11. Fábrica de problemas.
11. Fábrica de problemas.
JULIUS
—... Los documentos de la absorción Russo y la moción para el caso de los Parker —Christine baja el tono de voz y se inclina sobre mi escritorio al punto de poner sus tetas operadas a centímetros de mi nariz—. Kevin quiere verte en su oficina.
Mi secretaria toma distancia pausadamente, queriendo parecer sensual y contonea exageradamente las caderas para salir. Contengo un bufido.
—Christine —paladeo su nombre con suavidad.
Se vuelve con una sonrisa.
—¿Sí?
—Cierra la puerta y acércate.
Feliz, obedece de inmediato. Bebo un trago de mi coñac y recorro su cuerpo curvilíneo lentamente, su piel pálida se torna colorada bajo la presión de mis ojos cafés. Un brillo de esperanza se instala en los suyos, pidiendo a gritos una follada.
—Eres competente, lista y leal. —La fulmino con la mirada y su sonrisa desaparece, el temor invadiéndola—. Sin embargo, es la última vez que colocas tus senos en mi cara si no quieres ser despedida. Te recomiendo revisar las normas sobre acoso sexual para evitar más inconvenientes.
Traga saliva y asiente.
—No se volverá a repetir, señor Cowan —asegura abochornada.
Con un gesto pido que me deje solo.
Guardo el archivo que editaba y reviso brevemente lo que me trajo. Fusiones, adquisiciones y adsorciones corporativas. Escribo en un bloc de notas amarillo algunas observaciones para mí mismo. Cierro la pantalla de mi laptop, tomo lo que queda en el vaso de cristal y voy a la oficina de Kevin Lemus
Encuentro al socio director de la firma viendo por el ventanal.
—¿Reflexionando sobre mi estatua para la recepción? —Entro sin llamar y me siento frente al escritorio.
—¿Busto o cuerpo entero?
—Difícil —finjo pensarlo—. Busto. Quiero que capte mi esencia fantástica.
Niega con la cabeza y desliza un papel hacia mis manos.
—Como hablamos antes, Charlotte Keegan asumió el control de K-corp. —Asiento—. Llamó y ahora quiere cambiar de bufete. Te encargarás de ella.
Están dejando a P&J, nuestro principal competidor.
—No puedo.
—Fue explícita pidiéndote a ti.
—Conflicto de intereses. —Frunce el ceño—. Regina y ella son socias, pero con el nuevo cambio, no han acordado renovar sus alianzas.
Regina me comentó que se pusieron en contacto, mas esa conversación no tiene valor sin firmas.
Kevin chasquea la lengua.
—Siempre es la maldita Regina Azzarelli.
—Con ella facturamos millones. Desde que es nuestra clienta, esta firma se volvió más poderosa.
—Como nos elevó, pudo hundirnos con su caso de la torre.
—Ganamos. —Sonrío con arrogancia y orgullo de mi propio éxito—. A Regina le tocaban mínimo siete años tras las rejas. La ciudad entera creyó que no tendría oportunidad de librarse de la cárcel, y yo logré lo imposible consiguiendo el trato que la salvó.
—¿A qué costo, Julius? Allá afuera nos tienen como alcahuetas que defienden a los capitalistas corruptos. La condenaron con servicio comunitario por falsificación. —Golpea el escritorio—. ¿Cómo es que no se ha ido a bancarrota con tantas puertas que le fueron cerradas? Esconde algo, desde que la trajiste a la firma lo he sospechado. Inocente no es.
—¿Desde cuando eres tan moralista? —refuto sereno, poniéndome más cómodo en la silla—. ¿Qué hiciste tú con Ada cuando quemó la flota de coches deportivos de su ex marido porque le fue infiel y provocó un incendio con más de ocho heridos? ¿El hijo consentido de Jack que salió drogado de una fiesta y atropelló a unos recién casados que esperaban un bebé? —le recuerdo y aprieta la mandíbula—. ¿Quieres que siga mencionando tus casos?
