Capítulo 43

Advertencia: contenido sugestivo.

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No estoy muy segura de cómo llegamos al cuarto de Sasuke. Todo estaba pasando tan rápido como los latidos de mi corazón. ¿De verdad estaba por acostarme con Sasuke? O bueno, más que acostarme... tocarme con él a mi lado. El tan solo pensarlo me provocaba un conocido cosquilleo en el vientre bajo, sumado a una sensación placentera entre mis piernas, justo donde me gustaría que estuviera su boca y otra parte más específica de su cuerpo.

No hay forma de explicar con palabras lo excitante que me resulta esta situación, lo inevitablemente atractivo que se ve Sasuke en este momento mientras se desnuda frente a mí. Quiero tocarle todo el cuerpo, besar sus labios otra vez mientras siento su piel contra la mía. Se supone que la lujuria es un pecado capital, pero oh cómo anhelo ser pecadora con este hombre.

¿Estará tan atraído por mí como lo estoy yo por él? ¿Tendrá los mismos deseos que yo?

—Todavía tienes demasiada ropa — dijo Sasuke, al tiempo que sus manos se detenían en el cierre de su pantalón.

Por favor no pares ahora, quiero verlo todo. Absolutamente todo.

—Tienes razón — respondí.

La ropa estaba sobrevalorada con este hombre. Mis manos temblaban levemente mientras yo también me desnudaba. El frío aire de su habitación causó que mis pezones se erizaron, al igual que los vellos de mi piel. Pero no importaba, ya pronto entraría en calor.

Deslice mis pantalones junto a mis bragas. Tuve la estúpida idea de mirar tan solo para encontrarme con la fina tira de fluido casi transparente. Oh Dios.

—Tranquila — Sasuke dijo, sus manos se colocaron a cada lado de mis piernas, para terminar de quitar las últimas dos piezas de ropa que llevaba puesta.

Con su dedo índice, Sasuke recogió parte del fluido entre mis muslos y lo llevó a su boca. En ese preciso momento supe que no podría aguantar por mucho tiempo más. La forma en la que me miraba, el deseo en esos ojos negros estaba aumentando las brazas en mi interior.

—Vamos, acuéstate en la cama — dijo.

Y yo le obedecí.

Me subí a la cama y observe atenta como por fin se retiraba los pantalones y. . . oh

Oh Dios.

Sasuke se dio media vuelta y por fin pude verlo completamente. Él ya estaba listo para la acción, tanto como lo estaba yo. ¿No le dolerá estar tan erecto? Porque yo definitivamente muero por ser tocada, y él... luce como si estuviera por estallar.

Beso sus labios en cuanto se acuesta a mi lado y él me corresponde de inmediato. No es un beso muy apasionado: es cauteloso, como si estuviéramos teniendo contacto por primera vez.

Con su mano libre acariciaba mi espalda, mientras la otra se cierra alrededor de su intimidad y comienza a moverse lentamente de arriba hacia abajo. Esta es quizás la vista más erótica que he tenido en toda mi vida.

Coloqué una pierna en su vientre bajo y él dejó de mansturbarse un momento para acariciar mi muslo. Sus largos dedos recorren mi piel y yo me estremezco. Joder ____ contrólate, solo te está tocando la pierna y ya parece que vas a tener un orgasmo.

—Pásame el lubricante, por favor. Está en el primer cajón — dijo mientras señalaba la mesa de noche a mi lado.

—No lo necesitas — me apresuro a decir mientras me enderezo un poco.

Miré su hombría en toda su gloria. Dolorosamente esperando por algo que yo no podía darle de forma directa. Lo mejor que podía hacer era ayudar un poco.

Abro la boca y dejo que mi saliva caiga sobre la punta. Sasuke se estremece, incluso suspira y luego sonríe. Su mano comienza a moverse un poco más rápido, y yo no puedo dejar de verlo. Es todo tan. . . hermoso. Él es hermoso.

Me relajo a su lado y él besa mi frente. Sus ojos están fijos en mi mano, la cual se mueve sobre mi cuerpo hasta llegar a ese punto donde tanto la necesito. O mejor dicho, donde lo necesito a él.

