suficiente. Su amigo tenía las mejores y a la vez las peores ideas, y su brillantez salió a relucir una vez más aquella tarde de café y pastel.

-¡Podrías probar en Grindr!

-Jimin, estaré solo, pero no necesitado... o bueno, sí, un poco, pero no voy a recurrir a una app para eso...

-Oye, no mires en menos el poder que te da el teléfono hoy. Recuerda que Nam y yo nos conocimos por Instagram

-Instagram es un lugar relativamente decente

-Puedes encontrar buenas personas hasta en el lugar más feo, Jinnie. Vamos, dale una oportunidad, y si no te gusta, pues borras tu perfil y listo

-No estoy tan seguro- dijo, sacando su teléfono del bolsillo

-Ah, te niegas, pero tienes el teléfono listo en las manos

-Ya asumí que lo haré, Jiminnie, sé que si no lo hago terminarás tú mismo instalando esa mierda en mi cel

Comenzó a explorar en la App Store buscando la ridícula aplicación. La instaló, y luego, se creó un perfil sencillo con la ayuda de su amigo. Jimin escogió fotos de Seokjin de cara, cuerpo entero y una de un viaje, "para que vean que eres interesante y tienes mundo", le dijo. - Si pones fotos sólo de tu cuerpo sin cara, eso es sólo para coger. Si pones sólo de tu cara, se perderán de ver ese cuerpazo que te cargas

-Ay, Jimin

El chico también le ayudó a escribir una descripción llamativa, pero sin caer en lo necesitado de atención. Una vez listo, comenzaron a vitrinear, ¿porque de eso se trataba no? Vitrinear humanos, Namjoon habría dicho algo así como que era el epítome del capitalismo.

A propósito de él, había escuchado al novio de Jimin hablar de que en realidad Grindr no servía para buscar pareja, ni siquiera para tener sexo, pero era especialmente útil si querías fumarte un bastardo y quedar en el cielo. Nada más entrar se dio cuenta que era cierto, nadie buscaba cariño ni sexo, sino más bien, vender y comprar mota.

-Ay, no ha salido ninguno lindo- se quejó Jimin

-Esto es la cuna del microtráfico, Jimin, acá no hay gays

-Tonto, tienes que buscar bien y tener paciencia

-Supongo- dijo, revisando una última vez los perfiles antes de guardar el teléfono y continuar conversando con su mejor amigo. -Si cumplo cuarenta y sigo soltero, cásate conmigo

-Planeo estar con Namjoon por lo que reste de mi vida, Jinnie, sorry not sorry

-Bueno, tres no son multitud

Finalmente, cada uno se fue por su propio camino y Seokjin volvió a su casa. Se arrojó al sillón con cansancio, y decidió mirar su celular. Tenía varios mensajes de Grindr, chicos twinks que admiraban su cuerpo y estaban buscando un daddy, un oso peludo que quería sacarlo a pasear en motocicleta, y varios mensajes más con nula relevancia.

Llegó a uno que capturó su atención. Era de un chico, rubito y bastante lindo, identificado como Tae y un emoji de un marcianito, que sólo decía "Hola" y luego a los minutos un, "¿Estás ahí?". Los había recibido hacía más de una hora.

Al ver su perfil, parecía alguien tranquilo, hogareño, poco agitado. Le gustaba el arte. Tenía sólo diecinueve, quizás eso podía ser un obstáculo, pero quizás no, Jin no se negaba al hecho. Esperaba no llegar demasiado tarde cuando respondió.

Sí, disculpa, ahora sí. Cómo estás? Tae?

Jin vio como el muchacho pareció estar pendiente del teléfono, porque apenas envió la respuesta, el chico comenzó a tipear un mensaje.

Sí, soy Tae. Seokjin verdad?

Estoy bien! Aquí en una maratón de una serie

Sip. Puedes decirme Jin.

Qué serie ves?

Jojo's Bizarre Adventure

Es anime

Oh, en qué temporada estás?

Es muy buena

Te gusta?? Es genial

Voy en Diamond is Unbreakable

Tengo que ponerme al día

Para ver Vento Aureo

Por favor hazlo, y la comentamos

Yo veo Vento Aureo todos los viernes :P

Así que en un rato más sale un cap nuevo

No me vayas a spoilear!

No, la idea es que la veas

Y te sorprendas

Pasaron unos minutos sin que el chico Tae dijera nada más. Jin suponía que estaba metido viendo la serie, pero también se preguntaba si es que la conversación sólo llegaría hasta ahí. ¿Sería acaso muy aburrido? A veces Jin temía eso. Aunque, por ahora, Tae parecía el tipo de chico que veía anime los viernes por la noche antes que salir de juerga. Jin era más o menos de la misma línea. A veces salía a bailar, una vez a las mil, con Jimin, su novio y otros amigos, pero por lo general prefería estar tranquilo en casa.

Oh dios

Josuke es tan cool

Escribió el muchacho, sin mediar aviso. Seokjin suspiró aliviado, simplemente estaba concentrado en la serie. Luego se reprochó el por qué estaba suspirando...

Espera a conocer a Bruno

Lo vas a amar

Oh, ya lo amo

Es al personaje que más espero ver

Cuando llegue a esa temporada

Te gusta alguna otra serie?

Muchas! Jojo, Shingeki, BNHA, Nanatsu...

Pero tengo poco tiempo para ver

Por la universidad

Así que aprovecho los findes

No sales los findes?

No

No tengo con quién

Qué triste xd

Por eso estoy aquí, en realidad

Porque no conozco a nadie

Vine desde Daegu

Aah, entiendo

No he encajado muy bien con la gente de la uni tampoco xd pero supongo que con el tiempo se dará

Disculpa por ser tan aburrido

Y disculpa porque siempre termino dando pena xd

No das pena!

De hecho tenemos cosas en común

Ah, es cierto :3

Y tú qué haces por la vida, Jin?

Cuéntame sobre ti~

Bueno ahora no mucho, sólo estoy echado en el sofá

Hmm... soy médico

Psiquiatra

OOOOH

shiett

Ya cagué

Hahahhaah

Tranquilo

Sólo soy psiq en la consulta

Afuera soy sólo yo :P

Ah, eso es bueno

Estoy salvado xd

Tú a qué te dedicas, Tae?

Estudio artes :3

Me ha ido bien, voy en 1ero

Ah, artista, siempre están locos

Nah, es broma, linda carrera

Tienes 19?

Sólo un poco loco

Sí, y tú 28, cierto?

Siii :c

No, por qué esa cara

Si te ves mucho más joven

Debe ser genial decir tengo 28 y que nadie lo crea

Gracias!

Eso dicen

Yo creo que moriré a los 27

A lo rock star

Ah no

Difícil si paso en la casa viendo tele

Y sólo tomo leche y jugo xddd

Jin pensó en un "podríamos salir" que casi se materializa en el teclado, pero se retractó. Era muy pronto, no quería asustar a Tae con sus ocurrencias. Pero sí le pidió el número, para hablar por allí, y el muchacho se lo dio sin chistar.

Ya no parecía una idea tan mala usar Grindr.

~


Llegó un punto en que Seokjin y Taehyung, como resultó llamarse el muchachito, conversaban todos los días. Ya se había vuelto una costumbre darse los buenos días por la mañana, aunque los días miércoles, Tae recién contestaba a eso del mediodía, ya que tenía clases tarde y se tomaba un buen rato durmiendo. A veces, tenía despertares cortos en los que le contestaba a Jin con errores de tipeo y emojis random, y luego volvía a dormir.

A Seokjin le parecía adorable.

La primera vez que escuchó su voz, Seokjin sintió que no era el sonido que esperaba. ¿Imaginaba una voz más aguda? Era suave, sí, pero una suavidad distinta a la que creía. Taehyung tenía una voz grave y profunda, con cierto matiz oscuro, pero le seguía evocando ternura. Le dijo que la voz de Jin sonaba como la de alguien más joven, y el mayor hizo chiste (un poco en broma, un poco en serio) con que su voz no sonaba atractiva, pero Taehyung le admitió sin tapujos que le encantaba escuchar su voz y le levantaba el ánimo. Jin estuvo todo el día riéndose como un imbécil.

Durante el día, hablaban de una y otra cosa, siempre había tema entre los dos, y Seokjin se estaba acostumbrando a esa compañía. Se ponían de acuerdo para ver series y luego comentarlas, enviaban fotos de su día a día, Tae incluso lo había involucrado bastante en conocer a su perrito Yeontan.

Pero Seokjin quería ser realista, y pensaba en que así como Tae hablaba con él, seguramente también hablaba con otros chicos, pues las cosas eran así al conocerse únicamente por una app de citas. Él sólo hablaba con Tae, y no sabía si sentirse orgulloso o estúpidamente en desventaja.

-No juegues todas tus cartas por un solo chico, Jinnie- le había dicho Jimin, en una tarde de cervezas en casa de Jin.

-Es que nadie más me ha llamado la atención...

-Te entiendo, pero al menos no borres la app aún, espera un poco. Y bueno, ¿cuándo van a conocerse?

-Creo que ya es momento de sugerirlo

-Llevan como un mes hablando, deberían haberse visto hace rato, no entiendo cómo otro tipo no te lo ha arrebatado

-No he querido asustarlo, es todo

-Estoy seguro de que te dirá que sí

-Eso espero

Por la noche, cuando Jimin se fue, Seokjin llamó a Tae. El muchachito estaba acostado con su perro, leyendo un texto para la universidad cuando recibió la llamada. Había tenido un día agotador en clases, quería terminar cuanto antes de leer y por fin dormirse. Pasó el día un poco solo, pues después de haberse hecho cercano a una chica, cada vez que ella faltaba a clases, Taehyung se encontraba a la deriva.

Fue algo sorpresivo para él cuando Jin le preguntó si quería salir a tomar un café, o un helado, o lo que él gustara.

-¿Es en serio?

-Claro que sí. Me gustaría conocerte... si tú quieres

-Me encantaría, Seokjin hyung... quería decírtelo, de hecho, pero me daba cosita

-La verdad, a mí también, pero me decidí. Quisiera verte

-¿Cuándo, Jin?

-¿Te parece el viernes?

-¡Oh! ¡Eso es pasado mañana! ¡Qué emoción! Claro que puedo, salgo de la uni a las cinco, eso sí- contestó, primero muy contento, pero luego se desinfló

-Ah, no es tan tarde ¿Te paso a buscar?