Aquí ninguno es santo.
—El punto de esta conversación es K-corp. Tiene mayor poder, más activos y propiedades. Facturaremos el triple.
Me tenso.
—No enviaré a mi mejor clienta a los brazos de la competencia. Convertirla en nuestra enemiga no es inteligente. Me aseguraré de que renueve las alianzas con los Keegan. Asígnaselos a Lance mientras averiguo si existe conflicto con Regina. —Me levanto—. A estas alturas de la vida, ya deberías saber en dónde está mi lealtad.
—Esa mujer es una fábrica de problemas —alude.
Toma el mando, enciende el televisor y sube el volumen a las noticias sobre el incendio de Alphagine. Se rumorea que fue causado por negligencia en la manipulación del litio y falta de mantenimiento eléctrico. La prensa está destrozando a Zack, Jill y a Regina.
—Nos paga bien por resolverlos.
—Las ordenes las doy yo, no tú —masculla—. Soy el director y no me dirás cómo debo manejar mi firma.
—Soy socio nominal. —Tiro de las mangas de mi saco—. Soy el abogado que gana más casos que cualquier otro en esta firma y en esta ciudad. No me echarás. Me necesitas; pero, si sacas a Regina, yo me voy. —Sonrío ya en la puerta—. Haz lo que te dije y luego retomaremos esta conversación con los resultados en la mesa.
Ignoro su mirada asesina y a punto de entrar en ebullición. No es el único con autoridad. No permitiré que la saque de nuestra cartera de clientes. Mi próxima reunión es fuera de la firma. Regreso a mi oficina únicamente por mi abrigo.
Atascado en el tráfico, le envío un mensaje a mi esposo.
Julius: ¿Te parece que invite a cenar a Regina esta noche?
Simon trabaja de la mano con varias revistas, pero guarda mayor preferencia por Réflecteur. Gracias a él y a los Specter, conocí a Regina Azzarelli. Una niña extranjera de dieciocho años, huérfana, con un millón de euros ocultos en una cuenta suiza.
El caso más irregular que había visto.
Nunca he perdido un juicio, ni los de prueba en la universidad. Sin embargo, antes de conocerla, jamás había experimentado tanta adrenalina, tanta incertidumbre sobre si venceré o no. Con ella me han tocado los casos más difíciles y remunerados de mi carrera.
Mi móvil suena por un mensaje.
Simon: Las mentes superiores piensan igual. Firmé con un nuevo distribuidor de joyas. Hay piezas atrevidas que no contrastan con mis modelos. Aprovecharé para proponerle a Regina una sesión de fotos. Ayer Lorena la fotografió para el artículo con trajes ejecutivos. Estoy preparando unos que resaltarán su perfil de reina. Te la cedo apenas terminemos, no antes. Últimamente cuando hablan de negocios, tiende a ponerse muy histérica.
Sé que aceptará. Regina no es de fácil acceso y menos de reuniones inesperadas, pero no se ha negado ni una vez a colaborar con Simon en sus nuevas colecciones. Ama llamar la atención, ser venerada y despertar pasiones. En consecuencia, causar escándalos. Allí es donde entro yo. Mis ingresos por ganar sus demandas de difamación aumentaron de forma considerable el año pasado. La gente se lo piensa bien antes de manchar su imagen públicamente.
Nadie quiere enfrentarse a mí.
Lo que me hace pensar sobre el olaje de mala prensa que le hicieron por el despido de Archer y, actualmente, por el incendio. Sullivan es alguien temerario que no teme enfrentarnos. Ese no es su nombre, es un seudónimo para encubrir al verdadero periodista.
Julius: Felicitaciones por tu nuevo socio.
Simon: Ahórrate las palabras, quiero mis felicitaciones en la cama.
Sonrío y le prometo consentirlo apenas nos quedemos solos. Leo otro par de mensajes y le marco a Regina a su número personal.
