Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ₁₅

⚠️

*** Aclaración:  este capítulo contiene escenas Namjin que serán marcadas en su inicio con las palabras "Extra Namjin" cuando termine dicha escena será marcada con las palabras "Fin extra Namjin" con el fin de que a quienes no les agrade el ship se lo salten en lugar de dejar comentarios desagradables. Una vez acabados los extras comenzará el capítulo narrado por Sang ___.

Gracias por la atención 💜💜

⚠️

° 𝔼𝕩𝕥𝕣𝕒 ℕ𝕒𝕞𝕁𝕚𝕟 °

Situación en el tiempo: transformación de Jungkook en la habitación blindada de los omegas.

Kim SeokJin

Cerré la puerta de la habitación de Jungkook, dejando a una paralizada ___ en su interior.

Cogí la mano de Rudy, ambos corriendo por los pasillos de vuelta a la habitación blindada de la sala de los omegas, mientras mirábamos las paredes que formaban dichos pasillos, todas ellas decoradas con salpicaduras de sangre, mañana todos los miembros de esta manada moriríamos intentando sacar aquellas difíciles manchas.

Ambos frenamos frente a la puerta de la habitación, escuchando los furiosos gruñidos de Jungkook.

— Trae ropa —pedí a Rudy después de regalarle un afectivo abrazo, a pesar de ser nuestra hermana mayor se le veía aterrada, demasiado afectada por el comportamiento de Jungkook.

Compartía aquellos sentimientos, también sentía como los recuerdos me bombardeaban, pero no podía dejarme comer por ellos, debía despertar del trance y ayudar, pues nuestra ayuda, la de los que realmente conocían a Jungkook, era indispensable para esta manada y su seguridad.

Rudy obedeció enseguida, corriendo en busca de ropa para los alfas.

Entré en la habitación, armándome de valentía, dispuesto a ayudar a Namjoon.

Al entrar, la escena que me dio la bienvenida fue la de el lobo de Namjoon, sosteniendo con todas sus fuerzas a un desnudo Jungkook, el cual parecía luchar por zafarse de su agarre.

Ver la ausencia de ropa de mi hermano me indicaba que, efectivamente, había abandonado su forma humana, pero no el tiempo suficiente como para que yo pudiera verlo de nuevo.

Me acerqué a ellos, ayudando a Namjoon con su cometido de sujetar a Jungkook.

El desnudo alfa gruñía con fuerza mientras forcejeaba con nosotros, decidí hundir uno de mis dedos en una de las heridas que decoraban sus costados, presionando la herida con fuerza, causando que sangrara, esperando una respuesta por parte de Jungkook, topándome con nada, se hallaba demasiado cegado como para sentir dolor, pero no tanto como para dejar salir a su lobo de nuevo.

Su cuerpo y mente en este momento se hallaba en un gran debate, pues aunque haya conseguido volver a su forma humana, eso no significaba que su lobo desapareciera, sino que podría salir de nuevo.

Jungkook detuvo sus movimientos por unos instantes, segundos en los que Rudy abrió la puerta de la habitación. Jungkook se fijó en ella, observándola con sus ojos dorados, mientras Namjoon y yo nos preparábamos para sostenerlo, pues sabíamos por experiencia, que después de la calma se avecinaba tormenta y viceversa.

Los años junto a Jungkook nos habían enseñado que cuando el alfa abandonaba su estado de calma, cuando dejaba su parte humana de lado, se convertía en un depredador de primera, el cual observaba a su víctima con detenimiento antes de comérsela, con víctima Namjoon y yo aprendimos que se trataba de toda omega que se cruzara en su camino en aquel estado de furia y excitación.

La tormenta hizo presencia en la habitación, liberándose con facilidad del agarre que Namjoon y yo manteníamos, lanzándonos a ambos al suelo mientras con rapidez se acercaba a Rudy.

Estaría sumamente preocupado por ella si no fuera porque sabía que no le haría nada.

Antes de que Jungkook pudiera siquiera tocarla, Ruby dejo que su loba rompiera en llanto, un lastimoso y desesperado llanto que hizo que Jungkook se retorciera en el suelo, lloriqueando como un pequeño cachorrito al que han separado de su mamá.

Namjoon abandonó su forma lobuna, cubriendo su desnudez con la ropa que Rudy se había encargado de traer, sin siquiera dejarme mirar de reojo su desnudo cuerpo.