-¡Sí, por favor!

-Bien, entonces ese día nos ponemos de acuerdo para ver en qué puerta del campus te espero

-Sí, hyung

Continuaron hablando sobre otras cosas, y Jin notaba el entusiasmo en la forma en que Tae le hablaba, rápido, sin pausas, animado, como un niño contando una historia. Parecía que realmente quería verlo, quería convencerse de eso, y de que no era el único ansioso porque llegara el viernes.

~

Se suponía que Taehyung estaba realizando una dinámica en parejas con su amiga, Hwasa, cuando en realidad sólo conversaban sobre lo que pasaría a la salida. Si bien antes de ser amigos, la gente miraba a Tae con cierta desconfianza, ahora lo contemplaban con celos. Hwasa era una chica muy, muy atractiva, sin embargo, era considerada fea por algunas mujeres (pero maravillosa para la mayoría de los hombres). Que Taehyung hiciera amistad con ella era algo raro. Ella tenía carácter, impronta, y una actitud ganadora. Las chicas, pese a envidiarla, querían ser su amiga, y los chicos la querían en la cama.

Pero, a pesar de ser popular, Hwasa era solitaria. Conocía bien el interés de los y las demás con ella. Y de todos, Taehyung nunca se le acercó con intenciones hipócritas. Él sólo parecía interesado en estudiar, aprender y descansar cuando se pudiera. Era considerado un chico lindo, pero poco interesante, pues era más bien callado, no iba a las fiestas universitarias ni se metía en rumores. Hwasa adoraba que fuera de bajo perfil, entre tanta gente fanfarrona queriendo aparentar lo que no eran.

Ya se tenían confianza, y él había abierto su corazón con ella. La muchacha estaba aconsejándolo sobre una y otra cosa, que tuviera cuidado, que mejor se hubiera inscrito en esos reality shows que revelan a las parejas detrás de la pantalla, que se asegurara de que el tal Jin fuese una persona real, y que definitivamente sonaba demasiado bueno como para ser verdad. Aún con todo eso, apoyaba la idea de que Tae se juntara con el desconocido para salir de dudas de una vez por todas.

-No me hagas tener más miedo del que ya tengo, noona

-¡No, no tienes que tener miedo TaeTae! No dejes que eso te impida pasarlo bien. Sólo tienes que estar alerta, por si este tipo intenta algo extraño...

-Eso me asusta, Hwasa

-No, no. Tienes que demostrar seguridad, si algo te molesta tienes que decirlo y poner las cartas sobre la mesa inmediatamente. A donde sea que vayan, envíame un mensaje.

-Te mandaré la ubicación en tiempo real

-Gracias, TaeTae

Cuando terminó la clase, Taehyung caminó junto a su amiga hasta el portón en donde estaría Jin esperándolo. Caminaba lento, como si no quisiera llegar, miraba atrás, nervioso, inventaba que se le había quedado algo en la sala. Hwasa sabía bien que estaba acobardando.

­- Vamos, Tae. ¿Lo vas a dejar plantado?

- Estoy nervioso, noona, ¿qué tal si no le gusto en persona?

- ¡Cómo no le vas a gustar!

- Me salió esa espinilla hoy - apuntó su mejilla derecha. No tenía nada extraño.

- No seas ridículo, ya no tienes catorce para estar preocupado por esas pequeñeces. Vamos, yo te acompañaré

- Tú sabes que soy mucho más simpático y divertido cuando hablo o escribo por teléfono que en persona...

- Taehyung, eres simpático y divertido siempre. Ya para con eso, te hace falta ser un poco más creído, sabes

El muchacho finalmente cedió. Caminó junto a su amiga hasta la salida, y allí lo vio, desde lejos. Seokjin estaba de pie, apoyado sobre la baranda que protegía la vereda de la calle, miraba su reloj, su teléfono, y parecía preocupado. Taehyung sintió su corazón agitado, su garganta oprimida. Seokjin era demasiado guapo, él era como para Hwasa, no para un chico flacucho, teñido y sin actitud.

Era alto, muy bien proporcionado, con una pequeña cara ovalada y la piel clara. De cabello negro azabache, un poco largo, con un flequillo cubriendo su frente. Tenía una nariz pequeña, los ojos brillantes y almendrados, y unos labios rellenos y muy pigmentados. Se veía más guapo en persona que en sus fotos, con esa belleza del tipo inalcanzable.

-Es él- señaló, con una vocecita débil

-Sí, lo reconocí- dijo la chica -vamos

-Es hermoso, noona

-Lo sé, lo sé, camina hombre

Caminaron juntos hasta estar a un par de metros y la muchacha lo instó a acercarse. Taehyung no echaría pie atrás, tragó saliva, puso los hombros firmes y caminó hacia adelante con un andar más seguro. Para Hwasa, seguía pareciendo un tierno cachorrito, pero al menos estaba demostrando un poco más de confianza.

Quizás Taehyung no se daba cuenta, pero ella sí, de cómo se iluminó el rostro del muchacho que lo esperaba cuando lo vio llegar. Miró cuando se saludaron, y luego decidió irse a casa y esperar tranquilamente al siguiente mensaje de Tae. Esperaba que fuera uno con excelentes noticias.

~

Taehyung iba algo callado en el asiento del copiloto cuando Seokjin lo llevaba hasta una crepería que conocía y que ocupaba los primeros lugares en su propia lista de sitios favoritos para comer y relajarse.

Se habían saludado con un abrazo iniciado por Seokjin, siempre efusivo y cálido, mientras que Taehyung quiso quedarse en esos brazos por un buen rato más, pero se apartó por dignidad. Sentía los ojos del mayor clavados en su rostro, y sabía que estaría mirándolo fijamente si no fuera porque estaba preocupado de conducir.

Hacía mucho tiempo que Taehyung no se sentía apreciado por otro hombre. Era asombroso, pero también intimidante.

-Puedes cambiar la radio si quieres, Taehyung

-No, no, esa canción me gusta

-Como tú quieras. Y, ¿ya tienes pensado algo que quieras comer?

-Me gustan los sabores diferentes

-¿Qué te gustaría probar? Yo soy más clásico. Dulce de leche, Nutella, crema, fresas... no cambio mucho de eso

-Me gustaría algo con fruta de otro lugar. Maracuyá, alcayota quizás... o papaya, nunca he probado una

Su voz sonaba suavecita dentro del auto. Miraba el paisaje mientras acariciaba sus propios dedos. Era difícil para él intentar hacer conversación, por más que Seokjin pareciera alguien amable, con paciencia y con disposición a escuchar lo que fuera que saliera de su boca.

No habló mucho más, salvo responder lo que Seokjin preguntaba. Estaba frustrado, no se suponía que se comportaría así, cuando hablaban por teléfono era tan fluido, que se desconocía. Al rato, Jin dejó de hacer preguntas y mantuvo el silencio también.

Llegaron al lugar, Seokjin estacionó el vehículo en la parte trasera del local y caminaron hasta la puerta principal. Era un lugar muy bonito y elegante, con columnas y arcos decorados, lo transportaba a Europa, con un interior pomposo y decorado con rosas pálidas.

Tomaron asiento en una mesa lejana, y fue el mesero a dejarles la carta. Mientras Tae miraba la carta, pensaba en que no podía ser así, tenía que hacer algo, no podía perder la oportunidad que la vida le estaba dando de compartir un buen rato con un hombre interesante y guapísimo.

-¿Ya elegiste qué quieres, hyung?

Seokjin lo miró sorprendido y le sonrió con tanta calidez, que Taehyung se sintió derretirse con el chocolate de las crepes.

-Sí, ya lo tenía decidido de antes, en realidad. Ese con helado de vainilla, nutella, fresas y crema.

Vainilla... ¿Era ese su concepto?

-¿Por qué no pruebas algo distinto?- sugirió Taehyung, pensando para sus adentros, que había sido atrevido

-¿Algo como qué?- preguntó el mayor, revisando más opciones

-Mira, yo pediré ese que tiene papaya, mango y merengue. Podrías pedir ese con piña, coco, y crema. Tiene fresas también

-Bueno. Tú mandas hoy- le dijo, sonriendo una vez más. Taehyung le devolvió la sonrisa, y una vez que los platos estuvieron servidos, la conversación por fin fluyó como una cascada, pura y transparente.

Taehyung entusiasmado le contaba acerca de un dinerito que había ganado haciendo retratos, y el susto que pasó cuando una señora comenzó a desnudarse en su estudio porque creía que el retrato sería en bolas. Cuando Tae la explicó que hacía rostros, la mujer se avergonzó un montón y se fue, dejando de recuerdo una bolsa con compras. Taehyung la contactó de nuevo, para devolverle las cosas, pero la mujer no quiso recibirlas de la vergüenza que tenía, y al final Taehyung se las quedó, una chaqueta animal print de mujer que le quedaba bastante bien, un set de tazas y un infusor de té.

Para Seokjin, el énfasis y los gestos que ponía Tae al contar la historia eran la cosa más adorable. Abría unos ojos grandes, sacudía las manos, mostraba sus lindos dientes en una sonrisa que no había visto en ninguna otra persona. La severidad de sus cejas contrastaba con la ternura de su mirada, la suavidad de su nariz y la candidez de sus labios. Su piel tostada parecía exquisita como el toque de la canela en un delicioso pastel. Todo eso enmarcado en líneas duras y definidas de su mandíbula y cuello. Su cabello rubio y un poco largo, cubría su frente en mechones dispersos y les daba luz a sus rasgos exóticos.

Y sus lunares, Seokjin podía imaginarse contándolos, uno a uno, volviendo a empezar cada vez, siendo el número uno el que adornaba la punta de su nariz.

El mayor también le contaba algunas de sus desventuras, como una vez en que estaba rubio y quería tonalizarse el cabello para no tenerlo tan amarillo y dejarlo en un tono ceniza, y se le paso la mano con el pigmento morado y le quedó el pelo completamente púrpura y tuvo que ir a trabajar así. Taehyung lo entendía completamente, se había visto también en esos desafortunados accidentes de la colorimetría.

Seokjin recordaba otra vez en que trasladaban a un paciente de alto riesgo y el ascensor se trabó dejándolos atrapados adentro, y él tuvo que pretender mantener la calma por ser el psiquiatra, cuando en realidad quería gritar y llorar.