—Necesito verte hoy. Mañana es tarde —demanda y río por la coincidencia.
—El universo conspira. Te llamaba por lo mismo, Simón pensó lo mismo. ¿Qué pasó? ¿A quién tengo que derrocar?
—Necesito que tramites un acuerdo de confidencialidad a nombre de Sarah Griffin —su tono tajante—. La maestra de primer grado tiene autorización para ir y venir con Ryan a su preferencia, quiero que también prepares un documento para que la madre lo firme y me conceda esa potestad a mí.
No puede ser.
—Lo pondrás en riesgo otra vez. —Me cuesta creer que se haya obsesionado—. Imprudente fuiste acompañándolo a la convención.
Puedo escuchar su respiración. No necesita que se lo recuerde. Lo sabe. Acercarse al niño es crearse una debilidad. Establecer un lazo afectivo en plena guerra es una invitación directa a que usen a esa persona o le hagan daño para desestabilizarla y manipularla.
—Carece de una buena alimentación, Julius. No has visto cómo se está consumiendo. No viste la pocilga en donde vive. Allá corre mayor riesgo de robo a mano armada, bala perdida por enfrentamientos o exposición a drogas —explica con voz sombría—. Investigué. El tipo que anda con su madre fue un camello. Siempre existe la posibilidad de una recaída. No son trigo limpio.
¿Por qué siempre complica todo?
—Para sacarlo de la miseria, no necesitas ocuparte personalmente. Envía su caso a una de tus fundaciones. Aprovecha que Dorothy está...
—¡No lo usaré como propaganda! —ruge y tengo que apartar el teléfono de mi oído. Desde anoche quedó sensible como bomba de relojería después de la visita del detective Collins—. Sé lo que hago. He de recordarte que no te lo pido, sino que te lo exijo.
Suspiro profundamente, sintiendo un mal augurio. El mismo que me advierte cuando debo cambiar de estrategia a última hora en un juicio.
—Lo haré.
***
Fred conduce por el área industrial más cercana al puerto hasta desviarse a un terreno con acceso al lago de Michigan. Bajo del Lexus y Hank hace lo mismo de su Audi. Él es mi conexión con el oscuro submundo de Chicago.
—Gardner.
—Jefe. —Saca un cigarro del bolsillo trasero de sus pantalones—. Me alegra que hayas venido. No quería verme con el grandote de Regina. ¿Qué le pasa a ese hombre? —Expulsa humo mientras ríe—. Prefiero negociar con la japonesa. Es sexy.
No me inmuto. Ambos miramos hacia el lago. El invierno se desvanece como un diente de león al viento.
—Dentro está la lista actualizada de las empresas que estarán en las exposiciones. —Le entrego un sobre. El papel no deja rastros—. Se sumaron dos más a Gitex y una a la CES. Novacell International. El presidente es un idiota que sabe tratar a su gente. Ofrece múltiples beneficios que garantizan lealtad. Será difícil encontrar a alguien que nos venda información.
—¿Regina va a Dubái? —Guarda el sobre dentro de su gabardina—
—Poco probable.
—Que desperdicio —masculla con rabia—. Aún no hay subastas por los productos o diseños que se llevaron de Alphagine. Mi gente ya confirmó que Susan Morris no trabajaba para Emmett O'Conner y menos para Camila Vanalti.
—No es noticia fresca. Lo suponíamos.
—El rastreador que usó no estaba en el mercado, ahora sí. Acaban de patentarlo. —El Ferrari que persiguió a Regina era robado y luego lo hundieron en el lago. No hay mucho para excavar en ese aspecto—. La tecnología proviene de Progress White. Se especializan en seguridad. ASysture les vendió hace dos años un antivirus y sistema de monitoreo de redes. Eran pequeños hasta hace medio año. Alguien compró Moon Group, una sociedad en reserva para adsorberlos. Inyectó capital y los llevó a una buena posición con los recursos suficientes para hacerse notables. No sé quien maneja la sociedad. Son capas y capas. Seguimos rastreando.
