11; Alfa y Omega

El silencio inundaba la estancia por completo, había pasado apenas media hora de lo sucedido, Jimin se había alejado de él, dejándolo allí parado cerca de su caja, por un momento Yoongi espero a que el alfa se le acercará de nuevo para darle la orden de que debía ingresar a la caja para que dejase de molestarlo, pero no, nada de eso paso, y a pesar de que Yoongi comprendía que Jimin no regresaría y que debía guardarse de nuevo en la caja, no quería hacerlo, puede que parte de su cuerpo sean partes robóticas, puede que haya perdido parte de su cuerpo humano, pero su humanidad... esa seguía tan autentica como el día en que nació y la necesidad de ir tras Jimin estaba intacta.

Parpadeo un par de veces, mirando todavía en dirección a donde su alfa se fue, y no pudo evitar pensar en todas esas anécdotas que la madre de aquel alfa le platicaba sobre Jimin, recordó cuando ella le dijo que Jimin dejo de sonreír por un largo tiempo y que había dejado de llevar a sus amigos a casa debido a problemas que tuvieron, pero lo que más recordaba era como la madre de Jimin sonreía con autentica felicidad cuando le menciono que Jimin había encontrado por vez primera el amor, y como su sonrisa se apagaba cuando también descubrió el desamor.

Yoongi sabía muchas cosas acerca del alfa y muchas de ellas quería repararlas, aunque Yoongi sabe perfectamente que él esta más destruido por dentro.

—¿Alfa? —susurro para sí mismo y sin evitarlo, comenzó a caminar, quería ir con Jimin, necesitaba estar con él, quería abrazarlo, quería que no se sintiera triste, quería decirle que lo perdonaba.

Sus pasos eran levemente pesados, y podían escucharse bajo el silencio nocturno, siguió su camino hasta dar con la puerta de la habitación en donde el alfa dormía o fingía hacerlo, en cuanto sus pies se detuvieron al encontrar la puerta no pudo evitar hablar.

—Alfa... —lo llamo, espero unos segundos, pero no hubo respuesta, Yoongi recordó que Jimin no le gustaba que le llamase por su jerarquía, estaba cometiendo un error, no quería hacerlo enojar, pero sentía una ferviente necesidad de decirle alfa, porque siente que él es su alfa—, Jimin...

Al otro lado de la puerta se encontraba el alfa, se había quedado sentado, recargando su espalda en la puerta de la habitación, sintiéndose un verdadero miserable, su actuar le avergonzaba, siempre había escuchado que muchos hacían estupideces cuando bebían alcohol demás, pero él había cometido el mayor error de toda su asquerosa vida. Jamás había tocado sin su consentimiento a un omega, jamás había querido obligar a un omega a tener relaciones sexuales con él, y estaba avergonzado, es consciente de que Yoongi es un robot, pero no es del todo uno, es una persona... tiene mente y corazón al igual que él, y estuvo a punto de...

—Jimin —de nuevo la voz de Yoongi lo sacaba de sus pensamientos, miro hacia abajo, a sus manos que se encontraban sobre sus rodillas, mantenía sus piernas flexionadas hacia su pecho—, Jimin... ¿estás despierto?

El alfa no respondió, no quería hacerlo, ahora mismo no se sentía nada digno de ver o escuchar a ese omega de compañía, estaba asqueado consigo mismo, sintiéndose la peor escoria que podía existir en el universo. Ni siquiera entendía el por qué ese omega se encontraba ahora mismo afuera de su habitación.

—Jimin... ¿puedo pasar? —el omega quería una respuesta, pero al parecer no lograría obtener ninguna, sabe que posiblemente el alfa se encuentre molesto, y no quiere que se enoje más, así que simplemente decidió decir lo que quería, tenía la corazonada de que él lo estaría escuchando—. Sé que —el alfa escuchaba con poca atención al omega—, no fue tu culpa...

Jimin frunció ligeramente el ceño al escuchar sus palabras y presto toda su atención al omega.

—Sé que no querías hacerme daño, tú no eres así.

El alfa al escuchar aquello no pudo evitar contestar.

—¿Cómo estás tan seguro de lo que dices? —sonrió ladino—. Ni siquiera me conoces.

—Te conozco —dijo el omega, Jimin negaba con la cabeza—, tu madre siempre me hablo de ti, sé que detestas comer aceitunas porque piensas que son muy saladas —comenzó a hablar Yoongi recordando las palabras de la madre del alfa—, sé que te gusta jugar videojuegos sencillos, sé lo mucho que te gusta resolver problemas complejos de matemáticas porque dices que es una buena forma de mantener la mente ocupada —Jimin sonrió levemente al escuchar eso, y aunque no quisiera admitirlo, era verdad—, sé lo mucho que te disgustan los avances tecnológicos y que tu madre sea participe de ellos, y... —el omega no sabía si era correcto mencionar lo que estaba a punto de decir—... s-sé lo que paso con Misuk...