-Supongo que tu trabajo te obliga a ser de cierta manera- reflexionó Taehyung, al final

-Trato de que no absorba mi vida

-Entonces ¿aún te queda algo de locura, hyung?

Seokjin sonrió. -Creo que mucha. Nunca termina de irse

-Lo sé

Ya habían terminado de comer, y estaba oscureciendo afuera. Hablaron un poco más, y entonces decidieron volver a sus casas. Seokjin fue a dejar a Taehyung a su departamento, a no muchas cuadras de la universidad, y el viaje fue bastante más ameno que el primer encuentro. Taehyung hablaba mucho más, sobre la casa, los planes que tenía para el día siguiente, vería a su amiga Hwasa y comerían papas fritas.

Seokjin bajó para despedirse y ambos se quedaron un momento en silencio. Taehyung miraba el cielo, con los labios pegados en una sonrisa genuina. Deseaba ver una estrella fugaz para poder pedir un deseo, ¿pero quién necesitaba una cuando podía simplemente desear lo que quisiera?

El mayor se acercó, le dio un abrazo y luego buscó sus labios. El rubio alejó la cara, rechazando sus avances con un movimiento cargado de nerviosismo y se apartó definitivamente, mirándolo con una expresión entre miedo y disculpas.

Decir que Seokjin se sintió desilusionado no hace justicia a los sentimientos que experimentó. Quiso enterrarse bajo el concreto y no salir más. Era de esperarse, la "cita" había partido mal, era obvio que Taehyung no quería estar ahí desde un principio y simplemente luego se adaptó a las circunstancias.

El muchachito musitó un suave "buenas noches" antes de entrar apurado por la mampara de vidrio y meterse al ascensor.

Seokjin no supo cuánto le tardó volver a subirse al auto y volver a casa.

~

Una palmada en la cabeza le sacudió todo el pelo y le bajó la bandana que llevaba hasta cubrirle los ojos.

-Eres bien estupidito

-Me puse muy nervioso, noona- explicó, aún sufriente, acomodándose el cintillo y el pelo, dejándolo como estaba -anoche ni dormí

-Si yo hubiera sido él, te mando a la mierda Tae. No entiendo cómo aún así te deseó las buenas noches y te sigue hablando- La mujer suspiró y re-pensó sus palabras -Bueno, supongo que eso habla de que es buena persona y no está simplemente interesado en cogerte

-Me arrepiento tanto noona, soy un idiota, porque justo antes de eso yo estaba rogando a las estrellas que me diera un beso

-Bueno entonces invítalo a salir, cómetelo y arregla las cosas

-No es tan fácil...

-¡Arghhh! Eres tan traumado

-No... no digas eso

-Es verdad. Ya, cómete esas papas o me las comeré yo. Y así, si no te comes a Seokjin, se lo comerá otro, ¡mira qué analogía!

-Te odio...

-Mira, se me ocurre algo. Invítalo a salir hoy, sorpresivamente, y arreglas las cosas

-¿No estaré molestándolo?

-Nah, va a estar contento de salir contigo de nuevo y que seas tú quien lo propone

-¡Voy a llamarlo ahora mismo entonces!

Hwasa vio como el chico buscaba el contacto en su celular y llamaba a su hyung. Rápidamente se pusieron de acuerdo, y por el gesto luminoso de Taehyung, Seokjin había aceptado. Se reunirían para comprar algunas cosas en el mercado, y luego Jin lo iría a dejar a casa.

Taehyung y Hwasa separaron caminos y la chica insistió en que no la cagara. Taehyung parecía resuelto a hacer las cosas de manera diferente y cambiar el rumbo que había tomado su relación con Seokjin.

Caminó al mercado, estuvo mirando algunas cosas que le hacían falta para la casa y las compró. Se juntarían con Jin en la fuente de agua central, y allí llegó puntualmente el médico, apresurado y casi corriendo, y saludó a Taehyung con cierta distancia.

Mierda, había espantado a Seokjin a la primera. Entendía que el mayor quisiera juntarse únicamente a comprar verduras y abarrotes antes que volver a cenar con un muchachito ambivalente e indeciso.

-Hola, Tae. Veo que ya compraste, espérame aquí a que compre lo mío

-Uhm... quiero acompañarte

-Pero andas con bolsas pesadas. Trae acá

Seokjin tomó las bolsas y caminó con ellas y con Taehyung detrás para guardarlas en el auto. Luego volvieron al mercado y el mayor compró lo que necesitaba, entre conversas y risas con Tae. No parecía enojado, ni molesto, pero sí un poco distante, y Taehyung estaba resentido consigo mismo por ello.

En el auto, continuaron el diálogo y se acompañaron con música, hasta llegar al edificio en donde vivía Taehyung. Seokjin lo acompañó con sus compras hasta su departamento, un espacio pequeño pero decorado con estilo. Taehyung vivía solo, ya que sus padres estaban en Daegu, y mientras estudiara, tendría que permanecer en Seúl.

Seokjin le ayudó acomodando las mercancías, mientras analizaba su entorno. El lugar era bastante acogedor y ordenado para ser habitado por un joven soltero. Taehyung parecía muy pulcro y dedicado a que su hogar luciera bien.

-¿Te gusta?

-Es un bello hogar. Tiene estilo, es muy único.

-He dedicado mucho a este lugar, pese a que tendré que dejarlo cuando termine la carrera

-Aún queda tiempo para que lo disfrutes

-Así es. Bueno... gracias por acompañarme Seokjin hyung

-¿Necesitas algo más?

-No, nada más

Taehyung acompañó a Jin a la puerta, y cuando el mayor se acercó a despedirse con un abrazo, Taehyung se aferró con sus brazos detrás de la nuca de su hyung, y plantó un beso desesperado en esos gruesos labios.

Seokjin pareció perder el equilibrio un momento, y luego se sostuvo de la pared con la punta de los dedos. No le tomó un segundo poner los pies firmes en el suelo nuevamente, cuando envolvió a Taehyung por la cintura y respondió al beso abriendo la boca, encerrando los labios del rubio y pasando la lengua por encima de ellos, pidiendo entrar. Taehyung respondió ahogando un suspiro, y dejándolo internarse en la humedad de su boca hambrienta.

Las manos de Taehyung temblaban alrededor del cuello del mayor, se sentía en otra parte, en una dimensión diferente, sus pies no respondían. Los labios de Jin eran tan suaves, blandos, y su sabor era fresco y dulce. El rubio se dejó embriagar por las sensaciones, las manos de Jin sosteniéndolo fuerte por la baja espalda, el pecho en contacto directo, evidenciando su exasperado corazón.

Taehyung también sentía la presión más abajo, en sus caderas, y sus piernas se estaban transformando en jalea para cuando pudo tomar consciencia de que de verdad estaba sintiendo absolutamente todo el cuerpo de Jin. Seokjin se dejó llevar también, y apresó a Tae contra la pared, migrando de sus labios a su mandíbula con besos y mordidas, mientras el chico gemía suave e intentaba buscar fricción con su pelvis.

No fue hasta que oyeron la carraspera de un tipo afuera de la casa que se dieron cuenta que durante todo ese rato la puerta estuvo abierta.

~

Seokjin estaba radiante en el trabajo y cumplía con las labores del hogar canturreando como Blancanieves. "Doctor, parece que la vida le sonríe en estos días, ¿tiene a una señorita que lo acompañe?" preguntó una indiscreta enfermera, en una tarde de arduo trabajo. "No precisamente" contestó el médico, sin dar más detalles y dejándola con la duda.

Jimin fue a buscarlo por la noche para beber alguna cosa y comentar las últimas novedades. Él si tenía permitido saberlo todo. Desde que Seokjin se había comido con Taehyung en el departamento del chiquillo, Jimin quería saber hasta el más mínimo avance en su relación.

Seokjin lamentaba decepcionarlo, pero en esos días no había pasado mucho más. Bueno, habían salido, y se habían vuelto a besar varias veces, pero bastante más templado que esa primera ocasión en casa del rubio.

-Yo sabía que terminarían juntos

-No estamos juntos, Jiminnie... sólo salimos, nos besamos, y eso

-Ya, pero eso indica que pronto estarán juntos. Ya deberían formalizar algo

-Me gustaría, en realidad. Supongo que no falta mucho- sonrió Seokjin

Y realmente no pasó mucho tiempo para que Seokjin se lo propusiera, finalmente, ser novios. Habían pasado una linda tarde en el parque, tomando helado y hablando de todo un poco, como solía ser con Tae, que los temas iban y venían y ninguno de los dos se aburría jamás en compañía del otro.

Seokjin le preguntó, antes de despedirse, si aceptaba ser su novio. Le prometió cuidarlo y hacerlo feliz, mientras dejaba un beso suave en el lunar de su nariz, pero el muchachito no aceptó.

En el momento, Jin asintió con la cabeza, y sólo le dijo al oído "está bien, como tú quieras, Tae". Le regaló una sonrisa, y lo dejó entrar a su casa. De vuelta, camino al estacionamiento, miró su reflejo en el ascensor y se preguntó si es que había algo mal con él, si es que le faltaba algo, si era muy aburrido. Una vez dentro del auto para volver a casa, no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas.

Se había ilusionado bastante con todo lo que había pasado. De verdad creía que sus sentimientos eran correspondidos. ¡Por Dios, Tae tenía diecinueve! De seguro su menor interés era formalizar una relación con un tipo tan viejo. Estaba en lo mejor de su juventud, y de seguro quería salir con más chicos antes de tener un novio.

Había sido un iluso.

Ya era la segunda ocasión en que rechazaba sus avances sin ningún motivo aparente, primero cuando quiso besarlo por primera vez, y ahora cuando le pedía ser novios. Sin embargo, seguía buscándolo y queriendo salir con Jin. El mayor quería preguntarle por qué demonios hacía eso, pero suponía que el muchachito tenía sus razones. Cualquiera que fuese, Seokjin no se dejaría amargarse por eso, y aprendería la lección: Taehyung no estaba tan involucrado en el asunto como él.

~

Las cosas obviamente cambiaron. Seokjin dejó de buscar a Tae, mientras que el muchacho seguía insistiendo en conversar como si nada hubiera pasado y quería salir a distintos lugares bonitos, apropiados para una pareja más que para un par de amigos platónicos. Seokjin aceptó algunas veces, pero luego comenzó a poner excusas para no ir.