— Un baño de hielo lo calmará —sugirió Rudy una vez su loba había cesado su llanto.

Antes de que Jungkook recuperara su faceta agresiva y excitada Namjoon y yo lo levantamos del suelo, corriendo hacia el primer baño de la sala de los omegas.

El alfa se dejaba arrastrar por nosotros entre lamentos, sin oponer resistencia.

Sentía como la tensión de la situación se esparcía por todo mi cuerpo con cada acelerado latido. Sostenía a Jungkook con toda la fuerza que poseía, estando siempre alerta por si su furia hacía presencia de nuevo.

Llegamos al fin al baño, donde depositamos el cuerpo de Jungkook en la bañera, mientras Rudy la llenaba de hielo, haciendo que el alfa dejara de lamentarse, apagándose poco a poco, viendo cómo sus agarrotados músculos comenzaban a destensarse, cómo reposaba su cabeza en la bañera, dejando poco a poco que sus parpados cayeran, perdiendo al fin la consciencia.

Todos los presentes dejamos que un suspiro de alivio saliera de nuestros labios, lo más complicado ya estaba hecho, ahora solo debía descansar y el resto esperar a que despertara.

Las cosas habían cambiado desde la última vez que Jungkook dejó salir a su lobo, no sabíamos cómo reaccionaría esta vez, solo esperaba que no se castigara a si mismo por no poder mantener el control.

Jungkook tenía una característica algo odiosa a mi parecer, era el alfa más recto y poco permisivo que había conocido nunca, esta característica no solo la desarrollaba con el resto, sino que con quien más la ponía en práctica era consigo mismo, era como si no fuera capaz de hacer algo mal o saltarse las reglas sin castigarse por ello, reprimía a su lobo y a sus necesidades como alfa con tal de hacer lo que, según él, era lo correcto.

Rebusqué entre la ropa que había traído Ruby, cogiendo unos bóxer para cubrir la hombría de mi hermanito, si se llegará a enterar de que lo hemos paseado por el ala de los omegas tal y como vino al mundo, estoy seguro de que nos desollaría vivos.

Metí mis manos bajo el frío hielo, colocando la ropa interior sobre su cuerpo.

— No lo recordaba así —comenté haciendo referencia a su desnudez—. Nuestro cachorrito ha crecido demasiado estos últimos años.

— Ya no tiene cuerpo de cachorro —me dio la razón mi hermana, la cual parecía encontrarse algo mejor.

— ¿Qué esperabais? no lo veis así desde los dieciséis —habló Namjoon como si fuera obvio.

— No te hagas el entendido que tu también te has quedado impresionado con la tubería que se carga nuestro alfita —ataqué aun sorprendido.

— Yo ya lo había visto en su último celo —dijo con suficiencia.

— Ahora entiendo por qué siempre se cubre —intervino Rudy mirando un punto fijo de la pared a la vez que asentía, cómo si ahora todo tuviera sentido.

— Basta de cháchara, tenemos que dejarlo en su habitación antes de que despierte —ordenó Namjoon, cogiendo a Jungkook de la bañera, como si de una princesa se tratara, yo debería ser la princesa que cargara en brazos, pero por esta vez se lo dejaré pasar.

Salimos del baño en dirección a su habitación, acelerando el paso, temiendo el despertar de Jungkook.

— ___ esta en la habitación —recordó Rudy haciendo que Namjoon parara en seco.

— ¿Lo dejamos en su despacho?

— Mi hermano no va a dormir en un sofá después de haber chocado con su lobo —aclaré—. Es ___, esta más que claro que a ella no le va a hacer daño —hablé con sabiduría.

Creo que lo último que haría Jungkook sería hacerle daño a la loba por la que babea.

— ¿Y si se levanta con ganas de fiesta? —preguntó mi alfa haciéndome dudar ligeramente.

— Pues que le dé fiesta o se ponga a llorar, ya hemos visto como Jungkook también es sensible a su llanto, se pondrá a llorar con solo escucharla —concluyó Rudy con decisión, secando su rostro aun húmedo por las lágrimas derramadas.

Dicho eso los tres continuamos caminando apresurados hacia la habitación, llegando con rapidez, depositándolo en su cama para después marcharnos, no sin antes impartir instrucciones a una conmovida ___.