—No me gusta cómo suena. —Lo miro—. ¿Quién está al mando de Progress White?
Un nombre me viene a la mente.
—Ethan Dubois ocupa la presidencia.
Achico los ojos.
—¿Existe relación con Chelsea Dubois?
—Es su primo.
Otra mujer desagradecida.
Camila orquestó la muerte de Bartis para que quedara como un aparente suicidio y, luego, como un asesinato organizado por Regina, quien me hizo jugarme varios favores para sacar a Dubois del país y proteger sus intereses. Sin embargo, Camila no tuvo nada que ver con la intoxicación de Wallace y menos con la accidental de Regina. El responsable es otro cabo suelto que estaba muy consciente de todo lo que ocurría en la torre.
—¿Qué hay de la intoxicación? A Bartis lo asesinaron por sobre dosis, tendría sentido que Dubois esté involucrada en la intoxicación de Regina pero no en la de Wallace. El objetivo nunca fue Regina.
—Antonio Wallace muere y Kraptio entra en crisis. Estaba en conflicto con Regina, sería muy fácil inculparla.
—Eso hizo Camila aprovechando las circunstancias —divago.
—O quizá se lo sugirieron. Ambas son mujeres resentidas por lo que Regina provocó en sus parejas. Camila abrió la herida, la sangre atrajo a lostiburones como O'Conner. Esturno de Chelsea para aprovechar la debilidad de Regina y lanzar su propioataque. Tuvo acceso a información confidencial como secretaria y prometida del ex CEO de Alphagine.
— "Ayudar a labrar un camino directo a la miseria para Regina Azzarelli", fueron las palabras de Morris —rememoro.
—Y ahora Ethan Dubois se hace cargo de una empresa de tecnología. No es extraño que Chelsea esté detrás del sabotaje a Alphagine. Regina humilló a Paul frente a las autoridades de Alphagine y ASysture —dice y aprieto los puños. Se lo advertí—. Paul filtra información y Chelsea influye para que su primo aplique el método de competencia desleal a modo de venganza por lo que le hicieron a Edmond.
—Mierda. —Cierro los ojos por un segundo—. Consígueme las pruebas necesarias para arruinar a los mal nacidos Dubois. —No acostumbro a maldecir pero... mierda. ¿Quién compró la sociedad en reserva? ¿Quién verdaderamente consiguió la información de Moltrasio? O'Connersólo aprovechó las circunstancias de que alguien repartió información de Reginaa sus enemigos. Otro cabo suelto. Fue mi deber ocultar los datos, Regina no me perdonará si sale a la luz—. Esta conversación nunca pasó.
Hank me mira con curiosidad.
—La reina te va a odiar si se entera que le ocultas información.
No me odiará. Hará un berrinche y luego exigirá sangre.
Chicago arderá.
—Es por su bien —contesto y camino al Lexus.
La seguridad que posee Regina es tan poco común en las personas que conozco, que me fascina y preocupa. Puede ser fría, calculadora y analítica; sin embargo, en otras ocasiones, es tan impulsiva que esa confianza que tiene la vuelve completamente ciega a los límites.
Enojada es aún más difícil de controlar.
No me importa mancharme las manos por ella.
Me importa cuidar su imagen.
Su humanidad.
***
REGINA
—Si gano, me deberás una visita en Venezuela. —Logan mueve su alfil blanco, sus ojos brillando de astucia.
Apoyo mis codos sobre la mesa y mi mentón sobre mis manos entrecruzadas.
—Nunca he viajado al país.
—¿Viste la película UP? —Sonríe como infante—. Las cataratas del paraíso son nuestras. El salto ángel no queda excesivamente lejos de tus nuevos terrenos. Un viajecito en helicóptero y podría mostrarte la magia de mi país.