Compartir tanto con Taehyung y no poder tenerlo, le causaba un tormento inagotable. Simplemente no podía seguir torturándose así.

Jimin había tenido razón cuando le dijo que no eliminara Grindr. Llevaba un par de días hablando con un chico guapo, más serio y maduro que Taehyung, que tenía la misma edad que Jin y buscaba lo mismo, una relación estable, seria y alguien con quien viajar y disfrutar el salario.

Yoongi era un buen chico, trabajaba en salud también, era odontólogo. Le gustaba la música, leer, los días de lluvia y valoraba la calma en general. Salieron un par de veces y Jin podía decir que le encantaba su pequeña boca y su mirada felina. Era un encanto diferente al de Taehyung, y aunque a Jin no le gustaba caer en comparaciones, podía decir que a su vida le hacía falta alguien más parecido a Yoongi que a Tae, alguien más seguro de lo que quería, por mucho que Tae robara su corazón y lo retorciera entre la alegría más intensa y la pena más abrumadora.

Seokjin tenía amor de sobra para dar y mimar, pero también quería ser amado y estar tranquilo.

Días después, cuando despertaba, Seokjin vio un extenso mensaje de Taehyung en su teléfono. Aún estaba un poco aturdido por el sueño, pero apenas se encontró en plena vigilia, lo leyó.

Hola, hyung. Te escribo porque sé que las cosas se han puesto incómodas entre nosotros. Disculpa, nunca quise que fuera así, de hecho, te extraño mucho. Ese día te dije que no porque tenía miedo. Igual que cuando no acepté tu beso. También era miedo.

Sé que estas cosas es mejor conversarlas en persona pero dudo que quieras verme de nuevo. Sólo quiero que sepas que si te dije que no, no es porque no quiera estar contigo, sino porque sé que tarde o temprano te aburrirás de mí. Soy del tipo de persona del que la gente se aburre. O quizás pienses que soy raro. Me daría mucha tristeza llegar a eso. Aunque también me entristece no verte.

Ya te había dicho que siempre terminaba dando pena :c mejor ignora esto.

Cuando Jimin leyó el mensaje, su juicio fue tajante: "parece uno de esos pacientes tuyos", le dijo a Jin, quien aún seguía dándole vueltas al mensaje. -En serio, parece tenerle un terror al abandono y tú sólo has sido dulce con él

-Quizás ha tenido malas experiencias... mira, Tae no tiene muchos amigos, está lejos de su familia, adaptándose a una vida independiente... quizás esté un poco abrumado por todo eso, así que no voy a juzgar su salud mental sólo por ese mensaje, Jimin.

-Yo creo que se le arrancan los enanos al bosque. Parece el típico niñito tóxico que sólo te traerá dolores de cabeza.

-Namjoon creía lo mismo de ti... - le dijo el mayor, mirándolo con sospechas

-Ya se me pasó lo tóxico. Maduré, ya pasé la etapa de Britney pelona.

-Entonces dale tiempo también a Taehyung. Hablaré con él... aún si todo esto es una excusa para no estar conmigo...

~

Yoongi y Seokjin estaban bebiendo una malteada en un food truck cuando Taehyung apareció antes de programar cualquier tipo de conversación con él. El rubio se quedó viéndolos a ambos, y se fue corriendo y llorando.

Francamente, Seokjin no entendía nada.

-¿Conoces a ese chico? - preguntó Yoongi, confundido, y luego dio un sorbo a su malteada

-Sí... es mi... ¿casi ex? No sé cómo llamarlo, pero esto es muy raro

-De seguro le gustas aún

-No es eso, Yoongi, es que lo raro es que fue él quien me rechazó a mí. Me rompió el corazón así bien feo. No lo entiendo...

Yoongi sonrió, mientras dejaba el vaso sobre la mesa, aún con más de la mitad del contenido.

-¿Quieres hablar con él?

-La verdad... sí - admitió Jin.

-Ve. Alcánzalo. Y Seokjin, resuélvete primero, ¿ok? Después de eso hablamos

-No, Yoongi. Yo... quisiera hablar con él, es cierto, pero no le debo explicaciones ni tampoco debería perseguirlo.

-¿Estás seguro? Tu cara me dice que te mueres por seguirlo- dijo Yoongi, sonriendo presumido

Seokjin suspiró. -De verdad lo siento, Yoongi

-No hay rencores- el chico sonrió.

Vaya, Yoongi parecía tomárselo bastante bien, pero, así como Seokjin consideró a Tae un inmaduro, probablemente Yoongi pensaba lo mismo de él. Pero bueno, es inevitable a veces quedar mal con algunas personas, pues de eso se trata la vida.

Una intrincada red de relaciones y cortes.

Por más que se apresuró, Taehyung le había sacado bastante ventaja. No logró encontrarlo ni le contestó el teléfono, y Seokjin simplemente volvió a casa con un sabor amargo en la boca.

~

Volver a hablar con Taehyung no tuvo el efecto que esperaba encontrar. El muchachito estaba sinceramente, insoportable. Era difícil entender lo que quería, cuando buscaba a Seokjin y luego se comportaba como un crío caprichoso y ponía mala cara cuando Jin le hacía bromas.

­-¿Por qué estás bostezando? ¿Te aburro, verdad? ¿Para qué sales conmigo si te abu-

-Aish, Taehyung, sólo tengo sueño porque dormí poco- El mayor lo interrumpió. Habían tenido el mismo tipo de disputa varias veces. Taehyung siempre terminaba dándose cuenta de que estaba poniéndose pesado y se disculpaba.

No era lo que Seokjin quería para todos los días de su vida. Pero cuando Tae estaba amoroso, era imposible negarse a estar con él.

-Superas bastante rápido, Seokjin- le dijo con un tono mordaz, en otra tarde de salida cuando Jin recibió un mensaje de Yoongi. Fue la gota que rebalsó el vaso.

-Escucha Taehyung. No voy a pasarme la vida penando por ti si me rechazaste. ¿Qué pasa con tu ego? ¿En serio no soportas que salga con otra persona después de que me dijiste que no dos veces? ¿Qué derecho tienes a reclamar?

Jimin le había recomendado que lo encarara si seguía con esa actitud de perro que no come ni deja comer. Seokjin sentía cierta pena de enfrentar a Taehyung, alguien que parecía delicado, pero el muchachito había estado mostrando garras y colmillos y la verdad era que, si podía ser capaz de tener ese carácter tan de mierda, perfectamente podría soportar algo de franqueza.

Su rostro evidenciaba la sorpresa. Abrió los ojos, grandes y brillantes, y sus labios y mentón temblaron.

-No vas a llorar, porque te he dicho la verdad, Taehyung. No tienes derecho a mostrarte celoso si tú mismo me dejaste ir. Permiso

Seokjin se puso de pie, dejó unos billetes en la mesa para pagar el helado que se habían tomado y se fue.

Dio unas cuantas vueltas por la ciudad pensando en lo que había pasado. Los pensamientos que lo culpaban no abandonaban su mente. "Fuiste muy duro con Tae", "Tae es sensible", "ya lo perdiste definitivamente" eran las ideas que circulaban su cabeza una y otra vez y no lo dejaban descansar.

Taehyung estaba sentado en una banca en la plaza cuando Seokjin se lo encontró ese mismo día, antes de ponerse el sol. El muchachito tenía la cara roja, la nariz lastimada de tanto sonarse y lágrimas secas en la cara. Estaba tomándose algo caliente en un vasito de cartón, y cuando vio a Jin, corrió a refugiarse en su abrazo.

Jin no hizo más que contenerlo y abrazarlo también.

-Perdóname por ser tan inmaduro

-Tranquilo, Tae

-Perdóname por darme cuenta ahora

-Shhhh...- susurró, acariciándole la espalda. -Estoy aquí, Tae

-Me gustas tanto, Seokjin hyung, que no sé cómo ser contigo, no sé cómo hacerlo, no sé... y tengo miedo

Seokjin sonrió, mientras lo abrazaba y se balanceaban en un pie y en el otro, casi como danzando. Seguramente estaban dando un espectáculo para la gente que pasaba por ahí, pero eso era lo menos importante en ese momento.

-Debes estar pensando que-

-No asumas lo que pienso, Tae- le dijo, tomando su rostro en sus manos, mirándolo a los ojos, para que de una vez por todas entendiera que siempre estaba respondiendo por Jin, sin saber lo que el mayor realmente creía.

-Es que siempre pasa lo mismo, el miedo me supera

-Hagamos que no pase, hagamos algo diferente entonces. Tú me gustas mucho, desde que te vi, y además creo que eres el chico más adorable y dulce del mundo, y me he encariñado mucho contigo. Pero esta vez es definitivo, Taehyung. O estás dispuesto, o no. No juegues conmigo así, porque me duele

El muchachito sonrió entre llanto. Sin pensarlo más, soltó -Quiero ser tu novio, Seokjin. Quiero ser un buen novio para ti, lo prometo

-Yo también quiero ser mi novio- Seokjin bromeó, y el chico comenzó a reírse y escondió la cara en la curva de su hombro. -Por supuesto que quiero ser tu novio también, Taehyung- Se lo dijo, encontrando su rostro con la nariz, tocando la punta con el pequeño lunar que Taehyung tenía en la misma parte. El mayor finalmente lo besó en los labios, un beso puro, como un primer toque, era el beso que quiso darle en la primera cita y que hoy por fin conseguía.

-Hmm- murmuró Seokjin, con una expresión de gusto- chocolate

-¿Aún tengo el sabor? Me queda un poco aquí si quieres, pero se ha enfriado- ofreció el vasito a su, ahora, novio

-No, gracias. Prefiero besos

Taehyung no lo pensó dos veces y volvió a besarlo, más profundo, derritiéndose en el calor que el mayor le ofrecía.

~

En ese mes, Seokjin había agarrado la costumbre de molestar a Taehyung un montón por la escena trágica en que fue a llorar a un parque y a tomar chocolate caliente como en un drama. Era algo así como bullying con cariño, y Tae parecía tener un mucho mejor humor general. No se fastidiaba por eso, tampoco era celoso y se mostraba bastante comprensivo. Buscaba cómo molestar a Jin también, por ir a buscarlo igual ese día, pese a haber discutido. "Te tengo en mi mano, Seokjin", le decía, mostrándole la palma, mientras el mayor agarraba sus dedos y los mordía, o le hacía cosquillas.