Namjoon y yo caminamos por el pasillo juntos, viendo como Rudy se marchaba a su habitación, había sido un día duro, todos necesitábamos descansar.

Caminamos en silencio, viendo como la habitación del alfa cada vez parecía estar más cerca, no me detuve cuando pasé por su puerta, me gustaba hacerme de rogar.

Namjoon al ver que ni siquiera hacía el amago de detenerme cogió mi mano, tirando de ella hacia su cuerpo, dejándome sentir su firme anatomía, logrando que una estúpida sonrisa se instalara en mis labios, curvándolos.

Cruzamos miradas de una manera única, cómo si nos estuviéramos contando el uno al otro lo largo y duro que había sido el día.

Namjoon soltó mi mano, rodeándome con sus brazos, dejando que su aroma a café me embriagara.

Apoyé mi frente en su hombro, dejando que mi nariz rozara su suave cuello, llevando mis manos alrededor de su cintura.

La forma que Namjoon tenía de acunarme me hacia sentir querido, a salvo, cómo si en sus brazos tuviera la certeza absoluta de que era intocable, pues nada me podría dañar.

El alfa acariciaba mi espalda con delicadeza, pasando su palma de arriba a abajo sobre la tela de mi desgarrada camiseta.

Sin siquiera emitir sonido abrió la puerta de su habitación, empujándonos a ambos en el interior de ella.

Una vez dentro, sin posibilidad alguna de que alguien descubriera cuán cercanos éramos, dejamos que nuestros sentimientos afloraran, aflojando las cuerdas a las que debíamos estar atados ante el público.

Namjoon llevó sus manos a mi rostro, obligándome a separarme de su cuello, dejándome observar sus ojos rasgados, cómo su cabello se pegaba ligeramente a su frente debido al sudor que había liberado anteriormente.

Con su pulgar acarició una de mis mejillas con cariño, antes de acercar su rostro al mío, uniendo nuestros labios en un beso de lo más afectivo y cariñoso.

Acepté aquel beso, dejando que el alfa se adueñara de mis gruesos labios, bajé mis manos de su cintura a sus caderas, apretándolas cómo si necesitara agarrarme a ellas para no caer al suelo, y en parte era justo aquello lo que sentía, necesitaba agarrarme a él para no caer en el abismo de la tristeza, soledad y locura.

Dejé que el beso subiera de intensidad, haciendo participes a nuestras lenguas, apreciando con sumo detalle el sabor y aroma a café que mi alfa desprendía.

Decidí meter mis manos bajo su camiseta, palpando con necesidad su abdomen, me sentía demasiado ansioso cada vez que Namjoon y yo compartíamos algo más que palabras.

Parecía que lo prohibido era el antídoto para mi enfermedad llamada deseo.

El alfa se separó de mis labios, haciéndome gruñir, no quería que aquel beso terminara.

— Fiera debemos parar —pronunció junto a mis labios con una pequeña sonrisa.

Hice caso omiso a sus palabras, besando sus labios de nuevo a la vez que bajaba mis manos desde su abdomen hasta el borde de sus pantalones.

Continúe aquel peligroso recorrido, quedando a escasos centímetros de la "Zona prohibida" según Namjoon.

Quise ir más allá, saltarme las normas que nosotros mismos habíamos establecido, topándome con la negativa de Namjoon, quien cogió mi mano antes de si quiera poder tocarlo.

— No —gruñó.

Besé sus labios en respuesta, importándome bastante poco su negativa.

Llevé mi mano libre a sus pantalones, acariciando toda su extensión por encima de la tela, creando una dureza inexistente minutos atrás.

Namjoon gimió rompiendo nuestro beso, apoyando su frente en mi hombro.

Acaricié de nuevo sus pantalones, causando que el alfa cogiera mi mano, apartándola con rapidez, dejándome inmovilizado pues aprisionaba mis extremidades superiores con las suyas.

Escuchar a mi alfa gemir era uno de los sonidos más estimulantes que jamás había oído.

Podía notar como respiraba con fuerza sobre mi hombro, incitándome a lamer su cuello con suma lascivia.

— Estate quieto —suplicó colocando su mejilla junto a la mía—. Por favor —jadeó sintiendo como pegaba mi cuerpo al suyo.

Seguí sin obedecer, besando su cuello con cariño, aguantándome las ganas de morderlo, pues sabía que si lo hacía dejaría una bonita marca en él, delatándonos por completo ante Jungkook.