—Lo pensaré. No, no, tiene grado alto en alcohol. —Evito que rellene mi copa y muevo mi torre—. Beber menos para vivir más.
—Hoy estamos celebrando que oficialmente ya tienes otra mina de grafito —destaca.
—Disfruta el vino como premio de consolación. —Muevo mi caballo negro—. Jaque mate, querido.
—¡¿Otra vez?! —exclama, pero acepta mi victoria sin hacer mayor drama.
Logan viajó hasta aquí especialmente para traerme una copia de los documentos de propiedad, los cuales no tienen mi nombre. Los funcionarios venezolanos colaboraron encantados. El terreno es mío por medio de un testaferro. La zona está libre de vida aborigen y los mineros pueden proceder sin impedimentos.
El trigueño da un trago largo a la copa.
—¿Cuándo irás a visitarnos? —insiste.
—Perdiste.
—No es excusa. Ni siquiera fuiste a firmar en la junta cuando adquiriste la empresa.
—Ya no puedo darme esos lujos de viajar por placer.
—Regina, a veces, también se debe trabajar menos para vivir más. Lo aprendí a las malas. —Agita su índice—. Mi novia solía reclamarme que llegaba muy tarde a casa o que no le dedicaba demasiado tiempo.
—Mujer egoísta.
—Yo fui el egoísta —asevera—. Nos dimos un tiempo, pero hace cuatro días, me enteré que está saliendo con alguien más.
Evito fruncir el ceño.
—Ella se lo pierde. Ahora tienes libertad. —No sé qué decir—. Ya nadie te cuestiona o trata de controlar.
—Los empresarios como nosotros poseemos la maldición de la soledad. —Rellena su copa hasta el tope—. ¿Te ha pasado?
—No. Amo mi trabajo y lo que hago. No me hace falta más. Sin embargo, desde un punto de vista objetivo, para mantener un vínculo afectivo sano y sin toxicidad, se requiere una buena comunicación y equilibrio entre la vida personal y la laboral. Dedicar tiempo a la pareja y que esta a su vez respete el tiempo en la oficina. Quien entre en tu vida tampoco puede creer que se convertirá en el centro de tu universo y cambiarás por la magia mística del "amor". —Ruedo los ojos—. Es tu apoyo, tu complemento, no tu oxígeno, per Dio. Piénsalo. ¿Qué pasará si te quitan ese oxígeno? Te mueres. —Ordeno las piezas de ajedrez—. La dependencia emocional no es saludable. Tuviste una vida antes de esa mujer y la tendrás después de ella. Analiza y date cuenta que el amor romántico debilita. Poder y dinero. Los poderosos y adinerados movemos el mundo.
Logan parpadea, anonadado. No dice nada por varios segundos.
—¿Qué? —protesto.
Carraspea.
—No sabía que madam Azzarelli podía dar opiniones amorosas.
Lo miro sin comprender. Fue una opinión objetiva, no amorosa. Yo no gasto saliva en esos temas.
—Las rupturas han llevado a muchos a cometer extremos que no comprendía. Regalar acciones, suicidio y peleas absurdas, por ejemplo. —Inés Lacroix viene a mi mente—. Mi terapeuta me recomendó libros de psicología sobre el comportamiento humano y las relaciones afectivas. Es un recurso para los negocios.
—Los negocios, claro —repite sin creerlo.
Mi cara seria borra su sonrisita burlona. Logan cambia de tema en lo que Bianca nos trae unos aperitivos.
***
Son la una de la madrugada.
Desde las once llevo repitiéndome que un párrafo más y me iré a dormir. Un cargamento saldrá mañana a la isla Ávalon. El puerto Fournier se ha convertido en uno de los más importantes de la costa central de Estados Unidos. Su ubicación estratégica y su capacidad para manejar una amplia variedad de carga, lo hace superior ante la competencia, incluyendo al puerto de Chicago, el cual es público.