Pese a todas las bromas, no habían tenido la oportunidad de conversarlo en serio. Seokjin debía reconocer que el humor era su mecanismo de defensa por excelencia y que en ocasiones lo usaba para evitar dificultades serias. Aunque Taehyung no parecía evitar la situación, se contagiaba con la liviandad de Seokjin y eso le había hecho bastante bien.

-Quiero que sepas que ese día no estaba celoso, sólo me dio tristeza pensar en que otra persona sería feliz contigo y yo no- explicó el muchachito, mientras encendía la luz del horno para ver cómo lucía el bizcocho

-¿No es eso estar celoso? - Jin lo molestó, buscando una cobertura de chocolate para derretir y ponerle encima, una vez que estuviera listo

-Por definición sí, pero en mi corazón, no. No lo sentí como envidia, Jinnie, más bien, como derrota y arrepentimiento por haberte rechazado. A todo eso, ¿has vuelto a hablar con él?

-Sí, Tae. Quedamos como muy buenos amigos con Yoongi

-Eso es genial- exclamó, genuinamente. -¿Ves? No siento celos de Yoongi. Esa vez sólo me enojé conmigo mismo

-Lo sé, cariño- Seokjin lo abrazó por atrás, con calidez y ternura, y comenzó a repartir besos en su nuca, por el costado de su cuello y en sus orejas. Tuvo un efecto inmediato en Taehyung, quien levemente curvó la espalda, buscando contacto con sus caderas y trasero, y apoyó su cabeza en el hombro de Jin, para darle más acceso a la parte delantera de su cuello. "Hmmmm" musitó con delectación, mientras Jin bajaba con sus manos por su pecho, abdomen, cintura, y finalmente se posaban en sus caderas con firmeza, haciéndolo balancearse un poco hacia atrás y adelante, buscando fricción.

Podía sentir a Jin duro en sus pantalones, frotándose con su culo, cubierto por la ropa. Taehyung se inclinó, apoyándose en el lavaplatos, y comenzó a empujar hacia atrás, moviendo las caderas mientras Jin lo embestía suave y lento, jugando a tener sexo con ropa.

El roce se sentía delicioso, pero desesperante. Jin no podía aguantar más, estaba imposiblemente duro, y la ropa encima estaba ahogándolo. Necesitaba el contacto piel con piel, anhelaba estar dentro de Tae, saborear su piel, oírlo gemir pidiendo más.

Sus fantasías llegaron hasta ahí, porque justamente sonó el pitido del timer de la cocina y había que apagar el horno. Taehyung, quien estaba tan excitado como él, rezongó y se obligó a apagar el fuego (literal y figuradamente) para que el bizcocho no se quemara. Despidiéndose de la calentura, tomó unos guantes de cocinero y sacó el molde ardiente del bizcocho de dentro del horno, y le pidió a Jin poner una tabla de madera sobre el mueble para no quemarlo, pues Taehyung cuidaba sus muebles con total dedicación. Dejó allí el bizcocho, y vio a Jin, quien lo miraba detenidamente, respirando agitado y con un bulto aún marcado tieso entre sus piernas.

Taehyung le sonrió, algo tímido, y Seokjin se acercó a darle un beso en la frente y no volvió a intentar nada más durante ese día.

~

Los dos meses que llevaban de relación los habían pasado disfrutando la domesticidad. Solían visitarse, cocinar, ver películas y series, tomar el té mientras hablaban de su día en el trabajo o la universidad. También salían a comer o al cine. Taehyung conoció a Jimin, y coincidieron bastante bien, ambos tenían una dulzura que los caracterizaba, aunque Jimin parecía más pícaro. Solía dar detalles de su vida privada con Namjoon y Tae abría unos ojos enormes al escucharlo.

-Jiminnie pareciera nunca sentir vergüenza- Tae comentó en la noche, poco antes de decidir volver a su propio apartamento

-Aish, es un descarado

Taehyung miró sus propios pies. Escondió el labio inferior entre sus dientes, con un gesto de querer decir algo, pero no sentirse capaz de hacerlo. Finalmente, habló.

-Me gustaría ser como él

-TaeTae- Seokjin se acercó suavemente, y tomó el rostro de su novio en sus manos -Sabes que conmigo puedes ser como quieras...- le dijo, y plantó un tierno beso en sus labios. Su noviecito sonrió, y buscó su mirada.

-Lo sé- respondió el muchacho, y luego apartó las manos de Jin de su cara y se decidió a buscar su bolso para volver a casa. -Bueno, ya debería volver a mi casa

Seokjin lo observó mientras Taehyung iba al baño a mirarse al espejo, se ordenaba el cabello, y luego recolectaba sus cosas para irse.

Sintió el impulso de pedirle más tiempo juntos.

-Podrías quedarte, Taehyung

-Eso sería peligroso, hyung- Taehyung le dijo, sonriendo algo nervioso

-No necesariamente... vamos Tae, no quisiera que te fueras ahora

-Hmmm... cuando me miras así, hyung, no puedo decirte que no

Taehyung dejó caer su bolso y chaqueta en el sofá nuevamente. Luego, comenzó a quejarse a modo de broma que no tenía cepillo de dientes, ni ropa de cambio, ni pijama ni nada como para poder pasar la noche ahí. Pero Seokjin siempre tenía solución para todo, un cepillo de dientes nuevo empaquetado, lavadora con secadora para que Taehyung pusiera su ropa a lavar y que estuviera impecable en minutos, pijamas por doquier... Taehyung terminó usando un pijama rosa que le pareció bonito y apropiado para la templada noche, y agrupó su ropa sucia para ponerla a lavar.

Tae dormiría en la cama de Jin, y Jin en el sofá. Taehyung protestó un montón, no toleraba que Jin tuviera que dormir en el sofá mientras él usaba su cama, pero el mayor tuvo la última palabra, y Tae entendió que su novio quería brindarle todas las comodidades como invitado.

Estuvieron viendo una película en la cama de Seokjin, mientras el pelinegro le masajeaba el cuero cabelludo a su novio. Taehyung estaba aturdido por la sensación, y se acurrucó con Jin, durante toda la película. Cuando estaban apareciendo los créditos, Seokjin se movió para dejar dormir a Tae y cambiarse al sillón, pero Taehyung lo detuvo.

-Quédate, Jinnie hyung

-¿Estás seguro, Tae?

-Sí, quiero que te quedes conmigo

-Bueno, Tae. Deja ir a ponerme pijama.

Seokjin se puso de pie, caminó hasta la cómoda y comenzó a desvestirse. Taehyung lo observaba, deleitándose con el tono rosa de su piel pálida, lo ancho de su espalda, su cintura más estrecha, las proporciones esculturales de su cuerpo. Seokjin le hablaba sobre un montón de cosas mientras le daba la espalda y buscaba un pijama en el cajón, sin pensar en el efecto que producía en su joven novio.

Cuando por fin tuvo el pijama puesto, se metió a la cama junto a Taehyung. Se apegó a él, abrazándolo, y dejó tiernos besos en su sien, frente y mejillas. El más joven buscó la boca de Seokjin, y se entregó a un beso que partió lento y flojo, y continuó escalando hasta tenerlos a los dos respirando duro.

Seokjin metía la lengua en el interior de la boca de Tae y este la chupaba y mordía con cada movimiento. Los chasquidos mojados tenían al más joven en alerta de lo que podía pasar si seguían, pero no quiso detenerse, se sentía demasiado bien.

Seokjin comenzó a besar su cuello, y ese era uno de los puntos débiles de Taehyung. Extendió el cuello para permitirle besarlo más, y Seokjin fue poco a poco subiéndosele encima, acomodándose entre sus piernas. Estuvo unos minutos arrodillado, mirando a Tae abajo, respirando agitado, la mirada nublada, el cabello despeinado, sus clavículas visibles por la apertura del pijama y las piernas separadas. Lucía una erección prominente y firme bajo la tela sedosa, pero Jin decidió postergar su atención para centrarse en el resto del cuerpo de Tae.

Seokjin deslizó sus manos por el pecho del chico, metiéndose dentro del pijama y acariciando sus clavículas, avanzando con las yemas de los dedos y las palmas, y luego volvía retroceder, como la marea sobre la arena.

Podía sentir el corazón del moreno latiendo con ímpetu y su respiración elaborada. Taehyung tragaba saliva una y otra vez, parecía nervioso.

Jin bajó otra vez, a besar su oreja y quiso confirmar, qué tanto estaba dispuesto a avanzar Taehyung. -¿Quieres seguir, Tae?

-Creo que... hoy sólo quiero tus besos y tus manos, hyung

-Está bien, TaeTae, como quieras

Seokjin volvió a abrazarlo apretado, y continuó dejando delicados besos en su piel, y otros hambrientos en su boca.

Taehyung nunca se había sentido tan agradecido.

~

La primera vez que Jin se quedó en casa de Taehyung, creyó que esa vez si pasaría. Habían estado explorándose un montón en esas semanas. Jin había descubierto constelaciones de lunares en otras partes de su cuerpo, y se declaraba devoto de ellas. Taehyung, por su lado, señalaba estar cada día más enamorado de los hombros de Jin, y su forma de darles amor era mordiéndolos o clavándoles las uñas, y Jin podría acostumbrarse a esas muestras de amor sin ninguna objeción.

Jin estaba caliente y duro como nunca mientras Tae se frotaba sobre él, a horcajadas, ondeando las caderas de adelante hacia atrás. Pero ni con toda la calentura construida consiguieron consumar el acto.

Siendo sincero, Seokjin estaba frustrado. Con toda confianza, había recurrido a sus amigos. Jimin pensaba que quizás Taehyung era virgen. Namjoon apostaba a que era eyaculador precoz y estaba ansioso. Jimin pensaba que a lo mejor quería guardar su culo intacto hasta el matrimonio.

Jin teorizaba que si era algo como eso, Taehyung debería decírselo y confiar en él. Seokjin lo entendería y buscaría la forma de ayudarlo.

Pero Taehyung era impredecible como la lluvia tropical.