Namjoon soltó mis manos, llevando una de las suyas a mi cuello.

— Detente —ordenó apratando ligeramente mi garganta, no lo suficiente como para que llegara a doler, más bien parecía que lo estaba sujetando.

Asentí dando a entender que haría lo que quisiera con él, llevando mis manos de nuevo a sus pantalones, haciéndole gemir.

Posicionó sus manos sobre mi cintura, separándome por completo de su cuerpo, dejándome ver sus brillantes ojos azabache.

— Jin no podemos, ahora no —regañó con dureza—. Mi celo es la semana que viene, no podemos arriesgarnos a hacer esto sabiendo que nos vamos a quedar a medias, sabes el dolor que eso me causa.

Bajé mi cabeza sintiéndome regañado, sabía que tenía razón, no podíamos pasar a algo más que besos y simples toqueteos, el olor nos delataría, si a todo esto le añadíamos la proximidad del celo de Namjoon, no deberíamos si quiera mirarnos.

Los días previos al celo algunos alfas comenzaban a sentirse raros, sobretodo los alfas emparejados o con un acompañante con el que aun no formaban una pareja oficial, como era el caso de Namjoon y yo, sentían molestias en su cuerpo e incluso algunos llegaban a enfermar, era cómo si su cuerpo se preparara para el celo. Además, en los días previos al celo eran más propensos a perder el control de sus lobos, era por eso que no debíamos si quiera mirarnos sabiendo que el celo de Namjoon se acercaba.

Asentí ante su regaño, lamentándome por lo apretados e incómodos que se sentían en este momentos mis pantalones debido a la excitación.

Dejarse llevar a veces traía sus consecuencias.

Namjoon recolocó sus pantalones, y su camiseta antes de acercarse a mi.

— Jin estoy algo preocupado —confesó cogiendo una de mis manos.

Parecía que la atmósfera se había clamado, el ambiente pasó de candente a serio en cuestión de segundos.

— ¿Por qué? —pegunté acunando el rostro de mi alfa sobre las palmas de mis manos.

— No solo es mi celo el que se acerca —informó algo asustado.

— ¿Quién entrará en celo la semana que viene? —formulé curioso.

— Jungkook.

La parálisis golpeó mi cuerpo, los dos alfas más fuertes de la manada, Jungkook y Namjoon, en celo durante la misma semana.

Aquello no presagiaba nada bueno.

° 𝔽𝕚𝕟 𝔼𝕩𝕥𝕣𝕒 ℕ𝕒𝕞𝕁𝕚𝕟 °

.

.

.

Sang ___

Desperté por exceso de sueño, ese momento en el que tu cerebro se cansa de dormir y ordena a tus ojos abrirse, pero estos se encuentran demasiados cansados de dormir que ni siquiera se abren, era como si el exceso de descanso derivara a más cansancio.

Aquella era la gran paradoja en la que me encontraba ahora, luchando por abrir los ojos.

Me sentía tan calentita, tan reconfortada y con un increíble aroma a chocolate que me hacía respirar paz.

Me removí intentando estirar mis agarrotadas extremidades, sintiendo como el alfa a mi lado me lo impedía estrechándome aun más entre sus fuertes brazos.

Aquel gesto causó al fin que mis cansados ojos se abrieran, permitiéndome ver a un dormido Jungkook, con su boca ligeramente abierta, mientras que su cabeza estaba apoyada en la almohada, de forma que su moflete quedara aplastado y sus labios simularan a un tierno pececillo.

Sonreí ante la imagen sin poder contenerme a la hora de apretar su blanditos mofletes, sin recibir respuesta por parte del alfa.

Seguí jugando con sus mofletes, esta vez de una forma un poco más brusca, porvocando que, sin abrir los ojos, Jungkook cogiera mis manos, bajándolas de forma que quedaran pegadas a mi cuerpo, para a continuación apretarme contra él, haciendo una especie de sandwich en el que mis brazos jugaban el papel de embutido.

Aquella situación en lugar de parecerme divertida me hizo sentir algo incómoda, por la posición que mis manos mantenían se me hacía imposible moverlas sin tocar partes de Jungkook que se me hacía demasiado vergonzoso tocar, aunque fuera por accidente.

— Jungkook —me quejé sin moverme—. Jungkook —llamé de nuevo su nombre al no recibir respuesta.