Año y medio atrás, antes de que regresara a América por el desfalco, llevé a cabo trámites de asociación con una importadora, la cual pertenece al nieto de Jesabel Fournier, Elton.
—Ve a descansar, Regina. —Hago una mueca al escuchar esa voz—. Tu presión arterial aumentará si continúas forzando tu organismo. Los vasos sanguíneos se...
—¡Entendí! —interrumpo y masajeo mi sien.
Odio que Savage use mi recelo por las enfermedades para hacerme cambiar de opinión. Más pronto que tarde, regresaré a la torre y necesitaré algo más que un asistente virtual, no he orquestado entrevistas para el puesto que dejó Camila y no sé si pueda confiar de nuevo.
Exhalo sonoramente.
Apago mi laptop y voy a mi habitación. La luz mortecina de la luna se cuela por el ventanal de la terraza e ilumina escasamente el inmobiliario. Suspiro. Me quito la bata negra que cubre mi camisón del mismo color y subo a mi enorme cama.
Consigo dormir unas pocas horas, pero es un sueño tan ligero que no obtengo descanso alguno, menos cuando despierto de golpe. Lo que veo es tan inquietante que podría ser una pesadilla.
Incluso estando inconsciente, me acosan esos malditos ojos azules llenos de dolor y enfado. En mi cabeza, da vueltas una voz hostil que solía ser gentil. Pienso en un cuerpo que solía ser menos musculoso, unas manos que...
—Mannaggia —gruño y estrujo mi cara.
NI SE TE OCURRA, REGINA AZZARELLI.
Me duele el tórax y se me dificulta respirar. Odio sentirme frustrada e impotente. ¿Cómo es posible que pueda controlar la vida de más de cincuenta mil empleados pero no mi propia mente... mis propias emociones?
Me avergüenza mi carencia de control.
No entiendo por qué simplemente no lo dejo estar y ya.
No entiendo por qué verlo me impactó tanto.
No entiendo por qué su reacción me... duele.
La herida ha sido reabierta y escuece. Me auto impuse como regla primordial no buscarlo, no verlo, no llamarlo... Ir por él para cerrar el ciclo en paz, despertará la tentación de querer más y, lo peor, es que me conozco y sé que no voy a parar.
La felicidad no dura en mi vida. Estoy atrapada en medio de la oscuridad y una falsa luz. No somos compatibles. Amo ser la villana que postra el mundo a sus pies y él fantasea con ser el héroe que lo salva. Mi vendetta está pendiente y no será pacífica. Como auditor, Alonso pretendió hacerme cumplir la ley, aunque también me ayudó a cubrir mis huellas, jamás me hizo daño cuando tuvo oportunidad, me preparó comida, me dedicó canciones, me acompañó después de dos vergonzosos ataques de pánico, respetó mis límites sexuales, no se aprovechó o juzgó mi debilidad...
Salto de la cama.
Las luces se encienden a medida que avanzo por el pasillo y bajo las escaleras. Alzo las cejas. Rivers duerme sobre su estómago en un sofá del salón. ¿Se habrá peleado con Bianca? Como sea. No me incumbe. Sólo espero que, de existir, arreglen sus diferencias y conserven el profesionalismo.
Bebo dos vasos con agua y tomo una manzana de la nevera. Falta poco para el amanecer, así que entro en mi despacho. Ocuparme de mis empresas servirá para, sí o sí, darle orden a mi cabeza.
Acaricio la pantera low poly con añoranza.
Algún día podría enterarse de mi pasado. El asco es peor que el odio pero... ¿y si eso nunca sucede? ¿Julius tiene razón? Mi posición puede dañar a quienes intenten acercarse a mí. Mi reputación puede destruirlo o con suerte, fortalecerlo para que sopesen mil veces antes de tocarlo.
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¿Cómo que Regina va a reunirse con Sarah? O.o
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