Jin fue a su casa a verlo una tarde, sin avisarle, sería una visita sorpresa. Llevaba unos chocolates caros, unas películas para ver y maíz para hacer palomitas. Esperaba pasar la tarde juntos, apegados y cariñosos como siempre.

Habrá estado media hora fuera de la puerta de Tae y el muchacho no salió. Cuando por fin contestó el mensaje de Jin avisándole que estaba afuera, el chico no dijo más que "no me gustan las visitas sorpresa".

¿Qué más podía hacer Jin que devolverse a casa? Pasó toda esa tarde sumergido en la angustia, buscando eterno consuelo en su mejor amigo.

-Taehyung es rarísimo, hyung- Jimin una vez más se lo dijo. A esas alturas, parecía una de sus frases más célebres

-Lo irónico de todo, es que no sé de qué me quejo, si él ya me advirtió que en algún momento me aburriría de su rareza

-Tiene un carácter del orto, es cierto. Van a tener que conversar eso cuando se vean, Jin. Entiendo que no le gusten las visitas sorpresivas, pero por último debió atenderte igual y decírtelo frente a frente

-Quizás lo estoy invadiendo demasiado...

-Jin. Mira, a mí tampoco me gustan las visitas sorpresa de Namjoon, siento que es como querer controlarme. Pero lo hablamos, cara a cara, cada uno expuso sus puntos de vista respecto al tema. Tienen que hablarlo, Jin.

-Supongo que sí...

Seokjin entendió lo que Jimin sentía, probablemente a Taehyung le pasaba algo así también, pero no se quedaría solamente con eso. Debía escucharlo de su propia boca.

~

-Estás raro, Jin

El más joven le dijo, mientras observaba a Jin mirar el techo sin hacer nada. Estaban ambos acostados, cubiertos por las sábanas beige de Taehyung, mientras el aire acondicionado hacía un ruido sordo en el ambiente.

-Uhm... un poco. Estoy... triste

-¿Qué pasa?

Seokjin suspiró. -Ese día, que no me abriste la puerta. Eso me dejó bastante mal, Taehyung. No he dejado de pensarlo, y tú no me has dicho nada sobre eso, casi como si no hubiera pasado.

-Aah... es eso... siento mucho haber actuado así, Jin hyung- contestó, abrazando a su novio bajo las sábanas.

-¿Te molesta que te visite sin avisar, Taehyung? Si es así, dímelo

-No es que... no es que me moleste...

-¿No querías verme ese día? Te juro que también lo entendería

-¡No es eso! Fue algo... muy tonto, en verdad...

-Por favor, Tae, dime. Necesito que por favor nos contemos las cosas, nos digamos lo que nos pasa- el mayor le dijo, mirándolo a los ojos, envolviéndolo con sus manos, y con un gesto angustioso.

-Estaba masturbándome

Taehyung admitió con vergüenza. Seokjin lo miró con extrañeza. Eso no parecía mtotivo para rechazar la visita de alguien así, podría habérselo dicho. Eran novios, ya habían cruzado bastantes barreras y aquello no sonaba como algo tan vergonzoso entre los dos.

¿Era esa la razón?

Los ojos de Taehyung se llenaron de lágrimas.

-Pero Tae...- Jin le sonrió- ¡hasta podrías haberme invitado!

-No... no así, Jin, no así

-¿Cuál es el problema con darte ese gusto, Tae?

El muchacho tragó saliva, cerró los ojos y carraspeó un poco antes de hablar.

-No puedo tener orgasmos. Con otra persona, digo. Y por más que quiera. No puedo venirme, no es posible

Jin lo escuchaba, secando sus lágrimas con los dedos.

-Sólo puedo cuando me masturbo. Y olvídate de usar sólo las manos, no funciona. Tengo que ayudarme.

-¿Tienes juguetes?

-Sí. Varios- contestó, sorbeteando la nariz, intentando secarla un poco con el dorso de su mano. -He alimentado este fetiche por años, al punto en que ya no puedo tener una relación sexual satisfactoria, ni normal

-¿Cuál es ese fetiche, Tae?

Taehyung estuvo callado un rato. Jin observaba en sus gestos que quería hablar, quería contarle, compartirlo y ser comprendido, pero no era capaz de dejarlo salir.

-Siempre... he querido tener sexo con algo... no humano. Un alien, un dragón, un androide... cualquiera. Entiendo que hay personas que también lo desean... pero lo mío ha llegado a un punto en donde... no tengo orgasmos de manera normal. O no he podido tenerlos...

-El sexo es algo tan particular, Tae... lo que te pone a ti, puede ser muy distinto a lo que calienta a otra persona, pero eso no te hace anormal

-Pero así me he sentido antes...

-¿Alguna vez lo hablaste con tus ex parejas?

-Sí. Con el primero no era un problema al principio, nunca sentí vergüenza por ello. Luego él se aburrió, me terminó. Al último chico que conocí, se llamaba Hoseok. Recuerdo con cariño como era conmigo en otros aspectos, pero con esto, las cosas salieron mal. Se lo dije con más pudor, pero pensando que lo entendería. Era mayor que yo, también, así que pensé que se lo tomaría con madurez.

-¿Y qué te dijo?

-Se rió de mí. Él se reía de todo. Se hizo el desentendido por un tiempo... y se enojaba porque no lograba hacer que me corriera, se sintió insuficiente. Cuando le dije que con ayuda de alguno de mis juguetes y él, podría venirme, dijo que era ridículo... que era un traumado. Yo no quiero eso contigo, Jinnie, tenía terror de que sintieras eso... que eres insuficiente. Nunca será así... tú... me pones mucho y siempre quiero hacerlo contigo

-Sólo tenías que decírmelo, cariño. Jamás te juzgaría por algo así

Seokjin ciñó a Taehyung en un abrazo y rodaron por la cama. El muchacho había dejado de llorar y estaba sonriendo, aún con inevitables restos de llanto en su expresión.

-Quizás me entiendes ahora, pero después-

-Shhh... quiero ver tu colección de juguetes. Muéstramela.

Taehyung se quedó viéndolo, como preguntándole si estaba seguro, y el mayor lo instó a continuar. Taehyung abrió un baúl que se suponía que era de ropa, pero allí tenía todas sus cosas. Había varios tipos de consoladores, tentáculos, un squildo, lenguas, consoladores de dragón, dildos alien, cumming dildos, monster dildos... todos de distintos colores y tamaños.

-Esto es fascinante

Taehyung se rió, entre restos de sollozos. -Este estaba usando ese día que viniste. Entenderás que después de usarlo no puedo ni caminar

-Es enorme, Tae

-Me gusta grande- le dijo, sonriendo una vez más. -Me gusta imaginar muchas cosas diferentes... desearía poder compartir todo eso contigo, Jin hyung, sin que pensaras que soy raro, o que no eres suficiente para mí

-Eres kinky como muchas personas, y te has atrevido a asumirlo usando tus propios medios, no hay vergüenza en eso

-Pero... ¿No crees que no poder venirme sea un problema?

-¿Alguna vez has estado con alguien realmente dispuesto a hacerte venirte? Si tengo que hacer lo que sea para que te corras, lo voy a hacer. No todo significa estar enfermo o ser anormal

Seokjin se arrodilló junto a Taehyung, y le dio un beso hambriento. Terminaron en el suelo, Taehyung recibiendo a su novio entre sus piernas, apresando sus caderas con la fuerza de sus muslos.

Jin exploraba la piel desnuda de su cuello con los labios y la lengua, dando mordiscos cortos, pero intensos, en momentos raspando un poco la piel morena y dejando rastros rojizos.

-A ti te gusta brusco, hyung

-Hmmm- confirmó Seokjin, sonriendo y mordiéndole el lóbulo de su oreja

-No creas que no me he dado cuenta que te controlas para ser suave conmigo. Puedes ser brusco, no te contengas. A mí me gusta muy fuerte

Apenas terminó de decirlo, Seokjin le dio una enérgica mordida en la mejilla y Tae gimió. Quedaría marcada, sintió un ligero arrepentimiento al ver su carita con una hilera de dientes en su cachete.

Jin levantó a Tae del piso y lo lanzó sobre la cama haciéndolo rebotar sobre el blando colchón. El muchachito se rió, y observó a Jin llegar hasta abajo, besarlo desde el final de su abdomen hasta arriba, en avances lentos, subiendo un poco, luego retrocediendo, volviéndolo loco.

El mayor tenía esos labios gruesos y rosados, besarlos era la cosa más exquisita, sentir lo suaves y blandos que eran, comparados con la forma fuerte de Jin de demostrarle su deseo. Taehyung pensaba en que se verían preciosos envolviendo su polla. Taehyung se levantó, nada más un poco, y atrajo a Seokjin hasta su boca para seguir besándolo con urgencia, y conseguir algo de roce con sus caderas. Seokjin se lo dio, comenzó a hacer fricción con su pelvis, sintiendo su miembro acariciarse con el de su novio.

-Aah, Jin hyung- suspiró Tae, mientras Jin abría uno a uno los cierres de la camisa del pijama, y hundía su rostro en la carne ligeramente bronceada. Atrapaba la piel de su abdomen entre los labios, mordisqueaba uno de sus pezones comenzando suave y luego un poco más fuerte, haciendo a Taehyung gemir alto, y luego pasaba la lengua por cada botoncito para suavizar la sensación. Y mientras todo eso pasaba, Taehyung levantaba las caderas para obtener algo más de roce.

Seokjin se quitó la parte de arriba también, permitiendo a Taehyung tocar su pecho y espalda desnuda. Seokjin finalmente le quitó los pantalones, y tomó su pene duro y casi púrpura en la mano. Podía ver el brillo de una gota de líquido pre seminal en la punta, y no se resistió a probarlo, dando una lamida lenta y tortuosa para Taehyung, quien se aferró fuertemente a la sábana, cerrando los ojos con presión y apretando los dientes.

El mayor continuó su trabajo oral chupando con empeño la extensión en su boca, trazando caminos con la lengua sobre las marcadas venas, y bañando en saliva el glande y frenillo, para luego descansar la mandíbula y masturbarlo, girando levemente la muñeca justo cuando tocaba aquellos puntos más sensibles, haciendo a Tae retorcerse sobre la cama.