Al ver que no emitía sonido decidí emplear métodos más drásticos, mordiendo su barbilla, haciéndole abrir los ojos sorprendido.

— ¿Acabas de morderme? —preguntó atónito con una voz increíblemente ronca debido a las horas dormidas.

— No, ha sido tu imaginación ¿te importaría soltarme? —pregunté intentando no reír por su expresión descolocada.

Asintió de inmediato aflojando su agarre, permitiendo que me moviera con libertad, lo primero que hice fue estirar todas mis extremidades, sintiendo como mis músculos se tensaban, como cada hueso crujía, haciéndome soltar un gemido de satisfacción al sentir como desaparecía la tensión de mi cuerpo al abandonar el estiramiento, antes de volver a convertir toda mi extensión en un bolita.

Me acurruqué de nuevo contra el pecho de Jungkook, sintiendo como él se quedaba en la misma posición, inmóvil.

Alcé mi cabeza para poder observarlo, miraba un punto fijo de la pared con sus ojos bien abiertos.

Recordé las palabras de Jin, aquellas que me habia dedicado cuando dejaron a Jungkook en la cama.

Posé mi mano sobre su mejilla, acariciandola.

— ¿Qué ocurre?

Jungkook en lugar de responderme levantó las sábanas que nos cubrían, descubriendo su ausencia de ropa y volviendo a bajar las sábanas con rapidez.

Me dedicó una mirada de lo más sorprendido.

— ¿Qué pasa Jungkook?

— Nada —contestó de inmediato alzando las sábanas para cubrir su cuerpo.

¿Se cubría para que yo no lo viera? No pude evitar sonreír ante la situación.

Sentí mi garganta terriblemente seca, como si me hubiera tirado toda la noche con la boca abierta, contándome incluso tragar saliva.

— ¿Me puedes traer agua? Tengo mucha sed —pedí con una sonrisa.

Tuve que aguantarme una carcajada al ver su desencajado rostro, con la sábanas hasta el cuello, agarrándolas con fuerza y un pequeño rubor decorando sus mejillas.

— ¿Ahora? —preguntó algo nervioso.

— Si, por favor —asentí.

Jungkook volvió a echar un vistazo bajo las sábanas, tragando saliva con dureza.

Mordió sus labios con nerviosismo alejándose de mi, dejándome sentir cómo el calor me abandonaba.

Pensé que saldría de la cama, pero no fue así, se quedó quieto a mi lado.

— Jungkook —lo llamé captando su atención—. ¿Qué te pasa?

— No estoy en condiciones de salir, estoy un poco "alterado" —contestó avergonzado después de unos largos segundos en silencio.

No esperaba esas palabras, pensaba que estaba avergonzado por su desnudez, no porque estaba "alterado".

— Oh —contesté sorprendida—. Mejor voy yo —hablé levantándome de la cama huyendo de la habitación aunque mi loba me pidiera a gritos que me quedara.

— ___ —me llamó antes de dejarme salir de la habitación—. Esta tarde es el entrenamiento, a las seis en punto, le diré a Jin que te recoja y te lleve a la sala de entrenamiento.

Asentí en respuesta antes de abandonar la habitación, sintiendo un gran vacío en mi interior.

Había pasado de ser una gamma solitaria a una gamma que anhela la compañía.

Una de las características con la que solía definirme era que me gustaba estar sola, que disfrutaba de la soledad, ahora cada vez que pienso en ello creo que más que una característica que forma parte de mi es un pensamiento que me he dedicado a inculcarme, convencerme a mí misma de que me gustaba estar sola, pues es lo único que conocía y lo único que pensaba que tendría para toda la vida, algo así como un mecanismo de defensa para no sentirme tan mal conmigo misma.

Empezaba a creer que por primera vez en mi vida podría dejar de fingir que me gusta estar sola.

_____________________________________________

No viene a cuento pero lo pongo porque amo este gif.


Yo sé que no se esperaban actualización hoy, la verdad es que yo tampoco pero necesitaba despejarme después del nefasto examen de hematología que he hecho hoy.

Jungkook al levantarse y darse cuenta de que estaba "alterado" 😂


Muchas gracias por leer💜💜💜

Love u Sinners ❤❤❤

Pd: ¿entrenamiento?🤔

Pd2: dont worry, no me he olvidado de estos dos:



Pd3: hasta el viernes 💜💜

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top