Sasuke aleja su mano de mi espalda y ahora la usa para separar mis piernas, su pulgar acaricia mi muslo interno, rozando levemente mi labio externo. Yo gimo y él suspira.

Deslizo mis dedos hacia abajo, humedeciéndolos con mis propios fluidos para después volver a tocar mi centro. No puedo creer que en algún momento llegué a odiar al hombre que ahora me hace temblar de placer. Y ni siquiera ha hecho algo más que besarme.

Comienzo a gemir y Sasuke parece estar complacido por ello. Sus mejillas tenían un leve sonrojo que me encantaba.

—Te gusta lo que ves — dije, más en una afirmación que en una pregunta.

—Gustarme es poco. Separa un poco más las piernas, quiero verte mejor.

—Ya estoy bastante abierta. ¿Qué más quieres ver? — cuestioné.

—Todo. Quiero ver todo lo que no puedo tocar — respondió.

Me estremezco por sus palabras y tímidamente aparto las piernas lo más que puedo sin que resulte incómodo. Él ríe de una manera tan sensual que me sonrojo, su mano se mueve a mi monte de Venus, su dedo meñique está peligrosamente cerca de mi centro, él lo mueve como si estuviera jugando conmigo, como si estuviera jugando con mi cuerpo.

—Se buena y ponte en cuatro — dijo.

Parece que el chico bueno ha desaparecido. De todas formas no me importa, haré lo que el quiera en este momento. Y cómo no hacerlo cuando él me está mirando de tal forma que siento 1000 emociones y sensaciones diferentes en zonas que no son ni remotamente erógenas.

Sakura, has sido una mujer muy bendecida hasta ahora. Con razón te sentías en la cima del mundo. . . Era porque lo estabas. Y yo aquí con solo las sobras estoy a punto de quemarme viva.

Me coloco en cuatro para él, mis dedos encuentran el camino a mi interior al tiempo que la mano de Sasuke se coloca en mi trasero y lo acaricia. He tenido sexo tantas veces en mi vida, sin embargo no se comparan con esto. Definitivamente la lujuria debe permanecer como un pecado capital, porque lo que este hombre me hace sentir es definitivamente muy peligroso.


Sasuke

Hay tantos lugares de ella que quiero tocar, donde quiero enterrarme hasta que no quede el más mínimo espacio entre su ser y el mío. Si pudiera volver el tiempo atrás haría hasta lo imposible encontrar la forma de hacer que se enamorara de mí más rápido. Él no poder adorar ese cuerpo como se debe es definitivamente un pecado.

Mi mano izquierda se cierra alrededor de la piel de su trasero, agarrando tanta masa como puedo mientras observo cómo sus dedos entran y salen, cada vez más brillos por la capa de fluidos que va en aumento sobre ellos.

Mi mano derecha se mueve más rápido, esto es arte. Ella es arte.

Sus gemidos son cada vez más seguidos, son música para mis oídos y para otra parte de mi, que desearía tener cierta boquita alrededor suyo. Así que esto es sentirse tan caliente hasta el punto de no ver más allá de lo que deseas. . . definitivamente es una sensación peligrosa. Siento que en cualquier momento voy a perder el control que tanto me cuesta mantener.

Ella está cerca. Demasiado cerca de un orgasmo, y yo aquí que apenas estoy empezando a sentir el cosquilleo en mi vientre bajo. No puedo permitir que se acabe tan pronto. Este momento tiene que durar más, mucho más.

Sasuke — gime.

Cambié de posición una vez más. Estoy arrodillado con ella debajo de mi. Sus mejillas están sonrojadas y sus labios entreabiertos. Con la mano izquierda los acaricio. Son tan suaves contra la piel de mis dedos. No puedo evitar sonreír cuando comienza a succionar mi pulgar. Lo muevo sobre su lengua, jugando con ella. Poco a poco me puedo ir dando una idea clara de cómo será el momento en el que pueda tener esos labios alrededor de mi.

Puedo escuchar el chapoteo de sus dedos. Está tan mojada que se me hace agua la boca. Anhelo poder limpiar cada gota con mi lengua.

—Sasuke — ella gimió nuevamente.

—Está bien, ten tu orgasmo — digo.

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