Luego, Jin acabó por desnudarse también, y fue Tae quien cambió de posición, situándose en cuatro sobre la cama para chupársela a Jin. El gesto fue más que bienvenido por el mayor, quien además se estiró para sacar un sobre de lubricante y lo rasgó con los dientes, poniéndolo en sus dedos mientras alcanzaba el culo de su novio. Así, mientras Taehyung se la chupaba, levantaba el culo y Jin metía poco a poco uno, dos y tres dedos.

-Cariño, voy a metértela

-Métela, por favor

Jin puso algo más de lubricante en su pene, y luego le pidió a Taehyung quedarse en cuatro, pero que se girara y quedara viendo a la pared.

El mayor apreció su culo en detalle, amasando sus nalgas, separándolas y exponiendo su entrada dilatada. Jin se puso el condón que tenía a mano en el cajón de juguetes de Tae, bombeó su polla un par de veces, y lentamente se abrió paso dentro de su novio. Taehyung arqueó la espalda, dando un sollozo de puro placer, mientras la extensión se internaba centímetro a centímetro.

La fuerza que a Jin le gustaba ejercer no se hizo esperar. Rodó las caderas lento por sólo un par de minutos, y luego comenzó a hacerlo firme, duro y rápido, mientras Taehyung hundía la cabeza en las sábanas, tomando su propia polla en la mano y acariciándola al ritmo de las penetraciones de Seokjin.

Estuvieron así un buen rato, hasta que Jin cambió el juego. Se retiró del cuerpo del más joven, rápidamente puso un cumming dildo de tentáculo en el suelo, situándolo firme gracias a la ventosa que llevaba en la base, sostuvo la válvula para hacerlo eyacular, y ordenó a Tae.

-Siéntate allí. Chúpamela- dijo, muy escueto y sin rodeos, sacándose el condón de un tirón y arrojándolo lejos. Taehyung le hizo caso, se arrodilló en el piso, tomó el tentáculo con una mano y lo dirigió hasta su ano. Siseó cuando la rugosa textura invadió dentro de su carne, pero no tardó en comenzar a balancearse duro sobre el consolador, mientras se tragaba a Jin hasta oprimir su garganta.

-Aaah... te gusta así, ¿verdad? El culo y la boca llenos, un alien y un humano follándote

Taehyung miró hacia arriba mientras seguía chupando, asombrado por cómo Jin se estaba interesando por seguirle el juego, y el mayor, a su vez, enredaba sus dedos en el cabello claro, empujando su cabeza aún más, cogiéndole la boca mientras el muchacho rebotaba con entusiasmo sobre el dildo. Sus gemidos se sentían texturizar la mamada, y entonces Seokjin lo dejaba respirar, la saliva espesa y burbujeando en el mentón del rubio.

Tomó una bocanada de aire, y volvió a tragarse la polla tiesa y mojada de Jin. No pasó mucho tiempo para que Jin le avisara que ya se venía, preguntándole si podía hacerlo en su cara. Taehyung se lo permitió, y el mayor pintó su rostro en blancos listones de semen caliente y denso.

Taehyung se pasó los dedos por la cara, y se metió cuanta esperma pudo dentro de la boca. Jin se sentó en la cama, observándolo estimularse, y no pasó un minuto cuando Tae empezó a temblar y a hacer movimientos erráticos. -Me voy a venir- advirtió, con una voz débil, y entonces Jin presionó la válvula para liberar el semen falso a través del consolador.

Taehyung tiritó un par de veces más sobre el juguete y eyaculó a mucha presión, disparando su carga a bastante distancia sobre el piso. Se agotó, y terminó de cara en la orilla de la cama, mientras el semen falso escurría por su agujero hacia afuera. Jin se acercó a masajear sus hombros, espalda, y recogió algo del lubricante blanco mientras deslizaba su mano por el usado ano de su novio.

-Qué hermoso creampie, TaeTae

El chiquillo sólo sonrió, y luego se dejó besar por Jin.

-No pensé que volvería a correrme con alguien

-No soy alguien, soy Kim Seokjin

-Eres un creído, hyung- le respondió el muchachito, dándole una agotada palmada en el muslo. Luego, subió estirando su cuello para besar a su mayor una vez más. -Gracias, Jin hyung

-¿Ves que sólo teníamos que conversarlo?

-Sip

-Ven aquí. Vamos a darnos una ducha

Seokjin ayudó a Tae a ponerse de pie, pues sus piernas aún estaban algo débiles por el sobre esfuerzo. Lo acompañó hasta la ducha, y ambos compartieron del agua caliente sobre la piel y caricias jabonosas.

~

Las cosas se habían vuelto bastante intensas entre la pareja Kim. No había ocasión en que se vieran y no follaran. En la cama, el comedor, la cocina, donde los pillaran las ganas. Jugueteaban un montón, Jin lo cogía con su polla, con un dildo de marciano, como había acostumbrado a llamarlos, y luego con la polla otra vez mientras Tae se tragaba un tentáculo. Tenían una vida sexual activa y bastante diversa en lo que a sensaciones se refería.

Aquella tarde de invierno, previo al cumpleaños de Taehyung y al año nuevo, la pareja estaba retozando en la cama mientras afuera nevaba sin descanso. Eran las siete de la tarde y ya estaba oscuro, así que tras una sesión de fogosos besos y roces rabiosos, Seokjin apagó las luces, y encendió la lámpara que había comprado en una tienda de chinos. El aparato luminoso proyectó en el techo y las paredes del cuarto, un manto de galaxias, estrellas y planetas. La vista era hermosa, Taehyung estaba fascinado. Seokjin lo invitó, entre besos, a recostarse de espaldas sobre el cobertor, y el mayor avanzó sobre su cuerpo repartiendo besos y caricias sobre su rostro, cuello y labios. Estuvieron frotándose un buen rato, hasta estar completamente duros, y entonces Seokjin vendó los ojos del más joven con un suave antifaz.

Taehyung sonreía, expectante, mordiéndose el labio inferior y casi completamente a ciegas, salvo por la luz azulina que se colaba por arriba y por debajo de lo que vendaba sus ojos.

-Desnúdate y tócate

El muchacho sólo asintió, su labio aún presa de sus dientes. Sabía que debía ser paciente, y esperar. Mientras estaba solo en la habitación, comenzó a quitarse lentamente la camisa, y pateó sus pantalones, en movimientos lentos, sinuosos, casi arrastrándose por la cama. Una vez desnudo, se sintió vulnerable, pues no sabía que estaba pasando a su alrededor, pero obedecería a Jin. Estaba ansioso por ver qué sorpresa había preparado.

Sintió a Jin volver al cuarto, y en segundos la cama se fue hundiendo entre sus piernas. Abrió ligeramente los muslos, como acto reflejo, y sintió el toque, las inconfundibles manos de Jin, pero de alguna manera, eran totalmente diferentes. Se sentían... gomosas.

Estiró los brazos, para atraer a Jin a su cuerpo, y la sensación fue inmediata, toda su piel se sentía con una textura como... silicona, o algo parecido.

Taehyung lo supo inmediatamente.

-Oh Dios... toda la vida he soñado que me coja un verdadero alien

Comenzó a reírse, mientras abrazaba el cuerpo de su amante y este repartía fríos besos en su cuello, con un hielo en la boca. Taehyung temblaba de escalofríos, imaginando que así se sentía, y sus espasmos se hicieron más intensos cuando Jin fue bajando por su cuerpo, envolviendo con sus labios suavemente sus pezones, y dibujando trazos húmedos sobre su abdomen con la lengua helada, hasta consumir el hielo en su paladar.

Taehyung escuchó el rasgar de un envoltorio, y oyó al alien chupar algo en la boca. Sintió también, con la agudeza de su audición al máximo, como la botellita de lubricante era abierta y sintió derramarse el líquido en su culo.

Jin tomó el pene duro de Taehyung, y sin avisar se lo metió en la boca, sorpresivamente mentolada. Taehyung tomó una bocanada de aire que hizo un silbido entre sus dientes, arqueando la espalda y entregándose a la sensación fresca y diferente. La boca del mayor hacía ruidos mojados y obscenos, mientras que sintió un gomoso y húmedo dedo entrando en su ano.

-Por favor- repetía, una y otra vez, y en su mente imaginaba que esta criatura no entendía sus súplicas, pero que de igual forma no se detenía en su afán de cogerlo rico y arrebatador. -Por favor házmelo

Los dedos se hacían pocos en su interior mientras lo dilataban metódicamente. Cuando los sintió abandonar su cuerpo, abrió las piernas lo más que pudo y él mismo separó sus nalgas exponiéndose a lo que fuera que Jin, en su rol, quisiera hacerle.

Taehyung sintió la familiaridad de la carne, caliente y aterciopelada, entrando en su cuerpo, y la piel engomada de su amante, aplastándolo, pegándose a su cuerpo con cada centímetro de esa exploratoria penetración. El muchachito gimió alto y agudo, aferrándose a las caderas de Jin, haciéndolo llegar aún más profundo, siendo llenado por completo.

­-Eres... tan... increíble

Dios, podría venirse. Se sentía tan diferente a todo el sexo con otros. Imaginaba tan fácilmente estar recostado en el suelo raso de algún planeta desconocido, a millones de años luz de la tierra, asido a la textura exquisita de la piel de un atractivo ser de otro mundo, que lo llenaba una y otra vez, que invadía su cuerpo de la forma más íntima, empujándolo fuerte y duro, y marcando su condición de humano, como la de uno que logró más que un simple contacto.

Sonreía, a ciegas, mientras era penetrado brutalmente, y con cada choque de las caderas, un gemido entrecortado abandonaba sus labios.

-Cógeme... duro... así...

El alien se deleitó con su cuerpo. Lo puso boca abajo y lo aplastó con sus manos fuertes, manteniendo el miembro de Taehyung prisionero contra el cobertor, juntándole las piernas, mientras le apretaba las nalgas y volvía a penetrarlo. Así se sentía mucho más apretado, y Tae comenzaba a desesperarse.

Se quitó el antifaz, y vio alrededor cubierto de estrellas aún. Sonrió, feliz, y escondió la cara entre sus antebrazos sobre la cama. Sintió el toque constante del pene ajeno en su próstata, y lo sintió venir, el primer cosquilleo del orgasmo, que finalmente lo hizo dar un grito contra la almohada cuando lo experimentó en toda su plenitud.

-¡Aaaahhh Jin hyung!