El alfa contuvo la respiración al escuchar eso, el nombre de esa omega jamás debía ser mencionado cerca de él, su madre lo sabía perfectamente, sabe como se comporta cuando alguien vuelve a recordarle a esa omega.

—Lo sabes —dijo Jimin para sí mismo—, No puedo creer que mi madre te lo dijera, no era necesario que supieras algo como eso.

—Pero lo sé.

—¿Y qué si lo sabes? —el omega se encogió un poco en su sitio al escuchar la voz de Jimin, su tono se había elevado más y las palabras salían golpeadas—. Es irrelevante.

—Puede que lo sea ahora —menciono Yoongi—, sé que ella te lastimo mucho —Jimin sonrió ladino—, a mí también me rompieron el corazón...

Jimin o pudo evitar recordar las imágenes de aquella carpeta, Yoongi muerto... no podía sacar aquella fotografía de su cabeza.

—Es diferente —menciono Jimin—, a los dos nos rompieron el corazón, pero a ti...

—Sé que morí —el alfa no se sorprendió al escuchar al omega—, pero ahora me han dado una segunda oportunidad para vivir, y quiero tenerla, y quiero que seas parte de ella.

—Nadie necesita de un defectuoso... —menciono Jimin—, tú no me necesitas, y tampoco quiero ser parte de tu vida, ve a la caja y quédate allí y deja de fastidiar.

—No...

El alfa rodo los ojos al obtener esa respuesta.

—Solo has lo que te ordeno, no es tan difícil.

—No lo haré.

—Hazlo.

—He dicho que no.

Jimin bufo con fastidio, se incorporo de su sitio y abrió la puerta frente a él, haciendo que Yoongi diera un par de pasos cortos hacia atrás, Jimin frunció el ceño y miro al omega que estaba parado al otro lado de la puerta, soltó un largo resoplido.

—Lárgate —gruño por lo bajo para tratar de atemorizar al omega, cosa que no tardo en lograr, pero Yoongi no se movía—, ¿no he sido claro?

—N-no quiero...

—¡Vete! Fuera de mi vista, ¿acaso no lo comprendes? —Jimin se alejo de la puerta y salio de la habitación, caminando más cerca del omega de compañía, y a pesar de que Yoongi sentía miedo, no se alejaría no quería hacerlo, quería estar con él, quería ser aceptado por su alfa—. ¿Qué tengo que hacer para que de una vez por todas te alejes de mí? —volvió a gruñirle para que se alejará pero Yoongi se quedo allí, el leve temblor en su cuerpo era evidente.

—Quiero estar contigo —dijo el omega y Jimin gruño de nuevo—, a-alfa...

—Yo no...

—Por favor —interrumpió Yoongi—, no me rechaces... —la tristeza en los ojos del omega era evidente, y a pesar de que no podía soltar ni una sola lagrima, Jimin comprendía lo que decían sus ojos—, en verdad quiero estar cerca tuyo, no me pidas que me vaya, no lo haré, ya no lo haré.

—Un omega debe ser obediente, y más si se trata de un omega de compañía como tú —menciono Jimin—, ¿por qué tan siquiera piensas en ir contra esa regla?

—Porque deseo, en verdad deseo que me aceptes —Yoongi lo miro a los ojos—, yo te quiero, y me gustaría que sientas lo mismo que yo...

—Las máquinas no tienen sentimientos.

—Pero no soy una máquina, sólo parte de mi cuerpo es metálica, pero mi alma sigue siendo humana, por favor, alfa...

Jimin no podía creer lo que estaba escuchando, y a pesar de que quería creer que esas palabras eran una mentira, no podía, porque era verdad, Yoongi es humano, sigue siendo un humano, pero también estaba el hecho de que estuvo a punto de hacerle daño, ¿cómo tan siquiera ese omega se le acercaba después de lo que estuvo a punto de hacerle?

—¿Quieres estar conmigo a pesar de que casi te...? —Jimin negó con la cabeza—. ¿Cómo puedes tan siquiera seguir con esa idea? Pasaste antes por lo mismo, y estuve a punto de hacer lo mismo que tu antigua pareja...

—Sabía que te detendrías.

—¿Y sí eso no hubiera pasado?

—Sé que no me harías daño, tú no eres como él —Jimin no dijo nada—, eres un alfa que sabe respetar a los omegas, sé que no me harías daño, por eso me acerco, y te perdono... me pediste una disculpa y no pude responderte, te perdono, alfa...

—Yo no... quería decirle que no es su alfa, pero no pudo, no cuando Yoongi le regalo una sonrisa pequeña llena de calidez—, gracias... omega.

Y Yoongi se sintió pleno con esa respuesta.

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