Se olvidó completamente del juego de roles. En su mente y su cuerpo sólo cabía Jin. No se había venido con otra persona sin juguetes de por medio. No se había venido con otra persona sin juguetes ni mucho menos sin tocarse.

No podía creerlo.

Jin consiguió acabar minutos después, enterrado a fondo en su novio. Recuperó el oxígeno, y luego se dejó caer encima de Taehyung, quien no se quejó, de hecho, entre tantas cosas que le gustaban, también amaba ser aplastado.

-¿Necesitas que te ayude-

-Ya me vine

Jin rió. -¿Ves que podías?

-Eres tú quien hace la magia aquí. ¿Dónde conseguiste todo esto, hyung?

-Hmm... tienda de chinos, una sexshop, una página de cosplays...

-Hyung... haces tanto por mí...

-Lo que sea, Tae

-Me entristece que tengas que hacer tanto sólo para que yo me corra

-¿Y no es así como debe ser?

-Creo que... no estaba acostumbrado

-El polvo no termina solamente cuando acabe yo

-Eres el mejor- dijo, sonriendo y cerrando los ojos, descansando. Luego volvió a abrirlos, de golpe -quiero voltearme, quiero ver tu traje

-Vas a arruinar el efecto, TaeTae

-No, te juro que no, lo más probable es que me caliente de nuevo

Seokjin se apartó de su novio, se quitó el condón, lo anudó y lo arrojó al piso, para recogerlo después. Taehyung se dio la vuelta, y vio a Jin en un traje zentai que dejaba al descubierto su cara y podía abrirse abajo también en la zona genital. Era de color verde esmeralda, brillante, y con escamas suaves.

-Wow...- comentó Taehyung, impresionado, mirando a Jin de pies a cabeza -te ves como... como un tritón o algo así, me encanta, me encanta -estiró sus manos para volver a tocarlo, la textura se sentía maravillosa.

-Supieran mis colegas...- Jin comentó, riendo un poco avergonzado

-Te querrían en la cama, cualquiera querría a un amante así de guapo, sexy, preocupado y dispuesto a vestirse de marciano

Jin volvió a reír, y se quitó el incómodo traje. -De vuelta a la realidad- dijo, antes de meterse a la cama a descansar junto a Taehyung.

Estuvieron un momento en silencio, abrazados, Jin casi dormido y Tae observando las estrellas que la lámpara proyectaba en el cuarto.

-Te amo tanto, Seokjin- murmuró el chico, con la voz gastada. -Y no importa si no sientes lo mismo en este momento, porque me haces sentir amado

Seokjin lo escuchó. Quería mucho a Taehyung, y aunque era más lento para sumergirse en sentimientos más profundos, sabía que estaba en vía directa para amarlo con desespero. Lo abrazó, más apretado y besó su piel canela.

~

La pareja cumplía un año, cuando el verano estaba en su máximo esplendor. Taehyung esperaba a Seokjin en su apartamento esa tarde para celebrar el aniversario, con una cena que el jovencito se había esmerado en preparar. Antes de eso, sólo cocinaba para sobrevivir, nunca ponía demasiada dedicación, pero al llegar Jin a su vida, comenzó a aprender más sobre las artes culinarias y lo había hecho bastante bien.

Jin llegó a eso de las seis. Abrazó a su novio, le deseó un feliz aniversario con besos y abrazos, ya que en la mañana solamente lo había felicitado por teléfono. Taehyung lo felicitó también, destacando lo feliz que era junto a él y lo impresionado que estaba de durar tanto con una pareja. Jin siempre le decía que, cuando las personas lograban sincronizarse, entenderse y encontrar la armonía, no era difícil perdurar.

Cenaron juntos una vez más, pero con el motivo especial de su año juntos. Después de comer, Seokjin buscó entre sus cosas una caja con el regalo para Tae. El más joven también buscó lo que tenía preparado para Jin. El mayor se alegró mucho al ver los tomos que le faltaban de Akira. "No es mucho, pero sé que no los tenías y te gustan" le dijo el rubio. Luego, le tocó a él abrir su regalo.

Vio la caja y se sorprendió. Era obviamente la caja de un sex toy, disimulada, pero Tae ya era experto en reconocerlas.

-Es un ovipositor...- dijo, asombrado, sacando el dildo especial de dentro de la caja y admirando su forma y color. Era color turquesa pastel y lavanda, en degradé, y tenía unos pequeños tentáculos en la base. -Siempre quise uno- dijo, analizándolo por todas partes. -Por aquí se ponen los huevos... y salen por acá- decía, atónito.

-Sabía que te gustaría

-Es maravilloso... quiero probarlo, Jin. ¿Trae los huevos?

-Tenemos que hacerlos con gelatina. Aquí trae los moldes.

-No puedo esperar más, vamos a hacerlos

La pareja de dedicó a armar la mezcla de gelatina y ponerla en los moldes con forma de huevo. Seokjin había visto en internet que ese juguete era algo así como lo más deseado por una persona que disfrutara de la xenofilia. El aparato permitía una penetración que además de causar placer en sí misma, cumplía la fantasía de una impregnación alien, metiendo huevos de gelatina dentro del cuerpo.

Cada cinco minutos Tae preguntaba a qué hora estarían listos los huevos para usarse.

-Falta un poco más. Prepárate mientras tanto. Esta cosa dice que hay que usar toneladas de lubricante

-Ven Jinnie, ayúdame a prepararme

Taehyung se desvistió sobre la cama y Jin se encargó de relajarlo con besos, caricias y una mamada experta. Tae se sentía desmayar cuando los labios de su novio envolvían su polla. No se cansaría de decir que Jin tenía los labios más exquisitos del universo.

Decir sólo "el mundo", quedaba pequeño para Tae.

Jin se encargó también de dilatar al rubio, con los dedos, de uno a cuatro, y luego su propia polla. Con orgullo podía decir que Taehyung estaba al borde, blanqueando los ojos, torciendo los dedos de los pies, acalambrándose por completo, gimiendo alto y sin cesar.

Cuando los huevos de gelatina estuvieron listos, Jin fue a buscarlos e inmediatamente les dieron uso. Jin rellenó el dildo con uno, al principio, y con mucho lubricante. Metió el juguete dentro de su novio, quien expectante abría sus propias nalgas e intentaba mirar, pero no pudo sostener más la cabeza, dejándola caer hacia atrás bruscamente, cuando el juguete entró por completo y Jin lo maniobró para estimularlo y permitir depositar el pequeño huevo. Luego, quitó el dildo y Taehyung sonreía como un loco con el huevo dentro y la palma de su mano en el culo.

-¡Esto es genial!

-Puedes dejarlo derretirse adentro, o expulsarlo

-No sé qué es lo que más quiero...

-Aún quedan muchos huevos. Puedes decidir lo que quieras

Lo que él quisiera. Sonaba aún tan de ensueño, que cada día junto a Jin parecía irreal, todo ese tiempo junto a alguien que sí lo entendía, que sí estaba dispuesto a complacerlo.

Fueron horas de sexo y risas. Taehyung nunca lo había pasado tan bien antes, que el sexo fuese tan gratificante como con Jin, quien además de darle una bienvenida a los orgasmos en pareja, también gustaba de abrazarlo y decirle las cosas más lindas después de acabar.

Allí estaban, sudados, agotados, envueltos en la cama como en tantas noches y amaneceres. Jin acercó su nariz al cabello de Taehyung, mientras lo abrazaba por la espalda, y comenzó a jugar con la nariz allí, acariciando su nuca.

-Feliz año juntos, Taehyungie

-Felicidades hyung. He sido muy feliz contigo

-Y yo contigo. Te amo, TaeTae

El rubio volteó y miró a Seokjin los ojos. Le sonrió, y dejó un beso mojado en los rosados labios del mayor.

-Te amo, Jin hyung. Han sido los días más bonitos de mi vida. Perdón por ser tan desconfiado y pesimista al principio...

-Tenías tus razones, cariño

-No imaginaba que tú y yo llegaríamos a esto... y no es posible saber lo que nos deparará el futuro, pero, amo lo que tenemos. Amo que... siendo tan distintos, vibremos en la misma frecuencia

-Resonancia

-¿Así se llama eso? Suena marciano. Me agrada.

-Es física, amor- le respondió con ternura, besando su oreja haciendo un pequeño ruidito con los labios.

-Tú y yo tenemos más que física

-Claro, estoy de acuerdo

-Te apuesto que si hubiéramos nacido en planetas distintos, nos habríamos encontrado igual

-Supongo, Tae. Aunque yo creo que ya es así

-¿No te parezco un humano común y corriente?

Seokjin sólo se rió.

-Tú tampoco lo eres, ah- agregó Taehyung, actuando ofendido. -No, la verdad es que soy un annunaki

-Te creo

-Y voy a chuparte las entrañas, humano

-Chúpame la polla mejor

-¡Bueno!

Taehyung se metió bajo las sábanas y Seokjin se quedó mirando el techo, embobado. Se reía solo, y Taehyung se contagiaba con la risa, mientras continuaba con su trabajo.

Seokjin agradecía, una y otra vez, a que el tiempo y el espacio los reuniera en aquel punto de su vida. La llegada de Taehyung definitivamente no era una casualidad, y había llegado a enseñarle que, no siempre un amor debía ser plano como la vainilla para ser estable.

Sería un firme creyente de que el universo siempre respondía, de una u otra manera, a aquellos que encuentran sintonía con su propia oscura naturaleza.

~Fin~

Sorry este fic salió súper weirdo, pero es una idea que hace rato me daba vuelta por la cabeza :) 👾 Quería escribir algo xenófilo pero no había conseguido inspirarme lo suficiente. Las vacaciones y escuchar mucho vaporwave me ayudaron 🤣

Gracias por leerlo, y sorry si fue muy cringe :c sólo quería ser marciana un rato 👽 A veces es bonito dejarse llevar y ser marciano/a.

Y bueno, antes de irme, quisiera destacar lo bello que es tener una conexión con alguien especial, muchas veces alguien a quien apenas empezamos a conocer. Desearía que todos/as aquí lo consigan alguna vez en la vida. También otra cosita importante... pta, hay kinks para todos los gustos 🤷🏻‍♀️ Mientras no hagan daño, disfruten los suyos con confianza y sin vergüenza 💜

Besos de alpaca! Los/as amo! 🦙

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